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lunes, 24 de mayo de 2010

LAS MEDIDAS CONTRA LA CRISIS ECONÓMICA


Tras unos años en los que el gobierno socialista ha realizado una política expansiva en materia presuntamente social que dio lugar a dos medidas “estrella” cuales fueron la “Ley de Dependencia” y el “Cheque Bebé”, la realidad económica y política de nuestro país se ha impuesto haciéndole retroceder y anunciando, hace algo más de una semana, unas gravísimas medidas económicas que suponen importantes recortes sociales establecidos y consolidados en nuestro país desde hace décadas tales como son la garantía del poder adquisitivo tanto de pensionistas como de trabajadores, aunque estos sean públicos.


Lo grave de estas medidas no es la desaparición del “Cheque Bebé” ni los recortes en “La Ley de Dependencia” porque la situación de nuestro país, al tiempo de implantarse estas medidas, hacían previsible que fueran concebidas más como una nueva subvención temporal que como el establecimiento de un Derecho; sino que tales medidas económicas, junto con la subida del Impuesto del Valor Añadido a partir del próximo 1 de Julio del 2010, afectan al bienestar general de los ciudadanos al reducirse los salarios de los funcionarios y al congelarse las pensiones suponiendo una importante pérdida del poder adquisitivo al subir, al mismo tiempo, los precios por incidencia del incremento del IVA.


Es evidente que la crisis económica que padecemos es la más grave que hemos padecido en los últimos cincuenta años y que exige medidas valientes y duras, pero antes de afectar al bienestar de los ciudadanos y a la estabilidad económica de las familias se podrían y se deberían haber adoptados otras que, muy probablemente, hicieran innecesario tomar las que afectan directamente a las economías domésticas de toda la población.


Estas medidas anunciadas por el Presidente del Gobierno, que probablemente cualquier fuerza política del actual arco parlamentario habría tomado sin pestañear aunque el próximo Jueves, por mero oportunismo político, voten en contra de las mismas; responden a una filosofía errática cual es parar el golpe que anunciaba la inmediata quiebra económica del Estado salvando mediante parches el presente sin garantizar el futuro, repercutir las consecuencias de la crisis en la generalidad de la población y no encarar valientemente las reformas estructurales necesarias.


Se podían haber tomado infinidad de medidas antes de tocar un solo céntimo de los trabajadores públicos o de los pensionistas si no hubiera primado el interés político sobre el social y el principal deseo de salvar el “Status Quo” del actual régimen político-económico. Así entre las medias que se deberían haber tomado y que ni siquiera se han considerado tomar estarían las siguientes:


MEDIDAS INMEDIATAS. Entre otras:


1º. Reducción del Salario de Cargos Políticos electos y de Cargos Públicos de libre designación en un cincuenta por ciento. Evidentemente cuando hay cargos públicos que cobran veinte mil euros al mes, la reducción de un quince por ciento propuesto por el actual gobierno resulta hilarante más que irrisoria.


2º. Prohibición a los Cargos Políticos Electos y a los Altos Cargos de libre designación de percibir más de un sueldo público. Si han de formar parte de Consejos de Administración de alguna empresa pública los emolumentos por ello deberán estar comprendidos en el salario que cobran por ser cargos políticos electos o de libre designación.


3º. Eliminación de todas las subvenciones a Partidos Políticos y Sindicatos, los cuales deberán financiarse exclusivamente con las cuotas de sus afiliados.


4º. Eliminación de todas las subvenciones a Organizaciones No Gubernamentales que presten los mismos servicios que ya prestan las Instituciones públicas, tales como asistencia jurídica gratuita así como la supresión de las subvenciones a asociaciones privadas como la SGAE que en cualquier caso deberán financiarse con las aportaciones privadas de sus socios y patrocinadores.


5º. Eliminación de la seguridad privada en los edificios públicos, los cuales deberán ser protegidos por miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado.


6º. Reestablecimiento del Impuesto sobre el Patrimonio.


7º. Gravar linealmente con un euro cada cajetilla de tabaco. Considerando que hay países de la Unión Europea como Irlanda que, entre las medidas anti-tabaco, han establecido el precio único por cajetilla de nueve euros, tal impuesto no supondría una subida desmesurada de un producto sobre el que, por otra parte, existe un interés público en que se deje de consumir.


8º. Creación de un impuesto que grave las Entidades de Inversión Colectiva Inmobiliarias.


9º. Congelación del Impuesto Sobre el Valor Añadido (IVA), no procediendo a su subida el próximo primero de Julio.


10º. Eliminación de Empresas Públicas deficitarias tales como la Sociedad Pública del Alquiler y de Ministerios superfluos como el Ministerio de la Igualdad.


11º. Supresión de las ediciones de libros y publicaciones de todos los Ministerios.


12º. Reducción de la propaganda institucional y de las suscripciones oficiales a publicaciones privadas eliminando también las subvenciones públicas que reciben las publicaciones periódicas.

A) MEDIDAS A MEDIO Y LARGO PLAZO. Entre otras:

1º. Reforma general del Estado a fin de convertirlo en un estado federal con una hacienda federal y federada, donde existan impuestos estatales establecidos por cada estado a fin de financiarse internamente e impuestos federales intransferibles y no compartibles que sirvan para garantizar los servicios generales de toda la comunidad federal y para corregir posibles desigualdades.

2º. Reforma general de la Administración tendente a ganar eficacia y reducirla en personal.

3º. Prohibición, recogida en el propio texto constitucional, del envío de tropas españolas a cualquier lugar fuera de nuestras fronteras.

4º. Creación de una banca pública e intervención directa del estado en sectores estratégicos que jamás han de quedar en manos privadas.

5º. Relectura de los Tratados de la Unión Europea que limitan nuestra economía al sector servicios impidiéndonos tener un sector industrial y agropecuario adecuado.

6º. Desarrollo de una política de reindustrialización que nos permita tener un sector industrial competitivo e independiente de las decisiones de los Consejos de Administración de las grandes multinacionales extranjeras.

7º. Fomento y desarrollo del sector agropecuario.

8º. Planteamiento y desarrollo de un plan energético nacional que nos evite ser energéticamente dependiente.

9º. Fomento y desarrollo del comercio exterior

10º. Fomento de la investigación científica, técnica e industrial que nos permita desarrollar patentes de producción.

11º. Reconducción de ayudas sociales a la natalidad y a la dependencia a través de la modificación del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.

Tan solo con las primeras medidas se sanearían las cuentas públicas sin graves perjuicios a los trabajadores mientras que con las segundas se podrían prevenir o amortiguar futuras crisis, siendo el único problema que, si tales medidas se adoptaran, la gran perjudicada sería la casta política que es capaz de llamar al sacrificio de los demás al tiempo que desea mantener todos sus privilegios.


martes, 18 de mayo de 2010

“REQUETÉS, DE LAS TRINCHERAS AL OLVIDO” de Pablo Larraz y Víctor Sierra-Sesúmaga

Siguiendo las tendencias de los últimos trabajos historiográficos sobre nuestra guerra civil de 1936-1939 consistente en recoger los testimonios directos de los verdaderos protagonistas de la misma, que fueron todos aquellos que lucharon anónimamente en los frentes de combate, la editorial Esfera de los Libros ha publicado recientemente un libro titulado “Requetés, de las Trincheras al Olvido” que en más de novecientas cincuenta páginas recoge sesenta y cinto testimonios de hombres y mujeres que hicieron la guerra civil encuadradas en distintos Tercios de Requetés y otras unidades menores organizadas por el carlismo.

Esta obra es fruto de varios años de investigación y de búsqueda infatigable de supervivientes de aquellos Tercios realizada por Pablo Larraz y Víctor Sierra-Sesúmaga, quienes han logrado componer un gran retablo de reivindicación humana cuya pretensión innegable es dar a conocer los sacrificios y proezas de una juventud políticamente comprometida que, abandonando la seguridad de sus casas, arriesgó generosamente su vida por los muy altos ideales de Dios, la Patria, los Fueros y el Rey siguiendo el ejemplo que tan solo cincuenta años antes les habían dado sus mayores en otra guerra, la Tercera Guerra Carlista, que también se perdió.

Y decimos bien cuando decimos que los carlistas también perdieron esa guerra de 1936 a 1939, porque lo que se manifiesta en todos y cada uno de los testimonios recogidos en este volumen es el desengaño y el desencanto con lo que vino después de la llamada victoria; desengaño que hizo que los carlistas y sus combatientes Requetés dieran radicalmente la espalda a toda la política practicada por el Régimen del General Franco para terminar oponiéndose a la misma, refiriéndose no pocos de los testimonios recopilados a los salvajes registros policiales llevados a cabo en los domicilios particulares de los militantes carlistas (muchos de ellos excombatientes), a las clausuras e incautaciones de los círculos carlistas ejecutadas por orden gubernamental del Régimen Franquista al poco de terminar la guerra y a los continuos enfrentamientos entre Carlistas y Fuerzas del Orden Público que culminaron con el encarcelamiento de ochenta y cinco militantes carlistas en Diciembre de 1945 tras un tiroteo en Pamplona.

“Requetés, de las Trincheras al Olvido”, es el justo tributo que se merecen todos aquellos carlistas que habiendo derramado valerosamente su sangre por una honorable causa que, no siendo la que disfrutó y se benefició de la “Victoria de 1939”, injustamente tiende a ocupar tan solo una línea escasa en los distintos libros de la historia oficial de nuestro país. Por otra parte “Requetés, de las Trincheras al Olvido” de Pablo Larraz y Víctor Sierra-Sesúmaga, reproduce cuatrocientas cincuenta fotografías inéditas de la contienda española de 1936 a 1939 y constituye una obra de referencia imprescindible para conocer el carácter humano característico de los que durante más de ciento setenta y cinco años han sustentado un ideario político, el carlista, sobre el que actualmente recae un silencio interesado a pesar de ser un ideal muy vivo.

jueves, 13 de mayo de 2010

PREMIO “TEJIENDO SUEÑOS”

El blog “Solo de Interés” nos ha honrado nuevamente con un inmerecido premio, esta vez denominado “Tejiendo Sueños”, el cual recogemos y recibimos con alegría renovada porque aunque, como todos los premios recibidos hasta ahora, nos resulta inmerecido, nos alegra saber que la lectura de este modesto blog esta empezando a difundirse entre muchos internautas, lo que nos permite guardar la esperanza de que el mismo sirva para abrir debate, despertar conciencias sobre las graves contradicciones y los males que afectan al mundo en que vivimos e implicar al mayor número posible de personas en el objetivo de alcanzar una sociedad mejor.


Reiteramos nuestro agradecimiento tanto al blog “Solo de Interés” por el premio que nos ha otorgado como a todos nuestros lectores por seguirnos asiduamente.


A todos ellos: Salud y Amistad.


martes, 11 de mayo de 2010

EL FINAL DEL ESTADO DEL BIENESTAR

La actual crisis económica que afecta a todo el mundo y especialmente a Europa, ha puesto a los gobiernos occidentales en la tesitura de tener que elegir entre salvar al capitalismo o de salvar el estado de bienestar y han optado claramente por lo primero con la ayuda, todo hay que decirlo, de la República Popular China; el único gran estado comunista que queda en el mundo.


Si bien la idea del “Estado del Bienestar” surge en Francia en la segunda mitad del siglo XIX como resultado sincrético de ideas tan diversas como las defendidas por los socialcristianos, los socialdemócratas, los socialistas utópicos o los grandes sindicatos industriales, no es hasta los años veinte del pasado siglo cuando se empieza a materializar dicho “Estado del Bienestar” en algunos países europeos, generalizándose su instauración en toda Europa Occidental al final de la II Guerra Mundial como eficaz medida para contrarrestar la expansión del comunismo soviético al responder a la lógica irrefutable de que, garantizando a los trabajadores la seguridad laboral, la protección en la vejez, en el desempleo y en la enfermedad así como su acceso a la educación y al ocio; se obtenía como resultado a corto plazo la paz social y a medio y largo plazo se lograba apartar a los trabajadores de todo radicalismo social o político.


En la práctica, el “Estado del Bienestar” implica una intervención estatal, aunque mínima, en la economía y una regulación del mercado que no es totalmente libre al estar sometido a limitaciones a favor de los derechos de los trabajadores y a rígidos sistemas tributarios que permiten a los gobiernos recaudar fondos para sostener las diversas instituciones de protección y promoción social de sus ciudadanos. A la larga el “Estado del Bienestar” supuso que los beneficios económicos de los capitalistas por muy grandes que fueran siempre fueran menores de los que hubieran sido de no existir el mismo al hacer a los empresarios y a las grandes rentas corresponsables y cofinanciadores junto con las instituciones estatales de las garantías sociales.


Tras varías décadas doradas, el “Estado del Bienestar” empieza a sufrir continuos y progresivos recortes en toda Europa a causa de las sucesivas crisis económicas de 1973 y 1979 siendo especialmente destacables los producidos en el Reino Unido durante la década de los años ochenta bajo el gobierno conservador de Margaret Thatcher, para finalmente ser definitivamente cuestionado tras la caída del Comunismo en 1990. No obstante, hay que reconocer que en la primera mitad de los años setenta del pasado siglo, el “Estado del Bienestar” había tocado techo pues no podía generar ni más bienestar a sus ciudadanos sin alterar las estructuras económicas capitalistas ni más riqueza económica a su clase empresarial sin disminuir el grado de protección social manteniéndose aún como un gran logro político durante quince años más simple y llanamente por la existencia del “peligro comunista”.


Con la desaparición del bloque soviético no solo desaparece la causa principal de la existencia del “Estado del Bienestar”, sino que se empieza a hablar de un Nuevo Orden Mundial, de la Globalización y de las ventajas del neoliberalismo económico que significa la apertura de nuevos horizontes y nuevas fronteras al expansionismo mercantil requiriendo la eliminación de todo intervencionismo y la total libertad de los mercados que han de funcionar sin sujeción a regulación alguna siendo requisitos o exigencias de la nueva etapa económica la flexibilidad del mercado laboral, la movilidad de capitales y de personas y la reducción de los impuestos conllevando todo ello, lógicamente, una reducción de los derechos laborales, llegando incluso a plantearse la prolongación de la jornada laboral, lo que significaría liquidar más de cien años de logros del movimiento obrero.


La crisis económica del 2008, que aun padecemos, y que encuentra su origen en la avidez y en la avaricia liberal-capitalista ha venido a justificar el desmantelamiento del “Estado del Bienestar” europeo en beneficio de la total y absoluta libertad económica y de los mercados, pues analizando con atención las soluciones económicas que se están poniendo en marcha para superar la crisis todas ellas vienen a suponer radicales recortes sociales, principalmente en las pensiones y en el gasto público, el cual es imprescindible para mantener los sistemas de protección social, permitiendo de este modo la reducción de los impuestos y de las cotizaciones sociales de los empresarios, los cuales disfrutaran de un nuevo ciclo de expansión económica que les permitirá engrandecer sus empresas y enriquecerse.


Así pues, no debemos dejar engañarnos por encorbatados encantadores de serpientes y tenemos que ser conscientes de que la casta dirigente europea constituida por políticos y financieros, ha decidido liquidar definitivamente el “Estado del Bienestar” en beneficio del liberalismo económico y que a partir de ahora veremos reducirse la protección social y los derechos laborales hasta, posiblemente, su total desaparición siendo las cuestiones que subyacen las siguientes: ¿Qué condiciones sociales y laborales van a sobrevenir? ¿Volverán los trabajadores a vivir en las condiciones, hoy superadas, de los primeros años de la revolución industrial? ¿Es el destino de todos los ciudadanos europeos asumir las condiciones laborales que existen en Asia?.


lunes, 3 de mayo de 2010

LA GRAN CONMEMORACIÓN DEL 2010: EL BICENTENARIO DE LA EMANCIPACIÓN AMERICANA

A pesar de que a mediados del año 2009 se anunciaban a bombo y platillo desde las instituciones del estado español grandes celebraciones que tendrían lugar en el presente año 2010 para conmemorar el bicentenario de la independencia de las Américas, no se sabe si por causa de la crisis económica o porque se ha impuesto el sentido común ya nos encontramos doblando la primera mitad del año y, salvo alguna serie de reportajes publicados en revistas minoritarias especializadas en temas históricos, la “gran” efeméride está pasando sin pena ni gloria.

Como suele suceder siempre en esta España nuestra, las deseadas conmemoraciones de históricos acontecimientos siempre resultan estúpidas, bien porque se plantean mal y se organizan peor cayendo en el despilfarro faraónico y en el ridículo más espantoso, o bien, porque realmente no existe motivo alguno para conmemorar. Y es que, en el caso que nos ocupa, el año 1810, año en que se inició en cascada el proceso de independencia de los antiguos virreinatos americanos y el nacimiento de más de veinte nuevas repúblicas solo significó dos cosas y ninguna digna de celebrarse cuales son: el desencuentro y el fracaso.

La independencia Americana supone filosóficamente hablando un desencuentro porque todos los cabecillas del movimiento emancipador eran criollos, es decir, descendientes directos de españoles nacidos fuera de la península, lo que hace que la independencia de las Américas fuera en gran medida una enorme tragedia familiar donde los hijos o los nietos renegaban de los padres o de los abuelos.

Por otra parte la emancipación de las Américas supone a nivel político y social posiblemente el mayor fracaso y el mayor fiasco que ha existido en toda la historia universal basando tan rotunda afirmación en numerosos y variados motivos entre los que hay que citar los siguientes:

1º. La independencia de las Repúblicas Americanas supone la creación de numerosos estados fallidos pues todos ellos desde el mismo momento del reconocimiento de la independencia por parte de la Corona Española pierden esa independencia política al convertirse en territorios políticamente dependientes del Imperio Británico primero y de los Estados Unidos después hasta el punto de ser considerados actualmente como “el patio trasero” de Estados Unidos convirtiéndose en una especie de “estados de soberanía” limitada en vez de potencias pujantes dentro de la Comunidad Internacional.

2º. A pesar de ser naciones ricas en recursos naturales, que al tiempo de acceder a la independencia poseían unas importantes explotaciones mineras y agropecuarias acordes con la época, en la actualidad gran parte de esas explotaciones agropecuarias se han abandonado y se ha dejado la explotación de los recursos naturales y energéticos en manos de las grandes multinacionales, convirtiéndose en países importadores de bienes manufacturados y por tanto presentando una economía extremadamente dependiente con notables desequilibrios en sus respectivas balanzas comerciales.

3º. Y por último y lo más grave es que son naciones que, a pesar de la independencia y de los doscientos años transcurridos, tienen graves conflictos internos y pueriles envidias que les han llevado a sostener más de una docena de guerras entre ellas además de presentar tal caos social y económico que provoca que millones de sus ciudadanos no tengan más posibilidad para poder salir de la miseria que la emigración hacia los Estados Unidos, hacia Europa o, concretamente, hacia la antigua metrópoli de la que se independizaron.

Todo lo expuesto anteriormente, unido al hecho histórico objetivo y cierto de que la independencia de las nuevas repúblicas americanas supuso el comienzo de una generalizada masacre de pueblos indígenas, que hasta entonces vivían amparados por las leyes de la Corona Hispana, para favorecer de este modo la expropiación de sus tierras, hace que surja la gran cuestión sobre si el proceso emancipador de la América Hispana supuso un progreso para los pueblos hispanoamericanos o sí, por el contrario, significó una involución política, humana y social. En cualquier caso, el bicentenario de la independencia de la América Hispana constituye un acontecimiento que debe ser estudiado y recordado pero no es digno de conmemorarse ni a uno ni a otro lado del Atlántico.