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martes, 20 de diciembre de 2011

VUELTA A UN TIEMPO DE REFLEXIÓN


Nuevamente, como todos los años a mediados de Diciembre y hasta casi medidos de Enero se extiende el tiempo de las Navidades, de unas fiestas que teniendo un origen religioso y una finalidad familiar se han ido convirtiendo, con el devenir de los años, en unas festividades paganas en las que se rinde culto a la materia y al consumo, lo que las hace más propias de la última Roma consumida por la degeneración que de una sociedad que se encara con decisión a una crisis económica y a quienes la han provocado.


La gente se queja de ello, protesta por ello y por ello reniega de la Navidad pero se olvidan de una cosa fundamental que es que las fiestas navideñas, al igual que casi todas las demás cosas de esta vida, no son más que una manifestación real de nuestra voluntad espiritual. Así, si estas fechas se han convertido en un culto al consumo, la culpa, como en otros muchos casos; no es de nadie más que de nosotros mismos que las hemos convertido en algo que nada tiene que ver con lo que deberían ser.


En realidad, no estaría de más que en estas breves fechas navideñas, dedicásemos un poco de tiempo a reflexionar en familia sobre los orígenes de los males que nos afectan y cual es nuestra responsabilidad, por acción u omisión, en los mismos porque encontrando los orígenes encontraremos los remedios y tal vez lleguemos a la conclusión de que no hay mal que, con fe y voluntad, no podamos remediar.


En fin… en cualquier caso, a todos les deseo


UNA MUY FELIZ NAVIDAD


2 comentarios:

  1. Es curioso como se enajena una fiesta tan unida a la religión cristiana, que aprovechó otras anteriores para fijar esta fecha en el calendario. No hay más que pasarse por un comercio chino para ver como te venden la navidad (Tengo un nacimiento y juro que tengo un rey mago asiático con sus ojos rasgados y su pelo liso). Todo se desvirtúa y muda de sentido.

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  2. Es mucho más propio decir que lo desvirtuamos que se desvirtúa pues por sí solas las cosas no degeneran, somos nosotros quienes las hacemos degenerar.

    Por lo demás... todo es negocio, pero no ha de extrañarle tener un Rey Mago de rasgos asiáticos porque al fin y al cabo... vienen de Oriente.

    Tenga usted una Muy Feliz Navidad.

    Salud y Amistad.

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