Con motivo de su reciente visita a Santiago de Compostela durante los pasados días 23, 24, 25 y 26 de Octubre, Don Carlos Javier de Borbón Parma ha visitado ampliamente Galicia, para tener mayor conocimiento de la realidad social de nuestras Españas reuniéndose con distintas personalidades del mundo de la cultura galaica y con un nutrido grupo de carlistas a seis de los cuales ha distinguido con la Cruz de la Real Orden de la Legitimidad Proscripta, máxima y única distinción carlista creada por Don Jaime III en Decreto de fecha 16 de Abril de 1923.
En el acto de imposición de las cruces de la R.O.L.P a los carlistas distinguidos con ella, don Carlos Javier pronunció el Discurso siguiente que, por su contenido de interés, reproducimos a continuación
DISCURSO DE S.M. DON CARLOS JAVIER
DE BORBÓN PARMA
En Santiago de Compostela, a 25 de
octubre de 2014.
Bueno, yo quisiera decir unas
palabras antes de acabar. Decir dos o tres palabras.
Damas y Caballeros. Queridos amigos
carlistas. Gracias por estar aquí con nosotros. Mi mujer me manda daros un
gran saludo y me ha encargado decir que siente mucho no estar aquí.
Pero ella y yo hemos decidido que era mejor que se quede con nuestra hija
pequeña Cecilia María que tiene pulmonía y no podíamos dejarla sola.
Estoy muy contento de esta visita a
Galicia, en Santiago. Este viejo Reino. Gracias Manuel por ayudar a
organizarlo y por todas las buenas y bellas palabras que has dicho. Lo he
pasado muy bien discutiendo junto con vosotros la problemática, la
historia y la cultura de Galicia.
Gracias también a los
Vicecancilleres que junto contigo, Manuel, han organizado este viaje
y hacer posible que nos encontremos todos aquí.
Es de verdad un honor haber podido
daros a vosotros 6 las cruces. 6 condecorados, 6 personas que se lo
merecen tanto, y ¡qué gusto veros aquí!.
Seguimos la lucha para la justicia
social y la lucha por nuestros valores e ideales. No olvidéis que tantos
sacrificios, tanto trabajo, tantas raíces profundas. ¿Qué camino hemos hecho?.
Este camino ha llevado a que las ideas del carlismo y de la Dinastía
siguen vigentes después de más de 180 años. Es importante, no solamente
porque tienen 180 años sino porque estos ideales son una reserva de
valores para el futuro.
Hemos llegado en esta sociedad a los
límites del sistema en el cual estamos. Hemos notado que el sistema de
nuestro mundo europeo llega a un punto de crisis. Crisis económica,
crisis moral y crisis ética. Y lo notamos en todo lo que vemos en nuestro
entorno. El sistema seguirá funcionando aún un poco en adelante, en un
momento tremendo, pero todos sabemos en nuestro corazón, o en nuestra
razón, que este sistema que hemos creado llega a su límite.
Pero esto no es mala cosa. Da un
poco de espanto, porque se dice ¿cómo va a ser el futuro?. Pero esto es
también una oportunidad para reevaluar ¿porqué hemos llegado a este
sistema en el cual vivimos hoy?. Y el sistema en el cual vivimos hoy no es
malo “per se”. Es un sistema increíble. Hemos vivido un éxito en esta
sociedad impresionante. En todo nuestro mundo nunca hemos tenido tantos
profesores, catedráticos, estudiantes, montones de libros, sabiduría,
conocimiento, etc ….
Nunca el producto nacional europeo,
mundial, ha sido tan grande como hoy. Pero notamos que con todo lo que
sabemos y todo lo que producimos no llegamos aún a resolver los problemas
básicos humanos en el mundo. Y es que el sistema ha llegado a sus límites. Y
eso da miedo. Pero también nos da la oportunidad de volver a reexaminar la
razón de porqué hemos llegado a este sistema, que es muy lógico. Y ahora
dar un salto en adelante.
Con las ideas y valores del carlismo
tenemos ahora la oportunidad de formar la nueva fase de la que es la
cultura nuestra europea hacia el futuro. Siendo diligentes y siguiendo con los
mismos valores, aunque han cambiado las palabras, ha cambiado el mundo, pero
los valores no han cambiado.
Para 181 años es un éxito tremendo.
Muy pocas organizaciones han podido cumplir esto. Ser la voz de un ideal,
de unos valores importantísimos para tanto tiempo, para tantas
generaciones. Y este éxito tremendo lo hemos cumplido juntos. Juntos lo
hemos hecho.
Una cosa que lo ha hecho posible, me
lo recordó Javier ayer, es que ha habido un pacto, un lazo, entre el
carlismo y mi familia, y la familia, que ha sido diferente a todos los otros
pactos de las familias dinásticas en Europa. Ha sido un pacto, no
solamente ideológico, sino también del corazón.
Y eso parece algo suave, flojo, el
corazón. Es algo muy fuerte, porque ha dado la posibilidad a la familia de
estar abierta a los carlistas y con los carlistas. No ha habido barreras de
protocolo, de palacios con grandes rejas. Siempre hemos podido tener un
diálogo, un debate, un intercambio de ideas y necesidades entre la familia
y los carlistas. Y esto es único en Europa.
Y esto es gracias a vosotros. Así
que Yo, en nombre de la familia os agradezco esta apertura, este lazo de
amor, que ayuda a llevar por tanto tiempo, el lazo de las ideas, y de la
filosofía y de los valores que todos tenemos y seguimos llevando hasta el
futuro.
Muchas
gracias.