La Asociación 16 de
Abril, organización carlista de memoria histórica y pensamiento crítico, en
relación a la convocatoria de un
referéndum de autodeterminación por parte del Parlamento de Cataluña y el más
que esperado choque entre el Poder Central y las autoridades catalanas, de
consecuencias imprevisibles, quiere manifestar lo siguiente:
1) La crisis, innegable ya, del llamado «Estado de las
Autonomías», cuyos primeros síntomas se expresaron durante el Gobierno de José
Luis Rodríguez Zapatero (PSOE), es inseparable de una crisis más amplia, la del
propio régimen político de la Segunda Restauración, que como consecuencia de
sus limitaciones estructurales es cada vez más incapaz de integrar y
representar a amplios sectores de la población española. Se evidenció en lo que
se refiere al plano territorial tanto con el «Estatuto Político de la Comunidad
Libre asociada de Euskadi», aprobado por el Parlamento de la C.A.V. en 2004 y rechazado
por el Congreso de los Diputados en 2005, como con el nuevo «Estatut
d'autonomia de Catalunya», aprobado en referéndum por el pueblo catalán en 2006
y declarado inconstitucional por el Tribunal Constitucional en 2010. El
crecimiento exponencial en la sociedad catalana de un sentimiento secesionista,
hasta entonces muy minoritario, hay que entenderlo como resultado de la
frustración generada por aquella Sentencia del Tribunal Constitucional, en
contra de la cual inmediatamente se movilizó un millón de ciudadanos catalanes
en una manifestación convocada con el lema «Som una nació, nosaltres decidim».
2) Pero en el camino que lleva a la grave situación
del momento actual, no debemos olvidar la responsabilidad partidista de una
clase política que ha demostrado de manera persistente su total
irresponsabilidad cívica, tanto en Madrid como en Barcelona, al utilizar la
táctica de «o conmigo o contra mí» con el fin de generar una cortina de humo
que desviase la atención ciudadana de la multiplicación escandalosa de los
casos de corrupción o del coste social de sus políticas neoliberales. Se
abrieron brechas tanto en las Españas como en la propia Cataluña que van ser a
ser difíciles de cerrar adecuadamente.
3) Los carlistas asumimos y defendemos el derecho de
autodeterminación de todo pueblo para decidir las estructuras políticas en las
que desarrollará su vida social. Pero también sentimos y reivindicamos la
tradicional españolidad de la nación catalana, ya que sin la identidad española
no se entiende la catalana y viceversa. Por todo ello rechazamos el esquema de
los dos boques nacionalistas, que identifica de manera errónea la
«autodeterminación» como derecho democrático con la «independencia» como
proyecto político, al mismo tiempo que la españolidad como realidad histórica
con el modelo político y cultural del Estado-Nación construido a imitación del
centralismo francés y con olvido precisamente de esa misma realidad histórica,
la de la verdadera tradición española.
4) Así, ante la consulta del 1 de octubre,
consideramos que ni el momento es el más oportuno ni el contenido de la
papeleta es el más afortunado. Por un lado, con un Gobierno del Partido Popular
que ha salido reforzado de las últimas elecciones generales, mientras emergen
voces que plantean una reforma constitucional en clave recentralizadora y aún
más autoritaria, con el cierre definitivo del proceso autonómico en todo el
territorio español. Por otro, en el referéndum de 2014 se planteaba una doble
pregunta, «¿Quiere que Cataluña sea un Estado?» y «¿Quiere que este Estado sea
independiente?», que a través del SI-NO permitía definir una tercera vía
federativa. En esta ocasión solamente habrá una única pregunta, «¿Quiere que
Cataluña sea un Estado independiente en forma de República?», lo que condiciona
inevitablemente los términos del debate público.
5) Ignoramos que va ocurrir al día siguiente del
referéndum, pero lo que sí sabemos es que la tensión entre unionismo y
secesionismo no ha hecho más que empobrecer a la sociedad española y catalana.
La reconstrucción de puentes, dentro de la propia Cataluña y con las demás
Españas, es una necesidad urgente, pero solamente puede ser abordada desde una
perspectiva que vaya más allá del concepto jacobino del Estado-Nación,
antítesis de nuestra tradición foral, y que nos permita reencontrarnos como
Pueblos en una España federal y plurinacional.
Asociación 16 de Abril
Apdo. de Correos 62.044
28080 Madrid
Como mera espectadora, hay gran parte de la sociedad catalana que ha dejado atrás ese discurso y piensa en una estructura de Estado diferente. Todo cambia, no se si para mejor o peor. Si se llega al día 1 con todo lo previsto, si ninguna de las partes enrocadas cambia de enfoque, contemplaremos algo inusitado. El día 2 veremos si trae consecuencias más o menos graves, más o menos efectivas.
ResponderEliminarComo científica social me parece fascinante, como ciudadana afincada en Catalunya, tengo mis temores.
Un afectuoso saludo.