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miércoles, 24 de septiembre de 2014

VISITA DE DON CARLOS JAVIER DE BORBON PARMA A GALICIA

Deseando conocer la realidad de la sociedad española y pulsar las diversas sensibilidades de las Españas, el Jefe de la Dinastía Legítima, don Carlos Javier de Borbón Parma y su esposa doña Ana María, visitarán, los próximos días 24 y 25 de Octubre, Galicia.

La visita ha sido organizada  por la Real Orden de la Legitimidad Proscripta y por la Asociación 16 de Abril a petición del propio don Carlos Javier de Borbón Parma.

Durante su estancia en Galicia, don Carlos Javier desarrollará el apretado programa que reproducimos a continuación en el cual se contempla distintos contactos con representantes de la cultura y de la sociedad gallega además de su participación en diversos actos abiertos a todos aquellos de deseen asistir.


PROGRAMA VISITA A GALICIA DE LA REAL FAMILIA

Viernes 24/10

-          A las 9.00 horas, entrevista con distintos medios de información de Galicia.

-          A partir de las 11.00 horas, Conferencia de Don Carlos Javier en la Facultad de Historia de Santiago de Compostela.

-          Entrevista con intelectuales gallegos.

-          Comida con los carlistas gallegos y los llegados de otras nacionalidades.

-          Visita al casco antiguo de Santiago de Compostela.

-          Visita a la tumba de Brañas.
-          A partir de las 18.00 horas Reunión de Vicecancilleres y miembros de la ROLP con el Gran Canciller.

-          21.00 horas Cena informal (con aquellos que deseen participar).


Sábado 25/10

-          11.00 horas, Visita de la Catedral acompañados por personal del Cabildo.

-          12.00 horas, Misa del Peregrino, oficiada por el Arzobispo de Santiago.

-          A partir de las 13.30 horas. Imposición de cruces a las Damas y Caballeros de la ROLP (Salón de Actos del Hotel Hesperia Peregrino).

-          A partir de las 14,30 horas, Comida presidida por los Reyes.

-          18.00 horas Reunión de la Asociación 16 de Abril.

-          21.00 horas Cena informal (con aquellos que deseen participar).

            Por parte de la organización se ha concertado precios con el hotel :

Hesperia Peregrino:

Avda. Rosalía de Castro S/N
Santiago de Compostela.
Teléfonos de contacto 981 56 89 23 y 981 52 18 50, fax 981 52 17 77.

            La contratación de la habitación hay que realizarla directamente con el Hotel y al reservar es preciso puntualizar que se pertenece a la celebración Carlista, para que apliquen el descuento acordado.

            Se ruega que se comunique a la Asociación 16 de Abril (bien por correo electrónico asociacion16deabril@outlook.com, o por correo postal Avda. de Logroño 35, 28042 Madrid) la participación a los distintos actos, y, en su caso, la asistencia a la comida del Sábado.

            Los participantes a la comida deberán ingresar, antes del día 10 de octubre, la cantidad de 55 euros, en la cuenta del Banco Santander ES 25 0049 0128 5620 1089 6232, no olvidar poner nombre y apellidos al realizar el ingreso.

            Para cualquier información complementaria que necesitéis, podéis llamar a los teléfonos 622576514 (Luis) y 619177862 (Arturo).

jueves, 18 de septiembre de 2014

"LOS SIETE PECADOS CAPITALES" de Sebastian Haffner


Portada del libro
 Este año 2014 en el que se conmemora el primer centenario del comienzo de la Gran Guerra (1914-1918) han sido publicados numerosos libros sobre el tema, desde los clásicos "La Crisis Mundial, 1911-1918" de Winston Churchill o "Los Cañones de Agosto" de Bárbara Tuchmann hasta las más modernas y extensas monografías históricas sobre el camino hacia la guerra y su desarrollo militar.

            No obstante, entre la abundante bibliografía publicada recientemente destaca el breve pero intenso ensayo publicado por la editorial "Destino" y escrito por el historiador y periodista Sebastian Haffner (1907-1999) titulado "Los Siete Pecados Capitales del Imperio Alemán" en el que se analiza con gran acierto, en otros tantos capítulos, los graves errores cometidos por la Alemania Imperial que la llevaron a la guerra en 1914 y a su derrota y desaparición en 1918.

            Si bien Haffner afirma en su obra que el primer "pecado capital" o error fundamental cometido por el Imperio Alemán fue la sustitución de la política exterior de Bismarck, que aceptaba una situación de equilibrio en Europa y el predominio británico en el mundo,  por una nueva política que exigía el predominio de Alemania en Europa y una situación de equilibrio en el mundo, lo que le hizo ganarse la desconfianza de Rusia y Gran Bretaña; no deja de señalar otros cinco errores que a lo largo de los cuatro años de contienda no hicieron más que hacer ganar al Imperio Alemán nuevos enemigos, alejar las posibilidades de una paz negociada y nada desfavorable y restar importante capacidad militar al ejército del Káiser. Tales errores fueron el "Plan Schlieffen", la política desarrollada en los territorios belgas y polacos ocupados, la guerra submarina sin restricciones, el apoyo a Lenin y a la Revolución Rusa de 1917 y el mantenimiento de fuerzas de ocupación en Ucrania y Bielorrusia tras la paz de Brest-Livtosk.

            El último capítulo de esta obra, el séptimo, Sebastian Haffner lo dedica a una cuestión que marcaría la política interior alemana durante los veinticinco años siguientes a la firma del armisticio de 1918: la cuestión de "la puñalada por la espalda". Para Haffner la única y verdadera puñalada por la espalda la dieron los Jefes del Estado Mayor y más concretamente el General Ludendorff cuando en Noviembre de 1918 exigió al gobierno imperial que hiciera unas declaraciones públicas solicitando al presidente norteamericano la inmediata apertura de negociaciones de paz, lo que originó unas decisiones políticas y militares precipitadas y contraproducentes que condujeron a la firma agónica del armisticio del 11 de Noviembre de 1918 y a la imposibilidad de negociar las condiciones de paz en el Tratado de Versalles de 1919.

            Sebastian Haffner  culmina su ensayo, "Los Siete Pecados Capitales del Imperio Alemán", con dos epílogos de claro contenido político. En el primero de estos epílogos, aparecido en la primera edición de la obra en 1964, el autor se muestra pesimista con el desarrollo de la política exterior que lleva a cabo el Canciller de la República Federal Alemana, Konrad Adenauer, indicando que está cometiendo los mismos "pecados" que el Imperio Alemán al exigir algo, las fronteras de 1937, que solo se podría conseguir con una guerra que, en cualquier caso, Alemania perdería. Por su parte, en el segundo epílogo, escrito para la segunda edición de la obra en 1975, Haffner se muestra más optimista por la política a favor de la integración europea que se está desarrollando en la República Federal Alemana por una nueva generación de políticos totalmente ajena a las dos grandes conflagraciones bélicas del Siglo XX y que alejan a Alemania de los peligros de un nuevo 1914.

            "Los Siete Pecados Capitales del Imperio Alemán" de Sebastian Haffner resulta una lectura fundamental no solo para conocer detalles que fueron decisivos en un tiempo pasado sino también para comprender la actual política alemana que parece retornar al anhelo de obtener la hegemonía europea que desencadeno la I Guerra Mundial.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

EL ÉBOLA NO ES UNA SERPIENTE DE VERANO

El brote de Ébola se ha convertido en una epidemia mortal a dos horas de avión de Europa
A finales de los años ochenta del siglo pasado, mientras que el mundo científico y periodístico centraba sus atenciones en los virus del VIH y del VHC, oí hablar por primera vez del virus del Ébola, como algo casi de ciencia ficción, en una novela escrita por el médico y novelista norteamericano Robin Cook. No recuerdo el título de la novela en cuestión, pero sí recuerdo perfectamente lo que se decía en la contraportada de la misma: “mientras que el mundo está muy preocupado por el virus del Sida, existen otras amenazas que se ignoran y de las que no se habla como es el virus del Ébola que resulta cien veces más mortífero y que periódicamente asola poblaciones enteras en África”.  

            Durante el mes de Agosto, el estallido de la epidemia de Ébola en el África central ha sido la noticia que abría todos los informativos televisivos de cualquier cadena e incluso se han tomado decisiones políticas por parte del gobierno español, como fue la repatriación del sacerdote español Miguel Pajares contagiado por el virus mientras ejercía su labor pastoral y social en Liberia, que no han dejado de ser controvertidas.

            Mientras que el tratamiento informativo dado a la epidemia de Ébola por las distintas televisiones, pública o privadas,  durante el pasado mes de Agosto responde al estereotipo de “serpiente de verano”, la respuesta política española y europea no puede calificarse nada más que de pura, simple y burda propaganda.

“Serpiente de verano” es una expresión que se refiere a las noticias irrelevantes o increíbles que publican los diarios para llenar sus páginas durante las vacaciones de verano, cuando la mayor parte de la sociedad está de vacaciones y no se producen sucesos o noticias relevantes. Tal vez por eso, de regreso a la rutina después del paréntesis estival los telediarios se abren con la crisis ucraniana, la familia Pujol, el desafío soberanista de Artur Mas y, últimamente, con el referéndum escocés, pero ya no con la epidemia de Ébola a pesar de que, hoy, está más extendida que hace veinte días y totalmente fuera de control en Liberia.

Por su parte, ante la gravísima crisis sanitaria que afecta a Liberia y a los países que la rodean, el gobierno español presidido por el Señor Mariano Rajoy, se limitó a repatriar al padre Pajares y a la religiosa Juliana Bohi que colaboraba con el primero en un hospital de Liberia afirmando, después de pensarse mucho si se les cobraba o no dicha repatriación a los dos ciudadanos españoles, que la repatriación era “Marca España” (En todo caso, “Marca España” sería la labor que el padre Pajares y otros muchos misioneros españoles realizan en África, no el hecho de repatriarles), demostrando que en dicha repatriación influyó mucho, tal vez hasta el punto de ser decisivo, el aspecto propagandístico del asunto.

El Ébola no es una “serpiente de verano” para que los periodistas ociosos llenen páginas de periódicos o minutos de televisión y tampoco es algo con que se pueda o se deba hacer propaganda. El Ébola es una tragedia humana y una amenaza sanitaria real para todos.

El virus del Ébola es mucho más mortal que el virus del VIH
Desde que en 1976 apareció el primer brote de Ébola en Zaire (hoy República Democrática del Congo), África viene padeciendo periódicamente rebrotes de esta enfermedad que ha matado ya a decenas de miles de personas en los últimos cuarenta años sin que nadie haya hecho nada por paliarla o combatirla en origen a pesar de que la comunidad científica ha advertido repetidas veces que una epidemia de este tipo podría producirse y extenderse al continente europeo e incluso americano. Solo cuando el brote se ha convertido en epidemia y se encuentra a nuestras puertas, el Ébola es objeto de tratamiento informativo y utilizado como oportunidad para que algunos aspiren a sacar cierta rentabilidad política del mismo, pero nada más.

Hoy el brote de Ébola que comenzó en el mes de Marzo en Guinea-Conakry, se ha convertido en una verdadera epidemia y se ha extendido por Liberia, donde está totalmente descontrolada, Sierra Leona y Nigeria estando muy lejos de remitir.  Frente a eso, poco o nada hacen los líderes del  avanzado, civilizado y muy moderno “Primer Mundo” salvo dar palos de ciego y hacerse fotos para algún cartel electoral.

Las epidemias, sobre todo cuando son tan mortíferas como es el caso del Ébola, deben ser tratadas en el lugar de origen tomándose o, incluso, imponiéndose las pertinentes medidas sanitarias de cuarentena además de aportar sobre el terreno todos los medios técnicos, científicos y terapéuticos que sean posibles. Si existe algún medicamento o suero capaz de tratar la enfermedad, y parece ser que en Estados Unidos existe un tratamiento que se ha aplicado con éxito a dos ciudadanos norteamericanos repatriados por las mismas fechas que el padre Pajares, ya debería estar aplicándose en los países africanos que sufren la epidemia porque los virus, bacterias y demás enfermedades no conocen fronteras y ninguna epidemia puede controlarse exclusivamente con medidas de vigilancia y cierre de fronteras.

Por otra parte, se echa en falta en los gobiernos europeos y especialmente en el español como el gobierno del estado europeo que más próximo se encuentra al foco de infección, la existencia de medidas de contingencia para el caso de que el Ébola llegase a nuestro país a causa del flujo migratorio descontrolado (pateras, saltos a la valla de Ceuta y Melilla). En este sentido, el gobierno que preside el señor Rajoy no ha explicado, porque seguramente no lo tiene ni siquiera previsto, donde podría aislar y dar tratamiento a un número elevado de pacientes sospechosos de padecer el virus evitando la propagación de la enfermedad por la Península Ibérica primero y Europa después.

En definitiva, el paciente ciudadano español se encuentra, una vez más, con que los dramas del Continente Negro no importan a nadie en este “Primer Mundo”, ni siquiera cuando pueden suponer un grave riesgo epidemiológico y que el gobierno se deja guiar más por una fe ciega puesta en algún poder metafísico desconocido que por una planificación racional de medidas sanitarias adecuadas ante un peligro sanitario real cuya llegada a nuestro país cabe dentro de lo posible.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

LA VARIANTE IMPRESCINDIBLE DE LA N-VI

Imagen de la Nacional VI a su paso por San Rafael (Segovia) donde se puede observar la bajada del Alto del León
A tan solo sesenta y dos kilómetros de Madrid, siguiendo la Carretera de de La Coruña (Nacional VI) y ya en la provincia de Segovia, se encuentra la población de San Rafael que, formando parte del extenso municipio segoviano de “El Espinar”, es atravesado por esta importante línea de comunicación terrestre construida sobre un antiguo camino real que une Madrid con Galicia.

La Carretera Nacional VI, a su paso por San Rafael, forma claramente una “travesía”, esto es “una carretera que discurre por un centro urbano”, que sería una más entre las muchas que aun quedan en las carreteras españolas si no reuniera tres características peculiares que la hacen extremadamente peligrosa para los ciudadanos de este pueblo de la sierra segoviana y para los numerosos veraneantes que, atraídos por el amable clima de la localidad, triplican el número de habitantes durante los meses estivales. Estas características peculiares son: el intenso tráfico que soporta la Carretera de La Coruña, la enorme recta que constituye la “travesía” a su paso por el centro de San Rafael y la situación de la misma, al final de la pronunciada pendiente de descenso (y también ascenso en dirección a Madrid) del Alto del León.

El tráfico que soporta la Nacional VI a su paso por San Rafael, siempre ha sido intenso pero se ha visto incrementado en los últimos años a consecuencia de la crisis económica que ha favorecido que numerosos turismos y sobre todo casi todo el transporte de mercancías por carretera la utilice en vez de la más rápida y segura Autopista de Peaje AP-VI que discurre en paralelo a la carretera durante su paso por San Rafael.

Por su parte, la enorme recta que constituye la “Travesía” siempre ha constituido una tentación para el exceso de velocidad de no pocos conductores que se ha intentado corregir mediante una fuerte y permanente presencia de la Guardia Civil de Tráfico y la regulación por medio de semáforos. Esta tentación de caer en un exceso de velocidad también se ve favorecida por situarse la “Travesía”, justamente al final del descenso del Alto del León, que facilita que los vehículos, sobre todo los pesados, puedan tener dificultades para controlar su velocidad considerando que, por pura ley física, resulta más difícil de controlar la velocidad de un vehículo que pesa más (camiones) que la de un vehículo que pesa menos (turismos) necesitando los primeros, a igual velocidad, más espacio para detenerse con un frenazo de emergencia que los segundos.

En los últimos sesenta años han sido numerosos los atropellos, varios de ellos mortales, que se han producido en la Nacional VI a su paso por San Rafael. El último, hasta el momento, de estos atropellos sucedió el 24 de Mayo del presente año siendo víctima del mismo un niño de 9 años que, afortunadamente, solo resultó herido debiendo ser trasladado urgentemente al Centro Asistencial de Segovia.

Todo esto hace que los vecinos de San Rafael y el Municipio del Espinar, así como todos aquellos que tenemos algo de sentido común, reclamemos que se deje de parchear el problema con pasos subterráneos para peatones, semáforos y agentes de tráfico y se busque una solución definitiva al mismo construyendo una variante de la Nacional VI que circunvale la población urbana.

Los ciudadanos de San Rafael, llevan décadas reclamando la variante sin conseguirla y ahora el proyecto se ve dificultado por los pertinentes estudios de impacto medioambiental que no deberían constituir obstáculo alguno ya que existen soluciones técnicas factibles (aunque seguramente caras y molestas) como podría ser el soterramiento de la totalidad de la “Travesía” o incluso soluciones menos imaginativas, más económicas y mucho menos molestas para el medio ambiente y las personas como podría ser el ensanchamiento y mejora de la Carretera Comarcal CL-605 que hace la conexión N-VI/A6 y el retraso de los puestos de peaje de tal forma que hasta la actual salida 102 de la AP-6 que enlaza con la Comarcal CL-605, la circulación por la Autopista fuera libre de pago, lo que sin duda disuadiría a todos los conductores de subir por el Alto del León y atravesar San Rafael.