Páginas

jueves, 1 de enero de 2009

¿CARLISTAS EN EL EJÉRCITO CONFEDERADO?

Hace unos años, una publicación vinculada a la más rancia derecha española publicaba un extenso artículo pseudo científico acerca de un acontecimiento, que de haber sido cierto, sería importantísimo y altamente desconocido como fue la participación de gran número de exiliados carlistas en la guerra de secesión norteamericana en apoyo al bando confederado.

El mencionado artículo que ha creado escuela y se ha reproducido en numerosas publicaciones y páginas de internet constituye una aberración carente de todo argumento científico y documentación al respecto, afirmando que el número de carlistas integrantes del Confederate Army llegó a ser de siete u ocho mil hombres, llegando a constituir unidades propias y que incluso, el origen del diseño de la bandera de guerra confederada es de inspiración carlista.

No se puede negar que el exilio carlista fue grande tras la derrota en la guerra de los siete años y en la de los Matiners, pero de ahí a afirmar que hubiera ocho mil exiliados carlistas incorporados al ejército confederado hay un abismo y resulta una exageración que contradice hechos históricos altamente comprobados y documentados.

En primer lugar, y como no podía ser de otra forma, parece ser que los siete u ocho mil carlistas que se integran en el ejército confederado son en su mayoría vasco-navarros contradiciendo la verdad estadística de que la casi totalidad de la emigración vasca hacia Norteamérica se concentró en el estado norteño de Ohio (Siendo por cierto la ciudad de “Toledo”, la que mayor número de vascos o de descendientes de vascos tiene en todo Estados Unidos). Asimismo se ignora o se pretende ignorar que el exilio carlista tras las tres guerras civiles del Siglo XIX se dirige principalmente a Sudamérica, seguramente por la cuestión del idioma, hecho éste que queda reflejado en las “Memorias de Garibaldi” que menciona la presencia de carlistas en el sitio de Montevideo y también a Francia, de donde muchos partirían hacia Argel, instalándose en las proximidades de Orán, donde la presencia de exiliados carlistas en particular y de españoles en general favoreció la aparición de un dialecto local, el Oraní, que aún hoy en día se puede oír hablar en Argelia.

Igualmente esta documentada la presencia de gran número de exiliados carlistas en Nápoles, donde incluso lucharían contra la invasión garibaldina del Reino de las Dos Sicilias estando acreditada la presencia del propio General Tristany en la Batalla del Volturno.

Si bien es posible que algún exiliado carlista, a título individual, hubiera luchado al lado de los Estados del Sur durante la guerra civil norteamericana, es improbable que dicha participación hubiera sido relevante. Prueba de ello es la total ausencia de documentación al respecto en los archivos norteamericanos que por otra parte sí que reflejan la ayuda de la Gran Bretaña y Francia a la Confederación e incluso el alistamiento tanto en el ejército del Sur como en el del Norte de unidades íntegramente formadas por irlandeses.

Asimismo, considerando las inmensas oportunidades que abre una contienda bélica para antiguos combatientes que han tenido que abandonar su país, así como la inmensa proliferación de conflictos armados que tenían lugar en el mundo coetaneamente al desarrollo de la Guerra de Secesión Norteamericana es muy dudoso que los exiliados carlistas que se batieron en España y que hacían gala de un gran catolicismo fueran a combatir en un ejército de inspiración protestante que en mayor o menor medida justificaba una institución tan infame como la esclavitud, intelectualmente fundamentada en el protestantismo anglosajón y que, hacía menos de quince años, había provocado con el maltrato generalizado a los soldados de religión católica la deserción en masa de éstos y su paso al enemigo durante la guerra Mejicano-Norteamericana (Caso del llamado “Batallón San Patricio).

Otra de las fábulas sostenidas por el aberrante artículo es la supuesta inspiración de la bandera de combate confederada en la bandera carlista de las Aspas de Borgoña. Si bien es cierto que la bandera confederada contiene además de las estrellas una Cruz de San Andrés, no es menos cierto que la bandera carlista de las Aspas de Borgoña (que no Cruz de San Andrés) es relativamente reciente ya que fue adoptada por el Requeté en los años treinta del siglo pasado tras un concurso de diseño fomentado entre la militancia carlista para dotar a la organización del Requeté de un emblema y de una bandera, por lo que resulta que la bandera de batalla de la confederación es setenta años anterior a la bandera carlista de las Aspas de Borgoña.

Para concluir, hay que decir que llama la atención que en el artículo se mencione a un supuesto carlista apellidado Echegaray que alcanza el grado de general confederado y que no figura en la lista de altos oficiales del ejército de la Confederación al igual que tampoco aparece documentada la existencia de la batalla de Malvern Hill donde según el articulillo de marras tuvieron una intervención heroica y decisiva los ocho mil carlistas alistados en el ejército confederado, todo ello sin olvidar el hecho numéricamente irrefutable de que, cuando Lee se rinde en Apomatox, el 9 de Abril de 1865, el ejército del Norte de Virginia solo tenía ocho mil hombres, con lo cual o todos ellos o una mayoría abrumadora deberían ser ex combatientes de las guerras carlistas o los ocho mil carlistas de la fama se debieron disolver como un terrón de azúcar en el agua.

Parece ser que el artículo “Carlistas en apoyo de la Confederación” que tanto se ha difundido, debe ser obra de algún indocumentado más interesado en vincular al Carlismo con la extrema derecha norteamericana o con los Ángeles del Infierno, los cuales por cierto utilizan una variante de la famosa bandera pirata de Cabrera, que en hacer un trabajo histórico serio y riguroso pues no me cabe la más mínima duda que habría más excombatientes carlistas en las Legiones Belga y Austriaca que en la primera mitad de la década de los años sesenta del Siglo XIX luchaban en Méjico a favor de Maximiliano I que en todo el Ejército de la Confederación y de la Unión juntos, todo ello sin entrar a considerar la actuación que, para con España, tuvieron muchos generales y altos oficiales de la Confederación durante la guerra Hispano-Norteamericana de 1898.

5 comentarios:

  1. Es de chiste,sí, pero a estas alturas (15-1-09) aún hay gente que pica con lo del general Echegaray en Malvern Hill y demás zarandajas. Muy crédula tiene que ser la gente y muy mal tiene que andar de conocimientos históricos para que todavía haya por ahí alguna persona que otra que da por buena la inocentada de Caixal en los foros de Internet. Un tal "Caballo Loco" ha enviado no hace mucho un "corta y pega" basado en el "artículo" de Caixal a un foro de "El País", me parece que con el título de "Dixie, el carlismo y los nacionalismos". ¡Y se lo han publicado! En un foro de Pío Moa otro tío menciona emocionado lo del heroico (e inexistente) general confederado carlista Echegaray. Hasta recuerdo vagamente que un columnista de la edición vasca de "El País" usó hace un par de años para un artículo de opinión la historieta de los imaginarios carlistas -en este caso sólo vascos- en "Dixieland" en 1861-1865...Lo más alucinante, por si la inocentada de Caixal no fuese en sí misma inverosímil hasta decir basta, es que vale con dedicar un minuto a buscar datos en Internet para deducir que todo es una gamberrada del tal Caixal. Un Saludo.

    ResponderEliminar
  2. Soy el de antes. Sí hubo una batalla de Malvern Hill (también conocida como de Poindexter's Farm), concretamente en julio de 1862, con la guerra casi empezada.

    ResponderEliminar
  3. Efectivamente... la batalla de Poindexter's Farm o Malvern Hill existió, pero más bien fue una acción menor o una fracción de la batalla de "Los siete Días", Algo así como fue "Quattre Bras" lo fue para "Watterloo".
    En la Batalla de los Siete Días combatió la totalidad del Ejército del Norte de Virginia comandado por Lee, resultando que los altos jefes confederados en dicha batalla estarían presentes un año después en Gettysburg, no constando entre ellos ningún general Echegaray. Para más infomación visitar Wikipedia: http://en.wikipedia.org/wiki/Battle_of_Malvern_Hill.
    Salud y Amistad

    ResponderEliminar
  4. Dato irónico: hubo un militar de la Legión Argelina (futura Legión Extranjera Francesa), me parece que de origen alemán, que combatió en España contra los carlistas en la guerra de 1833-1840 y que en la guerra de Secesión de 1861-1865 sería...¡general confederado! Un tal Buchel o algo así.

    ResponderEliminar
  5. Un británico, voluntario en el ejército Carlista de Carlos V de apellido Henninsen y autor de una conocida biografía de Zumalacarregui, combatió como oficial del ejército confederado.

    De todas formas, en todas las guerras hay y ha habido mucho aventurero y mucho "Señor de la Guerra".

    Salud y Amistad

    ResponderEliminar