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martes, 23 de agosto de 2016

EL TREINTA DE AGOSTO




El treinta de Agosto próximo es el día elegido por el Sr. Rajoy para que comience el debate de investidura al que se va a someter, gentil y generosamente, "por el bien del país" aunque, "por el bien del país", solo cuente con el apoyo de los 170 diputados resultantes de la suma de los representantes de su propio partido, el Partido Popular (137), Ciudadanos (32) y Coalición Canaria (1), lo que hace que necesite el apoyo expreso de seis diputados más procedentes de otras formaciones o la abstención del PSOE o de PODEMOS ya que a fecha de hoy, más que contar con los apoyos que tiene el posible nuevo gobierno popular, hay que contar los votos negativos que puede obtener y que suman una mayoría de 180 sobre un total de 350.

            El panorama político que arrojaron los resultados electorales del 26 de Junio pasado solo hará posible la investidura de Mariano Rajoy si concurre la abstención de PODEMOS o del PSOE. Considerando que la abstención de PODEMOS no se va a dar, mucho se está especulando sobre si finalmente el PSOE decidirá, siempre "por el bien del país", abstenerse en la envestidura. No obstante tal abstención es poco probable que se produzca ya que cualquier acción política por parte del Partido Socialista que permitiera, por acción u omisión, un nuevo gobierno del Partido Popular significaría su suicidio político.

            Aun siendo cierto lo que manifiestan las encuestas más fiables realizadas por distintos institutos demoscópicos de que el setenta por ciento de los que decidieron votar al PSOE el pasado 26 de Junio están a favor de que los diputados socialistas se abstengan y permitan gobernar a Mariano Rajoy no es menos cierto que de esas mismas encuestas también cabe interpretarlas en el sentido de que un treinta por ciento de los electores del PSOE no están de acuerdo con que dicho partido favorezca la formación de gobierno por parte del Partido Popular. Así pues, una abstención del PSOE que permitiera gobernar al Sr. Rajoy significaría muy probablemente que, en las próximas elecciones, el Partido Socialista perdería la inmensa mayoría de ese treinta por ciento de electores que irían a parar a PODEMOS lo que significaría el descenso de la formación política dirigida por Pedro Sánchez al tercer puesto del ranking político y el ascenso de PODEMOS que no sólo se convertiría en el principal partido de la oposición sino que, sobre todo, se consolidaría como alternativa real de gobierno.

Aparte de los apoyos obtenidos de "Ciudadanos" y de Coalición Canaria, parece muy difícil, por no decir imposible, que el Partido Popular consiga incrementar esos apoyos pues, descontados PODEMOS y PSOE, la única forma de conseguir más votos favorables para la envestidura sería mediante algún tipo de pacto "por el bien del país" con los partidos nacionalistas catalanes o vascos, lo cual también parece poco probable por no decir imposible.   

            Así pues, salvo que el PSOE decida suicidarse, muy probablemente se repetirá el escenario de hace seis meses en el que un líder sin apoyos suficientes encara dos votaciones de envestidura teniendo a una mayoría del parlamento en contra y no consiguiendo formar gobierno y todo ello por no asumir que el régimen político español de 1978 ha entrado en una fase degenerativa donde los partidos políticos están en una clara y franca descomposición que alcanza incluso a las formaciones nuevas y emergentes que se están revelando como carentes de objetivos globales y solamente interesadas en alcanzar importantes parcelas de poder.

            Síntoma revelador de que las nuevas formaciones no son garantía de regeneración de nada es la patética actuación de "Ciudadanos" quien hace tan solo unos meses pactaba con el PSOE y hoy lo hace con el PP. ¿Tales bandazos de izquierda a derecha se pueden considerar garantía de algo?. Si al menos esos bandazos se hicieran al volante de un automóvil serían garantía de que se está cometiendo un delito contra la seguridad del tráfico. Y por otra parte, pactar con lo viejo, con lo decadente, con aquello que ha perdido la confianza del país ¿No es acaso garantía de continuismo?.

            El actual régimen político español está dando cada vez más claras y numerosas muestras de que todas las instituciones, y especialmente los partidos políticos, se han convertido en un fin en sí mismas sin utilidad pública alguna correspondiendo a todos y a cada uno de los ciudadanos españoles el reflexionar sobre este extremo y sacar las conclusiones pertinentes al respecto. 

2 comentarios:

  1. Es cierto que el comportamiento oportunista de Ciudadanos no me sorprende: para mí es un PP regenerado por el poder económico. No espero que un Podemos haga nada diferente, es más le planteo unas preguntas, si desea responder, sobre una posible “salida” a esta situación. ¿Sería factible un acuerdo PSOE-Podemos para un par de años de legislatura y entonces repetir elecciones? ¿Perdería algo el PSOE?… Sánchez sería presidente… y eso sería como alcanzar el Olimpo para él. Podemos dejando gran parte de su programa en el tintero arañaría áreas de poder, para posicionarse de manera más adecuada de cara a unas posibles futuras elecciones en un par de años, pero entonces ya con apoyos económicos de los de siempre (incluyendo cierta prensa “afín”). ¿Qué le parece?

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  2. Estimado anonimo:

    Respecto a las preguntas que formula le dire lo siguiente:

    1º. La suma PSOE-PODEMOS da como resultado 156 diputados con lo cual es aún menos que la supa PP-Ciudadanos por lo que no creo posible una formación de gobierno que tenga como base un acuerdo PSOE-PODEMOS a no se que Ciudadanos se sume a la misma lo que despues de sus zig-zag políticos no me extrañaría pero dudo mucho que PODEMOS lo aceptara y que ciudadanos aceptara pactar con PODEMOS y aun así, si un gobierno de ese estilo se formase ¿Que clase de Gobierno seria?.

    2º. Por otra parte un gobierno cuya base fuera un pacto PSOE-PODEMOS pondría en evidencia que PODEMOS no aspira a ningua ruptura y que esta dispuesto a pactar con lo viejo con lo que... sería lo mismo que un gobierno PP-Ciudadanos.

    Y aquí los nuevos partidos deben decidir que quieren hacer: constituir un gobierno, regenerar lo irregenerable (el régimen político de 1978) o la ruptura.

    Mucho me temo que los nuevos como los viejos son más de lo mismo.

    Lo importante no es tener un gobierno, lo importante es saber donde se quiere ir con ese gobierno y ese es precisamente lo que pasa que ninguno de las cuatro grandes formaciones políticas en liza sabe para que quiere el gobierno, salvo que para tener las prebendas que de él dimanan.

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