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martes, 9 de junio de 2015

UN SEMBLANTE DE DOÑA MARÍA TERESA DE BORBÓN PARMA

El pasado 6 de Junio de 2015, organizado por la Real Orden de la Legitimidad Proscripta y por la "Asociación 16 de Abril", tuvo lugar en el Ateneo Científico, Literario y Artístico de Madrid un merecido y muy concurrido homenaje a S.A.R. Doña María Teresa de Borbón Parma durante el cual se le impuso por parte del Jefe de la Dinastía y depositario de los derechos de la Legitimidad, Don Carlos Javier de Borbón Parma, la Gran Cruz de la Legitimidad Proscripta.

Tras el homenaje se celebró una cena en el Restaurante "La Favorita" que se prolongó hasta bien entrada la noche y en el cual se entregó un díptico a los asistentes en el que se hacía el semblante de doña María Tereesa de Borbón Parma que a continuación reproducimos.



            "Siempre se ha dicho que la Historia pertenecía a los hombres y es suficiente ojear cualquier libro de historia para comprobar que se encuentra repleto de nombres masculinos. Y es que cualquier hombre que adquiere cierta relevancia, buena o mala, en la ciencia, en la política o en la cultura merece una página cuando no varios volúmenes en los tratados de Historia.

            No obstante, para obtener de esos mismos tratados  de historia unas pocas líneas o páginas dedicados a una mujer, no le basta ser relevante: ha de ser excepcional. Tal es el caso de Concepción Arenal, Clara Campoamor, Constance Markievicz o Maria Skłodowska (Marie Curie) la cual, por cierto, nos debería recordar que en las Españas la mujer casada jamás ha perdido su apellido ni ha tenido que pagar impuesto alguno por conservarlo.

            Y precisamente excepcional es la Infanta doña María Teresa de Borbón Parma que hoy recibe este merecidísimo, aunque modesto, homenaje del pueblo carlista.

            El Carlismo, como recordó muy bien S.M. don Carlos Hugo, ha sido siempre rico en mujeres excepcionales pudiéndose citar solo con mero carácter enumerativo la perseverancia de la Princesa de Beira, el testimonio valiente, abnegado y sacrificado de las reinas doña Margarita de Borbón Parma y doña María de las Nieves de Braganza y, más actualmente, el compromiso de doña María Teresa, doña Cecilia y doña María de las Nieves.

            Doña María Teresa, junto con sus hermanas las infantas doña Cecilia y doña María de las Nieves, asumió libre y generosamente el compromiso de ayudar a su Augusto padre, nuestro querido Viejo Rey Javier, y a su hermano Don Carlos Hugo en la lucha por traer a las Españas un régimen de libertades en el que diálogo no fuera un intercambio inútil de ideas vacías sino un medio de integración, mutuo conocimiento y recíproco enriquecimiento cultural entre distintas visiones culturales, políticas y religiosas.

            Asimismo de los numerosos estudios políticos, históricos y sociológicos que ha realizado y que sigue realizando doña María Teresa, emana esa riqueza intelectual que solo puede tener una persona de mentalidad abierta que le ha permitido dialogar y obligar a otros a dialogar, evitando así enfrentamientos basados en prejuicios. Esa dimensión intelectual, junto a la fortaleza de espíritu y la desbordante humanidad, son los rasgos que mejor la definen.

            La trayectoria política de doña María Teresa de Borbón Parma presenta dos constantes características: la pasión y la intransigencia. La pasión que pone en la defensa del bien, de la libertad y de la justicia, y la intransigencia que muestra hacia todas las situaciones de injusticia. Esas dos constantes no son ajenas a su vasta formación y al sentido cristiano de compromiso con los demás, propio de su Familia.

Su acción se centra en esos valores y por ello destacó en los años de la Transición, para admiración de los más y resquemor de integristas e intransigentes, convirtiéndose en un referente en la lucha contra la dictadura y por las libertades.

Al final, como bien decía su hermano y nuestro rey don Carlos Hugo "no hay quien la haya conocido y no haya acabado por quererla".



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