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jueves, 24 de mayo de 2012

Y ELLOS SIGUEN…. AHORA ¡¡¡EUROVEGAS!!!


            Al mismo tiempo que los políticos manifiestan públicamente que están esforzándose para sacar al país de la gigantesca crisis económica en la que, ellos mismos, lo han metido y proclaman con gran entonación que hay que cambiar de modelo económico, los hechos contradicen manifiestamente sus palabras y, como si tuvieran en la memoria a Felipito Takatun, personaje interpretado en la segunda mitad de los años setenta del siglo pasado por el gran cómico argentito Joe Rigolí; ellos siguen. Ellos siguen apostando por la construcción, ellos siguen apostando por la especulación inmobiliaria y ellos siguen apostando por el turismo de ínfima calidad, como base de una economía española que no existe y que no puede existir con tales apuestas.

            Ahora, ya no se trata de conseguir la organización del mayor espectáculo deportivo del mundo para Madrid como son las Olimpiadas del año 2020 (¡¡Dios tenga la bondad de librar a los madrileños de tal despropósito!!) ni de ofertar un bono alcohólico a los estudiantes británicos para que extiendan el “SalouFest” por toda la Costa Brava, sino de algo de tan dudoso gusto como construir en suelo español  el mayor complejo de juego y ocio de toda Europa que haría la competencia al mismísimo Estado Norteamericano de Nevada donde se encuentran “Las Vegas” y que se denominaría  “Eurovegas”.

            El megalómano proyecto de “Eurovegas”, por el que Madrid y Cataluña están estúpidamente pugnando, consistiría en levantar un complejo hostelero partiendo de un macrocasino que sería su pieza angular y a partir del cual, durante diez años, se irían construyendo doce hoteles con más de treinta y cinco mil camas, seis casinos más pequeños, tres campos de golf, nueve teatros y un enorme escenario para conciertos con más de quince mil localidades. Todo ello según aseguran, tanto la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, como el Presidente de la Generalitat de Catalunya, Artur Mas; generaría doscientos mil puestos de trabajo, aunque tal cifra además de algo exagerada resulta engañosa porque evidentemente los puestos de trabajo que se crearían con la construcción de este emporio lúdico se perderían una vez finalizadas las obras.

            Por otra parte, el magnate norteamericano del juego Sheldon Adelson, patrocinador de la idea y propietario del grupo “Las Vegas Sands”, pretende imponer entre otras condiciones para materializar en nuestro país “tan benefactora idea e inversión” las siguientes:

            Al Estado Español:

            1º. Que le avale un préstamo de una cuantía sin precisar (pero que se adivina muy elevada), que pediría a una entidad financiera europea para construir su emporio,

            2º. Que se modifique el Estatuto de los Trabajadores para la suspensión de los Convenios Colectivos del personal empleado.

            3º. Que se le den facilidades legales para la contratación de personal extranjero, entre ellos, agilización de la concesión de permisos de trabajo.

            4º. Que se flexibilicen los controles en materia de prevención del blanqueo de capitales.

            5º. Poder disfrutar durante dos años de exenciones de pago de todo tipo de impuestos y de cotizaciones a la seguridad social

            A la Comunidad de Madrid o Generalitat de Catalunya (Según la administración
Periférica que se incline y obtenga la “magnificencia” del Sr. Adelson)

            1º. Que le cedan el suelo necesario recurriendo a las expropiaciones que sean precisas, reubicando a los propietarios expropiados.

            2º. Que se autorice de entrada de menores en los casinos del complejo.

            3º. Que se suspenda en el complejo la aplicación de la legislación antitabaco.

            4º. Que se construyan las infraestructuras que solicite o complementos de las ya existentes.

            Examinadas estas condiciones y conociendo la historia de “Las Vegas” originarias podemos concluir que la instalación en España del complejo lúdico conocido como “Eurovegas” tiene implicaciones económicas, políticas y sociales de gran calado que desaconsejan radicalmente su instalación en cualquier punto de España.

            Dentro de las implicaciones económicas nos encontramos en primer lugar que, según la condición 1ª que se solicita al Estado Español y la condición 1ª que se exige a Madrid o a Cataluña, estamos ante el mayor y el más claro “engañabobos” que jamás se haya visto a nivel institucional porque lo que pretende Sheldon Adelson es que se le regale el suelo sobre el que va a construir su complejo y se le financie la inversión que supuestamente pretende realizar avalándole un préstamo, que tal vez no pague nunca y toque pagar a las distintas instituciones españolas. Es decir, el “gran filántropo” que se ha fijado en España para generar doscientos mil puestos de trabajo pretende montar su negocio sin prácticamente poner un céntimo.

            Igualmente, y dentro de las implicaciones económicas, resulta increíble o directamente falso que la comunidad donde se instale “Eurovegas” vaya a beneficiarse de la creación de doscientos mil puestos de trabajo (idea esta con la que los políticos quieren vender a los ciudadanos los beneficios de este macrocomplejo lúdico) porque, atendiendo a la condición tercera solicitada al Estado Español, es de suponer lógicamente que la mayor parte del personal empleado por los casinos hispanos del señor Adelson procedan del extranjero y más concretamente de las tafurerías ubicadas en los Estados Unidos y de las que es propietario.

            Finalmente, la instalación en Madrid o en Cataluña de “Eurovegas” generaría la ruina de los pequeños casinos autóctonos que se encuentren alrededor (por ejemplo el Casino “Gran Madrid” de Torrelodones) con la consiguiente pérdida de puestos de trabajo porque, tal y como está concebido el proyecto, la intención es que el que acuda a “Eurovegas” encuentre todo lo que pueda desear en ese microcosmos no siendo necesario salir de su perímetro para nada.

            Dentro de las implicaciones políticas tenemos que concluir que considerando la condición 4ª solicitada al Estado Español solo se puede deducir lógicamente que “Eurovegas” aspira a atraer y a manejar capitales de dudoso origen o directamente ilícito y convertirse en una especie de “lavadora de dinero” porque nadie solicita que se reforme o se flexibilice una legislación con la que se pretende cumplir escrupulosamente como un buen y honesto ciudadano. A mayor redundancia y en apoyo de esto tenemos que recordar el moderno origen de “Las Vegas” en Estados Unidos, las cuales comenzaron a ser lo que son hoy en día en 1941 cuando el gángster Bugsy Siegel construyó, con dinero procedente de los sindicatos del crimen de la costa Este, el primer hotel y casino (“Flamingo”) entorno al cual se fueron construyendo los demás casinos y hoteles (curiosamente coincide con la idea de construcción del proyecto “Eurovegas”). Por otra parte, la reforma o flexibilización de la legislación en materia de control y blanqueo de capitales perjudicaría seriamente a España en sus relaciones con los demás estados de nuestro entorno porque difícilmente podríamos oponernos a la existencia de territorios que son paraísos fiscales (por ejemplo, Gibraltar) cuando nosotros, en el seno del Estado Español, hemos flexibilizado o modificado nuestra legislación en la materia para beneficiar exclusivamente a un solo individuo.

            Finalmente, entre las implicaciones sociales de la instalación de Eurovegas en España no debemos limitarnos a señalar el duro golpe que supone para los derechos de los trabajadores la pretendida suspensión de aplicación de los Convenios Colectivos al personal empleado pues mucho me temo que la liquidación de los derechos laborales de los trabajadores españoles será un hecho con independencia de lo que exija el señor Adelson, sino que también debemos indicar otras muchas. Así, por ejemplo nos encontraremos con que es posible que se produzca un incremento de los problemas de ludopatía entre la población incluso entre los menores de edad a los que se pretende que se les permita entrar en los casinos (condición 2ª de las exigidas a Madrid y Cataluña) en los cuales se pretende que se permita fumar creando una excepción en la legislación antitabaco (condición 3ª expuesta a la Comunidad de Madrid y Generalitat de Catalunya). Además, teniendo en cuenta lo que sucede en “Las Vegas” originales, habrá que permitir la venta de bebidas alcohólicas las veinticuatro horas del día así como aceptar un incremento de la prostitución, del alcoholismo y de todo tipo de criminalidad, incluso organizada, en las zonas próximas.

            En definitiva, “Eurovegas” presenta más inconvenientes que ventajas para el pueblo español aunque tal vez no para los miembros de su casta política. El hecho de que un individuo tenga la desvergüenza de presentar unas exigencias infamantes ante un estado soberano y sus instituciones y que todavía ese estado y esas instituciones no haya hecho un bodoque con las mismas y se las hayan tirado a la cara pone de manifiesto la bajeza moral y material de los que dirigen nuestro país, además de levantar manifiestas sospechas sobre su honestidad (el exigir que se flexibilice la lucha contra un delito como es el blanqueo de capitales a cambio de una dádiva como sería la instalación en España de las tafurerías de Sheldon Adelson, roza el tipo penal de cohecho).

            Resulta evidente que, mientras que el paro roza los seis millones de desempleados, no hay tejido industrial que absorba a medio o largo plazo la mano de obra en paro y mientras se ha descubierto que existen dos millones y medio de niños que viven por debajo del umbral de la pobreza; los señores de la casta política española siguen en su política de “arroz y tartana” y en fundamentar la economía en pelotazos inmobiliarios-turísticos cuya consecuencia inmediata es atraer un turismo del más bajo jaez hasta el extremo que, de instalarse “Eurovegas” en Madrid, se podría modernizar el lema turístico de “España, todas las cosas bajo el sol” y convertirlo en “España, de la mesa de la ruleta a la habitación del burdel en dos horas y media” en clara referencia a la conexión de la mayor casa de tafures de Europa con la más grande casa de lenocinio del continente (sita en La Junquera) por medio de la gran infraestructura, financiada por todos, del AVE, Madrid-Barcelona.

En fin, para llorar… o, también, para despertar y levantarse.

4 comentarios:

  1. Este es un país difícil. Ya no es el de la pandereta, sino el del pelotazo y la pasta a raudales sin escrúpulos. Un laissez faire siempre que me llenes el bolsillo. En vez de preocuparse por asentar los cimientos de la sociedad, se dedican a recargar la fachada.

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  2. Sólo concibo dos miradas para algo como Las Vegas que no me provoquen reflujo esofágico en el alma: la mirada implacable del CSI o la mirada lúcidamente nublada del alcohólico (terminal como Nicholas Cage o inmortal como Dino, casi zen en su desapego de las miserias que pudieran rodearle); toda visión eufórica o "positiva" de semejante lugar se me atraganta como un Big Whopper de pura mierda salseado con bilis.

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  3. Estos son los proyectos y los valores del Capitalismo, donde el dinero es lo importante, vendemos nuestros valores por un poco de dinero por unas migajas mientras estos nos utilizan y nos saquean nuestro futuro nuestros ideales a los que quitan importancia porque no tenemos el dinero que ellos robando manejan. Los casinos tendrian que tener la etiqueta, "Solo para tontos" los inteligentes van a ver una pelicula o dan un paseo por la ciudad.

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  4. El culpable de todo esto es el sistema económico capitalista y quienes lo aupan y mantienen.
    Por muchos valores que tratemos de explicar y dar a conocer lo que se impone es el poder del dinero. Poder que hay que subyugar y doblegar. Bajo mi punto de vista la monarquía carlista podría ser la institución que doblegase a las fuerzas capitalistas y plutócratas.

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