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miércoles, 1 de febrero de 2017

SE ECHA EN FALTA



El año 2017 comenzó con la continuación, a mediados de Enero, del juicio que por la llamada trama Gürtel se está celebrando desde Octubre del año pasado en la sede que la Audiencia Nacional tiene en San Fernando de Henares (Madrid). Las expectativas que el inicio del juicio habían despertado se han ido progresivamente diluyendo hasta prácticamente desaparecer tras la declaración del ex-tesorero del Partido Popular la semana pasada porque los espectaculares titulares que se esperaban que surgieran de las declaraciones de los principales acusados no se han dado y, a pesar de que todo lo apuntaba, nadie "ha tirado de ninguna manta" convirtiéndose las sesiones del Juicio Oral en una simple serie de manifestaciones más o menos exculpatorias  de los acusados como suele ocurrir en todos los juicios.

            No obstante, este juicio no es un juicio más. Cuando, según las encuestas, la corrupción es un problema que preocupa notablemente a los ciudadanos españoles se echa en falta que la sala de audiencias no esté abarrotada de público ávido de saber que ha pasado y escuchar las explicaciones de los señores Correa, Crespo, Bárcenas, Sepúlveda y demás. Resulta, cuando menos, curioso que a pesar de que la corrupción política preocupa notablemente a la ciudadanía y de que las sesiones son públicas, las mismas no conciten nada más que el interés de un reducidísimo número de habituales periodistas que realizan su trabajo para diversos medios y, en una ocasión, el de un equipo cinematográfico encabezado por un conocido actor que acudió a la sesión a fin de ilustrarse para una futura película.

            Ciertamente, los asistentes a estas sesiones del juicio por lo que, posiblemente, sea el mayor escándalo de corrupción acaecido en nuestro país no van a recibir la emoción de escuchar una gran noticia de las que hacen detener las rotativas, introducir cortes informativos en radio y televisión y derriban gobiernos y hasta regímenes políticos, pero sí podrían entresacar, de entre las declaraciones de los acusados, conclusiones de cómo funciona el régimen político español y sus partidos políticos.

            El público asistente a las sesiones, y al que se echa en falta, podría entrar en la sala con una idea equivocada de qué son y cómo funcionan los partidos políticos y salir con otra más acertada. Si creen que los partidos políticos se financian con las cuotas de sus afiliados y realizan sus actividades gracias a los esfuerzos de sus militantes se equivocan radicalmente porque de las declaraciones de algunos acusados (Correa, Bárcenas...) solo se puede llegar a la conclusión de que los partidos políticos actúan como empresas mercantiles que tienen sus proveedores y sus actividades empresariales, que los mítines y actos públicos de los partidos políticos no son el resultado del esfuerzo y del buen hacer de los militantes que dedican su tiempo al partido sino el fruto de un contrato suscrito con empresas privadas dedicadas a la organización de eventos. En definitiva, los asistentes a las sesiones del juicio sabrían que los partidos políticos son empresas mercantiles y que, como tales, buscan un beneficio que se concreta en el poder que les permite ingresar dinero, como poco, en concepto de subvenciones públicas.

            También el público asistente a las sesiones, deduciría de las declaraciones de los imputados que los partidos políticos reciben "aportaciones" o "donaciones" privadas de empresarios y hombres de negocios y que las mismas son de suponer que, si para la organización política tiene el carácter de "donaciones" para el empresario donante más bien tienen la condición de "inversiones". En principio esta actuación no es exclusiva de nuestro país porque la misma lo único que pone de manifiesto es la existencia en la política española de una actividad lobbista similar a la existe en los Estados Unidos, cuna de la democracia contemporánea, siendo de una ingenuidad e incoherencia extrema alegar que mientras la actividad lobbista es democrática en Estados Unidos no lo es en España. Los lobbies apoyan a tal o cual partido bien mediante la aportación de cantidades dinerarias o mediante la puesta a disposición de determinados medios de comunicación de masas y todo ello a fin de obtener algún tipo de beneficio del poder político por lo que la política queda definida no como la expresión de ninguna voluntad general libremente expresada sino como una respuesta concreta a los intereses de unos pocos.

            Asimismo los ausentes espectadores del juicio se habrían podido quedar estupefactos al escuchar como un cargo público y electo como el Sr. Bárcenas, trabajaba para una empresa de cítricos argentina, cosa que si bien es de una legalidad acrisolada no deja de ser una contradicción que un político español al que se supone servir los intereses de la "nación española" sirva a los intereses de una empresa extranjera y extracomunitaria que, en mayor o menor medida, hace la competencia a las empresas cítricas de nuestro país.

            Los ciudadanos españoles a los que se echa en falta como público en las sesiones del Juicio Oral podrían sacar sus propias conclusiones, sin que nadie se las contase, sobre cómo funciona la política y el régimen político español, extrañándose de que no se hagan algunas preguntas por parte de ninguna de las numerosas acusaciones personadas (1) y observaría el proceder de los acusados, su lenguaje corporal y gestual, que permite sospechar que en sus hechos pasados hubieran actuado con la seguridad que da el creerse apoyados y respaldados por entidades superiores manteniendo, aun hoy, la confianza en que esas entidades vayan a intervenir en su favor en el último momento.

            El Juicio por la trama Gürtel continúa su trayectoria, terminará seguramente con condenas para los más destacados acusados, se fijará una verdad judicial definitiva que no dará explicación de por qué unas personas están sentadas en el banquillo de los acusados y otras no y los ciudadanos españoles, cuya presencia se echa en falta en la Sala, quedarán satisfechos con esas condenas  que pondrán punto y final a un capítulo de la historia política reciente de este país sin saberse ni donde iban a parar los dineros, ni quién movía los hilos.











(1) A tenor de lo que se declaraba en la sala surgían cuestiones como: ¿Por qué se abren cuentas en Suiza?, ¿Qué ventajas tiene?, ¿No tiene la Comunidad de Madrid personal funcionario y laboral suficiente y capacitado para organizar actos públicos como el del homenaje a las víctimas del 11-M en la Puerta del Sol de Madrid? ¿Por qué entonces se recurre a empresas privadas? ¿La empresa cítrica argentina La Moraleja hacía de alguna forma la competencia a empresas españolas del mismo sector? ¿Era el Sr. Bárcenas Senador del Reino de España cuando trabajaba para dicha empresa cítrica?, etc...

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