Hace
unas semanas, y con motivo del Brexit, el gobierno español, que preside ese
gran español y mejor estadista que es don Mariano Rajoy Brey, reiteró a la Gran
Bretaña la propuesta, que ya hiciera hace años otro gobierno popular, esa vez
presidido por ese otro lumbreras carpetovetónico que es don José María Aznar,
de compartir la soberanía de Gibraltar. Evidentemente, el gobierno británico
rechazo esa propuesta con lo que nos ha hecho a todos los españoles un inmenso
favor porque la cosoberanía propuesta por el gobierno español no es más que un
reconocimiento jurídico de la soberanía británica sobre un territorio español
ocupado.
Durante la Guerra de Sucesión
Española de 1701 a 1713 una flota británico-holandesa ocupó militarmente el
Peñón de Gibraltar el 4 de Agosto de 1704 en nombre del pretendiente austriaco
dando la alternativa a la población autóctona de la ciudad de Gibraltar, que
estaba compuesta por unos siete mil habitantes,
de prestar juramento de fidelidad al pretendiente austriaco o marcharse,
optando dicha población por marcharse y fundar el actual pueblo de San Roque
cuyo nombre completo es el de "Muy noble y más leal ciudad de San
Roque, donde reside la de Gibraltar". A pesar de los intentos
militares por recuperar la roca los británicos la mantuvieron en su poder hasta
la firma del Tratado de Utrecht en 1713 en virtud del cual el Peñón de
Gibraltar, su ciudad y su ciudadela pasaban a manos británicas sin que se le
reconocieran aguas jurisdiccionales e imponiéndosele la prohibición de
comunicación con el resto de la península, así como la obligación de la Gran
Bretaña de devolver el peñón a España si alguna vez renunciara a él. A pesar de
varios intentos militares por recuperar la roca, todos ellos infructuosos, el
Peñón continuo siendo británico pero en ningún caso el istmo que lo une a la
península, que quedaba como territorio neutral. A mediados del Siglo XIX y a
principios del Siglo XX los británicos extendieron el territorio de Gibraltar ocupando
parte del istmo, el cual no fue cedido en el tratado de Utrecht, construyendo
en el mismo el aeropuerto de la colonia durante los años treinta del siglo
pasado. En 1968 la Resolución 2429 de la XVIII Asamblea General de Naciones
Unidas pedía al Reino Unido –como potencia administradora– que pusiera fin a
la situación en Gibraltar antes del 1 de octubre de 1969, lo que implicaba
su reintegración a España. Ante el continuado incumplimiento de esta resolución
el gobierno franquista, en aplicación estricta del Tratado de Utrecht, acuerda
el cierre permanente de la verja fronteriza con Gibraltar en Diciembre de 1969
reabriéndose nuevamente a finales de 1982 por ser una de las condiciones
impuestas por Europa para qué España fuera admitida en la Unión Europea.
Esta es brevemente la historia de la
ocupación británica de Gibraltar hasta nuestros días la cual hace que en la
actualidad nos encontremos con los siguientes hechos jurídicamente relevantes
que no se pueden ni se deben ignorar:
Véase la expansíón gibraltareña sobre el istmo y sobre la bahía |
1º. La existencia de un tratado
internacional, el Tratado de Utrecht, en virtud del cual España cede a la Gran
Bretaña el territorio integrado exclusivamente por el Peñón de Gibraltar y la
ciudadela y ciudad situados en el mismo, sin cesión alguna de aguas
territoriales y con la prohibición de que entre la roca y el resto de la
península exista comunicación alguna así como el establecimiento de la
obligación de Gran Bretaña de reintegrar el Peñón a España si alguna vez dejase
de ejercer soberanía sobre él.
2º. La comisión por parte de la Gran
Bretaña de una acción genocida al obligar a la población autóctona de la ciudad
a abandonar su ciudad. Recordemos que según la ONU y el vigente Código Penal
Español el "desplazamiento forzoso de grupos humanos" constituye
delito de Genocidio.
3º. La ocupación de facto por parte
de la Gran Bretaña de buena parte del Istmo que une Gibraltar con el resto de
la Península y en el que se ha construido el actual aeropuerto.
4º. La existencia de varias
resoluciones de la ONU que obligan a la Gran Bretaña a negociar con España la reintegración
de Gibraltar a la soberanía española.
Siendo estos los presupuestos
jurídicos existentes, la intención del gobierno español de que la Gran Bretaña
acepte la cosoberanía de la colonia británica de Gibraltar conllevaría la
liquidación jurídica del Tratado de Utrecht y de las resoluciones de la ONU
sistemáticamente incumplidas por la Gran Bretaña y su sustitución por otro
tratado internacional bilateral.
Ahora
bien, ese hipotético nuevo tratado internacional bilateral entre la Gran
Bretaña y España en el que se acordase esa cosoberanía sobre el Peñón, su
puerto y, sobre todo, su aeropuerto conllevaría lógica y, al menos, tácitamente
el reconocimiento "de iure" por parte España de la ocupación ilegal del
istmo y la posesión de aguas jurisdiccionales por parte de Gibraltar con lo que
el gobierno español estaría cediendo territorio marítimo y terrestre a una
potencia extranjera ignorando por completo la "soberanía nacional" y
la "integridad territorial" con la que tanto se llena la boca cuando habla
de Cataluña. Este reconocimiento "de Derecho" de la ocupación del
Istmo y de aguas territoriales por parte de España se manifestaría muy
veladamente con motivo de dos situaciones:
1º. Gibraltar y Gran Bretaña
tendrían derecho, lógicamente, a usar la totalidad de las aguas de la Bahía de
Algeciras para introducir y sacar mercancías del puerto de Gibraltar,
reconociéndose por tanto legalidad internacional al dique construido por los
gibraltareños para apropiarse de una parte de las aguas de la mencionada bahía.
2º. Si Gran Bretaña accede a la cosoberanía de
Gibraltar y especialmente de su aeropuerto es porque, en puridad lógica, existiría
una previa aceptación y reconocimiento por parte de España de la soberanía
legal y legítima del territorio donde está instalado dicho aeropuerto.
La relación política y diplomática sobre
la cuestión de Gibraltar debe moverse dentro de los estrictos márgenes legales
impuestos por el Tratado de Utrecht y las resoluciones de la ONU. Ningún
gobierno español tiene derecho a hacer decaer la reivindicación de la soberanía
plena sobre Gibraltar ni a ceder un milímetro de territorio fronterizo a la colonia
y por supuesto todo gobierno español tiene el deber de defender el derecho de
los ciudadanos españoles desplazados forzosamente que hoy viven en San Roque.
Si a lo largo de la historia, la
casta política española ha pensado poco o nada, que hagan el favor de no
ponerse a pensar ahora sobre la cuestión de Gibraltar. Si el Brexit se lleva a
efecto, la frontera con Gibraltar será una frontera extracomunitaria y, por
tanto, debe de dársele el tratamiento correspondiente volviendo a cerrar la
verja en estricta aplicación del Tratado de Utrecht, haciendo las inversiones
necesarias en el Campo de Gibraltar para paliar las consecuencias económicas
que tal medida política pueda acarrear en la zona y recordando que, además de
los ciudadanos españoles del Campo de Gibraltar, hay varios centenares de miles
de españoles que viven y trabajan en la Gran Bretaña que también pueden verse
afectados por el Brexit por los que parece que el Gobierno se toma menos
preocupaciones.
El Gobierno del Sr. Rajoy debería ir
tomando desde ya medidas para paliar las consecuencias económicas que el Brexit
puede tener sobre los trabajadores españoles residentes en Gran Bretaña así
como sobre el Campo de Gibraltar en vez de ir haciendo grotescas propuestas a
potencias extranjeras que solo pueden explicarse por el padecimiento de una
profunda idiocia o por oscuros y beneficiosos intereses que tal vez tengan
algunos importantes españoles residentes en la Gran Bretaña.
El tema de Gibraltar resurge, como una telenovela de entrega por capítulos, cada vez que el gobierno español de turno quiere desviar la atención de los ciudadanos, a través de los medios de comunicación del pesebre de los asuntos trascendentales que hunden el país. Pero ni hay, ni habrá pel… para poner una patita en territorio británico.
ResponderEliminarEs curioso. A los sucesivos gobiernos de este pobre pais el tema de Gibraltar amenaza cada vez mas con salirse de madre. A este paso va a ser Gibtaltar y las autoridades britanicaa las que pidan que los ciudadanos de las localidades españolas del Campo de Gibraltar sean las que manifiesten si desean seguir siendo españolas o incorporarse a la colonia.
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