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lunes, 7 de septiembre de 2015

LA CRISIS DE LOS REFUGIADOS: ENTRE LA ESTUPIDEZ Y LA HIPOCRESÍA



Tras varios meses en que los medios de comunicación anunciaban  que el flujo masivo de personas procedentes de los países en conflicto en Oriente Medio (Siria, Irak, Afganistán) hacia Europa amenazaba con convertirse en un drama humanitario ha hecho falta la imagen de un pobre niño de tres años ahogado en el Mar Egeo para que los gobiernos europeos se decidan a tomar alguna iniciativa. Ahora bien, estos movimientos políticos a nivel europeo no dejan de tener un alto componente de hipocresía y de maniobras para la galería que además de llegar tarde no afrontan realmente al problema en su raíz.

            El flujo de refugiados que ven amenazada su vida en sus países de origen de los cuales tienen que huir desesperadamente se debe, única y exclusivamente, a la política desarrollada en Oriente Medio y Asia Central por Estados Unidos y sus aliados europeos que en los últimos quince años se han dedicado a desestabilizar estados en los que su diversidad religiosa y étnica les convertían en verdaderos polvorines en potencia. Así por ejemplo Irak y Siria que eran estados modelos de integración de la mujer y de convivencia entre tendencias religiosas se han visto abocados en aras de no sé qué principios a unas guerras civiles de todos contra todos en las que la autoridad estatal prácticamente ha desaparecido y mil facciones se disputan parcelas de territorio en las que asentar su tribal dominio. Así en Irak y Siria luchan musulmanes suníes contra musulmanes chiitas, musulmanes contra cristianos, partidarios de mayores libertades contra los restos de los partidarios de los regímenes árabes socialistas.... Y de toda esta inestabilidad, que ya se está extendiendo por África (Libia) y que amenaza con extenderse por todo el mundo musulmán, el gran beneficiado resulta ser el integrismo islámico que parece la única forma política organizada que existe ahora mismo en Siria e Irak.

            Esta es la causa última de la tragedia humanitaria de los refugiados que se está padeciendo y es a la causa, y no a sus síntomas, a la que hay que enfrentarse si en realidad se desea poner fin al drama de más de cuatro millones de personas que se están viendo afectadas por la situación político-militar en Oriente Medio.

            Por otro lado, las iniciativas que determinadas Comunidades y Municipios europeos, especialmente españoles, han emprendido no dejan de ser iniciativas que, por muy bien intencionadas que sean, carecen de cualquier fundamento real ya que el Derecho de Asilo no lo concede ningún municipio ni ninguna comunidad sino que es competencia exclusiva del Estado por lo que es a este al único que le corresponde reconocer el carácter de refugiado a una persona. Y respecto a esto ya entran en juego determinados tecnicismos legales que pueden hacer creer a los ciudadanos de a pié que los estados europeos están comprometidos con el acogimiento de los refugiados cuando en realidad lo que están haciendo es todo lo contrario.

            El estatus de asilado o refugiado se obtiene después de un procedimiento administrativo que, en el caso español, está perfectamente compilado. La ley internacional exige que el solicitante de asilo lo solicite en el primer país en el que entra y, en el caso de tratarse de España, debe hacerlo en el mismo instante en que entra por la frontera o dentro del plazo de un mes después de haber entrado en España; en caso de no hacerlo de esta forma y con los plazos fijados el solicitante puede ver denegada la tramitación de su solicitud. En el caso actual el primer país donde llegan los refugiados de Oriente Medio y Afganistán es Grecia a la cual le correspondería recibir y tramitar las miles de solicitudes de asilo y aunque se obvie este requisito y se le permita solicitar la protección internacional en el segundo o tercer país en el que entra, aun así el solicitante debe someterse a una entrevista donde debe exponer claramente y de forma creíble para el entrevistador sus circunstancias personales, familiares y políticas que le han hecho huir de su país; una contradicción en la entrevista o una afirmación no avalada por informes internacionales de "Amnistía Internacional", "ACNUR", "Cruz Roja" o cualquier otra institución internacional similar puede bastar para que el entrevistador informe negativamente sobre la admisión a trámite de la solicitud de asilo y la misma sea rechazada.  Contra la inadmisión a trámite de la solicitud de asilo cabe un reexamen que tendrá lugar dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes a la resolución inadmitiendo a trámite la solicitud y contra la resolución resolviendo el reexamen cabe el recurso contencioso administrativo.

            Una vez admitida a trámite la solicitud de asilo, al solicitante se le concede la protección internacional pero aun hay que esperar a que el Ministerio del Interior resuelva sobre la solicitud que puede ser de forma favorable con lo que el solicitante se convierte en refugiado o de forma desfavorable. Contra la resolución desfavorable a la concesión de asilo cabe recurso contencioso administrativo.

            De esta forma, es muy posible que la maniobra de los estados europeos consista en lo siguiente: ante la opinión pública y las televisiones del mundo entero, los estados abren sus fronteras a miles de refugiados que como tales y mientras se tramitan sus solicitudes de asilo son inexpulsables, luego por vía del procedimiento administrativo indicado anteriormente deniegan el asilo a la inmensa mayoría de ellos y una vez agotados los pertinentes recursos se convierten en extranjeros ilegales sometidos a  las leyes de extranjería que permiten su internamiento y expulsión. De esta forma la opinión pública percibe que sus gobiernos son generosos y altruistas mientras que por la puerta de atrás se abre la posibilidad de la expulsión tras la denegación del asilo.

            Una vez más Europa se enfrenta al resultado de su estupidez al seguir o colaborar con una política exterior errónea que lo único que ha logrado es la desestabilización de los frágiles estados de Oriente Medio intentado dar un tratamiento sintomático a su manifestación inmediata que es la cuestión de los refugiados, muy probablemente de una forma hipócrita, y rehuyendo suicidamente afrontar el problema de raíz que es la estabilización política de Siria e Irak así como el integrismo islámico que está desplazando a millones de personas de sus países de origen y amenaza con instalarse peligrosamente en la ribera Sur del Mediterráneo.


1 comentario:

  1. Sí, la verdad es que no es difícil dar, en prensa del pesebre, con este planteamiento; es decir, que si no hubiéramos sido los lacayos de las potencias –y poderes financieros– interesadas en desestabilizar Siria, hoy no estaríamos como estamos. Pero hacer este planteamiento no les resulta conveniente.

    Y a todos los que se mortifican con la foto del niño en la playa, les invito a que busquen en Internet los videos donde se ve cómo queman a los prisioneros, cómo puestos en fila los van matando y tirándolos al río, cómo los matan disparando de coche a coche y dejándolos en la cuneta, cómo los persiguen por tierra comos si fueran cazando conejos, cómo degollan sin compasión, como revientan a presos poniéndolos sobre explosivos o atravesándolos con cohetes RPGs. Es decir, un sin fin de salvajadas inimaginables que no son difíciles de localizar y que revuelven el estómago. Vale, está bien que nos estremezcamos con la imagen del niño, pero seamos coherentes y conozcamos más a fondo lo que sucede en Siria. Y con esto no quiero decir que el gobierno sirio esté conformado por ángeles custodios, pero tratemos de contrastar la información de la prensa del pesebre.

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