El Asno, símbolo del Partido Demócrata Norteamericano |
La enorme expectación que
desde siempre despiertan las elecciones presidenciales norteamericanas en el
mundo resulta muy lógica y se explica por la decisiva influencia que tienen los
Estados Unidos de América en la política y en la economía mundial. No obstante,
la aparente bipolarización política norteamericana entre Demócratas y
Republicanos hace que los ciudadanos españoles que asisten como meros
espectadores a los comicios electorales norteamericanos tengan sus preferencias
en los mismos según y conforme sean sus preferencias políticas en España,
trasponiendo sin más las condiciones políticas españolas a las condiciones
políticas norteamericanas e incurriendo en una serie de tópicos erráticos que
no dejan de poner de manifiesto la gran ignorancia de lo que es la política y
la historia estadounidense.
La base de la errónea apreciación que de la política
norteamericana tienen los europeos en general y los españoles en particular
parte de la falsa creencia de que la política interior estadounidense está
condicionada, al igual que la española y
europea, por una bipolarización Izquierda/Derecha, cuando realmente en
Estados Unidos no existe esa bipolarización política porque los dos únicos
grandes partidos que presentan candidatos a las elecciones presidenciales con verdaderas posibilidades de ganarlas, el
Partido Demócrata y el Partido Republicano, son simplemente dos marcas distintas
para una misma política: la política liberal capitalista anglosajona.
Partiendo del error de la bipolarización política
Izquierda/Derecha en Estados Unidos, el espectador europeo en general y español
en particular tiene la imperiosa necesidad de situar a cada uno de los partidos
políticos norteamericanos dentro del polo político correspondiente
adjudicándole sin argumento alguno y solo por puro desarrollo lógico de un
razonamiento erróneo el papel de partido de derecha o de partido de izquierda.
Así, por puro y simple convencionalismo carente de argumentación racional
alguna, el Partido Demócrata resulta ser el "Partido de Izquierdas" de
Estados Unido mientras que a su antagonista el Partido Republicano se le
considera como un "Partido de Derechas".
Desde 1801, Estados Unidos estuvo gobernado por un
partido político denominado "Partido Demócrata Republicano de los Estados
Unidos" hasta que en 1824 el héroe
de la guerra anglo-norteamericana de 1812 y fracasado candidato a la
presidencia norteamericana en las elecciones de ese año, Andrew Jackson,
decidió encabezar una escisión de dicho partido creando por todos los estados y
territorios las bases para la fundación de un nuevo partido que en 1829 le
llevaría a la presidencia y que en 1834 tomaría el nombre definitivo de
"Partido Demócrata". Por su parte los restos del "Partido
Demócrata Republicano de los Estados Unidos" se reorganizaron y en marzo
de 1854 se refundaron en lo que ya se llamó el "Partido Republicano".
Así pues, tanto el Partido Demócrata como el Partido Republicano son dos
facciones de un mismo partido común que se separaron no por ninguna diferencia
ideológica y que en ningún caso representaba la existencia un ala izquierdista
y un ala derechista.
Por motivos desconocidos, en Europa y especialmente en
España se identifica al "Partido
Demócrata Norteamericano", con la izquierda mientras se considera al
"Partido Republicano" de derechas.
El Elefante, símbolo del Partido Republicano Norteamericano |
Por su parte el primer presidente norteamericano del
"Partido Republicano" fue Abraham Lincoln que, como todo el mundo
sabe, introdujo en la Constitución Norteamericana la Decimo Tercera Enmienda en
virtud de la cual se abolió y prohibió la esclavitud. Asimismo, fue el presidente republicano Eisenhower quien inició
la lucha contra la segregación racial en los Estados Unidos llegando a firmar
el 6 de Septiembre de 1957 la Ley de Derechos Civiles y otro presidente
republicano, Richard Nixon, culminó la política contraria a la segregación
racial, puso fin a la guerra de Vietnam y mejoró notablemente las relaciones
diplomáticas, rebajando la tensión, con la China comunista. Evidentemente, con
estos antecedentes ignoramos por qué razón fuera de Estados Unidos se considera
al "Partido Republicano" como un partido de "derechas".
La política norteamericana carece de la bipolarización
Izquierda/Derecha existente en Europa, está dirigida en exclusiva a satisfacer
los intereses norteamericanos y por ello es totalmente pragmática careciendo de
cualquier hipoteca ideológica y no guardando fidelidad a ninguna doctrina o
filosofía política que no sirva a los intereses norteamericanos. Estados Unidos
defenderá la democracia o no, la libertad o la represión, el libre comercio o
el proteccionismo, apoyará a dictadores o a líderes revolucionarios según lo
que le interese en cada momento (2).
Mientras en España y en el resto de Europa se siga
interpretando la política interna norteamericana como una pugna entre
"derechas e izquierdas", entre "progresistas y
conservadores", no se conseguirá nunca interpretarla adecuadamente ni calcular su verdadero alcance resultando los
ciudadanos del Viejo Continente decepcionados siempre por la política exterior
norteamericana cuando no, simplemente, gravemente perjudicados.
(1) Con motivo del estreno
de la película "El Nacimiento de una Nación" que influyó
decisivamente en la revitalización del Ku Klux Klan en 1915, el presidente
demócrata Woodrow Wilson llegó a afirmar que "Los hombres blancos fueron provocados por un mero instinto de
supervivencia... hasta que finalmente surgió un gran Ku Klux Klan, un verdadero
imperio del sur, para proteger al territorio sureño".
(2) Al hablar de Eisenhower
como el presidente norteamericano que inició la lucha contra la segregación
racial y firmó la Ley de Derechos Civiles, no podemos omitir el hecho de que
anteriormente había sido general del ejército estadounidense y fue precisamente
en el seno del ejército norteamericano donde surgió la idea de acabar con la
segregación racial a causa de que dicha segregación generaba una duplicidad de
gasto al requerirse en cada base militar una zona para blancos y otra para negros
con todos los equipamientos adecuados. Dicha duplicidad absurda de gasto
generaba menos inversión en equipamiento militar por lo que la oposición a la
segregación racial en el seno de la institución militar norteamericana obedecía
en exclusiva a un interés práctico y no a cualquier filosofía sobre la igualdad
de los seres humanos.
Hoy me quedo con el penúltimo párrafo (y también el último, pero como segunda opción). Sí, deberíamos tratar de entender la cosmovisión norteamericana de manera muy muy diferente a como la hacemos. Sería un paso para descifrar muchos de sus comportamientos extraños para nosotros. Algo tan elemental como el concepto de la distancia es diferente al que tenemos nosotros. Algo tan “extraño” para nosotros como su poco interés por las vacaciones estivales se nos haría más digerible si no extrapoláramos nuestra visión de la vida.
ResponderEliminarInteresante artículo. Bien enfocado.