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lunes, 24 de noviembre de 2014

CRÓNICA DE LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO "CARLOS HUGO FRENTE A JUAN CARLOS" EN PAMPLONA



El pasado Jueves, 20 de noviembre, tuvo lugar en la Biblioteca Civican de Pamplona la presentación del libro de don Manuel Martorell "Carlos Hugo frente a Juan Carlos. la solución federal que Franco rechazó" editado por Ediciones Eunate con presencia de la Princesa doña María Teresa de Borbón Parma, hermana de S.M. don Carlos Hugo y relevante personalidad de la lucha contra el franquismo.

            Doña María Teresa de Borbón Parma llegó a Pamplona, acompañada por el Vicecanciller-adjunto de la Corona de Castilla y León D. Luis Gismero,  siendo recibida en la estación por el Vicecanciller del Reino de Navarra D. Ramón Muruzábal, D. José Lázaro y por varios carlistas navarros que la acompañaron posteriormente a la sala de conferencias  de la Biblioteca Civican, donde un grupo de más de doscientas persona, la mayoría de ellos militantes carlistas se habían dado cita para asistir a la presentación del último libro del Manuel Martorell.

            A su llegada a la Biblioteca, S.A.R. fue saludada por el autor D. Manuel Martorell y por D. Juan Cruz Alli, expresidente del Gobierno de Navarra.  

            Don Juan Cruz Alli, autor del prólogo del libro,  realizó la presentación resaltando la importancia de la propuesta que el Partido Carlista, ya en los años 70, presentó al aparato del Estado. ¿Pudo evitarse el actual contencioso político con Cataluña y el País Vasco?.

            Franco tuvo ocasión de hacerlo cuando, a finales de los años 50, comenzó a preparar su sucesión con una monarquía personificada en el entonces  príncipe Juan Carlos. Frente a este proyecto monárquico, el carlismo, bajo el liderazgo de Carlos Hugo de Borbón-Parma, propuso como alternativa recuperar una configuración territorial del Estado basada en los antiguos fueros, un modelo que permitía a las distintas regiones españolas el más amplio autogobierno sin una Constitución centralizada.

            Pese a que nada ni nadie le obligaba a decantarse por uno u otro modelo, Franco optó por la continuidad centralista, rechazando la aportación federativa del carlismo y abriendo de esta forma la puerta a una mayor radicalización del nacionalismo. Frente a esta propuesta carlista, el aparato franquista respondió con persecución, cárcel, secuestros de prensa, multas, clausura de círculos y lugares de reunión. (el aparato franquista, más allá de la muerte del dictador, culminó de la mano de Fraga la agresión y asesinatos fascistas del Montejurra 76).

            Tras una más que destacada, extensa y brillante exposición sobre esta época del Carlismo, finalizó Juan Cruz Alli presentando a Martorell como el historiador que reclamaba Unamuno en su frase más reivindicativa del Carlismo “¿Cuando se estudiará con amor aquel desbordamiento popular que trascendía de toda forma? ¡Cuántas cosas cabían en los pliegues de aquel lema: Dios, Patria y Rey a que encasillaron, formularon y cristalizaron, y hoy no se ve aquel empuje laico, democrático, popular, aquella protesta contra todo mandarinato, todo intelectualismo y todo charlamentarismo, contra la aristocracia y la centralización unificadora".

            A continuación Martorell disertó sobre su libro desentrañando pasajes de su confección y resumiendo los pormenores de su contenido. Al final, tras la intervención de los representantes de Ediciones Eunate y del Ateneo de Navarra que, en todo momento, cumplimentaron a S.A.R. Doña María Teresa a la que agradecieron su presencia, invitándola a que formara parte de la mesa, desde donde destacó la importancia del libro y el gran aporte documental sobre esta época que el autor Martorell había realizado. Destacó por otro lado la falta de mención a personas tan destacadas de esta época como la de Juan Francisco Martín de Aguilera, si bien entendía la complejidad del proyecto, e hizo referencia  al capítulo “Aproximación al Régimen”, comentando que  durante esa época fue una estrategia de enfrentamiento al aparato franquista.

            En palabras de García Romanillos, “Carlos Hugo, el príncipe intrépido”  en  El País 20 de Agosto 2010. (cita 56, página 30 del libro):

            “A nuestra generación le ha tocado la clarificación ideológica del carlismo, la expresión moderna de sus aspiraciones históricas, fueristas y socialistas y participar con otras fuerzas progresistas a la transición democrática. Junto a mis hermanas Mª Teresa, Cecilia y Mª de la Nieves, junto a mi esposa Irene de Holanda y a todos los militantes que me secundaron, hubo que convertir a esta antigua fuerza popular en partido moderno y progresista, luchando contra la dictadura franquista en el largo camino hacia la democracia”.

            Terminado el acto de presentación, los participantes se desplazaron al Restaurante del hotel Reino de Navarra donde se celebró una cena bajo la presidencia de S.A.R. Doña María Teresa de Borbón Parma, el Vicecanciller del Reino de Navarra, el Vicecanciller Adjunto de Castilla y León, Don Manuel  Martorell y Don Juan Cruz Alli, en la que se entabló un debate sobre el carlismo durante la época tratada en el libro. 

            A lo largo de la cena, los asistentes hicieron patentes las muestras de cariño hacia SAR Doña María Teresa de Borbón Parma.

viernes, 21 de noviembre de 2014

A VUELTAS CON EL SANTO GRIAL



           
Portada del libro "Los Reyes del Grial"
La reciente publicación, por la editorial "El Reino de Cordelia", del libro titulado "Los Reyes del Grial" escrito conjuntamente por Margarita Torres Sevilla y por José Miguel Ortega del Rio así como el éxito que ha obtenido entre los lectores ha vuelto  a levantar el interés popular, jamás extinguido, por las leyendas artúricas y la interminable búsqueda emprendida por los Caballeros de la Tabla Redonda.

            En realidad "Los Reyes del Grial" no es ni una novela ni un libro de aventuras sino un estudio histórico y científico que pretende demostrar, a la luz de unos documentos encontrados tras las revueltas árabes en la biblioteca de la universidad egipcia de Al-Azhar, que el cáliz que fue utilizado en la Última Cena por Nuestro Señor Jesucristo llegó al Reino de León como regalo del Califa fatimí de Egipto al Rey de Denia y de éste al Rey de León, Don Fernando I (1037-1065). Por tanto, los autores de "Los Reyes del Grial" entran en contradicción y vienen a discutir la, hasta ahora, indiscutible autenticidad del "Santo Cáliz de Valencia", que durante mucho tiempo fue considerado como el auténtico recipiente que contuvo la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo.

            Si bien es cierto que los documentos que sirven de base a los autores para su investigación y para la redacción del libro ponen de manifiesto que en el Siglo X se veneraba por los fieles cristianos un Cáliz al que se tenía como el utilizado por Jesucristo en la Última Cena y que éste se encontraba custodiado en la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén, de tales documentos y afirmaciones no sé puede deducir sin duda alguna que tal Cáliz fuera el verdaderamente utilizado en la Última Cena a causa de los casi mil años transcurridos desde ésta hasta las primeras referencias documentales del mismo.

            No obstante, lo que sí parece no dejar lugar a dudas la documentación utilizada por Margarita Torres y José Miguel Ortega es que el Cáliz venerado en su momento en la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén fue regalado al Rey Fernando I de León por el Rey de la Taifa de Denia y es el mismo que se custodia actualmente en la Basílica de San Isidoro de León pero, como ya hemos indicado anteriormente, tal extremo no significa que, a ciencia cierta, tal Cáliz fuera el verdaderamente utilizado en la Última Cena y, por tanto, una reliquia auténtica. Más aún, es extremadamente discutible la identificación del Cáliz de la Última Cena con el famoso Grial por innumerables motivos.

            La primera aparición del Grial en la literatura europea tiene lugar entre los años 1181 y 1191 en un romance titulado "Perceval o El Cuento del Grial" cuyo autor es Chretíen de Troyes. En dicha obra el Grial, al que no se le califica de santo, aparece ante los ojos del protagonista durante una cena en el "Castillo del Rey Pescador"  presentándose en una procesión en la que desfilan "una lanza que gotea sangre, un cosa muy santa que se denomina Grial y un plato". El hecho de que no se describa el Grial y se mencione también la presencia de un plato en la procesión que observa Perceval debería excluir la interpretación etimológica según la cual la palabra "Grial" procede del latín "Gradalis" que significa escudilla, bandeja o plato porque si ya estaba presente un plato en la procesión del Castillo del Rey Pescador ¿Por qué iba a introducir el autor de "El Cuento del Grial" otro plato más específico al que se le denomina por el nombre propio de "Grial"?.

            La dimensión cristiana del Grial y su identificación con el Cáliz de la Última Cena no aparecerá hasta varios años después de la obra de Chretién de Troyes y será Robert de Boron en su obra "José de Arimatea y La Historia del Grial" quien calificará al Grial de Santo y lo identificará como el Cáliz de la Última Cena que, posteriormente, servirá para que José de Arimatea recoja la sangre que mana del costado de Nuestro Señor Jesucristo como consecuencia de la herida que le causa Longinos con su lanza mientras esta prendido en la cruz.

            Así pues, no existen datos científicos, ni lingüísticos, ni históricos que justifiquen a ciencia cierta que el Grial al que hace referencia Chretién de Troyes en "Perceval o El Cuento del Grial" sea realmente el Cáliz de la Última Cena por lo que, aun en el caso de que se llegase a probar que el Cáliz de Doña Urraca que se encuentra en la Basílica de San Isidoro de León (o el Santo Cáliz de Valencia) fue el que estuvo presente en la Última Cena y que sirvió en la primera Eucaristía, ello no probaría que dicho Cáliz y el Grial mítico sean la misma cosa.

            Mientras que el Cáliz de la Última Cena constituye, con independencia de su autenticidad o no, una reliquia venerada por la fe de los creyentes, que es la que en último extremo la viene a autentificar y a legitimar; el Grial en la actualidad sigue siguiendo un misterio inmaterial que tal vez simbolice un camino místico en la  búsqueda sin fin de un mundo ideal.

martes, 11 de noviembre de 2014

TRAS EL 9-N: ¿ENCUENTRO O DESENCUENTRO?


         
El pasado Domingo 9 de Noviembre, algo más de dos millones  trescientos mil catalanes acudieron a su cita con las urnas a pesar de la suspensión cautelar impuesta por el Tribunal Constitucional lo que ha abierto una nueva y amplia polémica, totalmente estéril y fuera de lugar, sobre si se debía haber intervenido o no para impedir la consulta.

            Los resultados de la consulta dan lugar a una muy amplia interpretación, pero un hecho es incuestionable: la jornada fue un éxito para los convocantes porque consiguieron movilizar a más de dos millones de personas sin que ocurriera ningún incidente reseñable. Por el contrario es un importante fracaso para el gobierno que preside el señor Mariano Rajoy quien, después de casi un año repitiendo la salmodia de que el referéndum no se iba a celebrar, se ha tenido que tragar sus palabras y recurrir a eufemismos para intentar convencer a la ciudadanía de que lo que estaba ocurriendo en Cataluña durante el Domingo 9 de Noviembre, sencillamente no estaba pasando.

            Por lo que se refiere a todos los demás aspectos de la consulta, sinceramente, no creo que se pueda calificar la celebración de la misma ni de éxito ni de fracaso. La consulta, que no ha sido nada más que una manifestación sintomática de un problema no resuelto y que arrastra el estado español desde hace dos siglos, ha abierto cierta fractura social y política por el tratamiento que se le ha dado durante los dos últimos años por ambas partes, pero especialmente por la de este lado del Ebro (escribo desde Madrid)  que ahora es preciso cerrar satisfactoria e inteligentemente.

            Los resultados de la consulta y que han sido publicados por la Generalitat no pueden dejar lugar a dudas, la participación ha sido de algo más de dos millones trescientos mil electores lo que supone un 37 por ciento de las personas convocadas a las urnas significando que un 63 por ciento de los catalanes decidieron quedarse en casa. De esos dos millones trescientos mil catalanes que votaron el Domingo, 1.861.000 optaron clara y decididamente por la independencia, lo que supone un 80 por ciento de los sufragios emitidos, por el contrario 232.000 votantes, el 10 por ciento de los sufragios, optaron por manifestarse a favor de que Cataluña sea un estado pero no independiente y 104.000 votantes, el casi 5 por ciento de los sufragios, optaron claramente en contra de la independencia.  Aquí surge una importante cuestión que los convocantes de la consulta no querrán reconocer y que el gobierno del Partido Popular, caracterizado por una total incompetencia política, no sabrá ver que es que el referéndum convocado en Cataluña no ha sido ni clarificador ni decisor de ninguna situación.

El hecho de que el referéndum se haya celebrado con las carencias que lo ha hecho a causa de la ceguera del gobierno que se negó a autorizarlo, ha provocado que no haya existido campaña ni movilización alguna a favor de las dos posibles respuestas contrarias a la independencia por lo que la suma de los 336.000 votos obtenidos por los contrarios a la separación y que suponen casi un 15 por ciento de los sufragios emitidos son de una significación muy importante lo que, unido al elevado índice de abstención a pesar de que a este referéndum estaban convocadas personas que no tienen derecho al voto conforme a la legislación electoral estatal, implica que con Cataluña y los catalanes aún existe una posibilidad de concordia y entendimiento si todavía existiera entre toda la casta política un solo hombre de estado. 

            En primer lugar, el gobierno debe asumir, al menos íntimamente y en privado, que el 9 de Noviembre pasado ha hecho el ridículo y paralizar todo intento de sancionar penalmente a los convocantes y participantes en el referéndum catalán porque no solo sería políticamente contraproducente y dificultaría toda posibilidad de diálogo sino que además supondría poner a las instituciones del estado a los pies de los caballos ya que si el sacar las urnas a la calle era un delito fue un delito flagrante ante el cual las autoridades judiciales y policiales debían haber actuado sin pararse a valorar consecuencias políticas ya que, como estas mismas instituciones no dejan de manifestar constantemente, no pueden ni deben meterse en política siendo su función el limitarse a cumplir y hacer cumplir las leyes y las resoluciones judiciales.

            En segundo lugar, el gobierno ha de favorecer el inicio de un proceso constituyente al final del cual no solo se redacte una nueva constitución sino que en la misma se cierre de una vez por todas el tema de la organización territorial del estado bajo la forma de un estado federal integrado por entidades soberanas, se fije la forma de estado y se sienten claramente las pautas a seguir en materia de política exterior ya que el posible desarrollo de la misma podría vaciar de contenido la federación haciendo resurgir nuevamente las tensiones territoriales (1). 

            Estas dos cosas son, a mi modesto parecer, las que se deberían empezar a hacer sin demora siendo las graves cuestiones a dilucidar las de si el gobierno que hoy preside don Mariano Rajoy tendrá la altura  de miras de dar vía libre al proceso constituyente y si los viejos partidos que construyeron el fracasado  régimen de 1978 y que hoy están totalmente salpicados de casos de corrupción son instrumentos válidos y dignos de participar en dicho proceso.




















(1) No sería la primera vez que un estado suscribe un tratado internacional que afecta a su legislación interna y especial y concretamente a algún territorio el cual, lógicamente, se podría sentir seriamente agraviado.