En política es posible hacer
predicciones bastante acertadas y adelantarse a los acontecimientos.
Posiblemente las predicciones políticas
más famosas fueron la que hizo Arnold J. Toynbee el mismo día que se suscribió
el Tratado de Versalles (28 de junio de 1919) de que Alemania iría a una nueva
guerra en veinte años y la que hizo el general norteamericano William Mitchell
a mediados de los años veinte del siglo pasado en la que afirmaba que Estados
Unidos y Japón irían a la guerra en poco más de una década (1). Ahora bien,
tantos las predicciones de Toynbee como las de Mitchell se basaban en un
profundo discernimiento de la historia reciente tanto de Alemania como de
Japón, un análisis correcto de los acontecimientos presentes que se estaban
desarrollando en aquellos momentos, una compresión clara de la situación
geopolítica de Europa y Asia y un perfecto conocimiento de los intereses
generales de Gran Bretaña y Estados Unidos respectivamente. Por su parte el
informe de Sánchez y que pomposamente se denomina "Informe España
2050" dice basarse en los grandes logros obtenidos por nuestro país desde
la transición, pero ¿Se es consciente de en qué han consistido esos logros y
como se han obtenido?.
Ciertamente, desde 1976 hasta hoy han transcurrido casi cincuenta años en los
que el país ha avanzado materialmente muchísimo no pudiéndose decir lo mismo en
cuanto a los aspectos espirituales o anímicos, entendiendo por anímicos o espirituales todos aquellos valores que
crean lazos cohesionadores de la comunidad. La renta per cápita de los
españoles ha crecido enormemente con respecto a la de 1976 especialmente a
partir de 1986 coincidiendo con nuestra entrada en el Mercado Común, tenemos
mejores infraestructuras que en 1976, la ciencia ha avanzado enormemente y la
tecnología nos ha hecho la vida mucho más fácil, pero todo ello se debe
fundamentalmente, en primer lugar, a los llamados "fondos de
cohesión" que recibió nuestro país procedentes de la Unión Europea desde
mediados de los años ochenta del siglo
pasado hasta mediados de los años noventa del mismo siglo a cambio de hacer las
concesiones que hicieron para poder entrar en el Mercado Común (reconversión
industrial, privatizaciones de empresas estratégicas, limitación de la
agricultura y ganadería...) y, en segundo lugar, a la inconsciente política de
endeudamiento público que ha hecho que, en marzo de 2021, la deuda pública
española haya alcanzado el 117 por ciento del Producto Interior Bruto,
porcentaje éste que para cualquier empresa privada equivaldría a una situación
de quiebra.
Este es el claro panorama presente
de nuestro país, sobre el que no se puede predecir el futuro maravilloso que el
señor Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, vierte en su "Plan España
2050" que no es más que un cuento con un título con pretensiones
académicas. Ciertamente el descenso demográfico que se pretenderá paliar con la
importación de población llevará a un cierre de colegios y escuelas pero eso no
significará que habrá menos alumnos con mejores medios sino que parte de los
recursos y del presupuesto de educación habrá que derivarlo a inversiones en salud
y cuidados a dependientes, lo que unido a que la importación de población, a la
que eufemísticamente se refiere el "Plan España 2050" como
"fomento de la emigración legal", será mayoritariamente de población sin
cualificación profesional, provocará un descenso generalizado en el número de
población cualificada que se traducirá en menor competitividad y menor crecimiento
económico. Por otro lado el deseo manifestado en el "Plan España
2050" de acabar con los vuelos interiores, además de que posiblemente
lleven al cierre de alguna aerolínea e incremente el desempleo resulta muy
quimérico pues el mejor medio para desplazarse a las Islas Baleares o a las
Canarias es el avión y tales destinos son vuelos interiores que seguirán siendo
imprescindibles salvo que en el año 2050 Marruecos se haya hecho con la
soberanía sobre Canarias y Cataluña se haya independizado. Y finalmente, la
intención de disminuir el consumo de
alimentos cárnicos y de origen animal que contiene el presidencial plan
para la España del año 2050 resulta extremadamente llamativo y sorprendente,
poniendo de manifiesto el grado de degeneración mental de la izquierda
española, que parece tener la intención de retrotraer los hábitos alimenticios
de la gran mayoría de la población española a los que se veía obligado a tener la
clase trabajadora a principios del Siglo XX quedando determinados productos
para goce y disfrute de una minoría privilegiada y todo ello con una pretendida
justificación ecologista.
En definitiva, el "Plan España
2050" no es más un cumulo de deseos inconsistentes y el recurso
desesperado a un hipotético regreso de una "Edad Dorada" de quien nos
ha conducido a la presente "Edad de las Tinieblas" y se muestra
incapaz de sacarnos de ella.
(1) Otra predicción política acertada fue la que hizo la Central de Inteligencia Americana (CIA) en un informe de diciembre de 1990 en la que, mientras el mundo estaba pendiente de la primera crisis del Golfo Pérsico desatada por la invasión de Kuwait por Irak, aseguraba que los movimientos centrífugos en la entonces Yugoslavia la llevarían a la desintegración en seis meses. En Junio de 1991, seis meses después de la publicación del informe, Croacia y Eslovenia declararon unilateralmente su independencia.