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martes, 26 de diciembre de 2017

TRAS LAS ELECCIONES CATALANAS



No eran pocos los que consideraban que la aplicación del artículo 155 de la Constitución era la panacea que iba a solucionar, cual bálsamo de fierabrás, todos los problemas que afectaban a Cataluña y al resto de España, pero dos meses después de su aplicación nos encontramos nuevamente en el punto de partida.

            El Gobierno presidido por el señor Mariano Rajoy se vio arrastrado, más bien que solo obligado, por sus socios parlamentarios en el Palacio de la Carrera de San Jerónimo, "Ciudadanos", a aplicar el artículo 155 de la Constitución sin fe ni esperanza de que el mismo produjera resultados positivos planeando un breve periodo de vigencia del mismo que concluiría con la celebración de unas elecciones autonómicas en Cataluña que tal vez, quizás, arrojasen unos resultados distintos a las celebradas en el 2015. Pues bien, el artículo 155 de la Constitución se ha aplicado y el resultado de las elecciones autonómicas celebradas el pasado 21 de Diciembre ha arrojado el mismo panorama social y parlamentario existente antes de la aplicación del mencionado artículo 155.

            Los independentistas (Junts per Catalunya, ERC y CUP), conservan con setenta diputados  la mayoría absoluta parlamentaria al mismo tiempo que incrementan el número de votos recibidos en casi cien mil mientras que los contrarios a la independencia, aunque obtienen casi un cuarto de millón de votos más, no consiguen el objetivo propuesto de desbancar en el Parlament a los secesionistas por lo que la situación política sigue mostrando la misma sociedad fracturada, casi al cincuenta por ciento, entre partidarios y contrarios a la independencia.

            El electorado catalán ha pasado factura a las formaciones políticas que, en plena crisis política, se han mostrado dubitativas, incoherentes o, simplemente, han pretendido apostar a todos los números, recibiendo un duro golpe electoral. Así, Catalunya en Comú-Podem que se había manifestado en contra de la secesión al mismo tiempo que en contra de la aplicación del artículo 155 ha perdido casi cincuenta mil votos que se han repartido entre el Partido Socialista Obrero Español y, en menor medida, la abstención y el apoyo a Esquerra Republicana de Catalunya; el Partido Popular que solo forzado y con muchas dudas ha aplicado el artículo 155 ha perdido más de la tercera parte de su electorado en favor de "Ciudadanos" y la Coalició de Unió Popular (CUP), que hace asombrosos equilibrios ideológicos y mentales entre el internacionalismo comunista, el anarquismo y el nacionalismo burgués, también ha perdido más de un tercio de su electorado en favor, sin duda, del puro nacionalismo de Esquerra Republicana de Catalunya.

            "Ciudadanos", que ha cosechado más de un millón de votos en estas elecciones y ha obtenido 36 diputados en el Parlament, pretende presentarse como el gran triunfador de la jornada electoral del 21 de Diciembre pero lo cierto es que en estas elecciones no ha ganado nadie. El objetivo de "Ciudadanos", Partido Popular y Partido Socialista era evitar que los independentistas renovaran su mayoría absoluta en el Parlament, cosa que evidentemente no han conseguido por lo que sus resultados solo se puede calificar de estrepitoso fracaso. Por su parte el triunfo parlamentario de los independentistas tampoco significa nada porque si, desde el 1 de Octubre pasado y con setenta y dos diputados, no han podido o no han sabido conseguir la independencia nada indica que en las presentes circunstancias vayan a cosechar en ese sentido y por mucho tiempo un resultado diferente.

            Lo que se ha puesto claramente de manifiesto en Cataluña desde el pasado 1 de Octubre es que los políticos de toda condición han conseguido instalar en la sociedad catalana una división estéril donde los llamados "bloque constitucionalista" y  "Bloque Independentista" no son más que distintas caras de una misma moneda, la moneda de los inútiles y ambiciosos miembros de una misma casta política que solo pretenden jugar con los pueblos para su mejor provecho, correspondiendo a esos pueblos el sacar conclusiones y obrar en consecuencia.

3 comentarios:

  1. Un riesgo que creo ver es que la ciudadanía tenga la tentación de ver en Ciudadanos una alternativa al caos actual. Un producto de laboratorio tiene dueños, y Ciudadanos también los tiene, y no son, precisamente, hermanitas de la caridad.

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  2. Echo en falta la nula referencia en el Chouan a las alusiones constantes que algunos comentaristas hacen sobre la gran influencia del Carlismo en el comportamiento de las actitudes separatistas actuales. Hacen referencia a Berga y demás zonas rurales donde en su día el Carlismo tuvo gran relevancia. No deja de ser curioso que algunos de esos comentaristas tengan antecedentes comunistas.

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  3. Estimado Dionisio

    Es que rehuyo la polemica porque se trata de la mas burda propaganda. Unos manipulan groseramente la historia intentando legitimar historicamente sus pretensiones en las guerras carlistas (o en la guerra de Sucesion) ignorando el hecho de que las finalidades eran distintas mientras que otros, utilizando la galdosiana leyenda negra del Carlismo, pretenden de la misma mala manera identificar carlismo y separatismo para denigrar ambas opciones politicas.

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