Recientemente se ha publicado por la madrileña editorial Actas un extenso trabajo de casi cuatrocientas páginas que, escrito por el historiador don Manuel Martorell, bajo el título “Retorno a la Lealtad” viene a completar la amplia historiografía del Carlismo al tratar un tema poco estudiado y aún menos conocido dentro de la historia contemporánea española cual es la oposición carlista al régimen de Franco y la persecución sufrida por este popular movimiento político en el primer franquismo.
En “Retorno a la Lealtad”, que tiene el subtítulo de “El Desafío Carlista al Franquismo”, Martorell estudia la actividad política desarrollada por los Carlistas desde su participación en la Guerra Civil de 1936-1939 hasta el año 1953, centrándose en su oposición al Decreto de Unificación de 1937, que constituiría la base pseudo-jurídica del poder personalísimo del General Franco; y en su lucha por conservar su personalidad política propia a pesar de las incautaciones de locales propiciadas por el estado franquista, la apropiación de los símbolos externos del carlismo por parte del nuevo régimen y la persecución de la inmensa mayoría de los carlistas opuestos a integrarse en el partido único.
El estudio de Martorell, comienza con las discusiones que abre en el seno del Carlismo el Decreto de Unificación de Abril de 1937 que se dilucidan con el rechazo al mismo por parte de prácticamente la totalidad de la militancia y de los dirigentes carlistas para centrarse posteriormente en algunos episodios concretos como es la postura del Partido Carlista ante las potencias fascistas y la II Guerra Mundial donde claramente se demuestra como los carlistas, contrarios a los regímenes totalitarios, ayudaron a evadirse de la Francia ocupada a prisioneros aliados y a perseguidos políticos manteniendo contactos con las potencias aliadas a través del embajador británico en Madrid y convirtiéndose en la fuerza angular sobre la que se desarrollaría la llamada “Operación Azor” (operación militar inglesa alternativa a la “Operación Fénix” alemana la cual preveía la invasión militar del territorio español y la instauración de un régimen político filonazi bajo dirección falangista).
De “Retorno a la Lealtad” se deduce claramente como el Carlismo fue traicionado por los militares que se levantaron del 18 de Julio de 1936 y como, al evidenciarse esa traición al término inmediato de la contienda, se organizó como fuerza de oposición al Franquismo, aunque su táctica inicial fue errónea al intentar derrocar al Régimen Franquista mediante un supuesto golpe de estado que estaría protagonizado por militares de, una más aparente que real, adscripción carlista tales como el propio General Varela y algunos oficiales subalternos más y cuyo resultado máximo sería el tiroteo entre carlistas y policías ocurrido en Pamplona el 3 de Diciembre de 1945 y que todos los protagonistas entrevistados por el autor afirman que constituía una parte de “algo más gordo”.
Tras los sucesos de Pamplona el 3 de Diciembre de 1945, la obra se centra en la reconstrucción política del Carlismo y de su red de prensa poniendo de manifiesto las concordancias existentes entre los objetivos carlistas de oposición al régimen y la Unión Nacional del comunista Jesús Monzón Reparaz.
“Retorno a la Lealtad” constituye una obra historiográfica fundamental de lectura obligada para aquellos que deseen comprender aquello de que “Los Carlistas estuvieron en el Alzamiento, pero no en el Movimiento”. No obstante, en la obra se echa de menos que el autor profundizase en la participación carlista en la “Operación Azor” y en el intento de organización de una unidad de voluntarios carlistas que combatirían en África en el seno del Octavo Ejército británico del Mariscal Montgomery, aunque es de suponer que estas materias forman parte más de la historiografía de la II Guerra Mundial que del Carlismo, además de estar muchas de las fuentes históricas que pudieran arrojar luz sobre estos temas concretos integradas por documentos secretos y aun clasificados.
En “Retorno a la Lealtad”, que tiene el subtítulo de “El Desafío Carlista al Franquismo”, Martorell estudia la actividad política desarrollada por los Carlistas desde su participación en la Guerra Civil de 1936-1939 hasta el año 1953, centrándose en su oposición al Decreto de Unificación de 1937, que constituiría la base pseudo-jurídica del poder personalísimo del General Franco; y en su lucha por conservar su personalidad política propia a pesar de las incautaciones de locales propiciadas por el estado franquista, la apropiación de los símbolos externos del carlismo por parte del nuevo régimen y la persecución de la inmensa mayoría de los carlistas opuestos a integrarse en el partido único.
El estudio de Martorell, comienza con las discusiones que abre en el seno del Carlismo el Decreto de Unificación de Abril de 1937 que se dilucidan con el rechazo al mismo por parte de prácticamente la totalidad de la militancia y de los dirigentes carlistas para centrarse posteriormente en algunos episodios concretos como es la postura del Partido Carlista ante las potencias fascistas y la II Guerra Mundial donde claramente se demuestra como los carlistas, contrarios a los regímenes totalitarios, ayudaron a evadirse de la Francia ocupada a prisioneros aliados y a perseguidos políticos manteniendo contactos con las potencias aliadas a través del embajador británico en Madrid y convirtiéndose en la fuerza angular sobre la que se desarrollaría la llamada “Operación Azor” (operación militar inglesa alternativa a la “Operación Fénix” alemana la cual preveía la invasión militar del territorio español y la instauración de un régimen político filonazi bajo dirección falangista).
De “Retorno a la Lealtad” se deduce claramente como el Carlismo fue traicionado por los militares que se levantaron del 18 de Julio de 1936 y como, al evidenciarse esa traición al término inmediato de la contienda, se organizó como fuerza de oposición al Franquismo, aunque su táctica inicial fue errónea al intentar derrocar al Régimen Franquista mediante un supuesto golpe de estado que estaría protagonizado por militares de, una más aparente que real, adscripción carlista tales como el propio General Varela y algunos oficiales subalternos más y cuyo resultado máximo sería el tiroteo entre carlistas y policías ocurrido en Pamplona el 3 de Diciembre de 1945 y que todos los protagonistas entrevistados por el autor afirman que constituía una parte de “algo más gordo”.
Tras los sucesos de Pamplona el 3 de Diciembre de 1945, la obra se centra en la reconstrucción política del Carlismo y de su red de prensa poniendo de manifiesto las concordancias existentes entre los objetivos carlistas de oposición al régimen y la Unión Nacional del comunista Jesús Monzón Reparaz.
“Retorno a la Lealtad” constituye una obra historiográfica fundamental de lectura obligada para aquellos que deseen comprender aquello de que “Los Carlistas estuvieron en el Alzamiento, pero no en el Movimiento”. No obstante, en la obra se echa de menos que el autor profundizase en la participación carlista en la “Operación Azor” y en el intento de organización de una unidad de voluntarios carlistas que combatirían en África en el seno del Octavo Ejército británico del Mariscal Montgomery, aunque es de suponer que estas materias forman parte más de la historiografía de la II Guerra Mundial que del Carlismo, además de estar muchas de las fuentes históricas que pudieran arrojar luz sobre estos temas concretos integradas por documentos secretos y aun clasificados.
Hola, Chouan. Gracias por la recomendacion de este libro. Aunque a mi la verdad es que los temas de politica no me gustan mucho.
ResponderEliminarSaludos
Más que un libro sobre política, es un libro de Historia.
ResponderEliminarSalud y Amistad