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miércoles, 27 de mayo de 2009

“LOS GRANDES CEMENTERIOS BAJO LA LUNA” de GEORGES BERNANOS

Recientemente la editorial Lumen ha reeditado “Los Grandes Cementerios Bajo la Luna” que, publicada por primera vez en 1938 en Francia, es una de las obras fundamentales del escritor católico y conservador Georges Bernanos (1888-1948) que, como militante de Acción Francesa y padre de un militante falangista, fue testigo del inicio de la Guerra Civil Española y de los actos de violencia y represión llevados a cabo en la Isla de Mallorca por los militares sublevados con el amparo de la jerarquía eclesiástica lo que originó no solo el alejamiento del autor de la política, sino que inspiró la crítica vertida en la obra que ahora comentamos.

“Los Grandes Cementerios Bajo la Luna” no es una obra sobre la guerra civil española ni tampoco un panfleto contra el fascismo, tal y como expresa la filósofa alemana Hannah Arendt en la frase que figura en la portada de la edición que presenta la editorial Lumen, sino que se trata de un denso ensayo filosófico sobre la clase dirigente y sobre una determinada forma de hacer política. Si bien es cierto que en esta obra de Bernanos se ataca con dureza al General Franco, a la jerarquía eclesiástica española, a los fascismos triunfantes en Italia y Alemania y a los extremistas de derecha franceses, no es menos cierto que también se ataca con la misma dureza al comunismo y a la democracia liberal.

El objeto de Bernanos al escribir “Los Grandes Cementerios Bajo la Luna” es denunciar a las clases dirigentes de todo el orbe integradas por militares, políticos, jerarquías eclesiásticas, intelectuales y empresarios que, con la exclusiva intención de salvaguardar sus intereses particulares, principalmente económicos; son capaces de apoyar hoy lo que ayer atacaban con ferocidad y difundir el miedo entre los pueblos para posteriormente explotarlo a su favor fomentando el alegre traslado de enormes masas humanas a los más bárbaros mataderos de Europa. Especialmente dura es la critica a la actitud de la derecha francesa que, si bien en 1918 clamaba por desintegrar a Alemania en múltiples estados y hacía de la humillación del pueblo alemán una importante cuestión nacional, en el momento de escribirse “Los Grandes Cementerios Bajo la Luna”, veinte años después, adulaban a Hitler y no dudaban en considerarlo, junto al General Franco y a Mussolini, como un aliado en una supuesta cruzada contra el comunismo que no era más que un pretexto para encubrir la defensa de los intereses particulares de las precitadas clases dirigentes.


La densidad de la filosofía vertida por Bernanos en esta obra la aleja de cualquier carácter panfletario y bien puede resumirse en que una injusticia no se combate ni puede combatirse jamás cometiendo otra injusticia y que cualquier acto material del ser humano debe someterse a las exigencias de la Moral y de la Justicia con mayúsculas.

Por otra parte, y de ahí la crítica a la democracia liberal que existe en “Los Grandes Cementerios Bajo la Luna”, Bernanos sostiene la teoría, más adelante también defendida por Hannah Arendt de que el origen de las dictaduras y de las formas políticas autoritarias se encuentra en la corrupción y en la falta de autoridad moral del sistema democrático.

“Los Grandes Cementerios Bajo la Luna” de Georges Bernanos constituyen el primer toque de arrebato a favor de una nueva revolución más auténtica y más afortunada que todas las anteriores, de una revolución que solo podrá ser una revolución moral y universal.

martes, 19 de mayo de 2009

CONCEPTOS EMERGENTES EN LA TEORÍA POLÍTICA (III): La Globalización

El tercer gran concepto político en el que incide toda política nacional e internacional y que va a marcar las próximas décadas de forma decisiva es la llamada Globalización, contra la que muchos se oponen ignorando prácticamente su verdadero y simple significación.


La Globalización no es, como no lo son ninguno de los conceptos que venimos tratando, un concepto complicado sino más bien simple y primitivo procediendo la complejidad del mismo de las explicaciones justificativas de los prosélitos de la economía globalizada o de los argumentos contrarios vertidos por los, llamativos pero poco eficaces, movimientos antiglobalización.


La finalidad de la Globalización es crear un único mercado mundial de características homogéneas sin limitaciones ni trabas siendo, por tanto, pura y simplemente el “internacionalismo” de los capitalistas. El movimiento globalizador justifica toda acción social y toda política presente y futura en razones económicas por lo que constituye de forma real e irrefutable un materialismo práctico al servicio de la economía y del mercado.


Para el movimiento globalizador es la economía el centro alrededor del que gira toda la sociedad por lo que pone toda política al servicio de la economía en vez de hacerlo al revés. Todo régimen político o social es para la globalización aceptable si es susceptible de reportar beneficios económicos, por ello intentara homogeneizar moral y culturalmente las sociedades y bajo la justificación de la libertad de movimientos de “bienes, capitales y personas” no dudará en derribar fronteras y favorecer el desarraigo de colectividades humanas para justificar grandes movimientos migratorios de masas que permita encontrar mano de obra barata en los propios centros de producción económica ya existentes en el llamado primer mundo ahorrándose los gastos de inversión que suponen los desplazamientos y la creación de fábricas e industrias allí donde radique la mano de obra barata como ocurre en gran medida en el momento presente.


la Globalización no dudará ni un instante en hacer retroceder a las sociedades a las situaciones más sangrantes de los primeros años de la Revolución Industrial, liquidando, si es preciso, siglo y medio de logros del movimiento obrero e igualmente tampoco dudará un momento en acabar con el mayor logro político de la historia que fue la vinculación de las grandes masas de población a la tierra, que fue en definitiva lo que más tarde daría lugar a los reinos y a las naciones, regresando a los tiempos del nomadismo y haciendo triunfar, ochocientos años después, el ideal político de Gengis Khan.


ARTÍCULOS RELACIONADOS:


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- CONCEPTOS EMERGENTES EN LA TEORÍA POLÍTICA (I): La Ingeniería Social.



lunes, 11 de mayo de 2009

EUROPEAS 2009: ¡¡VOTA A DON QUIJOTE!!

Convocados los españoles nuevamente a elecciones para el próximo día 7 de Junio del 2009, esta vez para renovar el Parlamento Europeo, institución regional de ámbito supranacional cuya finalidad y utilidad permanece oculta e ignota para los pueblos de Europa; no queremos desde “El Chouan Ibérico” dejar pasar la ocasión sin recomendar, como hemos hecho otras veces, el voto para alguna candidatura.


Examinadas cuidadosamente las treinta y siete candidaturas que se presentan por la circunscripción electoral de España (por fin sabemos lo que son Las Españas en la comunidad internacional después de tanta historia, sangre y demás zarandajas: solo son una circunscripción electoral) y observando con pena que no se presenta la candidatura carlista para la que siempre hemos recomendado el voto se nos han roto los esquemas y nos hemos tenido que poner a cavilar.


Ciertamente, el trilema imperante en la vigente política hispánica: Corrupción, Putrefacción e imbecilidad, encuentra amplia representación entre todas las candidaturas que concurren a la contienda electoral, pero este trilema en su integridad es precisamente al que, desde estas modestas páginas, pretendemos combatir con perseverancia, coherencia y también, ¿por qué no? con sorna e ironía. Así pues, “El Chouan Ibérico”, lejos de recomendar el voto para cualquiera de estas candidaturas y después de llegar a la conclusión de que la abstención no es una opción de protesta electoral válida porque en ella hay mucho de simple y mero apego a la comodidad burguesa y muy poco de contestación política; se ha puesto a buscar candidato.


El candidato que buscábamos tenía que reunir unas condiciones y características concretas que también reunía la candidatura carlista para la que hemos pedido el voto en anteriores ocasiones. El candidato debía ser de una honestidad acrisolada, entroncar con la esencia misma los españoles y reunir la condición de niño, héroe y mártir pues, estando las cosas como están, ya no cabe duda de que el mundo solo será salvado por aquellos individuos que posean la inocencia de los niños, la férrea voluntad de los héroes y el incomprendido valor de los que saben dar testimonio. Después de buscar y buscar y de desechar numerosos nombres dimos, por fin, con el candidato ideal: Alonso Quijano, don Quijote.


Alonso Quijano, don Quijote reúne todas las exigencias. Don Quijote es el único que no teme decir lo que piensa y hacer lo que cree que debe hacer, luchar desinteresadamente o, incluso, en contra de sus propios intereses por la justicia en beneficio de los demás. Además Don Quijote es el único personaje que es capaz de romperse todos los huesos en intrépida carga contra unos molinos y una vez recompuesto volver al ataque, al igual que el pueblo español es el único pueblo del mundo que es capaz de pretender tirar un muro de hormigón a cabezazos y al yacer sangrante con la cabeza abierta y el muro intacto, volver a golpearlo con la testa alegando que el problema fue la falta de carrerilla e impulso.


La candidatura de Don Quijote al Parlamento Europeo supera lo ideal y lo bello para alcanzar lo sublime, así pues con la leyenda “SI ESTAS HASTA EL COGOTE, VOTA A DON QUIJOTE” hemos empezado la campaña electoral a favor de nuestro candidato y recomendamos encarecidamente el voto en las próximas elecciones europeas para tan insigne hidalgo.


No dudamos que habrá realistas empobrecidos y empobrecedores, amigos de lo útil y del mal menor que afirmarán que nuestra iniciativa es una necedad, pero nada más lejos de la estupidez que protestar contra el régimen promocionando una candidatura hermosa y quimérica, como antaño se promocionó la de aquel Gundisalvo de tan entrañable recuerdo, porque ya es hora de acabar con el realismo inútil y, acudiendo a la bella imaginación, reclamar lo imposible.


Para concluir, es menester obligado explicar que votar a nuestro ilustre Don Quitote en las Elecciones Europeas es de lo más fácil y sencillo pues solo es preciso imprimir la imagen que acompaña al presente escrito, meterla en el sobre electoral realizado a tal efecto por la Junta Electoral e introducir el sobre en la urna previa presentación del documento acreditativo de identidad al Sr. Presidente de la Mesa Electoral. Para aquellos que no dispongan de artefactos técnicos y, por tanto, no puedan imprimir la imagen mencionada, también pueden votar a nuestro candidato simplemente escribiendo con letras de molde sobre un papel en blanco de dimensiones aproximadas a una papeleta electoral la leyenda “Doy mi voto a Don Quijote” repitiendo después las mismas acciones que se han indicado para la imagen que acompaña al texto.


Esperamos todo vuestro apoyo y colaboración y recordad el próximo 9 de Junio a la hora de votar que:


SI ESTAS HASTA EL COGOTE

¡¡¡VOTA A DON QUIJOTE!!!


miércoles, 6 de mayo de 2009

VALLE INCLÁN, CARLISTA

Don Ramón María del Valle Inclán (1866-1936) es sin ningún género de duda el autor más completo de la literatura española contemporánea y el más innovador en las artes escénicas, cultivador triunfante de todos los géneros literarios sin excepción y creador del subgénero del “Esperpento”.

No obstante presenta, don Ramón, una faceta interesadamente oscurecida y difuminada en todos los manuales de Historia de la Literatura Española cual es su militancia carlista, que se presenta como una mera característica bohemia del autor y como simple inspiración de alguna de sus obras entre las que se encuentra su trilogía sobre la III Guerra Carlista integrada por las novelas “Los Cruzados de la Causa”, “Resplandor en la Hoguera” y “Gerifaltes de Antaño”. Y es que la mayoría de los españoles conocen al Valle Inclán bohemio, al Valle Inclán opositor a la dictadura del General Primo de Rivera y al Valle Inclán entusiasmado con la proclamación de la II República Española, pero no al Vallé Inclán carlista.

El Carlismo, para Vallé Inclán fue una militancia política real, sincera y comprometida en la que le constan varios servicios prestados a la causa como publicista y columnista en algún que otro periódico vinculado a la red de prensa carlista y con alguna pequeña obra directamente propagandística como “La Corte de Estella” aparecida en Enero de 1910 en la Revista “Por Esos Mundos”. Así, en sus comienzos literarios, tras abandonar los estudios de Derecho y dirigirse a Madrid donde encuentra graves dificultades para abrirse camino como escritor, viaja a Méjico, a principios de 1892, con una carta de recomendación de S.M. Carlos VII que el permite incorporarse a la redacción de “El Correo Español” en Ciudad de Méjico. El hecho de que el joven Valle Inclán obtuviera con veintiséis años de edad una carta de recomendación de Don Carlos VII, quién a la sazón residía en ese tiempo exiliado en Italia, pone de manifiesto que don Ramón ya debía de ser muy conocido y considerado dentro de las filas carlistas pues, aunque don Carlos siempre estaba dispuesto a favorecer a los españoles que se encontraban en el extranjero e incluso a abrirles las puertas de su residencia italiana, no es creíble que entregara una carta de recomendación a cualquier desconocido.


En 1910 y ya siendo un autor consagrado con numerosas obras publicadas entre las que se encuentran la totalidad de “Las Sonatas”, la trilogía de la III Guerra Carlista y varias de sus “Comedias Bárbaras” se le ofrece la posibilidad de presentarse como candidato a diputado por el Partido Carlista en la circunscripción de Monforte de Lemos, oferta que rechaza al tener que acompañar a su esposa, la actriz Josefina Blanco, como director artístico de su compañía durante una larga gira por Hispanoamérica. Será durante esta gira teatral donde don Ramón del Valle Inclán no cejara de dar muestras de adhesión al Carlismo y al nuevo Rey Legítimo, don Jaime III, pronunciando innumerables conferencias y llegando a ser agasajado en el Círculo Carlista de Buenos Aires con un banquete al que asistieron más de cien personas y en cuyos postres, tal y como recoge el diario “El Pueblo de Buenos Aires”, don Ramón manifestará:

«Convencido de la grandeza del ideal carlista, entendía que era deber mío consagrar mis energías a su defensa, aunque ello significa restarme todos mis lectores anteriores, como en efecto me los resté en un solo día, pues al publicar mi primera obra carlista, no me quedó ni uno sólo de mis anteriores lectores, y la prensa en general que antes me llenara de elogios, no tuvo para esta obra ni la leve noticia de su aparición.

Pero no importa; estoy decidido a continuar la labor, dedicando el único brazo a manejar la pluma, y si algún día fuese necesario ese brazo para defender la Causa en otro terreno, a ello estoy firmemente decidido».

A su regreso a España en 1911, participara en el acto homenaje celebrado en el frontón Beti-Jai de Madrid (sito en el número 7 de la Calle Marqués de Riscal y hoy en estado de ruina y en peligro de desaparición a causa de la especulación inmobiliaria) a todos los diputados carlistas que se opusieron a la llamada “Ley del Candado” reiterando su adhesión incondicional a S.M. Jaime III.

Muchos, situaran el comienzo de la I Guerra Mundial como el momento en que Valle Inclán romperá con el Carlismo, lo cual constituye una falsedad interesada más. Valle Inclán se opondrá a Vázquez de Mella y a su escisión tan personalista como integrista y aunque aliadófilo convencido mantendrá ante el conflicto la neutralidad ordenada por S.M. Jaime III, no dudando en visitar el frente francés como corresponsal de guerra de la prensa hispanoamericana apareciendo en las trincheras tocado de boina roja, polainas y capote militar, vestimenta ésta que junto con su poblada y desgarbada barba, hizo que en más de una ocasión los soldados le confundieran con un general.

No faltarán quienes, queriendo ofender a don Ramón o aproximarlo a sus respectivas posiciones políticas, pongan de manifiesto que su oposición a la Dictadura del general Primo de Rivera en 1923 o su adhesión a la proclamación de la II República en 1931 constituyen una incoherencia personal o una manifestación inequívoca de su abandono del carlismo ignorándose que ambas posturas políticas no solo eran coherentes con el ideario carlista sino también ordenadas por su jefe máximo, don Jaime III, quién desde un principio se opuso al golpe de estado de Septiembre de 1923 prohibiendo a todos los carlistas la colaboración con el Directorio Militar primero y con la Unión Patriótica después al tiempo que, el 14 de Abril de 1931, saludo la proclamación de la II República como una posibilidad de regeneración del país. Así pues el hecho de que don Ramón María del Valle Inclán se presentara ante el Ministerio de la Gobernación a las pocas horas de proclamarse la República aquel 14 de Abril de 1931 exigiendo a voz en grito que «el rey no escapase a la justicia del pueblo» no solo no implica un acto de ruptura con la disciplina carlista sino que incluso parece ser agradecido y recompensado por el Rey legítimo, don Jaime III, quién pocos días después le escribe desde su exilio en Francia la siguiente carta:

“Mi querido Valle-Inclán: Desde hace tiempo quería darte una muestra de mi aprecio probándote mi agradecimiento por el tesón con que has defendido siempre en tus admirables escritos la causa de la Monarquía legítima que yo represento.


He pensado en crearte caballero de la Orden de la Legitimidad Proscrita, recientemente creada por mí, y que es a mis ojos símbolo de todos los heroísmos y de todas las grandezas patrias. Por la presente, vengo pues a conferirte la dignidad de Caballero de esta Orden, no dudando que con ello cumplo un deber de justicia y de agradecimiento.
Dios te guarde.

Tu afmo. Jaime”.


Don Ramón María del Valle Inclan, como artista y literato fue un creador original, como intelectual fue plenamente libre sin sujeción a dogmatismos estériles y como carlista fue un heterodoxo de la causa como también lo fue su admirado Cura Santa Cruz, pero a fin de cuentas… ¿Qué es el Carlismo si no una creación original, una unión de personas libres y leales y una heterodoxia constante?.