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Esta novela puede resultar extraña y
rara pues su argumento no deja de ser algo fabuloso o fantástico: el autor,
Curzio Malaparte, se encuentra casualmente durante un paseo a caballo con
Mussolini quien le entrega un camaleón para que le enseñe a tratar con los
hombres. El camaleón es educado mediante el sistema de dejarle dormir sobre
determinados libros que asimila al igual que, de natural, un camaleón asimila
el color del lugar donde se sitúa y a través de su contacto con los hombres
llega a analizarlos, comprenderlos y metido en política, bajo el nombre de Don
Camaleón, llega a ser diputado por un grupo político que parece ser el partido
fascista, hasta que su secretario personal, un presunto conspirador jesuita, le
deposita sobre el libro "Imitación de Cristo" de Kempis y Don
Camaleón desea convertirse en el nuevo Jesucristo.
"Don Camaleón" fue
publicado por primera vez en la Italia de 1928 y prohibido poco después de su
aparición por el propio Mussolini, quien al parecer se sentía ridiculizado por esta
novela, no volviéndose a publicar hasta después de la Segunda Guerra Mundial.
Todos los críticos literarios coinciden en considerar a "Don
Camaleón" una crítica mordaz, cómica y satírica de Mussolini aunque no
está muy claro que sea una crítica al fascismo ni cuál es la causa de esta
crítica y de ahí proviene lo que consideramos su carácter críptico.
Evidentemente el personaje de Don
Camaleón en la novela de Malaparte es el "alter ego" de Mussolini,
pero siendo la característica fundamental del camaleón el adaptarse al medio en
que se encuentra muy posiblemente la crítica a Mussolini que, sin duda contiene
esta obra, no procede del carácter dictatorial y represivo de su régimen sino de
las sucesivas mudanzas en las posiciones políticas que se verificaron en la
persona del líder fascista y que le llevaron de la revolución a la reacción.
Una aproximación a la biografía de Curzio Malaparte brillantemente expuesta por
Maurizio Serra y publicada también por Tusquets ("Malaparte. Vidas y
Leyendas") nos revela dos cosas importantes: 1º. La amistad o apego que
tenía el escritor italiano con muchos de los llamados "Jefes de
Brigada", es decir, con los líderes fascistas de primera hora y más
violentos entre ellos el famoso Bonaccorsi (conocido en Mallorca como "el
Conde Rossi" e implicado presuntamente en el caso Matteotti) y que
terminarían o bien marginados de la política italiana o eliminados físicamente
por orden del propio Mussolini y, 2º, las importantes ayudas económicas que
Malaparte recibía del propio Mussolini y del líder fascista Italo Balbo para
varias iniciativas periodísticas y literarias. Ambas cosas dejan patente la
vinculación de Curzio Malaparte, si no con el régimen fascista, sí con el
fascismo como ideología o, incluso, como partido.
Por otra parte, una aproximación al
tiempo de la publicación de "Don Camaleón" en 1928 no puede por menos
que hacernos pensar que en aquel año el gobierno fascista y la Curia Romana ya
habrían empezado a tener contactos políticos para llegar a lo que el año
siguiente, 1929, se conocería como el Tratado de Letrán y que supondría el
definitivo entierro del "Programa de Sansepolcro" al no cumplirse ya
ni la última exigencia del mismo que todavía no había sido incumplida por el
gobierno fascista y que era la segunda propuesta para el problema financiero
que exigía "La confiscación de todos
los bienes de las congregaciones religiosas y la abolición de todas las bulas
episcopales que constituyen una enorme responsabilidad para la Nación y un
privilegio para unos pocos".
Es ya sabido que el "Tratado de
Letrán" no fue bien acogido ni por Italo Balbo, en 1929 Ministro del Aire,
ni por numerosos fascistas de primera hora muchos de los cuales rompieron con
Mussolini y con el Partido Fascista por tal motivo y que supuso un giro radical
en la propia personalidad de Mussolini que pasaba de haber sido un ferviente
propagandista anticlerical a imponer la restauración del crucifijo y de la
enseñanza religiosa en las aulas italianas.
Considerando, el contenido político
de la novela de Curzio Malaparte que reseñamos; "Don Camaleón", tras
un discurso en la cámara de diputados, asusta a los diputados conservadores quedando
como el abanderado de la revolución lo que le permite a Mussolini, en la misma
cámara, presentarse ante la sociedad italiana y especialmente ante las clases
conservadoras como el paladín del orden en lo que vendría a ser una crítica al
bandazo político dado por Mussolini en su propia vida real. Pero si
consideramos el final de la novela con un protagonista, Don Camaleón,
convertido en un nuevo Jesucristo pisoteado por Cardenales y Obispos ¿No estaríamos
ante una solapada crítica a las más que posibles conversaciones existentes
entre el gobierno fascista y la Curia Romana que darían lugar al Tratado de Letrán?.
Así pues, "Don Camaleón"
de Curzio Malaparte, no sería una novela antifascista sino un simple panfleto
político dirigido contra Mussolini en beneficio de las posiciones, no menos
fascistas, de Italo Balbo y de los "Jefes de Brigada" a causa de las
conversaciones del gobierno fascista con la Iglesia Romana.
Siendo, no obstante, "Don Camaleón"
una obra entretenida que merece ser leída fue indudablemente una obra
extremadamente afortunada para Curzio Malaparte al permitirle presentarse al
público después de la Segunda Guerra Mundial como lo que jamás fue: un temprano
opositor al régimen de Mussolini.
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