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miércoles, 7 de noviembre de 2012

TRASLACIÓN DE RESPONSABILIDAD Y RESPONSABILIDAD COLECTIVA



           Por “Traslatio Imperii”, que puede traducirse literalmente como “Traslado del Imperio”, se conoce la ficción histórica y jurídica en virtud de la cual el Sacro Imperio Romano Germánico pasaba a ser heredero directo del antiguo Imperio Romano y sus emperadores herederos del poder de los césares romanos.
                                                   
            En la actualidad el tema de la “Traslatio Imperii” ha quedado reducido a un puro debate científico-histórico sin trascendencia alguna en la vida cotidiana de las personas, no obstante esta ficción histórica ha permitido la creación de otras ficciones que sí tienen una repercusión directa en la existencia de los ciudadanos, como es el principio, jamás proclamado en documento legal alguno; de la “Traslación de la Responsabilidad” en virtud del cual siempre existe alguien por encima al que se le traslada la responsabilidad de lo que sucede.

            El ciudadano español de a pie, no puede menos que reconocer la existencia de esta “Traslación de la Responsabilidad” porque todos los días que acude a cualquier institución pública o privada a fin de resolver cualquier problema se topa directamente con ella cuando escucha del funcionario público o del empleado las consabidas frases de “Yo no puedo hacer otra cosa”, “Esto no lo he impuesto yo” o la lacónica frase de “Yo cumplo órdenes”.

            Lejos de frases, el ciudadano español también se encuentra con el principio de la “Traslación de la Responsabilidad” cuando se enfrenta a determinados hechos donde las administraciones más cercanas al mismo trasladan la decisión última a instancias superiores o a otras administraciones. Así, a modo de ejemplo podemos citar lo que ocurre en la administración de justicia donde, ante una denuncia claramente sin fundamento, se detiene a una persona por la policía y ésta no quiere asumir la responsabilidad de ponerla en libertad por lo que la pasa a disposición judicial a fin de que sea el Juez quien decida lo que hay que hacer y también podemos citar aquellos casos en el que el gobierno no quiere asumir la responsabilidad de tomar una decisión y traslada la toma de la misma a otro organismo de la administración como pueden ser los Tribunales o determinadas comisiones.

            En realidad, el principio de la “Traslación de la Responsabilidad” supone una ficción jurídica en virtud de la cual NADIE ES RESPONSABLE DE NADA, ni siquiera la institución que corona la pirámide del poder estatal porque esta siempre podrá utilizar y utilizará en su justificación y defensa el argumento de que se limitó a cumplir y a hacer cumplir la legalidad que otros hicieron y contra la que no podía hacer nada salvo acatarla y cumplirla. Fíjese bien el lector en que utilizamos el término “ficción jurídica” y ello porque, aunque el principio de la “Traslación de la Responsabilidad” ha tenido en el pasado y tiene en el presente aplicaciones prácticas fácilmente comprobables por cualquiera, puede topar con una firme realidad jurídica cual es el principio de la “Responsabilidad Colectiva” en virtud del cual TODA UNA COLECTIVIDAD O GRUPO  ES RESPONSABLE DE LO QUE OCURRE.

            El principio de  “Responsabilidad Colectiva” no es un principio arbitrario e injusto en virtud del cual, como no se puede identificar a un responsable concreto, se hace responsable a todo el mundo sino que requiere un requisito sin el cual no se puede aplicar. Este requisito es que exista un foco originario de las disposiciones u órdenes que se han de cumplir y hacer cumplir y que estas se transmitan de arriba a abajo hasta el último integrante del escalafón que es quien directamente las aplica.

            Para mejor comprensión del principio de “Responsabilidad Colectiva” lo intentaremos explicar con un ejemplo: El 16 de Marzo de 1968 durante la Guerra del Vietnam una unidad militar norteamericana al mando directo del alférez William Laws Calley arrasó la población vietnamita de My Lai matando al ganado, quemando las casas, violando a las mujeres y niñas y finalmente asesinando a todos sus habitantes. En este caso solo cabe hablar de una responsabilidad individual que afecta al alférez Laws, que ordenó directamente y por su cuenta la matanza así como de una responsabilidad individual de todos y cada uno de aquellos subordinados suyos que cumplieron esa orden clara y manifiestamente ilegal (Hubo subordinados que se negaron a cumplir la orden y que incluso interpusieron los helicópteros entre la banda de Laws y la población civil para intentar protegerla). En cambio, si hubiera existido una indicación, disposición u orden elaborada por el comandante en jefe de las fuerzas armadas norteamericanas o por las más altas instancias políticas o militares que ordenara la matanza y esa orden se transmitiera de arriba abajo por todo el conducto oficial hasta el soldado raso que, en cumplimiento de la misma, disparara contra la población civil existiría una responsabilidad colectiva de todo el estado y de todas las instituciones norteamericanas de la que no se podría escapar nadie amparándose en la obediencia debida ni justificándose con un “yo solo marqué un número de teléfono”.

            En todo el estado español y sus instituciones impera, hoy en día, el principio de la “Traslación de la Responsabilidad” que sirve para ahogar impunemente los derechos y libertades de los españoles a los cuales les corresponderá, en un futuro que anhelamos próximo, adoptar la decisión valerosa de hacer valer el principio de “Responsabilidad Colectiva” salvo que el mismo pueblo español desee terminar siendo partícipe y objeto de esa “Responsabilidad Colectiva” frente a las futuras generaciones.

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