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miércoles, 28 de marzo de 2018

¿CUAL ES EL PRECIO PARA BENEFICIO DE UNOS Y OTROS?



 Tras cinco meses escabulléndose de la Administración de Justicia, el domingo pasado, 25 de marzo de 2018, la policía alemana detuvo a Carles Puigdemont tras internarse en territorio alemán procedente de Dinamarca con la intención de regresar a su refugio belga. Con esta detención terminan las "aventuras" de quién, al parecer, alguien ha calificado de "el puto amo" y culmina una operación policial y de inteligencia que pone de manifiesto el magnífico trabajo de las fuerzas de seguridad del estado español que empezó con la no celebración del referéndum del 1 de Octubre de 2017 en Cataluña tras la captura de millones de papeletas y continuó con unas relajantes vacaciones del señor Puigdemont en Bélgica.

            Se quiera reconocer o no, lo cierto es que la situación política española lleva décadas degradándose siendo la actual crisis abierta entre Cataluña y el resto de las Españas la última manifestación de tal degradación que, lejos de irse solucionando, se va agravando con declaraciones y actuaciones, incoherente, desafortunadas y claramente estúpidas de unos y otros.

            Los hechos están demostrando que la tensión abierta beneficia a los distintos miembros de la casta política nacional y periférica. Españolismo y separatismo, separatismo y españolismo son dos tendencias políticas que imprescindiblemente se necesitan y se retroalimentan porque, no nos dejemos engañar, el anti separatismo es la única justificación del discurso político de unos mientras que otros, con una Cataluña independiente, se quedarían sin discurso alguno.

            Como niños irresponsables juegan los políticos con los sentimientos y los intereses de los pueblos a los que deberían servir lealmente y a los que, simplemente, han convertido en unos medios para saciar sus sucias finalidades. Pero no divinicemos tampoco a los pueblos porque los distintos pueblos que conforman las Españas ya son mayorcitos para dejarse engañar de forma constante.

            El señor Rufián apela a la inconstitucionalidad de la aplicación del artículo 155 de la Constitución Española y de la detención de Puigdemont, pero, ¿Es consciente este señor de lo brillante de su razonamiento?. Si la finalidad del señor Rufián y de su partido es crear un estado independiente, evidentemente pretende crear una legalidad totalmente ajena a la Constitución de 1978 por lo que, por pura coherencia política y salud mental, uno no puede ampararse en una legalidad que pretende romper o que considera injusta o periclitada porque recurrir a dicha legalidad es reconocerla como la única válida y aplicable.

            La señora Rahola, entusiasmada con los periplos de Puigdemont por Europa, estalla de júbilo, pero en vez de emular a Homero y cantar la Odisea de este nuevo Semi-Dios en su largo y tortuoso camino de regreso a su Ítaca catalana,  le define como "el puto amo" por escabullirse de la Euroorden reactivada por el estado español sin ser consciente ni haber analizado siquiera que tan barriobajera expresión resulta más apropiada para referirse a cualquier jefe gansteril  inspirador de alguna película de Scorsese que para aludir a un supuesto líder político perseguido.

 Y desde el otro lado del conflicto, ¿Qué decir de sus demostradas genialidades?. Han aplicado el artículo 155 de la Constitución Española, han convocado nuevas elecciones autonómicas en Cataluña con el resultado por todos conocidos y, finalmente, han detenido a Puigdemont. Todo  ha sido un rotundo éxito sin sombra de duda que demuestra que todas las instituciones funcionan y que las fuerzas de seguridad y de orden público son de una eficiencia inapelable. En fin, que están encantados de haberse conocido yendo de victoria en victoria hasta que el pueblo español se encuentre con la sorpresa de la derrota final.

            En definitiva, unos y otros juegan y juegan y cuando el juego termine solo quedará un solo pueblo perdedor. Unos tienen su imaginaria república independiente de Cataluña (denominación que recuerda el reclamo de un conocido imperio mobiliario donde impera la emperatriz "llave Allen") y otros tienen su no menos imaginaria España unida, constitucional y poderosa. No obstante, la realidad es muy diferente a la que nos pretenden transmitir los otros y los unos.

            Los políticos, todos ellos sin excepción, han abierto irresponsablemente importantes brechas en la sociedad española, entre catalanes y entre catalanes y el resto de los españoles; brechas que un político inteligente, un verdadero Hombre de Estado, intentaría por todos los medios ir cerrando de la misma forma en que se cierran las heridas abiertas: con seguridad, lentamente y de adentro a afuera. Pero no, lejos de eso, desean mantenerla abierta porque esta herida abierta y supurante se ha convertido en una fuente inagotable de discursos y de recursos para los politicastros sin escrúpulos que ahogan al pueblo y al país.

            Unos y otros pretenden vender al pueblo sus fracasos y estupideces como acciones exitosas nacidas en sus inteligentes mentes, pero en realidad nada bueno ni inteligente puede surgir de sus cabezas locas que solo funcionan medianamente bien para idear medios que les permitan llenarse los bolsillos con los impuestos y sufrimientos del pueblo.

            Unos y otros han reducido al pueblo catalán y al resto de los españoles a la mendicidad. Guste o no guste, unos y otros mendigan y en la obtención de la limosna cifran su éxito. Unos mendigan independencia y otros mendigan unidad y ¿Qué es lo que vale una unidad o una independencia obtenida como limosna?. Pues, NADA.  Mantener la unidad como pretenden los llamados "constitucionalistas", apelando a una legalidad mudable y, sobretodo, a la colaboración europea e internacional es entregar esa unidad a los intereses que en cada momento puedan tener determinadas potencias extranjeras y conseguir una independencia a la sombra de ciertos apoyos internacionales, siempre caprichosos,  no es sinónimo del nacimiento de un estado soberano sino la extracción con fórceps de un aborto que mantendrá sus constantes vitales solo en tanto en cuanto se lo permitan.

            Las Españas y los españoles tenemos un problema grave y entre nosotros hemos de buscar la forma de solucionarlo. Si no encontramos nosotros esa forma, otros no nos la van a proporcionar o, al menos, no de forma generosa. El domingo pasado han detenido a Puigdemont y España continúa unida ¿Cuánto durará está situación de unidad más aparente que real? ¿Cuánto ha costado y de qué manera tendrán que pagar los españoles que esta Europa de mercaderes haya apoyado al gobierno del Partido Popular ante este problema interno? ¿Cuánto hubiera costado y de qué manera hubieran tenido que pagar los catalanes ese buscado apoyo de esa misma Europa de los mercaderes a su independencia?.  

            Evidentemente, ni a unos ni a otros les importa tal precio porque, sea el que sea, quién lo va a pagar en cualquier caso, y muy caro, será el pueblo español en su conjunto o en su fraccionamiento.

martes, 20 de marzo de 2018

REIVINDICACIONES P.P.


No es que el Partido Popular se haya vuelto reivindicativo o que, en homenaje a la Revolución de Octubre de la que ahora se cumplen cien años, haya constituido un soviet para clamar por las calles en defensa de nada, sino que, curiosamente, las últimas movilizaciones sociales que han tenido lugar la semana pasada en nuestro país han tenido como motivo las Pensiones y la Prisión Permanente Revisable, reivindicaciones ambas que empiezan por la letra "P" y que conjuntamente son reivindicaciones "P.P".

       Los pensionistas españoles, después de años perdiendo poder adquisitivo y décadas siendo ninguneados por todos los gobiernos que han pasado por el poder, han empezado a "ver las orejas al lobo" y presentir que, a medio y largo plazo, el sistema público puede peligrar, lo cual no afectaría gravemente a los actuales pensionistas pero sí a las generaciones que empezaron a nacer a partir de los años sesenta del Siglo pasado.

       En esta lucha en defensa del sistema público de pensiones se reivindica muy claramente que las pensiones sean blindadas en la Constitución, con lo que, no se si consciente o inconscientemente, asumen  las tesis del ex-Ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno del Partido Popular, José Manuel García Margallo, de que las pensiones "deben garantizarse en la Constitución y financiarse con los impuestos".

       Parece ser que este "blindaje" constitucional es la gran panacea que todo lo va a solucionar, aunque igualmente parece ignorarse que en artículo 50 de la misma se recoge como "Principio Rector" que "Los poderes públicos garantizarán, mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad. Asimismo, y con independencia de las obligaciones familiares, promoverán su bienestar mediante un sistema de servicios sociales que atenderán sus problemas específicos de salud, vivienda, cultura y ocio". Es decir, el actual texto constitucional no solo reconoce como Principio Rector de la administración el derecho de los españoles a percibir una pensión pública en la Tercera Edad sino que además dicha pensión debe actualizarse periódicamente y servir para obtener "la suficiencia económica".

       No obstante, a nuestros pensionistas esta redacción del articulado constitucional no les termina de convencer y pretenden que se haga una nueva redacción del mismo y que se incluya en el Título I de la Constitución como "Derecho Fundamental" como si el problema de las pensiones fuera un problema de ubicación y de expresión literaria. En realidad, la inclusión de tal o cual derecho como fundamental en nuestra Constitución no implica nada ni obliga a nada como puede comprobarse fácilmente comparando lo que dice el artículo 35 de la Constitución, que consagra el Derecho al Trabajo, con la situación real de millones de desempleados.

       El reconocimiento de un "Derecho Fundamental" en el texto Constitucional solo implica la obligación del Poder Legislativo de elaborar una Ley Orgánica que los haga realidad y es precisamente en la redacción de esa Ley Orgánica donde se encuentra la trampa donde pueden caer nuestros actuales jubilados y las generaciones que lo serán en el futuro.

       La tendencia política en materia de pensiones públicas se ve cada vez más clara. Se trata de movilizar a la población para pedir su consagración como Derecho Fundamental en la Constitución, pero por medio de una  Ley Orgánica posterior ya se hará la trampa de asegurar el derecho, quizás universal, a percibir una pensión pública a todo ciudadano a partir de cierta edad pero tanto la cuantía de la pensión como la edad a partir de la cual se pueda percibir quedará al libre arbitrio de los poderes públicos. Es decir la tendencia político-económica de los poderes públicos es fijar una cuantía única a partir de cierta edad con lo que el derecho a percibir una pensión pública de jubilación ya quedará garantizada aunque dicha cuantía sea mínima, lo que se justificará con el argumento de que se trata de un mínimo vital para cubrir las necesidades  más imprescindibles y que si se quiere más pues habrá que completar la pensión pública con otras opciones como pueden ser los planes privados de jubilación, etc...

       Ahí está la trampa en la que están cayendo muchas personas que mientras, de buena fe, reivindican el sostenimiento de un sistema público de pensiones dignas están allanando el camino a aquellos que pretenden reformar el sistema de pensiones para convertirlo en un sistema de pensión universal, única y mínima que deberá complementarse irremediablemente con otros ingresos.

       Otra de las reivindicaciones que ha inundado las calles de nuestras ciudades la pasada semana ha sido la relativa a la protesta contra la posible derogación de la llamada "Pena de Prisión Permanente Revisable".

La pena de "Prisión Permanente Revisable" se estableció en nuestro país con la última reforma del Código Penal que entro en vigor el día 1 de Julio de 2015 y se presentó, como siempre lo hace la casta política y no podía ser de otro modo, como un gran progreso en nuestro sistema penal que nos equiparaba a Europa y tendía a incrementar la prevención general e individual de las penas y a satisfacer a las víctimas importando muy poco que la misma denominación de dicha pena, pena de "Prisión Permanente Revisable", fuese un claro oxímoron pues la prisión es permanente y por tanto no revisable o es revisable y, por tanto, no permanente.

       La pena de "Prisión Permanente Revisable" consiste en que el reo condenado a dicha pena permanecerá un mínimo de veinticinco años en prisión tras los cuales se verá si se le deja en libertad o espera el transcurso de otros veinticinco años para ver si obtiene o no la libertad. En realidad dicha pena es una pena "sine die" en el que transcurridos los primeros veinticinco años se deja al arbitrio de una especie de "comité de expertos penitenciarios" (psicólogos, sociólogos, asistentes sociales etc..) si al reo se le deja en libertad o se le mantiene en prisión durante otros veinticinco años, tras los cuales el "comité de expertos penitenciarios" vuelve a reunirse a ver si le deja en libertad o se le mantiene otros veinticinco años en prisión. Y así sucesivamente.

       Analicemos la cuestión. Si una persona de cincuenta años de edad o más es condenada a la pena de "Prisión Permanente Revisable" solo podrá salir de prisión a la edad de setenta y cinco años si se encuentra en tercer grado penitenciario y goza del visto bueno del "comité de expertos", por lo que la pena de "Prisión Permanente Revisable" se convierte realmente en una pena de "Cadena Perpetua" pues, a partir de su entrada en prisión, se puede afirmar que a dicha persona se le ha acabado la vida. No obstante esta persona tiene la posibilidad de acceder a la Libertad Condicional al alcanzar la edad de setenta años en cumplimiento de lo previsto en el artículo 91 del Código Penal que establece que "los penados que hubieran cumplido la edad de setenta años, o la cumplan durante la extinción de la condena, y reúnan los requisitos exigidos en el artículo anterior, excepto el de haber extinguido las tres cuartas partes de aquélla, las dos terceras partes o, en su caso, la mitad de la condena, podrán obtener la suspensión de la ejecución del resto de la pena y la concesión de la libertad condicional. El mismo criterio se aplicará cuando se trate de enfermos muy graves con padecimientos incurables, y así quede acreditado tras la práctica de los informes médicos que, a criterio del juez de vigilancia penitenciaria, se estimen necesarios". Por lo tanto tampoco hay seguridad en que el reo vaya a cumplir la pena mínima establecida en la "Prisión Permanente Revisable" de veinticinco años.

       Otro supuesto es que, el reo condenado a la pena de "Prisión Permanente Revisable" tenga cuarenta años de edad o menos. En este caso hay que ser muy crédulo e ingenuo para creer que un sistema penitenciario que sistemáticamente deniega los permisos de salida previstos en la Ley General Penitenciaria obligando al reo a recurrir ante las Audiencias Provinciales para, simplemente, retrasar el mayor tiempo posible su salida temporal a la calle, vaya a revisar la pena de "Prisión Permanente Revisable" en los primeros veinticinco años de la misma por lo que el reo tendrá que esperar otros veinticinco años, convirtiéndose dicha pena en un mínimo de cincuenta años lo que la convertirá de hecho en una pena de "Cadena Perpetua".     

       La pena de "Prisión Permanente Revisable" ha sido desde el principio una maniobra cosmética de la casta política para hacer creer a los ciudadanos que hacían algo ante casos delictivos especial y extremadamente crueles pero siempre ha bordeado la inconstitucionalidad porque según el artículo 25.2 de la Constitución Española de 1978, "Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social...". Esta concreción sobre la finalidad de las penas privativas de libertad que hace la Constitución vigente excluye cualquier otra, por mucho que los más altos tribunales del país hayan pretendido decir otra cosa.

       En la redacción que hace el artículo 25.2 de la Constitución no se hace mención alguna a la víctima y solo se menciona la reeducación y la reinserción social del reo por lo que la finalidad de la pena deja de ser cualquier otro. La finalidad de la pena privativa de libertad en nuestro país y según la Constitución no es el resarcimiento de la víctima o de sus familiares y tampoco se puede justificar en la prevención del delito por dos motivos fundamentales: el primero porque la redacción del artículo 25.2 de la Constitución para nada menciona la finalidad preventiva y, en segundo lugar, porque la experiencia demuestra que por muy dura que sea la pena a imponer poco o nada disuade al delincuente a delinquir. 

       Realmente más que cuestionarse o defender la pena de "Prisión Permanente Revisable", lo que hay que hacer es replantearse toda nuestra política en materia penal haciendo de nuestro Derecho Penal algo más racional y permanente tendente al resarcimiento de la víctima y a la prevención del delito alejándose, en cualquier caso, de las exigencias de la variable opinión pública que hace que más que legislar se den palos de ciego situando nuestra legislación penal en tan permanente variabilidad que bordea la total inseguridad jurídica.

       El actual debate sobre la pena de "Prisión Permanente Revisable" obedece más a una maniobra de la casta política imperante para ocultar su total fracaso en materia de seguridad ciudadana y distraer a la ciudadanía de otros temas más que a cualquier otra razón.
       


lunes, 12 de marzo de 2018

LOS DERECHOS DE LA MUJER SON LOS DERECHOS DE TODOS *



 El día 8 de marzo se convocan diversas movilizaciones sociales para reivindicar los derechos de la mujer frente a lo que ha sido el dominio de la sociedad machista y patriarcal. Todos los grupos políticos se sienten defensores de los derechos de las mujeres sin atender a la realidad de la brecha salarial, la maternidad, el reconocimiento de su trabajo dentro del mercado laboral y en el hogar. Por ello reivindicamos los derechos de la mujer como nuestros derechos, porque nos afectan a todos.

Lucha de clases:

No podemos perder de vista este principio, ya que en origen, la oligarquía capitalista declaró la guerra al pueblo, mediante el proceso de robo, expropiación y expoliación de los recursos y medios de producción que eran públicos y comunales, y por tanto no eran privados. El endeudamiento financiero en el que está basado el sistema capitalista, somete a los pueblos y les roba sus bienes, recursos y medios de producción comunitarios.

Socialismo frente al Capitalismo:

Así nace el socialismo como idea económica y social que se contrapone al egoísmo burgués capitalista, el cual trata de concentrar los recursos, bienes y medios de producción comunales en pocas manos atendiendo a la privatización de lo público, de la res-pública o cosa pública.

El desarrollo del movimiento obrero decimonónico en su lucha por los derechos de las personas, defendía la dignidad humana reclamando justicia social basada en salarios dignos, viviendas públicas, jornadas de ocho horas o menos, igualdad salarial entre hombre y mujeres ante el mismo trabajo.

Recordemos que el origen del capitalismo nace en el siglo XVI y XVII con el desarrollo del mercado y comercio de esclavos completamente ajeno a la realidad de los Estados monárquicos de entonces. El tráfico de personas enriqueció a las burguesías y oligarquías que posteriormente defendieron el señuelo de la “democracia” basada en las Constituciones liberales que reconocían el libre comercio, la propiedad privada y por tanto el ejercicio del caciquismo mediante la dinámica de hacer transmutar a la democracia en un mercadillo, donde quienes son elegidos en realidad, no son los representantes populares sino los designios de la oligarquía capitalista y sus intereses explotadores.

La lucha de clases molesta a la oligarquía capitalista, la cual aprovecha la caída del muro de Berlín en 1989, pues ya no existe amenaza comunista alguna de ningún bloque soviético, y ello posibilita el desarrollo y ejecución de políticas neoliberales encaminadas en favorecer la privatización de los recursos, bienes y medios de producción comunales. Estas políticas han dejado al pueblo desnudo y sin recursos propios, de manera que se ve postrado ante las sucesivas hipotecas de sus ingresos, ya que los ingresos del Estado quedan mermados por los crecientes intereses que incrementan la deuda pública.

La inestabilidad económica de las familias víctimas del sistema neoliberal capitalista les lleva a perder su empleo y por tanto su salario. No tienen ingresos dignos con los que hacer frente a los gastos del hogar. Esa inestabilidad laboral se traduce en fracaso emocional con la pérdida del puesto de trabajo y del hogar. El capitalismo y su dinámica neoliberal lleva a las personas a una situación de estrés y ansiedad, dejando a las mujeres desamparadas, cuando por otro lado se les exige ser madres a toda costa.

Brecha Salarial:

El capitalismo se basa en la especialización productiva, y divide a los trabajadores de acuerdo a su puesto de trabajo en la búsqueda de la eficiencia productiva. Para ello las fuerzas burguesas de la oligarquía capitalista inventaron diferencias salariales ante un mismo trabajo. Supuestamente este sistema depende del nacimiento de más seres humanos que vengan al mundo a reemplazar a sus padres, y convertirse en mano de obra del “ejército de reserva”, nuevos trabajadores que para acceder al futuro mercado laboral deberán aceptar las condiciones impuestas por la realidad de la oferta y la demanda de trabajo.

El neoliberalismo capitalista trae consigo el libre movimiento y circulación de capitales, aunque paradójicamente viene limitando la libre movilidad de las personas. Si imaginamos la plena libre movilidad de las personas que buscan empleo, y además a ello le sumamos las condiciones de la aplicación del neoliberalismo capitalista en su faceta anarco-capitalista, llegaremos a obtener unas condiciones laborales salariales paupérrimas.

Es lógico y de justicia social que ante la ejecución y elaboración de un mismo trabajo, el salario de la mujer y del hombre sea exactamente el mismo. No tiene ningún sentido y es completamente injusta la existencia de la brecha laboral salarial.

Matriarcado versus Patriarcado:

La lucha de clases se ha sustituido por la lucha de sexos. Matriarcado y patriarcado son sinónimos de sexos opuestos. El hombre no es malo por el hecho de ser hombre, no es violador en potencia por el hecho de ser hombre, no es asesino en potencia por el hecho de ser hombre. Si en cambio es verdad que las víctimas de malos tratos son mujeres, son víctimas de violencia de género que estamos viendo que acaban siendo asesinadas por sus ex-amigos, ex-compañeros sentimentales,… No podemos pensar que la solución al problema machista se realiza sustituyendo el patriarcado actual vigente por el matriarcado. La lucha feminista no es, ni puede ser una lucha para imponer ningún modelo de sociedad matriarcal bajo parámetros copiados del actual y vigente modelo patriarcal.

Lucha de Sexos:

La lucha de sexos trata de secuestrar el feminismo, las ideas y valores feministas que enarbolaban y asumían desde un principio la lucha de clases. El enriquecimiento de los países occidentales del bloque capitalista, ha llevado a la mayoría de mujeres y hombres ciudadanos de los mismos a aceptar el sistema económico capitalista, desechando por completo el origen del problema radicado en la lucha de clases, para sustituirlo por un nuevo desenfoque del análisis de la realidad: la guerra de sexos. El hecho que en los consejos de administración de las grandes corporaciones estén dirigidos por hombres y no por mujeres no es suficiente crítica para reclamar una mayor justicia social, ya que de ser sustituidos esos hombres por mujeres, el problema seguirá existiendo igual y se llama neoliberalismo capitalista. Una buena parte de las mujeres de derechas asumen este desenfoque que se ha hecho de las ideas feministas, para defender y reclamar, que es a ellas a quienes corresponde sustituir a los hombres en esos puestos de responsabilidad para ejercer la explotación neoliberal capitalista.

Es decir, el nuevo feminismo que redescubrimos o la manipulación que se está haciendo del mismo no está atacando la raíz del problema surgido de la dinámica de la explotación neoliberal capitalista, sino, que simplemente se conforma con sustituir a los hombres por las mujeres en todos aquellos puestos de responsabilidad para la explotación, robo y expoliación capitalista. Es decir que el principal problema para esta visión del feminismo desenfocado se soluciona teniendo a muchas más Ana Patricia Botines (Banco Santander), como presidentas de las grandes corporaciones financieras, y no poner atención en el origen o la raíz de donde proviene la desigualdad de la brecha salarial y laboral.

Para esta visión desnortada de este falso feminismo que trata de arrebatar las marchas de reivindicación social en favor de los derechos de las mujeres que son los mismos que los de los hombres, o al menos así debería ser, es fundamental que los partidos políticos estén dirigidos por personas como Cristina Cifuentes, Andrea Leví, Esperanza Aguirre o Margaret Thatcher, ya que para este falso feminismo, el problema no es la existencia del sistema neoliberal capitalista, sino que las mujeres no lideren los procesos de expoliación, robo, privatización, dependencia y alienación propios de este sistema. Este desenfoque de este falso feminismo trata de dar a entender que el feminismo es hembrismo, el cual basa su ideología en el odio al hombre, en adquirir y hacer propios lo que entiende como “roles de los hombres”.

Mujer trabajadora

Señalar que la mujer trabajadora, lo es todos los días, aunque el día ocho de marzo de cada año se celebren movilizaciones sociales en las que tod@s participamos para defender los derechos y libertades de tod@s l@s ciudadan@s . Que el sistema capitalista no está por reconocer derechos y libertades que nos afectan a tod@s los ciudadan@s. Que vivimos inmers@s en un proceso de regresión de lo público y del bien común que afecta a lo social debido al olvido de la raíz del problema: la lucha de clases. Si no reivindicamos la lucha de clases NO se es Feminista, ni Carlista.






* Este artículo apareció el día 8 de Marzo pasado en la página oficial del Partido Carlista, con motivo del día Internacional de la Mujer Trabajadora. Como era de esperar que la semana pasada hubiera mucha repercusión mediática por coincidir con la fecha del ocho de marzo, nosotros reproducimos este mismo artículo esta semana donde otras noticias solaparán la magna jornada para mantener viva, en la medida de lo posible, las reivindicaciones de las mujeres y para recordar que la lucha por la justicia es cosa de todos los días y no solo de una semana.