Páginas

martes, 30 de octubre de 2018

UN RIDICULO SUPREMO



 Mediante Sentencia dictada por la Sala Tercera de lo Contencioso Administrativo en fecha  16 de octubre de 2018, el Tribunal Supremo ha sentenciado que el pago del impuesto de Actos Jurídicos Documentados que grava la constitución de las hipotecas corresponde al Banco prestamista y no a los prestatarios, lo cual contradice una Sentencia anterior de la Sala Primera de lo Civil del mismo alto Tribunal que en fecha 28 de febrero de 2018 fijaba la obligación de los prestatarios, y no de los bancos prestamistas, al pago de dicho tributo.

            Curiosamente, el Tribunal Supremo, que es el órgano judicial máximo a quién corresponde unificar la doctrina y sentar los criterios para la aplicación de las leyes mediante la creación de Jurisprudencia, no se encuentra ante dos sentencias contradictorias de las Audiencias Provinciales sino ante dos contradictorias sentencias del mismo tribunal aunque de distintas salas.

            Ni la sentencia del 28 de febrero de 2018 ni su contraria del 16 de octubre del mismo año sientan jurisprudencia ya que para sentar Jurisprudencia se requieren al menos dos sentencias que interpretan una norma en el mismo sentido y en el presente caso nos encontramos ante dos sentencias antagónicas dictadas por diferentes Salas del alto Tribunal por lo que solo tienen repercusión para las partes concretas que recurrieron ante el Tribunal Supremo y a las que se refieren dichas sentencias. No obstante, la actitud mostrada por el Tribunal Supremo ha contribuido a generar una enorme inseguridad jurídica que perjudica gravemente a los ciudadanos.

            Considerando que todos los gastos de la hipoteca (notario, registro, valoración, impuestos y gestión) eran impuestos por el banco al prestatario al que también se le imponía un notario y un gestor concreto con el que firmar la escritura y hacer las gestiones posteriores, muchos ciudadanos decidieron acudir a los Tribunales al considerar abusivas las cláusulas generales que les obligaban a asumir tales costes. De todos estos gastos imputables a los prestatarios la parte del león estaba constituida por la cantidad correspondiente al Impuesto de Actos Jurídicos Documentados porque dicho impuesto podía suponer entre dos mil quinientos y seis mil euros, mientras que la totalidad del resto de los gastos supondrían unos mil o dos mil euros.

            Tras la sentencia del 28 de febrero de 2018 que atribuía el pago del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados a los prestatarios, no fueron pocos los ciudadanos que, teniendo pensado demandar a los bancos, decidieron no meterse en pleitos ya que al quedar excluida de su demanda la cantidad correspondiente al Impuesto de Actos Jurídicos Documentados no les salía a cuenta el meterse en largos procesos judiciales para tal vez obtener, después de mucho tiempo, la devolución de una cantidad que podía cifrarse entre mil y dos mil euros de los que habría que descontar el coste del procedimiento consistente en los honorarios de abogado y procurador. Es decir, al tenor de la primera sentencia del Tribunal Supremo, que sin fijar Jurisprudencia sí marcaba tendencia, muchos ciudadanos honrados y respetuosos con la ley y la administración de justicia decidieron declinar el uso de sus más legítimos derechos mientras que el tiempo transcurría y esos derechos tal vez caducaban o prescribían.

            Ahora, el Tribunal Supremo va a intentar salvar la cara de no tener un criterio único en tan relevante cuestión por las consecuencias sociales que la misma acarrea, mediante un acuerdo del Pleno Jurisdiccional, integrado por la totalidad de los Magistrados de tan alto Tribunal, en el que se decidirá de forma definitiva el alcance que tendrán dichas sentencias, es decir si el criterio será aplicado a todas las hipotecas o solo a las que se constituyan a partir de ahora y si habrá un plazo de prescripción de cuatro años o de quince.

            En cualquier caso, son millones de ciudadanos los que están pendientes de la decisión que toman estos señores, decisión que, sea cual sea, ya la podían haber tomado antes para dejar claro cuál era el camino a seguir en las demandas de reclamación de gastos de hipoteca. Son millones de ciudadanos los que han sido y están siendo perjudicados por estas incongruencias de los señores que forman el alto Tribunal español y en este caso concreto los responsables de este perjuicio no son los políticos, ni los banqueros, sino los señores Magistrados del Supremo que no son capaces de dar interpretaciones definitivas a las cuestiones que se les plantean generando dudas e grave inseguridad jurídica.

            El Tribunal Supremo español, conocido en toda Europa por el ridículo papelón que está desempeñando con el caso Puigdemont y demás "Consellers" del Govern Catalán actualmente residentes en Bélgica, ahora debuta en toda España con este supremo ridículo con la notable diferencia de que Europa y los europeos no pagan a estos augures jurídicos y el contribuyente español, sí.

jueves, 25 de octubre de 2018

CONFERENCIAS "CARLISMO FRENTE A FRANQUISMO 1968-2018" y EXPOSICIÓN "MONTEJURRA. LA MONTAÑA SAGRADA



          
  
             La Fundación Amigos de la Historia del Carlismo ha organizado un ciclo de conferencias denominado “Carlismo frente a franquismo. 1968-2018”, en el Palacio del Condestable de Pamplona/Iruña, con motivo del 50º aniversario de la prohibición por parte del Gobierno franquista de las reuniones de los procuradores “trashumantes”, que demandaban una democratización, del acto carlista del Monasterio de Valvanera (La Rioja), que fue respondido por el Gobierno con la expulsión definitiva de la Familia Borbón Parma del territorio español, y del destierro en Riaza de Javier María Pascual, director del diario carlista El Pensamiento Navarro.

            La exposición “Montejurra. La montaña sagrada”, de Manuel Martorell, será instalada en la Sala Gótica del Palacio del Condestable para acompañar las conferencias, estando abierta al público entre los días 7 de noviembre y 16 de diciembre.


martes, 16 de octubre de 2018

DESMONTANDO A VOX



Ideario inicial de VOX en las Elecciones Europeas 2014

 No sabemos bien si con todo el sabor de la Francia de Vichy, hoy representada por Marine Le Pen, o como farsa neomaurista; vino VOX y triunfó el pasado domingo, 7 de octubre, en el madrileño Palacio de Vistalegre reuniendo a unos doce mil seguidores que abarrotaron la antigua plaza de toros y los alrededores del centro comercial que la alberga en lo que fue un acto planificado al milímetro por los organizadores para dar la imagen de ser el punto de partida de un nuevo partido emergente y hacer olvidar los fracasos electorales y crisis internas a los que se ha enfrentado desde que se fundara hace cinco años.

             VOX fue creado en el año 2013, entre otros por  Santiago Abascal, Alejo Vidal Quadras e Ignacio Camuñas, todos ellos dirigentes y militantes del Partido Popular que viendo perder influencia en el seno del mismo optaron por amenazar a la cúpula popular con quitarle votos mediante la creación de una opción política neoliberal más clara, más firme y más rotunda que la representada por el entonces presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy. Así pues, originariamente VOX no tenía más discurso que un nostálgico "aznarismo" que fracasó en las elecciones europeas de 2014 y en las posteriores elecciones generales de 2015 y 2016. 

            De aquellos fracasos electorales de VOX fue responsable la carencia de un discurso propio y diferenciador del discurso oficial mantenido por el Partido Popular, discurso original que, tras una travesía del desierto de cuatro años, el líder de VOX, Santiago Abascal, parece haberlo encontrado en un laboratorio con la unificación, sin decreto pero mediante un concienzudo trabajo de corta y pega, de los discursos xenófobos de la moderna ultraderecha europea con las viejas consignas españolistas de Fuerza Nueva.

            Escuchar a Santiago Abascal en el acto del Palacio de Vistalegre, acto que bien pudiera haberse realizado en la Plaza de toros  de las Ventas donde la extinta Fuerza Nueva conmemoraba el 18 de Julio o en la mismísima Plaza de Oriente, era como retrotraerse a los primeros tiempos de la transición y volver a escuchar de Blas Piñar, pero sin su vibrante oratoria, toda la retahíla a favor de la Unidad Nacional, en contra de las autonomías, a favor de las Fuerzas Armadas y de Orden Público y en contra de los nuevos bárbaros representados para VOX por el mundo islámico. La similitud del acto del Palacio de Vistalegre con los actos de Fuerza Nueva era tal que entre el público asistente, además de numerosas banderas de España se pudieron visualizar algunas de las banderas victoriosas que acompañaban coreográficamente a la bandera roja y azul de Fuerza Nueva.

            Y es que no podía ser de otra forma. Los líderes de VOX son conscientes de que el Partido Popular (con anterioridad Alianza Popular) tiene prestados desde 1982 aproximadamente millón y medio de votos de la más oscura y negra ultraderecha española, millón y medio de votos que VOX aspira a arrebatarle al PP. Para ello, VOX no solo ha hecho suyo el discurso fuerzanovista convirtiéndose en alimentador de los ideales de la juventud (1), sino que en estos últimos años ha ido incorporando a sus filas grupos y grupúsculos procedentes de la diáspora ultraderechista provocada por la disolución de Fuerza Nueva en noviembre de 1982. Así, en febrero de 2015, el partido ultraderechista Derecha Navarra y Española (DNE) que en 2011 había acudido a las elecciones en coalición con Alternativa Española (AES), partido que dirige el yerno de Blas Piñar, Rafael López Diéguez, se integró en VOX pasando a denominarse VOX NAVARRA y, en 2016, Alternativa Española (AES) y el Partido Familia y Vida (PFyV) que no concurrieron a las elecciones generales pidieron el voto para VOX.  De esta forma, VOX no solo adopta el discurso de la extinta Fuerza Nueva sino que se articula y organiza en gran medida a partir de cuadros y estructuras de grupos y grupúsculos ultraderechistas ya existentes.

¡Aquí están, estos son, los muchachos de Abascal!
 Ahora bien, sin entrar a valorar política ni moralmente el discurso de VOX, existe en dicha formación cierto cúmulo de graves contradicciones. En primer lugar nos encontramos con la procedencia misma de la mayoría de sus líderes los cuales fueron hasta el año 2013 cuadros de relevancia del Partido Popular en el cual desempeñaron cargos de cierta responsabilidad llegando a ser incluso parlamentarios europeos, nacionales o autonómicos. Así, por ejemplo, su actual jefe, Santiago Abascal, fue militante del Partido Popular desde 1994 hasta 2013 llegando a ser miembro de la Ejecutiva de dicho partido en el País Vasco, Presidente de las juventudes populares vascas y diputado autonómico por Álava, es decir, el actual discurso que sostiene de "España sí, autonomías no", "stop inmigración" y de oposición a la llamada "Ley de Memoria Histórica" se contradice con lo realizado por el partido en el que llegó a ocupar cargos de responsabilidad hasta 2013 y del que, en 1996, un veterano dirigente nacionalista vasco reconocería haber logrado más en catorce días que de Felipe González y del PSOE en catorce años, que en 1999 otorgó la nacionalidad española a los Brigadistas Internacionales como reconocimiento a su "valeroso" apoyo a la II República y que en el año 2000 organizó la primera regulación masiva de inmigrantes ilegales. Con esta divina contradicción, propia de la conversión de San Pablo, Santiago Abascal debería explicar a los ciudadanos y especialmente a sus fervientes admiradores cuándo y por qué se cayó del caballo, porque evidentemente no es creíble que se le apareciera una zarza ardiente y le hablara.

            Por otra parte, nos encontramos con otra grave contradicción en el hecho de que la propuesta de VOX de suprimir las autonomías no puede realizarse sin hacer una profunda reforma constitucional que, precisamente por la profundidad de la misma, más se asemejaría a un proceso constituyente cuando, en ningún momento del discurso de VOX, se menciona o se propone esa reforma constitucional o ese proceso constituyente. Más aún; si consideramos que el germen inicial desde el cual Santiago Abascal empezó a construir VOX fue la Fundación para la Defensa de la Nación Española (DENAES) en cuyos estatutos figura entre otros fines "el fomento de la cohesión de la sociedad española, y de un gran acuerdo de los grandes partidos españoles en torno a la unidad de España y a la fortaleza del Estado español, en los términos del artículo 2 de la Constitución de 1978" (artículo 3.c de los estatutos) y el artículo 2 de la citada Constitución de 1978 dice textualmente: "La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas", la contradicción resulta más que evidente, lo cual suele ocurrir y resulta lógico cuando se tiene la necesidad de improvisar con urgencia un discurso por exclusivo oportunismo político como el que mueve a los dirigentes de VOX.

            No obstante, VOX ha revolucionado el panorama político, como demuestra el amplio tratamiento mediático que ha tenido durante la última semana el acto del Palacio de Vistalegre. Ha levantado ampollas entre las formaciones de la derecha, PP y Ciudadanos, y ha humedecido toda "la braga del imperio" o "imperio de la braga" fuerzanovista hasta el punto de que, como apunta el diario "Público" en fecha 12 deoctubre de 2018, ciertos grupos de ultraderecha han decidido apoyar, o incluso,integrarse en VOX. Concretamente "Público" menciona a unos supuestos"carlistas de ultraderecha" a los que sin duda habrá que añadir, enun futuro muy próximo, al partido del yerno de Blas Piñar, Alternativa Española(AES), y a alguna de las Falanges varias existentes dispuestos todos ellos a convertirse hoy en los palanganeros de VOX como durante la transición lo fueron de Fuerza Nueva aunque en el caso de los denominados "carlistas de ultraderecha" mencionados por el diario "Público" no se ha caído en la cuenta de que el hecho que identifica a los carlistas, que nos identifica, es la defensa de lo foral, de lo federal y del principio de subsidiariedad, defensa claramente incompatible con el concepto de España y del estado que sostiene VOX, así como la lealtad a la Dinastía Legítima hoy representada por Don Carlos Javier de Borbón Parma, por lo que esos referidos "carlistas" que no son otros que los mismos que hace décadas cayeron de rodillas ante el General en superlativo y aún no se han levantado, que rindieron pleitesía servil a Blas Piñar y que ahora muestran alegre disposición a rendir culto al nuevo caudillo Santiago Abascal, simplemente no son carlistas, ni siquiera son traidores porque para ser un traidor primero hay que ser leal a algo; son... ¡pues eso que hemos dicho antes...! simplemente acompañamiento coreográfico y palanganeros, palanganeros del que con mejor arte menea la colita delante de ellos.








(1) Referencia al himno de Fuerza Nueva

 

martes, 9 de octubre de 2018

VISITA DE LA FAMILIA BORBÓN PARMA A MADRID







Con motivo de la próxima visita a Madrid de Don Carlos Javier, Don Jaime y Doña María Teresa de Borbón Parma, el domingo 4 de Noviembre, coincidiendo con la antigua festividad carlista del "Día de la Dinastía  Legítima", la Asociación 16 de Abril y la Real Orden de la Legitimidad Proscripta ha organizado el siguiente programa de actos:

10.00 Horas

            Eucaristía
           En la Parroquia de San Sebastián
           Calle Atocha, número 39

12.00 Horas

            Acto cívico con la intervención de Don Carlos Javier de Borbón Parma y de Ton Aluja, miembro del Comité Político del Partit Carlí de Catalunya.
            En el Hotel Tryp Atocha
            Calle Atocha, número 83.

14.00 Horas

            Comida de confraternización
            En el Restaurante "La Favorita"
            Calle Covarrubias, número 25.

17.30 Horas

            Reunión de carlistas, presidida por Doña María Teresa de Borbón Parma
           En los salones de "La Favorita"
           Calle Covarrubias, número 25.