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viernes, 6 de septiembre de 2013

UNA POLÍTICA DE BECARIOS


            La semana pasada saltaba a los medios de comunicación la noticia de la renuncia a su acta de diputada de la exministra socialista de defensa Carme Chacón. El motivo de esta renuncia no se encuentra ni hay que buscarla en ningún tipo de desacuerdo con la dirección de su partido, el Partido Socialista Obrero Español, ni en ninguna evolución o involución ideológica sino en el descubrimiento, un poco tardío, que la ya exdiputada ha realizado de su “vocación” docente pues doña Carme Chacón abandona “temporalmente” la política española y la actividad parlamentaria para impartir clases en la Universidad Norteamericana de Miami Dade.

            Lo más llamativo de la decisión de la señora Chacón no es que se vaya para volver o no volver o si su actitud responde o no a una maniobra política en el seno del Partido Socialista, sino que en el fondo, y no muy en el fondo, viene a demostrar que, entre los miembros de la casta política española,  los “ideales” no son nada más que una antigua marca de cigarrillos.

            Doña Carme Chacón como militante del PSOE y haciéndose caja de resonancia de las soflamas y proclamas de su partido se ha llenado la boca con una constante y aparente defensa de todo lo “público”: de la sanidad pública, de la educación pública, de las pensiones públicas y hasta del transporte público aunque durante su tiempo de ministra socialista poco usó el metro o el autobús al disponer de un vehículo oficial. No obstante, ahora ha decidido abandonar un servicio público como es, o como debería ser, la actividad política a cambio de incorporarse al claustro de profesores de una universidad privada norteamericana en donde la tasa mínima a pagar por los estudiantes es de 105´48 Dólares norteamericanos por hora o crédito del curso o asignatura (es decir unos 80´37.- Euros por hora). Evidentemente esto debería suponer para cualquier persona mínimamente consciente una grave contradicción con los principios que asegura defender pues no es muy lógico mostrar públicamente cierto “antiamericanismo” para terminar yendo a trabajar a los Estados Unidos de América al mismo tiempo que se discursea vehementemente en defensa de lo público para terminar trabajando como profesor bien remunerado en una universidad privada en la que el único requisito que se exige para estudiar en ella es tener el suficiente dinero para pagar la matrícula.

            Doña Carme Chacón no ha sido la primera y seguramente tampoco será la ultima personalidad española que después de desarrollar una actividad pública, notoria y relevante en la política termina colocándose en el sector privado y es que, a pesar de la idea ampliamente difundida por periodistas y gacetilleros de que es preciso que los políticos estén bien pagados porque de otro modo a la política solo se dedicarían los peores ya que los más capacitados optarían siempre por la empresa privada, parece ser que, atendiendo a los resultados políticos finales de las últimas décadas, toda la actividad política en España viene siendo desarrollada por personas que tienen una formación y una mentalidad notablemente inferior a cualquier  “becario” aunque, a diferencia de los auténticos “becarios”, sean excelente y generosamente retribuidos.

            La figura del “becario” inunda la vida económica y empresarial española hasta el extremo de que no hay empresa, pública o privada, que no tenga su grupo de “becarios”. Los “becarios” suelen ser jóvenes que acaban de terminar sus estudios o que están próximos a culminarlos y que, a cambio de adquirir experiencia laboral y de percibir unas módicas retribuciones económicas de trescientos o quinientos euros al mes, mantienen la eficiencia de numerosos servicios públicos o realizan importantes trabajos que culminan con relevantes resultados en el mundo científico. Por el contrario, y atendiendo a los resultados, se puede observar que la política española esta integrada por individuos que, percibiendo unas retribuciones propias de los altos ejecutivos de las más grandes y prestigiosas empresas multinacionales, realizan un trabajo mediocre y pseudo escolar sirviéndose de la experiencia que alcanzan con la actividad política para engrosar su curriculum y ganar una experiencia laboral que luego les pueda servir para encontrar empleos magníficamente remunerados en los consejos de administración de empresas privadas o en instituciones internacionales. Esta mentalidad de “engordar el curriculum y adquirir experiencia” se encuentra en todos los políticos españoles de los últimos cuarenta años pues todos, tras retirarse de la política, han conseguido ganarse espléndidamente la vida impartiendo conferencias en prestigiosos foros internacionales sobre la “Transición Española”, ocupando puestos en consejos de administración de grandes empresas o aceptando un puesto en el seno del claustro de profesores de importantes universidades nacionales o internacionales.

            Atendiendo a este patente e irrevocable hecho, tal vez a los españoles nos iría mejor si echásemos a todos estos ganapanes que inundan actualmente la política española y colocásemos en su lugar a medio centenar de “becarios” doblándoles o triplicándoles del suelo (o beca) que cobran actualmente. Es seguro que los resultados en todas las facetas de la política española serían mejores y en caso contrario, al menos, el gasto público destinado al pago a los altos cargos del estado sería mucho menor con el consecuente ahorro para todos los ciudadanos.

2 comentarios:

  1. Dos puntualizaciones:

    • Una muestra más que por “muy de izquierdas” que se defina un partido político de los que son habituales en los circuitos españoles, están cortados todos por el mismo patrón. Entre IU, PSOE, PP, UPyD, PNV, Bildu (sic.), etc. la única diferencia son las siglas: las políticas son idénticas. España tiene tres alternativas, desde mi humilde punto de vista: décadas de miseria y hambre (entendiéndolo no como recurso retórico, sino real, de verdad), una dictadura (ya sea militar o militar-financiera) o una revolución democrática que limpie toda la basura política, judicial, social, etc. que se ha ido estratificando a lo largo de los últimos decenios.
    • Le ha puesto Ud. una foto demasiado favorecedora a esa tipa. Desde mi punto de vista, por supuesto.

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  2. Estimado anónimo:

    Lo que este blog sostiene es precisamente eso: "que todos son iguales" y por eso, si usted analiza los artículos de crítica política que se publican vera que todos ellos tienden a una misma cosa: a sacar las contradicciones de los partidos y del propio régimen.

    Por lo que se refiere, a las soluciones que usted apunta, la primera y la segunda son inaceptables.

    Al respecto de la foto, pues... he puesto una de cuando entró en el gobierno, una fotografía propia para el curriculum de una joven becaria.

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