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martes, 23 de junio de 2015

DISCURSO DE DON CARLOS JAVIER DE BORBON PARMA EN EL ATENEO DE MADRID



            Amigos: hoy rendimos homenaje a la infanta María Teresa, a quien tanto  debe  el Carlismo. Hablando de Teresa muchos carlistas recordarán a la Princesa de Beira,  María Teresa de Braganza, como símbolo de la fortaleza en momentos difíciles.  

         ¿Qué decir de las mujeres ejemplares que tanto dieron a nuestro pueblo?. Hay nombres que llevamos en el corazón, Margarita, María de la Nieves. 

         De ese conjunto forma parte nuestra María Teresa. Gracias tía, profesora, doctora. Gracias en nombre de mi padre,  de mi familia y en el de todos nosotros, los leales, amigos y hasta algunos buenos enemigos.

          Estamos en una época cuya turbulencia solo puede comprenderse si cambiamos la mentalidad. Lo decía tu hermano, mi padre.  Cuando se refería a lo que es el estado nación ahora, dijo: “El Carlismo veía detrás del estado nación la destrucción de las libertades por la acción del absolutismo y del dinero”.

          La Historia muestra que el poder siempre tiende a crecer,  y este crecimiento descontrolado es en gran parte la causa de la crisis que padecemos. Responsabilidad moral que no ejecutamos. Una crisis cuya base es fundamentalmente moral y ética. 

         Fueron mayoritariamente carlistas los que previeron el desbarajuste actual. También sabemos que si falta el espíritu foral nadie podrá embridar el poder que, desde la Monarquía Absoluta hasta el actual estado absoluto, ha ido recortando las Libertades.

         Hemos de tener en cuenta que los distintos nacionalismos excesivos de hoy, nacionalismos de todo tipo, cuidado, son los que dificultan el proceso federativo de la construcción de Europa,  como también lo hacen quienes mantienen el viejo centralismo.

         Carlos Hugo gustaba de repetir el dicho de los navarros, que tienen muchos buenos dichos, “preferimos estar mal administrados por nosotros mismos, que bien administrados por otros”.  

         Fue ese espíritu foral el que inspiró a María Teresa para ir a estudiar a Pamplona. Como es la falta del espíritu foral y participativo la que ha creado el hartazgo político que muestran las campañas electorales de hoy en día. 

         Al desaparecer la vinculación con la propia tierra, brota un  individualismo que impide preocuparse por las cosas  comunes, que impide preocuparse por la justicia social, como expresó tan bien María Teresa.

          Tristemente es el egoísmo político el que produce la corrupción. Frente a esa desgracia hay que proclamar el idealismo y la generosidad sin las cuales la democracia no existe, o no es más que una palabra vacía, la retórica democrática. 

         De ahí viene la exigencia de celebrar este homenaje a una Princesa generosa y constante. Su ejemplo en estos tiempos tan mezquinos nos estimula también a una acción cuya bandera lleva escrito el lema, “por el bien de los demás”. 
        
         Mi querida María Teresa, mi querida tía, tienes un carácter espectacular. Cuando yo era un Carlos Javier pequeñito, a veces te tenía un poco de miedo, muy estricta podías ser. Lentamente, al crecer, vi que tu carácter formaba parte de una dedicación absolutamente auténtica. Hubieras podido vivir una vida como una princesa, de lujo.

          No. Has escogido una vida militante e intelectual.  Para ayudar a otros, con grandes sacrificios.

         La fortaleza, tu intelecto, el coraje intelectual que tú has tenido te ha hecho muchos enemigos, menos mal. Sin enemigos no llegas a superar las fronteras, y tú las has superado. 

         Cuidado, tus enemigos se equivocan porque has movido a la gente, has llegado a despertar las mentes y las ilusiones. Es un regalo que nos has dado a todos nosotros, enorme, Y, además, has desarrollado una vida intelectual, no a los dieciocho años cuando la mente aún es flexible, lo has seguido haciendo mucho más tarde, en tu doctorado. 

         Encuentro eso fantástico, toda la vida has estado aprendiendo, nunca has parado, hasta ayer, hasta hoy. Seguro, mañana vienes con cosas nuevas. Eso es impresionante.

         La capacidad de aprender y comprender ya es difícil cuando la mente es aún joven y flexible, pero tú tienes una mente que sigue flexible hasta esa joven edad que tienes ahora. Impresionante. Hasta has aprendido el árabe, que no es lengua fácil,  para mejor comprender la situación de esos países.

         No me acuerdo cuántos libros has escrito. Es impresionante que no solamente los hayas hecho con una mentalidad flexible, abierta al futuro,  también con tesón hasta ponerlo en la práctica.

          Y que no me hablen de la “princesa roja”. Que me hablen de una luchadora íntegra por la justicia social, y no solo en España, también en el ámbito internacional. Desde Biafra hasta Palestina, de México al Magreb. Y si eso es ser “princesa roja”, necesitamos muchas más princesas rojas.

         Quisiera agradecer a todos los que habéis venido y, especialmente,  a todos los que habéis acompañado en todo el camino de las últimas décadas a mi tía y a toda nuestra Familia. Muchísimas gracias. Hemos caminado juntos y seguiremos caminando juntos.  

         Como Gran Maestre de la Orden de la Legitimidad Proscrita, querida  María Teresa,  tengo el gran gusto y honor de imponerte la Gran Cruz de la Legitimidad Proscrita. Por todos los sacrificios que has hecho para el pueblo carlista.

Madrid, a 6 de Junio del 2015 

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