Hace unos días los Medios de Comunicación dieron la noticia de que la alcaldesa de Córdoba perteneciente a la coalición Izquierda Unida, doña Rosa Aguilar, había sido fichada por el nuevo presidente autonómico de Andalucía, don José Antonio Griñan, para hacerse cargo de la Consejería de Obras Públicas y Transportes, presentando dicha noticia como una enorme sorpresa informativa.
No obstante tal pretendida sorpresa no lo es tanto ya que es de casi todos conocido el hecho de que los grandes partidos mayoritarios, Partido Popular y Partido Socialista Obrero Español, tienen en las formaciones minoritarias e incluso en los grupos políticos extraparlamentarios una especie de “ojeadores” cuya misión es descubrir personas que despunten y tengan ciertas capacidades para incorporarlas, con el tiempo, a sus respectivos partidos. De este modo, los partidos minoritarios e incluso extraparlamentarios, actúan como escuelas de formación política donde se forjan futuros líderes de los partidos mayoritarios en los duros campos de la lucha política clásica donde la imaginación y la pura voluntad suple la ausencia de medios materiales.
La forma de captación de estas personas resulta de lo más clásico y elemental. A unas (a las más honradas aunque algo ingenuas) se las tienta con el posibilismo, haciéndolas creer que es imposible que sus postulados políticos lleguen íntegramente al poder siendo factible la realización de gran parte de los mismos si se renuncia a una porción de ellos, y a otras se las atrae jugando con las pasiones humanas tales como la ambición personal, el cansancio, el deseo de reconocimiento, etc… haciéndolas creer que el valor que tienen debe ser más reconocido o ponerlo en ejercicio en cargos más elevados que aquellos a los que pueden aspirar militando en formaciones políticas minoritarias.
El caso de Rosa Aguilar no debe llamarnos la atención ni escandalizarnos pues no es ni nuevo ni sorpresivo en la táctica política del PSOE que ya años atrás captó para sus filas y ministerios a antiguos líderes comunistas o de Izquierda Unida como Jorge Semprún, Enrique Curiel o Jordi Solé Tura, ignorando si también ha captado a otros líderes más desconocidos y situados aún más a la izquierda. La verdadera enseñanza que los ciudadanos debemos sacar de esta sorpresa relativa es que estamos ante un nuevo indicio que deja al descubierto la existencia, en el seno de nuestra clase política dirigente, de personajes que más que servir a unas ideas se sirven o se terminan sirviendo de ellas y si eso ocurre con las ideas que en algún momento afirmaron amar y defender ¿No estarán también dispuestos a servirse de los pueblos a quienes dicen servir?
Muy bueno este post, pero le falta algo porque parece que el PSOE se dedica a vaciar de lideres a otros partidos y en cambio deja usted de rositas al Partido Popular.
ResponderEliminarEstimado amigo, agradezco su comentario y paso a explicarle.
ResponderEliminarEn realidad el Partido Popular, desde que en 1982 absorviera todo el voto de la extrema derecha llevádola a su extinción no tiene de donde sacar nuevos fichajes porque los arroyos que fluyen a su derecha tienen muy poco caudal y además tienen el pescado extremadamente contaminado.
No obstante, es muy posible que el nuevo partido de doña Rosa Díez, se convierta a medio plazo en el caladero particular del Partido Popular.
Un fuerte abrazo