¿Qué decir de las mujeres ejemplares que tanto dieron a
nuestro pueblo?. Hay nombres que llevamos en el corazón, Margarita, María de la
Nieves.
De ese conjunto forma parte nuestra María Teresa. Gracias
tía, profesora, doctora. Gracias en nombre de mi padre, de mi familia y en el de todos nosotros, los
leales, amigos y hasta algunos buenos enemigos.
Estamos en una época cuya turbulencia solo
puede comprenderse si cambiamos la mentalidad. Lo decía tu hermano, mi
padre. Cuando se refería a lo que es el
estado nación ahora, dijo: “El Carlismo veía detrás del estado nación la
destrucción de las libertades por la acción del absolutismo y del dinero”.
La Historia muestra
que el poder siempre tiende a crecer, y
este crecimiento descontrolado es en gran parte la causa de la crisis que
padecemos. Responsabilidad moral que no ejecutamos. Una crisis cuya base es
fundamentalmente moral y ética.
Fueron mayoritariamente carlistas los que previeron el
desbarajuste actual. También sabemos que si falta el espíritu foral nadie podrá
embridar el poder que, desde la Monarquía Absoluta hasta el actual estado
absoluto, ha ido recortando las Libertades.
Hemos de tener en cuenta que los distintos nacionalismos
excesivos de hoy, nacionalismos de todo tipo, cuidado, son los que dificultan
el proceso federativo de la construcción de Europa, como también lo hacen quienes mantienen el
viejo centralismo.
Carlos
Hugo gustaba de repetir el dicho de los navarros, que tienen muchos buenos
dichos, “preferimos estar mal administrados por nosotros mismos, que bien
administrados por otros”.
Fue ese espíritu foral el que inspiró a María Teresa para ir
a estudiar a Pamplona. Como es la falta del espíritu foral y participativo la
que ha creado el hartazgo político que muestran las campañas electorales de hoy
en día.
Al desaparecer la vinculación con la propia tierra, brota
un individualismo que impide preocuparse
por las cosas comunes, que impide
preocuparse por la justicia social, como expresó tan bien María Teresa.
Tristemente es el
egoísmo político el que produce la corrupción. Frente a esa desgracia hay que
proclamar el idealismo y la generosidad sin las cuales la democracia no existe,
o no es más que una palabra vacía, la retórica democrática.
De ahí viene la exigencia de celebrar este homenaje a una
Princesa generosa y constante. Su ejemplo en estos tiempos tan mezquinos nos
estimula también a una acción cuya bandera lleva escrito el lema, “por el bien
de los demás”.
No. Has escogido una
vida militante e intelectual. Para
ayudar a otros, con grandes sacrificios.
La fortaleza, tu intelecto, el coraje intelectual que tú has
tenido te ha hecho muchos enemigos, menos mal. Sin enemigos no llegas a superar
las fronteras, y tú las has superado.
Cuidado, tus enemigos se equivocan porque has movido a la
gente, has llegado a despertar las mentes y las ilusiones. Es un regalo que nos
has dado a todos nosotros, enorme, Y, además, has desarrollado una vida
intelectual, no a los dieciocho años cuando la mente aún es flexible, lo has
seguido haciendo mucho más tarde, en tu doctorado.
Encuentro eso fantástico, toda la vida has estado
aprendiendo, nunca has parado, hasta ayer, hasta hoy. Seguro, mañana vienes con
cosas nuevas. Eso es impresionante.
La
capacidad de aprender y comprender ya es difícil cuando la mente es aún joven y
flexible, pero tú tienes una mente que sigue flexible hasta esa joven edad que
tienes ahora. Impresionante. Hasta has aprendido el árabe, que no es lengua
fácil, para mejor comprender la
situación de esos países.
No me acuerdo cuántos libros has escrito. Es impresionante
que no solamente los hayas hecho con una mentalidad flexible, abierta al
futuro, también con tesón hasta ponerlo
en la práctica.
Y que no me hablen de la “princesa roja”. Que
me hablen de una luchadora íntegra por la justicia social, y no solo en España,
también en el ámbito internacional. Desde Biafra hasta Palestina, de México al
Magreb. Y si eso es ser “princesa roja”, necesitamos muchas más princesas
rojas.
Quisiera agradecer a todos los que habéis venido y,
especialmente, a todos los que habéis
acompañado en todo el camino de las últimas décadas a mi tía y a toda nuestra
Familia. Muchísimas gracias. Hemos caminado juntos y seguiremos caminando
juntos.
Como Gran Maestre de la Orden de la Legitimidad Proscrita,
querida María Teresa, tengo el gran gusto y honor de imponerte la
Gran Cruz de la Legitimidad Proscrita. Por todos los sacrificios que has hecho
para el pueblo carlista.
Madrid, a 6 de Junio
del 2015