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lunes, 28 de diciembre de 2009

“RECORDANDO UN NOMBRE PARA OLVIDAR” de José Martín Carratalá

Con el ingenioso y poético título de “Recordando Un Nombre Para Olvidar”, el prometedor autor José Martín Carratalá ha tenido el buen criterio y el valor de publicar en este novedoso medio que es internet, libertador del mundo del pensamiento de la implacable tiranía de editores y distribuidores, no solo una selección de poemas, sino también una importante colección de pensamientos escritos entre los dieciséis y los veintiún años de edad, periodo primaveral de la vida en el que se tiene la ilusión, que jamás tendría que perderse, por cambiarlo todo a mejor y cuya pérdida es lo único que indica la entrada en la oscuridad del triste invierno vital.


La temática de los poemas y de los pensamientos recopilados abarca un amplio abanico en el que José Martín Carratalá trata del amor, el desamor, la amistad y de las grandes cuestiones sociales y humanas tales como la libertad y la madurez demostrando que no es un simple esteta sino un buscador incansable de la Verdad y de la esencia de la humanidad que no duda en utilizar el verso libre para hacer crítica social y formular las grandes cuestiones de todos los tiempos por los que cada vez menos se preocupa el común de los mortales.


La poesía y los pensamientos plasmados en “Recordando Un Nombre Para Olvidar” no constituyen unos poemas o unas elucubraciones de salón realizadas para el divertimento de los ociosos sino que exigen de los lectores la práctica de la reflexión y de la meditación no dejando a nadie indiferente.


José Martín Carratalá, que es también conocido por el pseudónimo de “Rockmántico”, ha publicado una obra que, no solo merece ser leída, sino que debe ser degustada y considerada como base de posteriores discusiones filosóficas pudiéndose disfrutar de su lectura en la dirección web del autor:


http://obrasrockmantico.blogspot.com/2009/11/obras-de-jose-martin-carratala.html.



lunes, 21 de diciembre de 2009

¿FELIZ NAVIDAD O FELICES FIESTAS?


Ya entrados en estas entrañables fechas en las que todo el mundo se felicita y se desea lo mejor para el año próximo surge una pequeña, pero no baladí, cuestión que va más allá de ser un simple tema terminológico y que consiste en la creencia errónea de que es lo mismo el felicitar la Navidad que el felicitar las fiestas.

Mientras que el felicitar las fiestas es simplemente congratularse y desear pasar lo mejor posible unos días de asueto y de jolgorio, la felicitación de la Navidad implica la creencia sincera en que hay unos días al año que aparecen envueltos en misteriosa espiritualidad y en los que, aunque sea por unos breves minutos, haremos un pequeño examen de conciencia y nos propondremos enmendarnos para ser mejores a la vez que disfrutamos de la compañía de familiares y amigos.

La felicitación de las “fiestas” es una costumbre relativamente moderna que poco a poco, y de forma sibilina, va sustituyendo a la tradicional felicitación de la Navidad so pretexto de ser una forma liberal de manifestarse cuando no una forma de manifestar unas creencias paganas. No obstante la felicitación de las “fiestas” no es ni siquiera una forma pagana de expresarse pues el paganismo también implica una creencia, aunque falsa, en una espiritualidad religiosa, por lo que la felicitación de las “fiestas” constituye una expresión vacía de toda espiritualidad y repleta de significado mercantilista. En su error religioso un pagano felicitará el “solsticio” pero no las “fiestas”, siendo el “Felices Fiestas” la expresión típica y propia de los usureros y de los grandes almacenes que aprovechan estos últimos días de Diciembre y primeros de Enero para engrosar sus riquezas fomentando el consumo.


Esperando que jamás se extinga entre los hombres ese espíritu nacido hace más de dos mil años y que constituye la esencia de la Navidad y terminando con esta reflexión que sin duda muchos considerarán aburrida y estúpida deseo predicar con el ejemplo y por ello os deseo



¡¡¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!!!

lunes, 14 de diciembre de 2009

RECOMENDACIONES BIBLIOGRÁFICAS PARA ESTAS NAVIDADES


Como ya es tradición de este blog y sumándose a la costumbre de intercambiar regalos en estas fechas navideñas, “El Chouan Ibérico”, desea sugerir a sus lectores que regalen libros porque el regalar libros no solo constituye el arte supremo del regalo sino que además ayuda a difundir ideas, a remover conciencias y a elevar el grado de conocimiento de la persona a regalar.


Un libro jamás cae en saco roto y puede constituir un valorado presente que, perdurando en el tiempo, pase de padres a hijos. Con independencia de que se trate de una novela de ficción o de un tratado de divulgación científica siempre se puede augurar con seguridad que cualquier libro será leído y quién sabe si incluso más de una vez, pues aunque en un principio se le acoja como un mero objeto decorativo para una estantería, no tardara mucho en seducir al lector despertando en él la curiosidad por conocer lo que dice en su interior.


Así pues, como suele hacer siempre “El Chouan Ibérico” aprovechando la Navidad, se ofrece la siguiente pequeña relación de libros editados recientemente y que se consideran de interés para próximos regalos siendo de excelentes temáticas y calidades editoriales.


- “Las Vísperas Sicilianas” de Steven Runcinan, editorial Reino de Redonda. Estudio histórico sobre la decadencia y caída del poder francés en el Sur de Italia y su sustitución por la influencia aragonesa.


- “Así Fueron, Así Son” de S.A.R. doña María Teresa de Borbón Parma, editorial Planeta. Libro que recoge diversas estampas biográficas de importantes figuras históricas vinculadas a España, al Imperio Austro-Húngaro y al Carlismo.


- “Manuscrito Encontrado en Zaragoza” de Jan Potocki, editorial El Acantilado. Novela Gótica con numerosas historias dentro de historias que se ramifican y entremezclan constituyendo una obra de misterio y manteniendo el interés del lector hasta el final de la misma.


- “Los Relatos del Padre Brown” de G. K. Chesterton, editorial El Acantilado. Reunión en un solo volumen de todas las historias detectivescas escritas entre 1910 y 1935 por Chesterton y que tienen por protagonista a un sagaz sacerdote que constituye la contrapartida intuitiva al deductivo Sherlock Holmes.


miércoles, 9 de diciembre de 2009

PREMIO AMANTE LITERARIO

Del blog “Solo De Interés”, http://www.solo-de-interes.blogspot.com, “El Chouan Ibérico” ha recibido un galardón denominado “Premio Amante Literario” recogiéndose el mismo con sorpresa a la vez que con alegría e ilusión.

Nuevamente ignoramos los méritos de este modesto blog para recibir galardones y menciones, pero estamos muy agradecidos a “Solo De Interés” por el mencionado premio así como a todos nuestros lectores que empiezan a no ser pocos por dedicar parte de su tiempo a leer “El Chouan Ibérico”.

A todos vosotros: Salud y Amistad

lunes, 7 de diciembre de 2009

“CARLISMO Y REPRESION FRANQUISTA” de Manuel Martorell y Josep Miralles

Bajo el título genérico de “Carlismo y Represión Franquista” la Editorial Arcos, dentro de su colección “Biblioteca Popular Carlista”, ha recogido y publicado “Tres Estudios sobre la Guerra Civil y la Postguerra” escritos por los historiadores Manuel Martorell y Josep Miralles.


“Carlismo y Represión Franquista” se presenta a los lectores dividido en tres partes coincidentes con los tres estudios que reúne.


En la primera parte, o estudio, titulada “Navarra 1937-1939: el fiasco de la Unificación” el profesor Martorell incide sobre la fuerte oposición carlista al decreto de unificación de Abril de 1937 y los enfrentamientos, en la mayoría de los casos personalistas, entre la Junta Central Carlista de Guerra dirigida por el Conde de Rodezno (aquel que posteriormente iría a Estoril a hincarse de rodillas ante don Juan de Borbón y Battemberg) y la Junta Nacional Carlista de Guerra presidida por don Manuel Fal Conde. En este estudio se pone de manifiesto y queda muy claro dos cosas: la primera de ellas es que el Rey Alfonso Carlos I y los dirigentes carlistas don Manuel Fal Conde y don Javier de Borbón Parma ordenaron al Requeté sumarse al alzamiento del 18 de Julio de 1936 pero solo como “fuerza de choque” nunca como “fuerza de policía y represión” prohibiendo expresamente a las unidades carlistas cometer actos de venganza y ordenándolas “entregar a cuantos prisioneros hicieran a las autoridades militares”. La segunda cuestión que se aclara en esta primera parte del libro es que los carlistas no aceptaron jamás el Decreto de Unificación de Abril de 1937 que implicaba su disolución en el Estado Franquista dando órdenes y directrices en la Junta celebrada en la localidad de Insúa el 13 de Febrero de 1937 de evitarla por todos los medios posibles no colaborando con el partido único que preveían que iba a surgir.


En la segunda parte del libro, titulada “La Represión de Boina Roja”, el autor estudia la participación de miembros pertenecientes a unidades carlistas, los famosos Requetés, en actos de represión demostrando que, aunque existieron algunos casos de esta participación, más bien fueron escasos y siempre respondiendo a una iniciativa individual, es decir, ejecutados sin planificación ni órdenes emanadas de ninguna autoridad o mando carlista. En “La Represión de Boina Roja” se documentan no solo algunos casos de esta represión, sino también actos en los que los carlistas y requetés salvaron la vida a no pocos izquierdistas y nacionalistas, en unos casos escondiéndolos y en otros incorporándolos a los Tercios de Requetés como combatientes mencionando lo acontecido en la Plaza del Torico de Teruel donde la totalidad de los Requetés al mando de un Alférez se negaron a participar en las ejecuciones de prisioneros programadas por un Comandante de la Legión apellidado Peñarroya y salvando a muchos de ellos al incorporarlos al requeté. Mención aparte merece, la anécdota recogida en el libro y ocurrida en el pueblo extremeño de Castellblanco donde ejercía de párroco don Ambrosio Eransus Iribarren, Comandante de Requetés, quien en Agosto de 1942 se enfrentó al Teniente Coronel de la Guardia Civil Manuel Gómez Cantos que pretendía detener y fusilar a noventa ciudadanos del pueblo: El párroco Eransus al enterarse de lo ocurrido días antes en Alía, donde se había fusilado a treinta vecinos y conocedor de que el Teniente Coronel Gómez Cantos tenía intención de fusilar a noventa personas en el pueblo del que era párroco, cogió la pistola que guardaba de los tiempos de la guerra, se dirigió a ver a Gómez Cantos y le espetó: “Si tu eres Teniente Coronel de la Guardia Civil, yo soy Comandante de Requetés y como se te ocurra aquí hacer lo mismo que has hecho en Alía, te busco, te encuentro y te pego un tiro”. Con ello don Ambrosio Eransus consiguió que no se matara a nadie en Castellblanco.


En la última parte del libro titulada “Carlismo y represión durante el primer franquismo en las comarcas de Castelló de la Plana”, su autor, Josep Miralles, relata no solo como los carlistas intentaron mantener su organización propia sin aceptar cargos en el partido único de Franco ni en el régimen surgido de la “Victoria de 1939” que para nada les representaba y en todo les resultaba ajeno, sufriendo por ello diversas penas de destierro e incluso prisión documentándose varios casos a título de ejemplo en el que carlistas atestiguaron a favor de represaliados políticos en los consejos de guerra a los que eran sometidos por las nuevas autoridades y que demuestran un gran valor al suponerse en las circunstancias en las que prestaban tales testimonios de descargo a favor de personas que en la mayoría de los casos estaban condenadas antes incluso de que se dictase sentencia.


El libro “Carlismo y Represión Franquista” constituye un muy interesante apunte histórico de lectura imprescindible que abre aún más el camino para la realización del cada vez más necesario estudio definitivo sobre el Carlismo bajo el Franquismo y su oposición al mismo.


martes, 1 de diciembre de 2009

LA PÉRDIDA DE LA AUTORIDAD, ORIGEN DEL AUTORITARISMO

“cada generación hereda de sus antepasados un tesoro de riquezas morales, tesoro invisible y precioso que lega a sus descendientes. La pérdida de este tesoro es para un pueblo un mal incalculable.” (Benjamín Constant).


Los recientes acontecimientos sucedidos en las fiestas de Pozuelo de Alarcón (Madrid) y la reciente iniciativa, más propagandística que efectiva, de la Comunidad Autónoma de Madrid de redactar una ley que otorgue a los profesores y maestros de la enseñanza pública madrileña la condición jurídica de autoridad a todos los efectos legales oportunos, ha reabierto el debate sobre la crisis del principio de autoridad y la forma de reconducir a nuestra sociedad en general y a los jóvenes en particular a una reconciliación con tal principio.


Si bien es cierto que el principio de Autoridad lleva en crisis en Occidente desde que la Revolución Francesa trastocase todos los valores, no es menos cierto que España ha conseguido en menos tiempo que los países de nuestro entorno ponerse a la cabeza de las manifestaciones sintomáticas de tal crisis ante el asombro y el estupor de nuestra de los llamados intelectuales que en estos momentos se dedican a hacer piruetas y a llevarse las manos a la cabeza en todas las tertulias de iluminados que ofrecen las televisiones.


Si el principio de autoridad debe ser recuperado no puede serlo si no se sabe qué es la autoridad, cuáles son los requisitos de la misma y cual es la causa principal de que haya entrado en crisis o, más bien, se haya esfumado en nuestro país.


La autoridad, no se debe confundir con el poder ni con la fuerza. La autoridad es el respeto voluntario a un individuo o entidad a quién se reconoce cierta superioridad y que puede, y en muchos casos lo hace, materializarse en una obediencia igualmente voluntaria por tanto la autoridad se basa en la existencia de una relación jerárquica en la que tanto el “auctor” como quién le obedece conocen su posición en dicha relación obteniendo el primero una obediencia siempre voluntaria y jamás impuesta o forzada. El hecho de que se tengan que modificar asiduamente normas legales de carácter penal para endurecerlas no responden a intentos de recuperar la Autoridad perdida sino que son manifestaciones del fracaso de esa Autoridad que empieza a confundirse con la coacción y con la fuerza, es decir, con el autoritarismo.


El mantenimiento del principio de Autoridad descansa sobre dos duros pilares inexorables: La Ejemplaridad y el Ejercicio.


La Autoridad debe ser ejemplar y tanto el individuo como la entidad que la pueda encarnar han de aplicarse el imperativo categórico kantiano en sus tres formulaciones, a saber:

  1. "Obra sólo según una máxima tal, que puedas querer al mismo tiempo que se torne en ley universal."
  2. "Obra de tal modo que trates a la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como un fin y nunca solamente como un medio."
  3. "Obra como si por medio de tus máximas fueras siempre un miembro legislador en un reino universal de los fines".


De no ser así resultaría muy difícil no ya obedecer sino simplemente respetar a quien contradice sus palabras con sus actos o no es el primero en exigirse a sí mismo lo que es capaz de exigir a los demás.


Por su parte el Ejercicio de la Autoridad, implica no deponerla jamás. La Autoridad es constante, continua y no obedece a un horario laboral por lo que el “auctor” conserva su condición en todo momento y si en algún momento, por breve que sea, la pierde no lo puede recuperarlo jamás.


Es casualmente, el abandono de la ejemplaridad y del ejercicio lo que ha hecho que el principio de Autoridad haya ido despareciendo en Occidente en general y en España en particular. Los numerosos escándalos políticos, financieros y hasta “de faldas” en los que se han visto envueltos importantes representantes de la política, la economía y la cultura y que el normal funcionamiento de los modernos medios de comunicación de las sociedades libres han difundido a los cuatro vientos, han puesto de manifiesto que los líderes del mundo no son ejemplo para nada ni para nadie, lo que ha llevado a una progresiva pérdida de confianza en ellos. Por otra parte, también hemos asistido en las últimas décadas una cierta “deserción de la Autoridad” en otros muchos campos como por ejemplo en la familia y en la escuela donde el “auctor” ha descendido de la tarima de padre o maestro para convertirse en el “amigo” del hijo o en el “colega” del educando en un plano de mal entendida igualdad donde desaparece toda relación jerárquica sin la cual no existe, ni puede existir, principio de Autoridad.


Confundir restauración de la Autoridad con ejercicio del Poder, tal y como empieza a ocurrir en la sociedad española actual solo puede desembocar en un estado policial y autoritario donde las leyes, cada vez más represivas, ahonden en el problema y lo hagan desembocar en un enfrentamiento entre la fuerza de un estado que carece de autoridad y la violencia de una sociedad que será y se sentirá reprimida. A esta peligrosa confusión de la Autoridad con el Poder responde la anunciada ley que se pretende redactar y por la cual se otorgará la condición de autoridad a los profesores de las escuelas públicas (y ya hablan de los colegios concertados también), ignorando el hecho incuestionable de que la persecución y sanción de un acto de agresión a un profesor no es un ejercicio de autoridad sino que es un acto de poder porque el verdadero ejercicio de la Autoridad sería todo aquello que impidiera que a que a un alumno se le pasara por la cabeza la idea de agredir o faltar al respeto a un profesor.