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miércoles, 27 de mayo de 2015

BREVE VALORACIÓN DE LAS ELECCIONES AUTONÓMICAS Y MUNICIPALES DEL 24 DE MAYO



    
El pasado Domingo 24 de Mayo del 2015 los españoles fueron convocados a nuevas elecciones, esta vez municipales en todo el estado y autonómicas, con excepción de Andalucía, Cataluña y País Vasco, con los resultados ya por todos conocidos que suponen la pérdida de todas las mayorías absolutas en las Comunidades Autónomas y la necesidad de llegar a pactos y acuerdos para garantizar la gobernabilidad en todas las autonomías así como en la inmensa mayoría de los municipios de las principales ciudades.

            Los resultados electorales marcan un claro e incuestionable giro a la izquierda de los votantes que, cansados de la mala gestión material que de la crisis económica ha hecho el gobierno del Partido Popular y de los numerosos casos de corrupción descarada que ha salpicado a numerosos de sus dirigentes, ha optado por otras alternativas políticas.

            No obstante y a pesar de que los resultados implican una notable pérdida de apoyos electorales del Partido Popular que pierde casi dos millones y medio de votos y del Partido Socialista Obrero Español  que pierde poco más de setecientos mil, lo cierto es que la vida municipal sigue siendo acaparada por estas dos formaciones políticas que consiguen entre ambas 43.573 Concejales de un total de 67.611 que estaban en juego lo que supone casi las tres cuartas partes del total. Estos datos indican que la época de las mayorías absolutas y de los rodillos parlamentarios en las instituciones autonómicas y municipales (y probablemente también en el Congreso de los Diputados) ha terminado aunque aún es pronto para enterrar el bipartidismo entendido como la existencia de dos únicos partidos políticos sobre los que gire toda la actividad institucional.

            Asimismo los resultados son claros en el sentido de indicar una clara descomposición del Partido Socialista Obrero Español y de Izquierda Unida en favor de PODEMOS que puede quedar, en las próximas elecciones generales o todo lo más en las siguientes, como la fuerza hegemónica de una izquierda fragmentada pudiendo convertirse en una opción real de gobierno en caso de conseguir acuerdos con un PSOE reducido a ser un "partido bisagra".

            Por su parte el Partido Popular ha entrado en una grave crisis pero aún dista mucho de entrar en el proceso de descomposición en el que ha entrado su tradicional antagonista, el PSOE. En este sentido es de indicar que ahora mismo la mejor baza que los populares tienen para "ganar" las próximas elecciones generales y repetir en el gobierno consiste precisamente en la descomposición del PSOE y en la fragmentación de la representación parlamentaria de los partidos de la Izquierda salvo que la pérdida de poder sufrida en las elecciones locales y autonómicas lleve a sus barones a una generalizada deserción de las filas del partido que termine por desestructurarlo ahondando la crisis y convirtiéndola en decadencia y desintegración.

            Igualmente es de indicar que la irrupción de CIUDADANOS en el panorama político español ha resultado menor de lo esperado a causa precisamente de que el Partido Popular no ha experimentado el proceso de descomposición indicado en el caso del Partido Socialista Obrero Español aunque sin duda ha sido el gran beneficiado de la pérdida de votos de los populares y de la descomposición de Unión Progreso y Democracia, formación política ésta que está condenada a entenderse con CIUDADANOS antes de las próximas elecciones generales o a desaparecer.

            Por su parte, las llamadas opciones soberanistas en Cataluña no solo mantienen sino que incluso incrementan su representación municipal y aunque pierden la plaza de Barcelona en favor de la nueva formación apoyada por Pablo Iglesias y liderada por Ada Colau, tal hecho no debe entenderse como un retroceso soberanista en la capital catalana porque resulta muy aventurado, e incluso temerario, el afirmar que la formación "Barcelona en Comú" sea contraria al proceso secesionista.

            Finalmente, existe un dato relevante y que ha pasado desapercibido que es que en estas elecciones autonómicas y municipales se ha incrementado el número de votantes en más de un millón y medio respecto a las mismas elecciones del año 2011 y la abstención ha crecido un 1´23 por ciento con lo que casi quinientos cincuenta mil ciudadanos más han decidido no votar en esta convocatoria situándose la abstención en un 35´07 por ciento. Es decir, más de la tercera parte del electorado decidió no acudir a votar no pudiéndose justificar tal porcentaje en una abstención técnica teniéndose que empezar a dar a la abstención la lectura política de que tal vez se esté convirtiendo en la opción política de los que, sin confiar en ninguno de los distintos grupos que concurren a las elecciones, pretenden formular una enmienda a la totalidad a todo el régimen político de 1978.

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