El escritor francés Jules Gabriel Verne, conocido en los países de habla hispana como Julio Verne, sin duda debe su fama literaria por ser, junto al británico H.G. Wells, uno de los principales precursores de la literatura de Ciencia Ficción con novelas como “Veinte mil Leguas de Viaje Submarino”, “Robur el Conquistador”, “Viaje al Centro de la Tierra” y otras muchas más (hasta un total de cincuenta y cuatro obras publicadas durante su vida) agrupadas bajo el epígrafe genérico de “Viajes Extraordinarios”.
No obstante, si bien es cierto que en la producción novelística de Julio Verne priman las novelas de viajes, aventuras, ciencia y tecnología no es menos cierto que también cultivó, aunque con mucha menos intensidad, el género de la novela histórica sobre todo mediante narraciones cortas clasificadas como “Cuentos” y que están integrados por unas veinte obras entre las que se encuentran “Los Amotinados de la Bounty”, “El Sitio de Roma” y, la que ahora nos ocupa, “El Conde de Chanteleine”.
“El Conde de Chanteleine”, que lleva el subtitulo de “Un Episodio de la Revolución”, es una narración breve y entretenida en la que la historia de la Guerra de la Vendee sirve más que de trasfondo a unos personajes cuyas peripecias parecen más una justificación del autor para hilar la narración que el objeto de la misma, pareciendo ser su verdadera intención narrar los hechos objetivos de aquella “guerra de gigantes” como sería calificada por Napoleón.
El protagonista principal del cuento es el Conde de Chanteleine, aristócrata bretón que tras los excesos de la Revolución, abandona la comodidad de su hogar para unirse al Ejército Católico y Real que se ha levantado en Vendee y Bretaña contra la Convención Francesa. Tras sufrir una grave derrota, el Conde de Chanteleine, acompañado de su fiel servidor Kerman, abandona la lucha para ir a socorrer a su esposa e hija, las cuales son víctimas de la envidia vengativa de un antiguo servidor del conde llamado Kerval. Al llegar a su hogar el protagonista descubre que su esposa ha muerto asesinada y que su hija esta presa en espera de ser guillotinada y a partir de ahí se inicia una serie de relaciones con otros personajes que concluirá con un final totalmente inesperado.
Lo novedoso de este cuento, en comparación con otras narraciones clásicas sobre la Revolución Francesa como “Los Chouanes” de Balzac o “Noventa y Tres” de Victor Hugo, es que el autor, Julio Verne, toma partido claramente a favor de la causa monárquica y en contra de la Revolución describiendo con crudeza los actos de violencia y represalia cometidos por las Columnas Infernales enviadas a Vendee y Bretaña por los revolucionarios y enumerando con exactitud los medios de represión utilizados por éstos como la tala indiscriminada de bosques, la destrucción de molinos y la utilización de barcos con válvulas pensados para la ejecución masiva de prisioneros por medio de su ahogamiento en los ríos, llegando incluso a sugerirse que el Gobierno de la Convención habría pensado en utilizar la fumigación tóxica de estos dos territorios franceses en lo que habría sido la primera utilización de armas de destrucción masiva en una guerra. Igualmente Julio Verne dedica una parte importante de “El Conde de Chanteleine” a describir la situación de la Iglesia Católica durante el periodo revolucionario y las duras circunstancias en las que el clero no juramentado se veía obligado a impartir los sacramentos llegando a reproducir textualmente en este cuento el contenido de la Ley de Sospechosos por la cual pasaban a estar bajo sospecha:
“1º. Todos aquellos que, ya sea por su conducta, ya por sus relaciones, ya por sus palabras o ya por sus escritos, se hayan mostrado partidarios de la tiranía (hay que entenderse de la monarquía), del federalismo y enemigos de la libertad.
2º. Aquellos que no puedan justificar su manera de vivir o sus derechos cívicos.
3º. Aquellos a quienes se les haya negado el certificado de civismo.
4º. Los funcionarios públicos que hayan sido destituídos de sus empleos, o suspendidos de sus funciones.
5º. Aquellos exnobles, así como los maridos, mujeres, madres, hijos e hijas, hermanos o hermanas y agentes o emisarios de emigrados que no hayan manifestado constantemente su adhesión a la Revolución”.
“El Conde de Chanteleine” no ha sido editado en España desde hace muchos años, existiendo una edición adaptada por la editorial Bruguer para la colección “Joyas Literarias Juveniles”. Aún así, esta obra de Julio Verne puede leerse en la dirección http://www.geocities.com/conde_chanteleine/chanteleine1.htm en una muy buena edición a cargo de don Cristian Tello.
Julio Verne, nació en Nantes (Francia) el 8 de Febrero de 1828 y falleció en Amiens (Francia) el 24 de Marzo de 1905, siendo muchas de sus obras premonitorias de lo que hoy son usuales medios técnicos y conocidos descubrimientos científicos.
Geocities ya no existe, de modo que no puede accederse al texto mencionado.
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