La semana pasada escribíamos sobre la reaparición en España de ciertos discursos muy próximos al anticlericalismo y muy belicosos contra la Iglesia Católica como reafirmación
ideológica de algunos sectores políticos de los llamados de “izquierdas”. Hoy
vamos a exponer, justamente lo contrario, esto es; como ciertos sectores
políticos de los considerados de “derecha”, con escasez de verdadera fe
religiosa, hacen públicas pero dudosas profesiones de catolicismo con
intenciones de obtener algún tipo de rentabilidad política.
No son pocos los rumores, no faltos
de fundamento, que hablan de la solapada introducción en la sociedad española y
en el mundo político y de los medios de comunicación de unas “sui generis” sociedades
secretas que vienen con todo el sabor de México y que dicen tener como
pretensión influir indirectamente en las instituciones para la realización de
una política puramente católica. Entre estas supuestas “sociedades secretas”
estarían los “Legionarios de Cristo” y “El Yunque”.
Los “Legionarios de Cristo”,
congregación religiosa fundada en México en el año 1941 por Marcial Maciel,
llegaron a España a mediados de los años noventa del siglo pasado y tuvieron su
máximo periodo de esplendor a finales de dicha década cuando, tras una dura
pugna con el autóctono Opus Dei, lograron introducirse y ganar apoyos entre la
alta sociedad española, fundar varias instituciones educativas y conseguir, al
parecer, la simpatía de varios ministros del entonces gobierno del Partido
Popular presidido por el señor Aznar.
Por su parte, la “Organización
Nacional del Yunque” o, simplemente, “El Yunque” es también una organización de
carácter “discreto” (por no decir “secreto”) fundada en México en 1955 por
Ramón Plata Moreno y Manuel Díaz Cid para “defender la religión Católica de sus
enemigos” teniendo por objetivo último la instauración de “el Reino de Dios en
la tierra”.
Tras los escándalos de carácter sexual en los que
apareció involucrado el fundador de los “Legionarios de Cristo”, señor Maciel,
la influencia de éstos en España parece haber disminuido notablemente a favor
de los epígonos españoles de “El Yunque”, que si bien no han conseguido como
los primeros atraerse a políticos en activo sí que están consiguiendo convertirse
en inspiradores ideológicos de los neoconservadores patrios desde
distintos grupos de comunicación o agrupaciones seglares con importante
componente intelectual y académico así como con una elevada capacidad
económica.
Lo curioso de todas estas maniobras pretendidamente
orquestadas por las precitadas organizaciones u otras similares es que,
afirmando tener por objetivo “defender a la Iglesia Católica”, es decir, su
doctrina; no dudan en compaginar una supuesta defensa de la ortodoxia de los
valores morales del catolicismo con propuestas prácticas condenadas o, al
menos, puestas en entredicho por la reiterada doctrina de la Iglesia. Así, por
ejemplo, llama poderosamente la atención que el gobierno del señor Aznar, en
cuyo seno siempre se ha dicho que había ministros próximos a los “Legionarios
de Cristo”, fuera el que legalizó la píldora abortiva ampliando de este modo la
legislación abortiva, lo cual constituye una evidente contradicción con la
clara doctrina que la Iglesia Católica ha mantenido siempre respecto al aborto.
Por otra parte también llama la atención en extremo que, desde las numerosas
tertulias políticas de determinado grupo mediático que parece próximo a “El
Yunque”, se haga gala de un “catolicismo sin complejos” al mismo tiempo que se
apoya la creación en territorio español del emporio casi-orgiástico de
“Eurovegas” o se defiende un liberalismo económico independiente de todo
principio moral en el que lo importante no es Dios ni el hombre sino la
generación permanente e ilimitada de riquezas, lo que en puridad lógica implica
un materialismo ajeno a cualquier valor superior metafísico o teológico.
En realidad, estas aparentes contradicciones no son
tales pues todas estas maniobras, discursos y poses ideológicas no tienen por
finalidad defender la veracidad teológica de la Iglesia Católica ni su doctrina
social ni moral sino que solo buscan la instrumentalización política del
catolicismo para, haciendo bandera del mismo, llevar a las masas católicas
(creyentes y practicantes o tan solo creyentes) de un país mayoritariamente
católico a apoyar electoral y socialmente a un determinado partido político.
Esta táctica política no es nueva y ya a finales del Siglo XIX y principios del
Siglo XX la denominaron “Tradicionalismo Religioso” o “Maurrasismo” por ser
Charles Maurras, eminente filósofo francés y confeso agnóstico, el
pionero en ponerla en práctica. Para el “Tradicionalismo Religioso” la religión
es un elemento puramente cultural de un pueblo que lo define y lo cohesiona
teniendo sentido solo tanto en cuanto sirve al interés político siendo
irrelevante su aspecto trascendente y sobrenatural y por lo tanto su veracidad.
Así, mientras que un “tradicionalista religioso” español o italiano sería
aparentemente un ferviente católico, ese mismo “tradicionalista religioso” en
Egipto sería un apasionado musulmán.
El “Tradicionalismo Religioso” o “Maurrasismo” fue
condenado por el Papa Pío XI el 29 de Diciembre de 1926 y ahora parece revivir
con fuerzas renovadas para engatusar a católicos de buena voluntad y muy
indignados con la pérdida de valores que sufre la sociedad para llevarlos, muy
posiblemente, a posiciones alejadas de la recta vía marcada por la doctrina de
la Iglesia Católica elaborada durante siglos en Concilios y Encíclicas.
A mí me parece muy grave la fuerza que cogen los legionarios de Maciel, la hermandad de la Santa Cruz (AKA el Opus) los neocatecumenales (AKA los Kikos) y los de la "vidente" del Escorial. De hecho, yo, que vivía feliz y contenta en mi parroquia participando activamente con los chavales dejé de ir gracias a un sacerdote del Opus (Hasta entonces todos los que habían pasado por allí eran más tirando hacia la teología de la liberación)Me molestó tanto que en una confesión comunitaria dijera en alto, pero para mí, eso de que "hay orgullosos que no quieren pasar a contarme sus pecados", porque nos hacía pasar uno a uno ¡En una confesión comunitaria! que desde entonces dejé de ir. Me perdí el bochorno de que negara la comunión a una vecina que vivía en concubinato. Pobre, toda la vida deseando tener un novio para que este "ser superior" le niegue la comunión a una mujer de más de cincuenta años. ¡Huy si lo llego a ver!
ResponderEliminarEstimada Juli Gan:
ResponderEliminarYo creo que los "Millán Astray de Cristo" (así los llamo yo en privado) estan de capa caída, de hecho esan siendo investigados por el Vaticano y muy posiblemente se tengan que disolver.
Por su parte el Opus, ahora mismo esta metido en una especie de guerra contra los ya vencidos legionarios, los jesuítas y sobre todo con estas nuevas sociedades que estan surgiendo.
En realidad, pueden existir agrupaciones religiosas, más o menos integristas, pero a lo que yo me refería en el artículo es a ciertas organizaciones que llamándose católicas no lo son tanto sino que simplemente buscan el poder utilizando la religión.
Evidentemente existen "sectas" o "cenobios" raros como el que menciona de El Escorial, pero su intención más que utilizar la religion para fines politicos, lo que suelen hacer es utilizarlos para finer particulares.
De todas formas, le animo a que retome su actividad, con las labores sociales de la Iglesia, si no es en su parroquia, que sea en otra y tenga siempre presente que en todas la religiones existen gentes muy honradas pero tambien cada gilipuertas que vamos... pero tampoco es para desmoralizarse por esas minorias intransigentes
Salud y Amistad