En este año que recién estrenamos y que a todos deseo muy feliz, se va a conmemorar el bicentenario del 2 de Mayo de 1808 (conmemoración de considero falsa y mal enfocada y sobre la cual posteare más adelante) y sin duda alguna se publicarán numerosos libros al respecto entre los cuales no faltarán los muy famosos “Episodios Nacionales” de Benito Pérez Galdós y que, como todos sabemos comienzan con la serie de diez novelas dedicada a la Guerra de la Independencia.
A pesar de la fama que gozan los “Episodios Nacionales” de Pérez Galdós en la literatura universal considerándose a los mismos como la obra cumbre de la novela histórica en castellano, lo cierto es que existe otra serie de relatos históricos que han pasado casi desapercibidos con gran injusticia y que para nada son inferiores a los “Episodios Nacionales”. Me estoy refiriendo a la serie de veintidós novelas que bajo el título genérico de “Memorias de un Hombre de Acción” publicó don Pió Baroja entre los años 1912 y 1934.
Don Pío Baroja empezó a concebir “Memorias de un Hombre de Acción” en 1911, cuando oyó hablar en su familia de un pariente lejano suyo llamado Eugenio de Aviraneta (Madrid 1792 – 1872), lo que le hizo interesarse en dicho personaje y documentarse a fondo sobre el periodo histórico vivido por Aviraneta.
A diferencia de los “Episodios Nacionales” de Pérez Galdós, las novelas que integran “Memorias de un Hombre de Acción” se pretenden escribir, como su propio título genérico indica, en forma de memorias, aunque realmente no constituyen una memorias convencionales pues entre las veintidós novelas que forman la magna obra, se mezclan hábilmente novelas narradas en primera persona, donde el protagonista, Eugenio de Aviraneta, cuenta personalmente sus aventuras con novelas narradas por un narrador conocido de nombre Pello Leguía y con novelas narradas en tercera persona, siendo siempre el hilo conductor de todas ellas el personaje de Eugenio de Aviraneta.
Por otro lado, si bien es cierto que el periodo histórico narrado en “Memorias de un Hombre de acción” es más breve que el narrado en los “Episodios Nacionales” ya que solo abarca desde la Guerra de la Independencia hasta la vejez de Eugenio de Aviraneta, allá por 1860; se puede afirmar que es más intenso al abarcar acontecimientos de la Historia Universal. Así “Memorias de un Hombre de Acción” no solo refleja la Guerra de Independencia, donde el protagonista se inicia como guerrillero a las órdenes del Cura Merino y de “El Empecinado”; sino también los acontecimientos que ocurren en las Américas, como las aventuras del sobrino del General Mina quien, cumpliendo órdenes de la Masonería, intenta sublevar el Virreinato de Nueva España o el intento de reconquista de México y la resistencia del Fuerte de San Juan de Ulúa. Asimismo también refleja, los acontecimientos que ocurren en Europa como la independencia de Grecia en donde el protagonista llega a conocer personalmente a Lord Byron. No obstante, en “Memorias de un Hombre de Acción” no falta la casi obligada referencia a la intervención de los “Cien Mil Hijos de San Luís” narrada con gran objetividad histórica, que, por otro lado, se puede decir que falta en las novelas dedicadas a la Primera Guerra Carlista y que constituyen la mayor parte de la obra, aunque en ningún caso se intenta ocultar o disimular las conspiraciones y tramas que sufrieron los Carlistas por parte de los Isabelinos, mereciendo especial mención el asunto de “El Simancas”, conjunto de documentos falsos que se hizo circular profusamente entre las filas carlistas y que provocaría la sucesión de traiciones que llevaría a la firma apresurada del Convenio de Vergara.
“Memorias de un Hombre de Acción” en su conjunto reúne las características no solo de la novela histórica perfectamente documentada sino también los caracteres imprescindibles de las novelas de aventuras no teniendo nada que envidiar a las grandes obras de Alejandro Dumas pues en ellas hay misterio, tramas conspirativas y, sobre todo, una muy buena y realista descripción de las acciones y actividades de las sociedades secretas en la Europa de los años inmediatamente posteriores a las guerras napoleónicas.
Los títulos de las veintidós novelas que integran “Memorias de un Hombre de Acción” son los siguientes:
El Aprendiz de Conspirador
El Escuadrón del Brigante
Los Caminos del Mundo
Con la Pluma y con el Sable: Crónica de 1820 a 1823
Los Recursos de la Astucia
La Ruta del Aventurero
La Veleta de Gastizar
Los Caudillos de 1830
La Isabelina
Los Contrastes de la Vida
El Sabor de la Venganza
Las Furias
El Amor, el dandismo y la intriga
Las figuras de Cera
La Nave de los Locos
Las Mascaradas Sangrientas
Humano Enigma
La Senda Dolorosa
Los Confidentes Audaces
La Venta Mirambel
Crónica Escandalosa
Desde el Principio hasta el Fin
A pesar de que en conjunto la obra resulta muy extensa, se puede afirmar que desde el comienzo de la lectura de la primera novela, el lector queda enganchado y sumergido en la historia de tal forma que desearía leerla de un solo tirón.
A pesar de la fama que gozan los “Episodios Nacionales” de Pérez Galdós en la literatura universal considerándose a los mismos como la obra cumbre de la novela histórica en castellano, lo cierto es que existe otra serie de relatos históricos que han pasado casi desapercibidos con gran injusticia y que para nada son inferiores a los “Episodios Nacionales”. Me estoy refiriendo a la serie de veintidós novelas que bajo el título genérico de “Memorias de un Hombre de Acción” publicó don Pió Baroja entre los años 1912 y 1934.
Don Pío Baroja empezó a concebir “Memorias de un Hombre de Acción” en 1911, cuando oyó hablar en su familia de un pariente lejano suyo llamado Eugenio de Aviraneta (Madrid 1792 – 1872), lo que le hizo interesarse en dicho personaje y documentarse a fondo sobre el periodo histórico vivido por Aviraneta.
A diferencia de los “Episodios Nacionales” de Pérez Galdós, las novelas que integran “Memorias de un Hombre de Acción” se pretenden escribir, como su propio título genérico indica, en forma de memorias, aunque realmente no constituyen una memorias convencionales pues entre las veintidós novelas que forman la magna obra, se mezclan hábilmente novelas narradas en primera persona, donde el protagonista, Eugenio de Aviraneta, cuenta personalmente sus aventuras con novelas narradas por un narrador conocido de nombre Pello Leguía y con novelas narradas en tercera persona, siendo siempre el hilo conductor de todas ellas el personaje de Eugenio de Aviraneta.
Por otro lado, si bien es cierto que el periodo histórico narrado en “Memorias de un Hombre de acción” es más breve que el narrado en los “Episodios Nacionales” ya que solo abarca desde la Guerra de la Independencia hasta la vejez de Eugenio de Aviraneta, allá por 1860; se puede afirmar que es más intenso al abarcar acontecimientos de la Historia Universal. Así “Memorias de un Hombre de Acción” no solo refleja la Guerra de Independencia, donde el protagonista se inicia como guerrillero a las órdenes del Cura Merino y de “El Empecinado”; sino también los acontecimientos que ocurren en las Américas, como las aventuras del sobrino del General Mina quien, cumpliendo órdenes de la Masonería, intenta sublevar el Virreinato de Nueva España o el intento de reconquista de México y la resistencia del Fuerte de San Juan de Ulúa. Asimismo también refleja, los acontecimientos que ocurren en Europa como la independencia de Grecia en donde el protagonista llega a conocer personalmente a Lord Byron. No obstante, en “Memorias de un Hombre de Acción” no falta la casi obligada referencia a la intervención de los “Cien Mil Hijos de San Luís” narrada con gran objetividad histórica, que, por otro lado, se puede decir que falta en las novelas dedicadas a la Primera Guerra Carlista y que constituyen la mayor parte de la obra, aunque en ningún caso se intenta ocultar o disimular las conspiraciones y tramas que sufrieron los Carlistas por parte de los Isabelinos, mereciendo especial mención el asunto de “El Simancas”, conjunto de documentos falsos que se hizo circular profusamente entre las filas carlistas y que provocaría la sucesión de traiciones que llevaría a la firma apresurada del Convenio de Vergara.
“Memorias de un Hombre de Acción” en su conjunto reúne las características no solo de la novela histórica perfectamente documentada sino también los caracteres imprescindibles de las novelas de aventuras no teniendo nada que envidiar a las grandes obras de Alejandro Dumas pues en ellas hay misterio, tramas conspirativas y, sobre todo, una muy buena y realista descripción de las acciones y actividades de las sociedades secretas en la Europa de los años inmediatamente posteriores a las guerras napoleónicas.
Los títulos de las veintidós novelas que integran “Memorias de un Hombre de Acción” son los siguientes:
El Aprendiz de Conspirador
El Escuadrón del Brigante
Los Caminos del Mundo
Con la Pluma y con el Sable: Crónica de 1820 a 1823
Los Recursos de la Astucia
La Ruta del Aventurero
La Veleta de Gastizar
Los Caudillos de 1830
La Isabelina
Los Contrastes de la Vida
El Sabor de la Venganza
Las Furias
El Amor, el dandismo y la intriga
Las figuras de Cera
La Nave de los Locos
Las Mascaradas Sangrientas
Humano Enigma
La Senda Dolorosa
Los Confidentes Audaces
La Venta Mirambel
Crónica Escandalosa
Desde el Principio hasta el Fin
A pesar de que en conjunto la obra resulta muy extensa, se puede afirmar que desde el comienzo de la lectura de la primera novela, el lector queda enganchado y sumergido en la historia de tal forma que desearía leerla de un solo tirón.
Aquí me hallo, siguiendo vuestro vuelo nocturno bien de cerca para no perder el camino.
ResponderEliminarCreo reconocer en ti a Carlino.
Ayer entré en tu blog y lo encontré desmantelado, sin rastro de posts ni comentarios.
Tal vez volaste por libro de arena durante un tiempo y no te gustó lo que viste.
He ojeado este blog por encima, pero ya volveré en otro momento a mirarlo con mas detalle.
Te agradezco tu paso por mi balcón descubierto.
Nos veremos al vuelo.