El reciente fichaje por
parte del Partido Socialista Obrero Español (P.S.O.E) de la todavía diputada
por el partido Unión Progreso y Democracia, doña Irene Lozano, ha reabierto el
debate sobre el transfuguismo y ha procurado enormes críticas al aún primer
partido de la oposición aunque tales críticas sean oportunistas y
electoralistas y el debate sobre el transfuguismo sea, junto con otros debates
como el de la corrupción política, un puro reduccionismo optimista ya que el
verdadero debate no es si tal o cual político cambia de partido sino la calaña
moral de los integrantes de la casta política.
Para empezar, transfuguismo es otro
término lingüístico más tendente a crear y fomentar el uso de un lenguaje
políticamente correcto en el que no se debe ni se puede llamar al pan, pan y al
vino, vino. "Transfuguismo" es el eufemismo de "traición" y
"tránsfuga" es el eufemismo de "traidor" al igual que
"vigilante de fincas urbanas" es el eufemismo de "conserje"
y "placa emblema" es el eufemismo de "la chapa" policial de
toda la vida.
La filosofía nos dice, y la ciencia nos
demuestra, que "todo fluye y nada permanece" (Heráclito) y ese fluir
implica inexorablemente cambios evolutivos. Una persona puede tener unas ideas
a los veinte años que puede no tener a los cuarenta y tal evolución además de
ser muy legítima no constituye traición alguna pero, eso sí, es siempre el resultado
de un proceso mental que, aunque puede verse influido por algunos elementos
exógenos, es fundamentalmente interno, largo, complejo y que implica pasar por
un periodo más o menos largo, pero siempre prolongado, de duda y de
"crisis de fe" durante el cual unas ideas se desechan o se matizan y
otras nuevas las sustituyen o complementan. Por todo ello, si excluimos la
intervención divina como en el conocido caso de San Pablo, ninguna evolución
ideológica se produce de la noche a la mañana o es producto de un único mes de reflexiones
salvo que se halle de por medio una zarza ardiente; y si algunos miembros de la
casta política española que se han acostado republicanos y se han levantado
monárquicos o se han ido a la cama con ideas conservadoras y a la mañana
siguiente, durante el desayuno, expresaban un pensamiento progresista porque una
zarza flamígera les habló en sueños bueno sería que lo expresaran abiertamente
para que los electores se hicieran una justa idea de la salud mental de quienes
les representan en las instituciones políticas del régimen de 1978.
La evolución ideológica es comprensible, aceptable y respetable,
pero la traición siempre resulta un acto execrable e injustificable y por ello
el traidor intenta ocultar su traición tras cierto aire de respetabilidad con
la máscara de una supuesta evolución ideológica. No obstante, las actitudes y
modos empleados ponen de manifiesto a simple vista y para cualquier mero
observador que quiera comprender lo que ve cuando uno ha evolucionado
ideológicamente o cuando uno ha traicionado o está traicionando.
Como hemos dicho anteriormente, la
evolución ideológica es siempre un proceso lento que puede durar uno o más años
además de ser multidireccional, es decir, la evolución ideológica puede
conducir tanto de la nada política a la cumbre del poder o viceversa, de la
cumbre del poder a la nada política. En cambio la traición siempre se consuma
en un muy breve periodo de tiempo, suele ir precedida de intentos frustrados de
mantenerse en una estructura de poder liderando intentos de
"regeneración", "reforma", "mejoras", etc... y,
lo que la hace más evidente, la traición siempre es mono direccional porque siempre
parte de situaciones o estructuras que están en la nada política o padecen la
amenaza de estarlo hacia estructuras o situaciones que están consolidadas en el
poder o tienen buenos pronósticos para estarlo.
La numerosa proliferación entre la
actual casta política española de estos seres que dicen hoy lo que negaban
ayer, que pasan a engrosar las filas de grupos políticos que anteayer
denostaban, que contradicen sus palabras con sus actos y que descubren la
perversión de los partidos donde militan casualmente cinco minutos antes de que
les hagan abandonar las poltronas que ocupan y de las que viven refleja
claramente el jaez moral de la totalidad de la casta política que padecemos y
debería alejar de los ciudadanos cualquier esperanza de que esta clase gentes
puedan hacer algo positivo por el conjunto del país.
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Tomándonoslo a broma, si la creadora de UPyD pegó la espantá del PSE como muchos otros de su formación, como por ejemplo Gorka Maneiro, es lógico que alguno que otro vuelva al redil socialista porque, de socialistas, al igual que Rosa Díez, el PSOE ya no tiene nada.
ResponderEliminarEstimada Juli:
ResponderEliminarLo que usted dice viene a corroborar la letra de una cancioncilla política, creo que francesa, de los años treinta que rezaba ªQuien traiciona está condenado a ser traicionado"
Salud y amistad
Espero que ese cambio, también se contemple al Sr. Mas, y que ahora tanto se le critica por haberse vuelto independentista.
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