Los apuntes contables hechos
públicos hace unos meses por la prensa y que presuntamente reflejan ciertas
donaciones realizadas por importantes empresarios de este país al Partido
Popular y contabilizadas por el contable de éste, Luís Barcenas, han desbancado
por completo a los viejos escándalos de Filesa, Malesa y Time Export que
saltaron a la luz pública a mediados de los años noventa del pasado siglo y que
pusieron sobre la mesa el tema de la financiación legal e ilegal de los
partidos políticos.
Los Partidos Políticos en España
tienen, al igual que en su momento tuvo el llamado “Movimiento Nacional”, la
consideración jurídica de “entidades privadas de derecho público” y requieren
para el sostenimiento de sus estructuras y para el desarrollo de su actuación
política de ciertos recursos económicos regulares y periódicos que es lo que se
denomina financiación.
La financiación de los partidos
políticos españoles se regula por la Ley Orgánica 8/1987 de 4 de Julio que
establece que las fuentes de ingresos de los partidos políticos pueden ser
públicas (subvenciones) o privadas (cuotas de los afiliados, rendimientos
propios, donaciones, etc…). No obstante queda claramente establecido en dicha
ley dos cosas sumamente importantes que son que las entidades de crédito no
podrán condonar, esto es perdonar, deudas a los partidos políticos superiores a
cien mil Euros al año (Euros 100.000.- anuales) y que las donaciones siempre
tendrán que ser nominativas (se ha de conocer el nombre del donante) y nunca
podrán obedecer a la obtención de un fin, aunque la ley no indica ni argumenta
el por qué extraña razón un banco puede condonar una deuda a un partido
político cuando no lo suelen hacer nunca con ninguna otra persona física o
jurídica o por qué razón se deja de presumir, en el exclusivo caso de los
partidos políticos, aquello tan básico en la sabiduría popular de que “nadie da
nada por nada”.
En realidad, la Ley de Financiación
de los Partidos Políticos tiene por exclusivo objeto reforzar a dichas
instituciones garantizándolas la percepción de subvenciones públicas y
permitiéndoles, con carácter secundario, aceptar cierta financiación privada
que a la postre se ha descubierto como una de las causas de la corrupción política
en España porque aquel empresario que dona ciertas cantidades o aquel banco que
perdona ciertas deudas, aunque estén
dentro del máximo legal permitido, siempre será por algún motivo o a cambio de
algún favor.
Así pues, se impone una reforma
definitiva de la Ley de Financiación de los Partidos Políticos que imponga a
estos como exclusivas fuentes de financiación las cuotas de sus afiliados, las
obligaciones crediticias contraídas y que, en ningún caso, podrán ser objeto de
condonación y, tal vez, las donaciones “Mortis Causa”, que son las únicas en
las cuales se puede garantizar que el donante no busca ninguna contrapartida.
Se puede argumentar contra esta
propuesta, como seguro que lo harán los dirigentes de todos los partidos
mayoritarios, que únicamente con estas fuentes de financiación los partidos no
podrán actuar como hasta ahora, pero lo cierto es que si los grandes partidos
han de “apretarse el cinturón”, recurrir al trabajo voluntario de sus afiliados
y dirigentes, disminuir el gasto en propaganda y en campañas electorales y
reducir sus macroestructuras permanentes no harán otra cosa que lo que esos
mismos partidos exigen a la población cuando alcanzan el poder y forman
gobierno.
Por tanto ya es hora que los
Partidos Políticos se vayan financiando exclusivamente con sus propios recursos
dejando de recibir subvenciones públicas en aras de la reducción del gasto y del
déficit público y dejando de percibir donaciones privadas y condonaciones de
deudas por entidades financieras en aras de la transparencia porque en
cualquier caso un partido político es, no lo olvidemos nunca, un medio de
actuación en la política no un fin en sí mismo y mucho menos un fin económico,
laboral o empresarial.
Tres cositas:
ResponderEliminarLa primera. Me quedo con el penúltimo párrafo. Nos parece anormal lo que debiera ser normal: que cada uno viva con lo que tiene.
La segunda. No me parecería mal que los partidos (y se si abre la espita de los partidos soy consciente de lo que significa) recibieran financiación pública pero, regulado y con el único fin de mantener la independencia económica de las grandes firmas comerciales actuales que no condicionan únicamente, sino que dirigen claramente a prácticamente todos los partidos políticos. Pero la misma cantidad para todos. Las mismas posibilidades para todos. Como ejemplo, me parece aberrante que en las campañas electorales los minutos televisivos cedidos a los partidos no sean del mismo tiempo. Igual consideración con lo del dinero público.
La tercera. Dado que veo en la foto del artículo un logo de UPyD, invito a los lectores a que estudien cuál es el programa electoral de este partido en cuanto a temática social, y después determinen si es mejor o peor que un PP en el Gobierno. Sí, ya sé que el día a día sería el mismo. Pero, insisto, que, quien pueda, preste atención a lo que ofrece este partido.
Estimado anónimo:
ResponderEliminarHabla usted de los minutos televisivos en las campañas electorales y es curioso que en las ultimas elecciones del 2011 ya hubo partidos que no pudieron presentarse ni tener acceso alguno a las televisiones publicas por no presentar los avales exigidos.
Los partidos políticos deben entenderse como agrupaciones privadas de individuos que tienen una finalidad política por lo que solo a esos individuos adscritos voluntariamente al partido les debe corresponder el sostenimiento económico del mismo.
De lo contrario, de seguir concediendo subvenciones publicas a los partidos políticos estos adquieren la condición de instituciones estatales, cosa que no son salvo que se recurra a las ficciones políticas de los estados totalitarios.
Así pues el que quiera que un céntimo de su dinero vaya a un partido político lo que debe hacer es afiliarse a él porque ademas es ilógico que un militante del PSOE ayude a sostener con sus impuestos al Partido Popular.
Si los partidos son sostenidos economicamente exclusivamente por sus afiliados tendremos unos partidos mas politizados y menos "agencias de colocación" y al no recibir donaciones no dependeran de ningún lobby a la hora de hacer sus programas de gobierno.
En cuanto a UPyD aparece en la foto porque la foto se cogió de internet y estaba en todas las fotos similares, pero le puedo decir que para mi es un partido de "izquierda parlamentaria" pensado para que le vote gente de derecha y en cuanto a su programa solo puedo decirle que ¿Por qué doña Rosa Díez no lo puso minimamente en práctica cuando el PSOE gobernaba en Eukalherria con el apoyo del PNV y ella conseguía la Consejería de Turismo?.
En fin cualquier intención posible es más que dudosa cuando se enfrenta a un hecho cierto.
Saludos, otra vez:
ResponderEliminarEn relación con los minutos televisivos, mis disculpas. Prácticamente no veo la televisión (si no son programas previamente grabados para evitar la publicidad) y el recuerdo que tengo es que, el hecho de que haya diferencia en minutos siempre me pareció, me parece, una aberración. Ud. menciona, afinando mi comentario, a los que ni siquiera se pueden presentar, lo cual es, cómo no, una tergiversación tendenciosa de la realidad. Lo más triste, como creo que he dicho alguna vez es, para mí, que la sociedad lo asuma con “atural normalidad”. Personalmente a nadie he escuchado de “motu propio” quejarse por ello.
En lo que respecta a UPyD el programa político, y más concretamente en su esfera social siempre me ha parecido ultraliberal. A lo de “izquierda parlamentaria” yo le añadiría la cursiva. Con vocabulario de pastor diría aquello de: un partido de ricos y para ricos (digan lo que digan.
Hasta otra ocasión,
Estimado anónimo:
ResponderEliminarHe de confesarle que UPyD y su líder, Rosa Díez, no es "santo de mi devoción, como tampoco lo son ninguno de los actuales partidos con representación parlamentaria que llevan casi cuarenta años viviendo de la "mamandurria" de la transición y alguno de ellos vociferando ahora contra lo que ellos mismos, por una razón u otra, ayudaron a instaurar.
Lo de los minutos de TV desde la campaña electoral del 2011 ya no se da. Incluso las opciones políticas más pequeñas eran relegadas a horarios en los que nadie los veía.
Dice usted bien de que la sociedad ha aceptado con naturalidad que se haya impedido a los partidos politicos pequeños presentarse a las elecciones, pero es que, es de recordar, que la sociedad española lleva aceptando con naturalidad muchas cosas: que no se pudiera comprar nadie una vivenda, que la convocasen a un referendum sobre la constitución europea y luego la unión europea se gobierne por textos legales contrarios a esa "constitución" aprobada en referendum, la perversión de la legalidad por diversas interpretaciones jurisprudenciales, la continua subvención pública a los amigos y adheridos al régimen actual, etc, etc...
Esa aceptación del yugo por parte del esclavo es contra lo primero que hay que luchar.
Por otra parte, hablo de "izquierda parlamentaria" como podria hablar de "derecha parlamentaria", lo común a todas estas fuerzas es la negación de todo principio, la transigencia y la componenda que les hace a todos encontrarse en una zona ideológica y política meniflua y esteril pero eso sí, vivir de la apariencia de que estan trabajando por los derechos e intereses del pueblo en general.
Sí, la verdad, con respecto a la Constitución Europea, es un ejemplo de manual para tesis doctorales de un futuro más o menos próximo. Todavía, en algún recóndito lugar del PC guardo una versión en PDF de esa Constitución. Reconozco que no pude leerla toda, pero iba poniendo comentarios al articulado y no era difícil sacar la conclusión de que la habitual ambigüedad que rodea a los textos jurídicos alcanzaba en ése un ejemplo redacción magistral. Entendí que era inasumible para el común de los ciudadanos. Bien, si como dice Ud. nos gobernamos con textos contrarios a aquél, ¿cómo definimos la situación? No lo sé, no lo sé. Es inaudito.
ResponderEliminarEl tema verdaderamente importante de la llamada "Constitución Europea" ya no es si se trataba de una cosa buena o mala (nosotros los carlistas, opinábamos que era mala y por eso pedimos y votamos NO a esa constitución).
ResponderEliminarEl tema fundamental de esa llamada "Constitución Europea" es que se sometió a referendum en España y el pueblo se pronunció a favor (con muy poca participación y muy poco margen de diferencia respecto al NO). En cambio a los pocos meses los politicos españoles, incluso los mismos que habían solicitado el SI en el referendum, ignoraron los resultados, los burlaron e hicieron tabla rasa de la "Constitución Europea" para aplicar otros tratados que le eran claramente contrarios.
Por tanto, se manifestó que las opiniones del pueblo manifestadas en referendum no importan a los politicos y que el actual regimen, llamado democrático, no es más que una falsedad extremadamente sutil.