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lunes, 31 de agosto de 2015

"DON CAMALEÓN" DE Curzio Malaparte



Portada del libro
                Extraña y rara, o tal vez críptica, resulta esta breve novela de Curzio Malaparte titulada "Don Camaleón" y que ha sido publicada recientemente en nuestro país por Tusquets.

            Esta novela puede resultar extraña y rara pues su argumento no deja de ser algo fabuloso o fantástico: el autor, Curzio Malaparte, se encuentra casualmente durante un paseo a caballo con Mussolini quien le entrega un camaleón para que le enseñe a tratar con los hombres. El camaleón es educado mediante el sistema de dejarle dormir sobre determinados libros que asimila al igual que, de natural, un camaleón asimila el color del lugar donde se sitúa y a través de su contacto con los hombres llega a analizarlos, comprenderlos y metido en política, bajo el nombre de Don Camaleón, llega a ser diputado por un grupo político que parece ser el partido fascista, hasta que su secretario personal, un presunto conspirador jesuita, le deposita sobre el libro "Imitación de Cristo" de Kempis y Don Camaleón desea convertirse en el nuevo Jesucristo.

            "Don Camaleón" fue publicado por primera vez en la Italia de 1928 y prohibido poco después de su aparición por el propio Mussolini, quien al parecer se sentía ridiculizado por esta novela, no volviéndose a publicar hasta después de la Segunda Guerra Mundial. Todos los críticos literarios coinciden en considerar a "Don Camaleón" una crítica mordaz, cómica y satírica de Mussolini aunque no está muy claro que sea una crítica al fascismo ni cuál es la causa de esta crítica y de ahí proviene lo que consideramos su carácter críptico.

            Evidentemente el personaje de Don Camaleón en la novela de Malaparte es el "alter ego" de Mussolini, pero siendo la característica fundamental del camaleón el adaptarse al medio en que se encuentra muy posiblemente la crítica a Mussolini que, sin duda contiene esta obra, no procede del carácter dictatorial y represivo de su régimen sino de las sucesivas mudanzas en las posiciones políticas que se verificaron en la persona del líder fascista y que le llevaron de la revolución a la reacción.

            Una aproximación a la biografía  de Curzio Malaparte brillantemente expuesta por Maurizio Serra y publicada también por Tusquets ("Malaparte. Vidas y Leyendas") nos revela dos cosas importantes: 1º. La amistad o apego que tenía el escritor italiano con muchos de los llamados "Jefes de Brigada", es decir, con los líderes fascistas de primera hora y más violentos entre ellos el famoso Bonaccorsi (conocido en Mallorca como "el Conde Rossi" e implicado presuntamente en el caso Matteotti) y que terminarían o bien marginados de la política italiana o eliminados físicamente por orden del propio Mussolini y, 2º, las importantes ayudas económicas que Malaparte recibía del propio Mussolini y del líder fascista Italo Balbo para varias iniciativas periodísticas y literarias. Ambas cosas dejan patente la vinculación de Curzio Malaparte, si no con el régimen fascista, sí con el fascismo como ideología o, incluso, como partido.

            Por otra parte, una aproximación al tiempo de la publicación de "Don Camaleón" en 1928 no puede por menos que hacernos pensar que en aquel año el gobierno fascista y la Curia Romana ya habrían empezado a tener contactos políticos para llegar a lo que el año siguiente, 1929, se conocería como el Tratado de Letrán y que supondría el definitivo entierro del "Programa de Sansepolcro" al no cumplirse ya ni la última exigencia del mismo que todavía no había sido incumplida por el gobierno fascista y que era la segunda propuesta para el problema financiero que exigía "La confiscación de todos los bienes de las congregaciones religiosas y la abolición de todas las bulas episcopales que constituyen una enorme responsabilidad para la Nación y un privilegio para unos pocos".

            Es ya sabido que el "Tratado de Letrán" no fue bien acogido ni por Italo Balbo, en 1929 Ministro del Aire, ni por numerosos fascistas de primera hora muchos de los cuales rompieron con Mussolini y con el Partido Fascista por tal motivo y que supuso un giro radical en la propia personalidad de Mussolini que pasaba de haber sido un ferviente propagandista anticlerical a imponer la restauración del crucifijo y de la enseñanza religiosa en las aulas italianas.
           
            Considerando, el contenido político de la novela de Curzio Malaparte que reseñamos; "Don Camaleón", tras un discurso en la cámara de diputados, asusta a los diputados conservadores quedando como el abanderado de la revolución lo que le permite a Mussolini, en la misma cámara, presentarse ante la sociedad italiana y especialmente ante las clases conservadoras como el paladín del orden en lo que vendría a ser una crítica al bandazo político dado por Mussolini en su propia vida real. Pero si consideramos el final de la novela con un protagonista, Don Camaleón, convertido en un nuevo Jesucristo pisoteado por Cardenales y Obispos ¿No estaríamos ante una solapada crítica a las más que posibles conversaciones existentes entre el gobierno fascista y la Curia Romana que darían lugar al Tratado de Letrán?.

            Así pues, "Don Camaleón" de Curzio Malaparte, no sería una novela antifascista sino un simple panfleto político dirigido contra Mussolini en beneficio de las posiciones, no menos fascistas, de Italo Balbo y de los "Jefes de Brigada" a causa de las conversaciones del gobierno fascista con la Iglesia Romana.

            Siendo, no obstante, "Don Camaleón" una obra entretenida que merece ser leída fue indudablemente una obra extremadamente afortunada para Curzio Malaparte al permitirle presentarse al público después de la Segunda Guerra Mundial como lo que jamás fue: un temprano opositor al régimen de Mussolini.

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