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jueves, 14 de abril de 2016

DE ASESORES, FINANCIACIONES Y OPORTUNISMO POLÍTICO



El pasado 5 de Abril  se hacía público por una parte de la prensa española que la Fundación "Centro de Estudios Políticos y Sociales"  dirigida por Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero había recibido más de siete millones de dólares del gobierno venezolano en concepto de pago por servicios de asesoramiento a dicho gobierno, lo que a tenor de lo manifestado por dicha prensa podría suponer una operación de financiación ilegal de la emergente formación política "PODEMOS".

            Lo que la prensa no dice o calla o simplemente ignora es que con esta noticia, que surge en un oportuno momento de periodo preelectoral, pone o debería poner de manifiesto unas situaciones que desde los años sesenta del siglo pasado se vienen dando en nuestro país con la aquiescencia o el mirar para otro lado de todas las autoridades y que se refieren tanto a la financiación de los partidos políticos como a los servicios prestados por ciudadanos españoles a potencias extranjeras.

            Que un ciudadano preste servicios de diversos tipos a un estado que no es el suyo no es una situación extraña ni novedosa, aunque en el caso español presenta peculiaridades tragicómicas. Así se puede mencionar el caso del General Gordon que siendo súbdito británico prestó servicios al emperador de china en 1860 y al Jedive de Egipto en 1884 o el de los coroneles Roger Faulques y Roger Trinquier quienes siendo ciudadanos franceses prestaron servicios a distintos estados africanos como la República de Katanga durante los años sesenta del siglo pasado. No obstante, en todos estos casos mencionados y en otros muchos siempre existió una previa información de estos asesores al estado del que eran ciudadanos de la actividad que iban a desarrollar y siempre medió una autorización o licencia de éste para desarrollarla.

            En el caso español, y de ahí la peculiaridad tragicómica, esto no se he hecho nunca así. Ya en 1968 durante el proceso de descolonización de Guinea Ecuatorial hubo un individuo que, por un precio, no dudo en asesorar a Francisco Macias para que se enfrentara al líder guineano elegido por España para iniciar la andadura de la independencia, Bonifacio Ondo,, actuando de este modo contra los intereses españoles y dando lugar no solo al sometimiento del pueblo guineano a una terrible dictadura que duró más de diez años sino a la precipitada salida de la población española de la ex-colonia y a la práctica ruptura de relaciones entre España y Guinea Ecuatorial. Igualmente a finales de 1975 y principios de 1976, mientras se producía la amenaza de invasión del Sáhara Occidental por parte de Marruecos mediante la "Marcha Verde", hubo otro individuo que tenía la doble condición de Ministro del Gobierno español y "asesor" de Hassan II en asuntos económicos, el cual termino actuando en contra de los intereses españoles. Todo esto sin mencionar a otro ciudadano español que actualmente suele pasearse por algunos medios de comunicación con uniforme de Coronel del Ejército Norcoreano. Así pues, es un interesado error y un acto hipócrita hablar de los supuestos asesoramientos de Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero o Jorge Verstrynge al gobierno de Maduro y no mencionar que existe un vacío legal que permite generosamente que tal situación se produzca, incluso con estados no precisamente amistosos con España, exigiendo que se regule legalmente esta actividad imponiéndose que el estado español reciba una información previa de la actividad a desarrollar y que preste una licencia o autorización expresa para desarrollarla.

Otra cosa que pone de manifiesto la noticia aparecida la semana pasada es el tema de la financiación de partidos políticos por potencias extranjeras. No veo equitativo ni justo acusar a PODEMOS de ser financiado por Venezuela y no hacer mención alguna a la más que posible financiación de otros partidos políticos españoles por parte de las internacionales a las que pertenecen. Además, en esta acusación vuelve a haber mucha hipocresía y ley del embudo porque es sabido que, al menos en el pasado,  el propio gobierno español pagó a lobbistasnorteamericanos para obtener algunos favores en Estados Unidos como fue el casode la "Medalla del Congreso de Estados Unidos" concedida a José MaríaAznar.

            Una vez más, y no nos cansaremos de repetirlo, conseguir que la financiación de los partidos políticos esté perfectamente controlada y sea absolutamente legal es muy fácil: bastaría con hacer una ley que estableciera que los partidos políticos solo se financiarían con las cuotas periódicas que pagasen sus afiliados. ¿Que semejante fórmula de financiación no  permitiría a los partidos políticos tener tantos cargos liberados y hacer tan grandes desembolsos en campañas electorales y en adquisición de patrimonio?, bueno... ¿Y qué pasa?.

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