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miércoles, 22 de mayo de 2019

EL FINAL DE JUEGO DE TRONOS




Tras ocho temporadas  emitidas a lo largo de casi diez años, ha terminado la serie "Juego de Tronos", la cual ha constituido un hito en la historia de la televisión convirtiéndose en un fenómeno social que ha dado lugar a la publicación de diversas tesis y trabajos académicos que la vinculan con una descripción histórica y algo críptica del mundo medieval o con ciertos mensajes filosóficos.  No obstante, la temporada final de la serie no ha estado exenta de polémicas pues los numerosos seguidores de la misma esperaban otro final distinto al que los guionistas y productores han ofrecido al público; polémica en la que ha entrado, como no podía ser de otra manera, cierto miembro del estamento político español que de todo sabe, de todo opina, de todo habla y del que la serie "Juego de Tronos" tenía el dudoso honor de contar entre sus más apasionados fans.

            El final de la serie ha sido el que todos conocen y posiblemente haya defraudado a los que esperaban (el político español entre ellos) un final feliz en el que Jon Nieve y Daenerys se unieran en amoroso matrimonio en un mundo nuevo y feliz entonando la canción "Aquarius" del musical Hair, pero no ha sido así, porque la serie no estaba exenta de contenido político y de cierto realismo y no hay cosa más real en política que la decepción, porque la política, sépanlo todos, decepciona siempre a los honestos.

            "Juego de Tronos" ha sido, sobre todo y ante todo, un televisado manual de sociología y estrategia política, de juego de poder y manipulación social en lo que lo único que verdaderamente está en juego es la culminación de la ambición de unos pequeños seres que tan solo parecen grandes porque son poderosos.

            No pocos han criticado la transformación de Daenerys en una criminal de masas, pero dicha transformación ha sido paulatina y queda justificada con la locura de su antecesor el Rey Aerys II Thargaryen, asesinado por Jaime Lannister mientras ordenaba quemar todo y a todos, pero, sobre todo, encuentra fundamentación en los psicológicamente probados cambios mentales que muchos líderes políticos sufren según van adquiriendo más poder. La libertadora, rompedora de cadenas, se convierte en una tirana que desprecia al pueblo llegando a afirmar, en una escena que recuerda algunas imágenes de "El Triunfo de la Voluntad", que "ha liberado al pueblo de Desembarco del Rey" cuando, simple y llanamente, lo ha exterminado convirtiéndolo en  unas cenizas que no dejan de caer y que recuerdan otra escena, esta vez, de "La Lista de Schindler". Daenerys representa a muchas doctrinas políticas y a muchos políticos que a lo largo de la historia han "querido asaltar los cielos" y acabar con las prisiones para, una vez en el poder, terminar construyendo extensos y numerosos sistemas penitenciarios y convirtiendo sus respectivos países en unos verdaderos infiernos.

            Frente a la tirana que se perfila surgen, en los dos últimos capítulos de la serie, las clásicas teorías sobre el tiranicidio pronunciadas de diversas  formas por Lord Varys y Tyron Lannister, que actúan como verdaderos instigadores y que la final son puestas en práctica por Jon Nieve. Hay que tener en cuenta que el tiranicidio es siempre un acto excepcional realizado por un hombre de fe que no aspira a sacar ningún provecho individual con su realización por lo que es un error grave confundir el tiranicidio con cualquier atentado contra la vida de un Jefe de Estado. El tiranicida considera su acto como un servicio a la colectividad por lo que no se preocupa de asegurarse ninguna vía de escape, alcanzado el objetivo y cumplida la misión autoimpuesta, matar al tirano, salvar la vida o la libertad es prescindible.

 A este respecto, hay que decir que, tras matar a Daenerys, Jon Nieve es juzgado rápidamente por Drogon quien descubre el cadáver de  la "madre de dragones" y, si no es absuelto por tan poderoso juez, al menos es perdonado limitándose a destruir el "Trono de Hierro" y a recoger el cadáver de su amazona para desparecer con él en la infinidad del Mar Angosto.

            Ejecutada la tirana, el juego político no concluye, simplemente se recompone con otros protagonistas. Los que, lejos de buscar el bien común, buscaban saciar sus ambiciones personales en mayor o menor medida lo consiguen siendo la familia Stark la más beneficiada al saciar todas sus aspiraciones colocando a uno de sus miembros en un "Trono de Hierro" reconvertido en un "Trono de Ruedas" y conseguir la independencia del Norte, Tyron Lannister continúa siendo "La Mano" del nuevo rey actuando siempre con gran pragmatismo y alejado de cualquier idealismo. La Monarquía hereditaria es sustituida por una Monarquía electiva, elegida por un pequeño número de notables, jefes de las grandes casas, que de este modo mantienen su influencia y que, si a corto plazo proporciona cierta estabilidad, según se vaya aproximando el momento de la sucesión del proclamado Rey, Bran el Tullido, dará lugar, sin duda alguna, a un nuevo "Juego de Tronos". Establecido un nuevo rey; sin grandes conflictos bélicos a la vista, con la economía saneada al no verse lastrada por las deudas, seguramente por la desaparición física de todos los acreedores, y con una gran tarea de reconstrucción por delante; como si de la vida misma se tratase, la serie refleja como el Consejo Real, presidido por la "Mano del Rey", se enzarza en una discusión sobre si es mejor endeudarse para construir una flota, mejorar las conducciones de agua de la ciudad o... ¡reconstruir los burdeles!.

            "Juego de Tronos" podía haber tenido otro final más heroico, más romántico o más justiciero, pero ha sido fiel a una realidad donde los buenos no siempre ganan y la justicia no siempre resplandece, una realidad donde la honestidad no es recompensada mientras que la ambición individual es habitualmente premiada, una realidad, en definitiva, en la que hay poco espacio para el idealismo generoso.

            Jon Nieve, sobre el que  se descubrió que recaía toda la legitimidad de origen para reclamar el trono, que demostró no ambicionar nunca el poder, ni tener interés personal alguno, que preservó a la humanidad del peligro que representaba el ejército de "los Caminantes Blancos" renunciando generosamente a cuantos derechos pudieran corresponderle, salvó la vida pero fue sacrificado en el juego político recibiendo por toda recompensa el destierro a una "Guardia de la Noche" ya inexistente. Jon Nieve representa todo aquello que es imprescindible en política pero de lo que la política decide siempre prescindir.

            Y así concluyó "Juego de Tronos", con un Jon Nieve acogido entre los "salvajes" que forman "el pueblo libre" y marchando sobre la blanca nieve más allá del Muro  en una escena final que parece un guiño a nuestro Valle Inclán y nos hace recordar la "Sonata de Invierno" cuando el Marqués de Bradomín dice: "yo hallé siempre más bella la majestad caída que sentada en el trono". 

miércoles, 15 de mayo de 2019

CRUCEROS Y OSCURIDADES IMPERIALES


Portaaviones Abraham Lincoln

 El 14 de mayo de 2019, los telediarios abrieron con la sorpresiva noticia, que al día siguiente se reproducía en la primera página de la prensa escrita, de que "el gobierno español había decidido retirar la fragata Méndez Núñez de la flota norteamericana encabezada por el portaaviones Abraham Lincoln" y a partir de ahí comienzan unas justificaciones y unas explicaciones  de lo más absurdas, delirantes y  ofensivas, sobre todo para el pueblo español, al cual la casta política que mangonea en el país continua tratando como a un pobrecito deficiente.

            En primer lugar, la gran pregunta que surge es la siguiente: antes de que saltara la noticia de la retirada de la fragata española de la flota norteamericana ¿Alguien sabia o tenía conocimiento de que había un buque de la Armada Española destinado a una escuadra norteamericana en las proximidades del Mar Arábigo?. Evidentemente, la primera noticia que los ciudadanos españoles hemos tenido de tal cosa ha sido la de la retirada de dicha fragata. Y esta primera pregunta genera, a su vez, una segunda interrogante: ¿Qué es lo qué hacía una unidad naval de la Armada Española incorporada a una escuadra norteamericana?.

            Una de las explicaciones que el gobierno socialista de Pedro Sánchez ha dado de la retirada de la fragata "Méndez Núñez" ha sido por boca de la Ministra de Defensa, Margarita Robles, quien ha dicho que "se ha debido a un cambio de la misión prevista", lo cual genera otra pregunta que es: ¿Cual era la misión prevista?. Según la titular de Defensa, la misión fue pactada hace dos años y consistía en conmemorar el quinto centenario de la primera vuelta al mundo realizada por Juan Sebastián el Cano y Magallanes, pero esta explicación cojea, y mucho, porque como todo el mundo sabe, Estados Unidos tiene un grupo de combate naval integrado por un portaaviones, un crucero lanzamisiles, cuatro destructores y un submarino, que gasta millones de dólares al día en combustible y mantenimiento, para hacer un crucero turístico conmemorativo de la primera vuelta al mundo que bien pudiera haber realizado una escuadra de bergantines o una única unidad naval moderna. De hecho, el mismo estado español, a pesar de la crisis económica, podría haber destinado la fragata "Méndez Núñez" o la "Numancia" (F-83) en solitario a realizar tal travesía conmemorativa, máxime si consideramos que fue el almirante Casto Méndez Núñez quien, en 1867, realizó una vuelta al mundo con la fragata "Numancia", lo que supuso la primera vuelta al mundo realizada por un buque blindado o tipo "ironclad" y que fue literariamente inmortalizada por Pérez Galdós en  uno de sus Episodios Nacionales ("La vuelta al Mundo en la Numancia"). Así pues, la explicación sobre cuál era la misión que desempeñaba la fragata "Méndez Núñez" sigue siendo un misterio o, como mínimo, queda envuelta en una niebla marinera.

            Otra de las explicaciones ofrecida por el Gobierno español, esta vez, a través de su portavoz, Isabel Celaa, pasa de lo increíble a lo esperpéntico ya que ha declarado que el  motivo de la retirada de la fragata "Méndez Núñez" responde a la "cautela y prudencia" del Ejecutivo español ante la "imprevisibilidad" de Trump. Analicemos esto un momento: Según la Ministra de Defensa la misión se pactó hace dos años, como Donald Trump es presidente de los Estados Unidos desde el 20 de enero de 2017 resulta evidente que dicha misión ya se acordó siendo Trump presidente, así pues, las distintas instituciones del estado español, no solo el gobierno, sino todas las instituciones del estado, ¿No detectaron en el presidente estadounidense esa peligrosa imprevisibilidad cuando se pactó la oscura misión?. Que un aliado califique a otro de "imprevisible" no es que resulte muy poco adecuado y correcto en el mundo diplomático sino que además genera otra cuestión que es ¿Por qué el estado español tiene y conserva esos aliados "imprevisibles"?. Hay muchos motivos para firmar una alianza, tantos como para no firmarla, pero cuando un estado suscribe una alianza es porque aspira a qué exista un "quid pro quo" y si el aliado resulta inestable, inseguro, "imprevisible" o le supone una grave carga, no solo ha de desvincularse de tal aliado sino que previamente ha de deshacerse de los políticos y de las instituciones que le llevaron a suscribir dicha alianza, la cual algún responsable político ha de tener (1), y emprender un cambio en las directrices de la política exterior.

Fragata "Numancia" primer buque blindado en dar la vuelta al mundo en 1867
 Por último y para aumentar la confusión y las contradicciones, el Gobierno amplia su catálogo de justificaciones y explicaciones de la retirada de la fragata "Méndez Núñez" alegando "decisiones técnicas pero no políticas", es decir, decisiones exclusivamente militares y no políticas. Una cuestión técnica que obligue a  separarse una unidad naval de la escuadra de la que forma parte solo puede ser una avería que la imponga ir a puerto a realizar reparaciones, cosa que no parece ser el caso, por tanto no ha podido existir esa alegada decisión técnica. Por otro lado, tampoco puede ser una decisión militar porque el envío o la retirada de una unidad naval desplazada a miles de quilómetros de su base, integrada o no en una fuerza internacional, no la puede tomar por su cuenta y riesgo el comandante de dicha unidad, el cual habrá obedecido las órdenes emitidas por el Estado Mayor de la Armada, el cual, a su vez, habrá planificado la misión de despliegue y repliegue, conforme a su mejor saber y entender, cumpliendo en todo momento las decisiones del gobierno que son, por definición, decisiones políticas y es que, a diferencia de las decisiones tácticas, todas  las decisiones estratégicas obedecen a decisiones políticas porque es la política quien define al enemigo. De hecho, si la fragata en cuestión estuviera integrada en la flota norteamericana desarrollando una misión de "pasear la bandera" y el mando de esa escuadra, que desde luego es seguro que nunca lo ha desempeñado el comandante de la "Méndez Núñez", se ve obligado, por las razones que sean,  a cambiar esa misión por una misión de combate; la decisión de aceptar o no esa nueva situación siempre dependerá de una decisión puramente política, no militar.

¿Que es ese jaleo?. Es el banquete de la Victoria. ¿De la victoria, ah, vaya, serán paisanos
 En definitiva, parece ser que el gobierno español, poseído por reminiscencias imperiales, decidió que una unidad naval de la Armada Española, con un desconocido coste económico a pagar por los contribuyentes, hiciera un crucero turístico-conmemorativo por los siete mares integrado en una escuadra norteamericana y, ahora, ha decidido suspender dicho crucero dando unas oscuras y absurdas explicaciones de las que solo se pueden extraer las siguientes conclusiones:

            1ª. Hubo un despliegue de una unidad naval a miles de quilómetros de sus bases sin que el pueblo español tuviera el más mínimo conocimiento de ello ni de la misión que iba a desempeñar.

            2º. Se decidió que esa unidad naval se integrase en una escuadra norteamericana sin saberse el motivo real de dicha integración.

            3º. Se decidió retirar esa unidad naval de la escuadra norteamericana en la que estaba integrada sin saberse si es por la imprevisibilidad y volubilidad de nuestro aliado, por modificación de la misión (que no se sabe cuál era) asignada a la escuadra de la que formaba parte, o porque ha tenido una avería y debía ser sometida a reparaciones en puerto.

            4º. El gobierno moviliza tropas, las despliega sobre el terreno y las repliega a su antojo y capricho sin justificación aparente y como si estuviera en un saloncito jugando al Risk y los militares parecen encantados de tal cosa sin ser conscientes de que algunos ya empezamos a considerar que la revista "¡Cut-Cut!" tenía toda la razón y a pensar que en España existe un ejército exclusivamente para que determinados apellidos puedan portar charreteras y una Armada para que otros determinados apellidos puedan vestir de marineritos más allá de la Primera Comunión.

            No obstante, hay una cosa que debemos tener claro. Todo este proceder del gobierno español ha supuesto un gravísimo golpe a la escuadra norteamericana que ha visto mermada notablemente su capacidad militar con la retirada de la fragata española, llegando a tal extremo que altos mandos de la Armada Norteamericana  han confirmado oficiosamente a quien esto escribe que no encajaban un golpe tan duro de la Armada Española desde la batalla de Santiago de Cuba en 1898, donde al parecer las fuerzas navales españolas les ocasionaron graves perjuicios económicos en concepto de proyectiles disparados.













(1) Como ejemplo podría citarse el caso italiano, que en 1943 expulsó del gobierno a Mussolini y al Partido Nacional Fascista por haberse aliado con el "imprevisible" Fhürer alemán.

lunes, 13 de mayo de 2019

VILEZAS POLÍTICAS



 Siempre se ha dicho que la política no es una actividad limpia ni inmaculada, aunque siempre se han guardado algunas formas con la intención de hacer creer a los ciudadanos lo contrario, pero tras las pasadas elecciones del 28 de abril los distintos miembros del estamento político parecen haber olvidado la regla de oro de la política democrática que no es otra que "si eres deshonesto, al menos que no se te note".

            No ha sido necesario que transcurriera mucho tiempo para que se descubriera la vacuidad de los discursos políticos, especialmente los que más ilusión y esperanza habían despertado entre el pueblo llano. Pasadas las elecciones, las promesas electorales se han tornado en simples mentiras, los amigos y aliados se mudaron en enemigos y las promesas de compromisos leales se volvieron puñaladas por la espalda.

            Así por ejemplo, los líderes del Partido Popular que tan solo hace veinte días ofrecían formar parte del gobierno a VOX y que hace menos de un año se mantenían en el poder gracias al apoyo de "Ciudadanos" han tardado el tiempo justo que se tarda en comprobar la sangría de votos que se les ha ido a estas formaciones políticas para calificar a VOX de ultraderecha y a "Ciudadanos" de socialdemócratas. Ahora bien, ¿Olvida el señor Pablo Casado que el Partido Popular ha formado gobierno en Andalucía junto a los socialdemócratas de "Ciudadanos" gracias al apoyo de la "ultraderechista "VOX? ¿Va ser coherente el Partido Popular con las manifestaciones de su líder y romperá en Andalucía con los "socialdemócratas" de "Ciudadanos" y desoirá todas las extravagancias que la ultraderechista VOX le impuso a cambio de su apoyo a la investidura de Juan Manuel Moreno Bonilla como Presidente de la Junta de Andalucía?.

            Otro caso similar es el de la emergente VOX, partido constituido a finales de 2013 a partir de un grupo de veteranos militantes del Partido Popular que al verse marginados en el seno del mismo decidieron crear otra formación política que, por tales características fundacionales, solo puede ser considerada como una escisión del Partido Popular. ¿Cuáles han sido los ejes exclusivos sobre el que ha girado el discurso de VOX en las campañas electorales a las que ha concurrido desde su fundación?  pues un anti-izquierdismo infantil, un españolismo folklórico y más vacio que la provincia de Teruel y una inexistente diferenciación con la llamada "derechita cobarde". Estos ejes discursivos de VOX deberían explicarse, si es que tienen explicación, porque ¿Es consciente el caudillo de VOX, Santiago Abascal, que él mismo procede de esa "derechita cobarde" si por tal entendemos, y me temo que no hay otra posibilidad, al Partido Popular? ¿Son conscientes los líderes de VOX que en cuanto han podido han entregado sus votos y su apoyo a esa "derechita cobarde"?

            Por su parte "Ciudadanos" ya resulta incalificable o difícil de calificar dado sus bailes políticos con todas las parejas, hasta el extremo que, en algunos mentideros políticos, se suelen referir a la formación que dirige Albert Rivera como "la Yenka", esa popular canción de los años sesenta cuyo estribillo rezaba: “izquierda, izquierda, derecha, derecha, adelante., atrás, un, dos, tres,…”. Y es que "Ciudadanos" es una formación política de un camaleonismo sin igual, capaz de entenderse con unos en unas instituciones y con los contrarios en otras instituciones, es decir no tiene complejos ni siente vergüenza en entenderse con cualquiera, incluso con la denostada "ultraderecha" que representa VOX en Andalucía, cuyos votos para sacar algunas leyes o para formar el gobierno autonómico junto con el Partido Popular no ha despreciado para nada.

 Hemos aludido a los tres partidos que conforman la denominada "derecha" política, pero la llamada "izquierda" no está exenta de  portar esta misma moral y estos mismos valores éticos comunes en toda la casta política hispánica.

            El Partido Socialista Obrero Español, no ha dudado en utilizar el gobierno para hacer política puramente electoralista, pero ahora, cuando parece que en la Unión Europea se han disparado las alarmas por el endeudamiento y el déficit público español veremos si no tiene que desandar el camino andado y volver a la política de recortes que ya desarrollo con el último gobierno de Rodríguez Zapatero. Para ello no va a dudar en entenderse con "Ciudadanos", tal y como le piden los jerarcas de la oligarquía española, entre otras muchas cosas porque el famoso temita de "la mochila austriaca" resulta muy atractivo para abaratar el despido. Curiosamente, los militantes socialistas concentrados el 28 de abril ante su sede central sita en la madrileña calle Ferraz al enterarse de los resultados electorales coreaban "con Rivera no, con Rivera, no", en un acto que demostraba sobre todo férrea confianza  y fe, sea entendido esto con ironía, en lo que habían votado y en su líder Pedro Sánchez. Al fin y al cabo, ya en el 2016, Pedro Sánchez intentó pactar un gobierno con "Ciudadanos" pero tal pacto no cuajó por los celos de PODEMOS y por el hábil cortejo del Partido Popular, que terminó llevándose al bello Albert al lecho nupcial. Pero.... señor Sánchez ¿No habíamos quedado en que "Ciudadanos" era un triunviro del "Trifachito"?. En definitiva que entre faisanes y otros manjares, del PSOE, de entrada, no; no se puede uno fiar mucho ni poco.

            Por último, queda por ver y analizar el comportamiento de PODEMOS. La formación que venía a regenerar la vida política española, a representar a los de abajo frente a los de arriba y a enfrentarse a la corrupción y al bipartidismo para "empoderar" a la gente, resulta que le ha bastado tener 42 diputados en el Congreso de los Diputados, 29 menos que en las elecciones de 2016, para reclamar al Partido Socialista Obrero Español, entrar en el gobierno que pueda formarse. Aquí lo importante no es señalar el hecho objetivo de que, si con 71 diputados en 2016 y en 2018, PODEMOS no entró en el gobierno socialista de un Pedro Sánchez que solo contaba con 85 diputados del PSOE en el Congreso, en base a que ciencia, conocimiento o secreto arcano, Pablo Iglesias cree que en esta legislatura podrá entrar en el Gobierno de Pedro Sánchez cuando Sánchez cuenta con 123 escaño y PODEMOS solo con 42. Aquí lo importante es otra cosa, es la filosofía y la metafísica que hay detrás del deseo de PODEMOS de tener ministros en un hipotético gobierno del PSOE.  Pero señor Iglesias, en qué quedamos ¿El PSOE no era un partido de los de la casta?. Evidentemente, no vamos a referirnos a cuestiones más lejanas en el tiempo pero si el Partido Popular es el Partido de la Gürtel, el PSOE es el partido de los EREs en Andalucía así pues, ¿Dónde queda la virginidad inmaculada de PODEMOS y su lucha contra la corrupción y por la regeneración democrática?. Pablo Iglesias se está descubriendo en campaña electoral como el enanito gruñón del cuento, que siempre gruñe, se enfada, se enfurruña y nada le vale para, pasadas las elecciones, centrarse en lo que empieza a ser una monomanía: la de querer ser ministro. Ya se le manifestó en 2016 y ahora se le vuelve a manifestar.

            Si para muestra sirve un botón, en la política española hay muchos botones entre los que elegir, pero todos tienen un punto en común como queda demostrado con la argumentación anterior. Los distintos grupos políticos que conforman la casta política, carecen de coherencia y  honestidad, no dudarán en pactar con el diablo con tal de alcanzar la única finalidad que tienen clara: el poder o, al menos, una parcela de poder. Que nadie se llame a engaño, a ningún miembro de la casta política española le mueve el espíritu de servicio público ni el deseo de servir al bien común, solo le mueve el ansia de poder y su permanencia en el mismo. Acaso, ¿Alguien puede afirmar, después de haber observado el comportamiento de los distintos representantes políticos tras las pasadas elecciones de abril, que no se ha caído en manifestaciones y actos solo encuadrables en la más manifiesta vileza política? ¿Todavía se puede depositar un voto de confianza en este estamento político que parece despreciar al pueblo y a su inteligencia?.