Páginas

domingo, 23 de diciembre de 2018

ENTREVISTA A DON CARLOS JAVIER DE BORBÓN PARMA


Don Carlos Javier de Borbón Parma en un acto oficial

 Hace unos meses, la revista Esfuerzo Común, publicación editada por la "Asociación 16 de abril", realizó una entrevista a Don Carlos Javier de Borbón Parma que fue publicada en su número 1 y que reproducimos a continuación dividida en sus cuatro bloques de preguntas:

            LAS ESPAÑAS

            1. ¿Qué opina sobre el debate abierto para la reorganización territorial del estado español?

            Más que un debate sobre la reorganización territorial del estado, es un debate sobre la definitiva organización territorial del estado.

            Entre el Estado Unitario y el Estado Federal no hay nada, el llamado “Estado de las Autonomías” recogido en el Título VIII de la Constitución Española fue una solución de compromiso, dadas las complejas circunstancias en que se realizó la llamada “Transición”, pero no podía mantenerse indefinidamente en el tiempo y solo puede entenderse como un paso intermedio hacia el Estado Federal.

            En este sentido, se ha de decir que ya es hora de superar el régimen autonómico y constituir un verdadero estado federal, que entronque con las tradiciones jurídicas y políticas de las Españas y que estuvieron vigentes en nuestro país hasta la irrupción del liberalismo político centralizador.

            Entre el centralismo y los independentismos existe una tercera vía para España que es la solución Federal.. La propuesta federalista era una opción para nuestro país y un ideal que existe desde la primera época, concretada y desarrollada en los últimos doscientos años, comenzado en 1833 cuando el carlismo comenzó a combatir al centralismo liberal absolutista. Este federalismo ha de ser substancial permitiendo que cada pueblo de las Españas, constituido en Estado Federado, se gobierne de forma plenamente soberana con plenitud de desarrollo legislativo e impositivo propio. Este federalismo substancial que proponemos y que entronca con las tradiciones políticas de la antigua Monarquía Hispánica supondría la igualdad de todos en el derecho a desarrollarse de diferente forma.

            El estado central debe ser un poder moderador entre estados federados, garantía de la unión de todos ellos y limitarse a la política exterior, la defensa y aplicar criterios de justicia distributiva garantizando la igualdad en los derechos fundamentales como el derecho a la vida, la educación, la salud, etc… a todos los ciudadanos con independencia del estado federado en que vivan.

            2. ¿Qué solución habría al llamado “problema catalán”?

            El llamado “problema catalán” más que un problema en sí mismo es la manifestación de un síntoma de un problema mucho más complejo, que no solo es la superación del actual marco autonómico por el deseo de mayores libertades.

            Ese problema fundamental, a mi modo de entender, se encuentra básicamente en la ausencia de una idea comunitaria que aúne a todos los ciudadanos españoles en una tarea común con proyección de futuro.

            No creo que sea una mayoría de españoles, pero en cualquier caso sí un número significativo de españoles, no se siente identificado con la idea de una patria como lugar común de convivencia y mucho me temo que desde los poderes públicos no se ha desarrollado la debida labor pedagógica al respecto a lo que hay que añadir la corrupción política que parece imperar y que alejan a los ciudadanos de las responsabilidades políticas al hacerles entender que la política no es una tarea al servicio del bien común.

            Esta falta de identificación de un gran número de ciudadanos con un proyecto en común resulta de vital importancia porque deriva irremediablemente al individualismo más absoluto cuya perfección es el egoísmo de cuya presencia en nuestra sociedad ya existen algunas muestras.

            Estos problemas, solo se resolverán tras un tiempo de reflexión sobre lo qué somos como país, lo que queremos y a dónde queremos ir. Tras esta reflexión se podrán proponer soluciones sobre las que llegar a acuerdos que nos permitan avanzar y prosperar construyendo un país que, hoy, parece existir por pura inercia del pasado.

            Así pues, a su pregunta concreta, sobre la solución que yo día al llamado Problema Catalán, le contesto que con diálogo, avance hacia un federalismo substancial, pero sobre todo afrontándolo en conjunto con el problema fundamental que nos afecta a todos como sociedad: nuestra crisis existencial como país.

            3. ¿Hay que mantener y potenciar los servicios públicos o incentivar las privatizaciones?

            La pregunta no admite dudas. Los servicios públicos se han de mantener, potenciar y mejorar constantemente.

            Hay servicios que son imprescindibles que no pueden dejarse a la regulación de las leyes del mercado y que el estado está obligado a prestar salvo que quiera perder su razón de ser.

            La educación, la sanidad, la justicia, los grandes transportes, etc. son servicios imprescindibles para los ciudadanos y estratégicos para cualquier estado que no deben ni pueden privatizarse. ¿Se imagina usted una administración de justicia privatizada?, entonces ¿Por qué debe privatizarse la sanidad pública?.

            La sanidad pública española, posiblemente es la mejor de toda Europa y debe seguir siéndolo. Tiene defectos y problemas como las llamadas “listas de espera”, pero tales problemas y defectos no justifican su desaparición o privatización, sino que por el contrario constituyen un aliciente para seguir trabajando en su superación.

            Los servicios fundamentales de un país no pueden dejarse en manos privadas ni pueden gestionarse con el exclusivo criterio del beneficio económico. Son servicios de todos, que pagamos todos y deben servir a todos.

            Igualmente, el estado debe favorecer la creación y mantenimiento de un sano sector público que, sin invadir ni coartar la libertad del sector privado, complemente y supla las deficiencias de éste. Así, por ejemplo, debería existir una banca pública de ahorro para los ciudadanos que tengan la intención de ahorrar y no aventurarse en el complicado mundo de las inversiones financieras.

            4. ¿Hay que reformar la constitución de 1978?

            De unos años a esta parte, la Constitución de 1978 está siendo muy cuestionada en temas constitucionalmente substanciales, como por ejemplo la organización territorial del estado.

            No se trata de modificar un artículo o de corregir una errata, se trata de ir hacia otro modelo de estado y no tener esto claro es abrir un debate jurídico y político que se solo podrá cerrarse en falso para volverse a abrir el día de mañana.

            Las cuestiones constitucionales son tan substanciales que no creo que sirva una simple reforma constitucional. Más bien habría que ir a un nuevo proceso constituyente.

            JUVENTUD

            5. ¿Qué opina del alto porcentaje de fracaso escolar en España (19% entre los jóvenes de 18 a 24 años)?

            La educación y formación de los más jóvenes debe ser prioritaria para un país porque el futuro corresponde siempre a los más jóvenes y tan alto índice de fracaso escolar pone de manifiesto que el sistema educativo español tiene algún tipo de problema grave que se debe identificar y solucionar.

            El alto índice de fracaso escolar entre los estudiantes se corresponde también con el alto índice de bajas por depresión que existe entre los docentes y todo ello es indicativo de que algo no funciona en el sistema educativo.

            Aquí me gustaría indicar que las instituciones públicas tienen la obligación de proporcionar los medios adecuados para facilitar la formación académica de los jóvenes así como la elaboración de unos planes de estudios adecuados a los tiempos, pero que esa obligación pública debe ser correspondida por la responsabilidad de los jóvenes estudiantes materializada en el firme compromiso con el sacrificio que, en cada momento, pueda exigir el estudio.

            La educación es la mejor inversión que un individuo y una colectividad pueden hacer hacia el futuro. Sin esa educación, no existirá investigación científica ni técnica ni ideas que solucionen problemas.

            La educación forma parte además de una fase importante en la socialización del individuo, en la que el estudiante debe ser consciente de las responsabilidades que adquiere con los demás.

            6. ¿Qué soluciones propondría para poder ofrecer a la juventud española un futuro y unos derechos básicos a los cuales no tienen acceso en estos momentos (empleo, vivienda, salud…)?

            A los jóvenes hay que ofrecerles un proyecto de futuro, que tengan un motivo para esforzarse, para luchar. Un puesto de trabajo digno, la posibilidad de crear una familia, facilitar el acceso a la vivienda, guarderías, conciliación laboral…Todo esto será posible si se busca una sociedad en que la persona sea lo primero, no la economía, las ganancias, el privilegio o el destacar socialmente a cualquier precio, incluso perdiendo la dignidad.

           
Don Carlos Javier de Borbón Parma con su esposa doña Ana María
SITUACIÓN INTERNACIONAL

            7. ¿Qué opinión la merece la actual situación de la Unión Europea?

            Evidentemente la Unión Europea está pasando un momento de crisis que está haciendo peligrar su viabilidad futura.

            El euroescepticismo está aumentando exponencialmente y habría que buscar las causas que posiblemente se encuentren en que la Unión Europea se esté construyendo sobre parámetros estrictamente económicos que la llevan a ser vista, en parte con razón, como una superestructura burocrática totalmente alejada de los ciudadanos y de sus problemas.

            Europa es importante y va a serlo más si miramos los desafíos económicos, medioambientales y geopolíticos a los que se enfrenta en el presente y a los que se enfrentará en el futuro. Europa tiene que ser menos burocrática, más flexible y más cercana al ciudadano.

            ¿Cómo verían los fundadores la Europa que tenemos hoy?, ¿Cuales son los valores fundamentales que ellos representan y que impulsaron el proyecto europeo?. Tenemos que reformar Europa para que esta sea fiel al proyecto originario.

            Es necesario, comprender que las Instituciones son para las personas y no las personas para las instituciones por lo que la Unión Europea debe replantearse sobre los criterios de una Europa más social y menos burocrática centrada en el beneficio y el crecimiento económico.

            8. ¿Hay que preocuparse con los brotes de racismo y xenofobia en Europa?

            Nosotros, los carlistas, por nuestras raíces cristianas, tenemos que combatir siempre cualquier brote de racismo y xenofobia. Creemos que todos los seres humanos están criados a imagen y semejanza de Dios, por lo que no podemos compartir ninguna forma de discriminación, marginación u opresión. Esto está en la base de nuestros valores.

            9. ¿Es la inmigración un peligro?

            El papa Francisco ha dicho que, que hay que acoger y aprovecharse de la cultura y nuevas formas de vida que traen a nuestras sociedades ricas, occidentales, quienes emigran forzados por razones de guerra, económicas o laborales. Creo que hay que solucionar el problema en su origen, en los países en los que solo hay dictaduras, guerras, pobreza e injusticias, pero una vez que llegan a nuestras fronteras, hay que tratarlos como lo que son: personas. Hay que terminar con el miedo a quien es distinto. Del mismo modo, no hay que desatender las situaciones económicas y sociales que los pueblos europeos presentan en nuestros días, lo que obliga a organizar de manera segura y generosa el flujo migratorio, asegurando que los países receptores pueden atender las necesidades de los inmigrantes, de cara a que estos puedan asimilarse y asumir como propios los valores que han construido Europa desde hace siglos.. Los carlistas sabemos lo que es tener que vivir en el exilio, abandonar tu patria, empezar tu vida en otro país…..

            10. ¿Cómo se explica el triunfo electoral de Donald Trump en EEUU?

            Pienso que la América profunda, en la que tiene mucho arraigo el fundamentalismo religioso y una visión algo deformada del patriotismo, junto a la mala imagen de los partidos demócrata y republicano, han hecho que Trump ocupe la Casa Blanca.

Hay que estudiar profundamente este hecho tan inesperado.

            11. ¿Cree adecuada la política que la Unión Europea está desarrollando respecto a Rusia?

            Rusia es un gran país, es el país más extenso del mundo con un enorme potencial y es una potencia europea que puede servir de puente, por sus especiales características, con Asia.

            La Unión Europea, debería intentar tener buenas relaciones con Rusia y colaborar con ella en un plan global de integración europea que incluyera a la propia Rusia.

            La actual política de confrontación con Rusia no es buena para nadie. La política de la Unión Europea hacia Rusia no puede ni debe ser monopolizada por el interés de unos pocos de sus miembros sino que tiene que buscar el interés colectivo de todos los socios europeos y además armonizarlo con los propios interés de Rusia en unas relaciones que permitan alcanzar unos compromisos político-económicos en un plano de igualdad y confianza recíproca.

            12. ¿Considera que el problema ecológico viene planteado solo por políticas económicas inadecuadas o también parte de un problema moral del que todos somos partícipes?

            Si llama problema moral a determinados hábitos de consumo generalizados… aunque yo prefiero llamarlo “comodidad destructiva”.

            Ciertamente las empresas deben producir con responsabilidad hacia el medio ambiente poniendo en sus cadenas de producción todos los medios técnicos posibles para evitar la agresión al medio ambiente, pero no se puede cargar exclusivamente sobre la industria toda la responsabilidad en la salvaguardia del medio ambiente, también existe una responsabilidad individual y colectiva de los consumidores.

            Mire usted, ninguna industria va a producir aquello que no se vende ni va a producir más de lo que pueda vender, así pues existe una responsabilidad compartida con el consumidor en la defensa del medio ambiente.

            Hay que producir de manera responsable y sostenible, muy cierto, pero también hay que consumir de forma sostenible y responsable.

            Sobre el consumidor pesa la responsabilidad hacia el medio ambiente de reducir el consumo innecesario, reciclar lo consumido y consumir adecuadamente.

            El medio ambiente se enfrenta a un problema con las bolsas de plástico, pero es el consumidor quien, en vez de reciclar la bolsa de plástico utilizándola una y otra vez en numerosas ocasiones, opta por reclamar una bolsa de plástico cada vez que va al supermercado y el cobrarlas no ha solucionado el problema pues la comodidad empuja al consumidor a preferir pagar el precio de la bolsa de plástico en vez de ir con ella en el bolsillo por si se le ocurre comprar algo mientras pasea.

            Todo el mundo está concienciado con el problema de los bosques, en cambio, el consumo de papel se ha disparado en las últimas dos décadas y no creo que se recicle tanto papel como se consume. La comodidad del consumidor ha llevado a generalizar el uso del papel para las necesidades más diversas y que hace tan solo unos años eran cubiertas por otros productos que, tras lavarse, eran usados una y otra vez. Por ejemplo me estoy refiriendo a los pañuelos y servilletas de papel.

            Estos hábitos de consumo, sin duda son muy cómodos, pero ahora bien ¿Son correctos y compatibles con la protección del Medio Ambiente?. Es desde luego un tema para reflexionar.

           
Don Carlos Javier de Borbón Parma con su familia
FUTURO DEL CARLISMO

            13. ¿Qué es hoy el Carlismo?

            El Carlismo, que siempre ha tenido una presencia política constante en la vida española, hoy ve esa presencia muy reducida pero permanece como hecho sociológico en la sociedad española de tal modo que, no pocas fuerzas políticas con representación institucional buscan en él cierta legitimación en sus demandas.

            No obstante, el Carlismo constituye un corpus doctrinal completo, que ha demostrado en sus casi doscientos años de historia que es permanentemente actualizado, por lo que no se puede fraccionar a conveniencia.

            Hoy, el Carlismo político, tras su utilización y manipulación por el franquismo además de por algunos errores propios, se encuentra muy perdido, pero el día que sepa presentarse ante la opinión pública con la coherencia, dignidad, sinceridad y generosidad que siempre le han caracterizado creo que el hecho sociológico volverá a tener su expresión política. Las ideas que representan el carlismo, es parte del patrimonio de nuestro país.

            14. ¿Tiene futuro el Carlismo?

            El Carlismo tiene más futuro que nunca. Desde hace muchos años estamos advirtiendo que hay que respetar los derechos de los pueblos y de las personas, utilizar el diálogo como forma básica para resolver cualquier conflicto, cumplir y respetar todos y cada uno de los derechos humanos, fomentar una economía inclusiva, solidaria, que tenga como objetivo principal el bienestar de la persona, en definitiva, luchar por una sociedad más justa y solidaria, por la que siempre ha luchado el Carlismo.

            15. ¿Qué puede aportar el Carlismo a la sociedad española del siglo XXI?

            Pues creo que algo que le falta de forma notoria: coherencia y sentido común.

            El Carlismo tiene una propuesta original de estado y de sociedad, que concibe a Las Españas como una realidad pluri-soberana en la que se armonizan los derechos y libertades colectivos e individuales por lo que Carlismo aporta una propuesta política factible que puede hacer superar los problemas que hoy plantea nuestro país.

            Hoy, cuando en Las Españas se habla de soluciones que eviten la corrupción y garanticen la representatividad política, resulta que el Carlismo ya propuso hace décadas contra la primera la instauración del “Juicio de Residencia” en virtud del cual, un cargo público debe rendir cuentas sobre su gestión y sobre el patrimonio adquirido durante la misma y como garantía de representatividad de los cargos electos el “Mandato Imperativo” que obliga al cargo elegido a cumplir aquello en virtud de lo cual ha sido elegido y de no hacerlo faculta al elector para revocar el mandato otorgado.

            16. ¿Usted plantea alguna reivindicación hacia el Trono de España?

            Me ha hecho usted muchas preguntas interesantes y me temo que ahora me hace la que, en secreto, deseaba hacerme desde un principio.

            Cierto es que soy depositario de unas obligaciones históricas, pero mire usted, España está a la cabeza europea del paro juvenil, tiene casi cuatro millones de parados, es el tercer país de la Unión Europea en pobreza infantil y casi un veintiocho por ciento de la población está en riesgo de pobreza o exclusión social.

            Con este panorama, la reivindicación por la que usted me pregunta, resulta una pura frivolidad.

            Lo fundamental es estar dispuesto a colaborar en la resolución de los problemas que afectan a mi país desde la posición que las circunstancias me indiquen.

            17. ¿Qué mensaje mandaría a los carlistas de hoy?

            Que sigan luchando como siempre lo han hecho, con esfuerzo y lealtad, buscando solamente servir a nuestra Causa, no a intereses particulares. Mi padre siempre me enseñó que los carlistas son un tesoro que hay que cuidar, que son un ejemplo de fidelidad y de entrega generosa y desinteresada. Desde aquí aprovecho para mandar un gran abrazo a todos los carlistas, hombres y mujeres, que siguen luchando por el triunfo de nuestras ideas, en situaciones muchas veces difíciles y siempre incomprendidas.

sábado, 22 de diciembre de 2018

TIEMPO DE SACAR CONCLUSIONES


            Un año exacto ha transcurrido desde que "El Chouan Ibérico" publicó su peculiar mensaje navideño del 2017 bajo el título de "Tiempo... de no sé" en el cual se preveía que este año que está a punto de terminar no iba a ser novedoso en cuanto a las cuestiones importantes que habían definido el anterior. Pues bien, pasados trescientos sesenta y cinco días desde aquel mensaje, el pronóstico se ha hecho realidad. Cataluña, la crisis social, la crisis política y la violencia de género han marcado este año que termina como marcaron los anteriores y no se ha avanzado positivamente en ningún aspecto. Estamos en el mismo punto que nos encontramos el año pasado y el otro anterior pero con menos esperanza e ilusión por parte de la gente.

            En el año que comienza los ciudadanos estamos convocados a diversos comicios electorales, pero sospecho que se repetirán, más o menos, resultados y luego nos quejaremos de que las cosas no cambian ignorando el hecho irrefutable de que si siempre se hace lo mismo, solo se pueden reproducir los resultados.

            "¡¡Nos han engañado!!, ¡¡Nos han engañado!!" es la exclamación dolorosa del pueblo elector cuando ignorando toda la trayectoria vital del candidato, y que ya es sintomática de que le defraudará, deposita en él su confianza siendo esta efectivamente defraudada. Pues bien, se puede entender que un pueblo sea engañado una vez, incluso dos, pero un pueblo que es constantemente engañado es que desea que se le engañe o es que es digno de que se le engañe.

            Nuevamente estamos en las entrañables y familiares fechas navideñas en las que originariamente se celebra el nacimiento en Belén del Niño-Dios que vino al mundo con un mensaje de redención para el género humano, y nada nos indica que los pueblos deseen ser redimidos. De hecho, ese niño fue crucificado treinta y tres años después de su nacimiento por deseo soberano de un pueblo expresado democráticamente y por la inhibición de un funcionario que desertó de su autoridad y de su obligación de hacer Justicia.

            Dos mil años después de aquellos hechos los pueblos siguen prefiriendo a los "Barrabás" de turno. Tal cosa parece una triste realidad, por lo que la prédica en el desierto que hacemos algunos ya no tiene por objeto prevenir ni hacer reflexionar sino tan solo, quizás, salvar nuestra responsabilidad personal ante el mal que ha de acontecer y que se ve venir.

            Supongo que continua siendo deseable que estas fechas Navideñas sean un "Tiempo de Reflexión para laEnmienda" pero lo más probable es que nuestra sociedad solo las entienda como un tiempo para la juerga y el consumo ignorando que se encuentra bailando alegremente y con los ojos vendados al borde del precipicio.

            No obstante, y a pesar de lo dolorosamente manifestado, "El Chouan Ibérico"  no quiere dejar de desear a todos sus amigos y lectores, en la ilusión esperanzada de que todo pueda mejorar

¡¡¡Una Muy Feliz Navidad 2018!!!

lunes, 17 de diciembre de 2018

DE QUÉ MUEREN LAS DEMOCRACIAS




 Desde hace unos meses se encuentra a la venta en las librerías de nuestro país un libro llamativamente titulado "Como mueren las democracias", publicado por la editorial Ariel y escrito por dos luminarias norteamericanas que deben su prestigio exclusivamente a ser profesores de la Universidad de Harvard y que han aprovechado la coyuntura política norteamericana e internacional para poner en negro sobre blanco una serie de obviedades y, de paso, cargar tintas sobre los llamados "populismos". Desde los años veinte y treinta del pasado Siglo XX, han sido numerosos los estudios sobre la "crisis de la democracia" que se han realizado en todo el mundo por lo que este libro solo incide en lo que ya han dicho otros con anterioridad resultando sobradamente prescindible y habiendo sido beneficioso para los esquilmados bosques del planeta que no se hubiera publicado.  

            Los llamados populismos, denominación tan genérica y abstracta como la del fascismo con la que se pretende definirlo todo y no se define nada, no son, como se pretende, una enfermedad de las democracias y por lo tanto no las matan. Los populismos son tan solo un grave síntoma, tal vez el último y definitivo, de la verdadera enfermedad que, lenta y silenciosamente, mata a la democracia; porque se ha de saber que las democracias no mueren, a las democracias se las mata.

            La enfermedad que mata a la democracia es una enfermedad genética y congénita, es decir, que se encuentra desde el origen en el propio cuerpo del régimen democrático y puede, dependiendo de las condiciones ambientales del entorno, no desarrollarse jamás o desarrollarse en unas sociedades antes que en otras.  Esta enfermedad pasa por al menos cuatro fases, siendo las dos primeras latentes, es decir la enfermedad está pero no genera síntoma alguno o no genera síntomas masivamente molestos al limitarse prácticamente a la filosofía que inspira a las estructuras e instituciones políticas; mientras que las dos últimas fases son visibles y evidentes generando numerosos y variados síntomas cada vez más graves y molestos al infectar y transferirse el mal a la propia sociedad.

            La primera fase es el gen intrínseco y anómalo provocador de la enfermedad y que puede o no irse desarrollando. Es la fase de "la contradicción y la hipocresía" en la que la democracia muestra sutiles contradicciones que se manifiestan en imperceptibles actos de hipocresía. Es el momento en que proclamadas todas las libertades en los grandes textos legales, se las niega o se las recorta en los desarrollos reglamentarios y en el que declaradas todas las igualdades de derecho se las niega fáctica y prácticamente. La contradicción más grave de la democracia radica en que a pesar de la proclamación de que todos pueden ser elegidos para cualquier cargo público en realidad tal posibilidad se reducen drásticamente a determinadas personas o grupos que cuentan con el apoyo de determinados poderes o medios. Si la democracia quedó definida por Lincoln como “El gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo (1), lo cierto es que a ese pueblo se le pide periódicamente que decline su libertad en unos parlamentos sobre los que, una vez constituidos pierde cualquier posibilidad de control y que, por muy electos que sean, no dejan de ser y funcionar como una institución aristocrática entendida en el sentido estricto de ser pocos pero no necesariamente los mejores. En esta primera fase, la inmensa mayoría de la ciudadanía no percibe que exista enfermedad alguna al no detectar las sutiles contradicciones y solo una minoría muy minoritaria, próxima  al poder, se percata de la misma, lo que proporciona a esa minoría una información privilegiada que terminará aprovechando en beneficio propio.

            Esta primera fase se desarrolla posteriormente al agudizarse las contradicciones del régimen político y se pasa a la segunda fase de la enfermedad que es la fase de la "mentira manifiesta", algo más perceptible pero no mayoritaria ni masivamente perceptible. Los poderes públicos niegan y reniegan de sus contradicciones y empiezan a justificarla con sofismas que son mentiras con apariencia de verdad. Es el momento en que desde el poder se asegura que todo va bien cuando la gente percibe que algo va mal, es el momento en que las estadísticas justifican un país ideal que no coincide con el país real, es el momento donde algunos vaticinan como van a desarrollarse peligrosamente los acontecimientos futuros pero se les llama agoreros y se les margina. En esta segunda fase, los ciudadanos y las sociedades no tienen la percepción de que algo esté fallando y mantienen su identificación con los gobernantes y las instituciones pues, a pesar de la igualdad proclamada, el pueblo no ha dejado aún de considerar y creer que existe cierta superioridad natural, intelectual y moral, en los dirigentes elegidos que, de alguna manera, les hace mejores que al pueblo al que dicen representar y hace que éste no les considere tan malos o incompetentes como se dice o parece.

 La tercera fase de la enfermedad muestra ya síntomas externos, visibles y fácilmente perceptibles por la ciudadanía; es la fase de la "corrupción". Las contradicciones y las mentiras han seguido creciendo y se han ido haciendo cada vez más evidentes para la población al tiempo que se hacen públicas y salen a la luz, posiblemente por motivos espurios que tienen su origen en la lucha por el poder de las facciones políticas en liza, casos de enriquecimiento ilícito de dirigentes políticos o de ciertos actos de dudosa moralidad y rectitud legal cometidos por los representantes políticos. En esta fase la enfermedad se trasmite a la sociedad quien pierde la confianza en los propios representantes que elige, lo que supone en sí misma una contradicción en el seno del pueblo pues ¿Por qué continuar votando a aquel en quien ya no se confía? (2). En esta tercera fase, la "corrupción" política e institucional termina siempre saltando e infectando a la sociedad porque es potestad propia de los dirigentes democráticos de un estado influir con su ejemplo, bueno o malo, en la sociedad que los ha elegido; este es el momento en que los dirigentes consideran que "a un pueblo se le gobierna mejor por sus vicios que por sus virtudes" (Napoleón) y actúan en consecuencia fomentando debates superfluos y todo tipo de distracciones. Evidentemente la sociedad, por muy corrupta que sea, jamás lo será tanto como sus dirigentes y su corrupción se limitará a guiarse por un mal entendido "carpe diem" y a decantarse hacia la picaresca que supone el buscar resarcirse, en la medida de lo posible, de las cargas y exacciones que se le exigen desde el poder ocultando por aquí unos pocos miles y sacando por allá algunos cientos.

            Finalmente, la última fase de la enfermedad que termina con la democracia es una fase que se manifiesta clara. públicamente y sin pudor, es la fase de la "pérdida del sentido común" o de la "degeneración". En esta fase los dirigentes políticos pretenden autojustificarse exacerbando los sentimientos de los ciudadanos y apelando a lo más bajo y visceral del ser humano porque con ello obtienen adhesiones inquebrantables a sus respectivas personas, las contradicciones y las mentiras carecen por completo de importancia porque la coherencia y la verdad, simplemente, han dejado de ser importantes y a muy pocos les interesan, lo que ayer estaba mal hoy se considera bueno y viceversa. Los desencuentros políticos, se convierten en tensiones extremas que se transmiten a la sociedad que se bipolariza cada vez más acusadamente en bloques irreconciliables, las instituciones del estado sobre las que recae la obligación elemental de mantener la paz, la legalidad y el sosiego se muestran incapaces de hacerlo porque desertaron de su autoridad y se negaron a estar vigilantes, desde un primer momento, dedicándose a mirar hacia otro lado ante una enfermedad aun asintomática y tolerando lo que en privado o en público consideraban "un mal menor". Y todo ello por no enemistarse con el poder político y financiero con el que compadreaban en secreto guiados por el deseo o "el miedo a perder su puesto" (3) en la estructura del poder.

            En definitiva, lo que mata a la democracia son sus contradicciones internas las cuales le son consustanciales y padece desde su origen y nacimiento así como la incapacidad de los dirigentes políticos de asumirlas mitigando en lo posible sus efectos. Es precisamente esa capacidad o incapacidad de los dirigentes políticos para gestionar las contradicciones, unida a la pronta reacción de las instituciones estatales contra las mentiras de esos dirigentes la que define los parámetros de salud de una democracia impidiendo y/o retrasando el desarrollo de una enfermedad que le es crónica pero con la que puede vivir perfectamente si se la atiende correcta y constantemente.








(1) Frase que forma parte del llamado Discurso de Gettysburg pronunciado por Lincoln el 19 de noviembre de 1963 en el lugar donde se produjo la batalla homónima y donde, se mire por donde se mire, una parte de ese pueblo pisoteo los derechos y libertades de otra parte de ese mismo pueblo.

(2) "Votar tapándose la nariz" lo suelen llamar algunos.

(3) Respuesta atribuida a Hans Frank durante el proceso de Nüremberg cuando fue preguntado el por qué un jurista de su talla había colaborado y cometido los crímenes que se le imputaban.