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jueves, 19 de abril de 2018

MASTER AND COMMANDER y NO SIN MI POLTRONA



 El caso del curso de postgrado, Master en odioso anglicismo, de la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, está alcanzando unas cuotas de lo más kafkiano e irrisorio en donde lo más grave ya no es ni la falsedad ni la mentira sino el firme convencimiento de nuestra casta política de que los ciudadanos que no pertenecemos a su aristocrático estamento somos tontos.

            Lo último ha sido lo manifestado el lunes pasado por la interesada de que renunciaba a su titulo de Master, que no al de "Commander", a pesar de que lo que se la ha pedido insistentemente desde los grupos de la oposición en la cámara autonómica es precisamente esto último, es decir que renuncie a la Presidencia de la Comunidad.

            En realidad, la todavía Presidenta de la Comunidad de Madrid no puede renunciar a su título de Master porque, si son verdad las informaciones aparecidas sobre el tema, no lo tiene y nadie puede renunciar a lo que no tiene y si, por el contrario las informaciones son erróneas, nadie puede renunciar unilateralmente a las titulaciones académicas legal y legítimamente adquiridas. Por ejemplo, las decenas de miles de ciudadanos españoles que son Licenciados en Derecho y no ejercen de abogados ni desarrollan trabajo alguno que guarde relación con las ciencias jurídicas no han renunciado a su titulación de "Licenciados en Derecho", simplemente no hacen  uso de la misma.

            Ahora bien, los árboles no deben impedirnos ver el bosque y el asunto Cifuentes, "affaire" (1) en no menos odioso galicismo, tiene dos claras vertientes: la política y la académica.

 En la vertiente política, es evidente que debería dimitir por dignidad personal y también por imposibilidad política y matemática de continuar en su cargo ya que si es Presidenta de la Comunidad de Madrid se debe a un acuerdo suscrito con la emergente formación neoliberal "Ciudadanos" (C´s) sin apoyo de la cual el Partido Popular no tiene mayoría suficiente para lograr formar gobierno en la Comunidad madrileña. No obstante, "Ciudadanos" se hace el remolón a la hora de exigir el cumplimiento de los acuerdos suscritos y en vez de plantear una rápida moción de censura, pasa la pelota al Presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, para que nombre un sucesor de Cifuentes. Evidentemente esta propuesta de Ciudadanos compromete gravemente al presidente del Partido Popular porque los puestos que ocupan los militantes de este partido en las listas electorales, al igual que ocurre en todos los demás partidos, se debe a una correlación de fuerzas internas del partido y a la satisfacción de las diferentes familias políticas que lo integran por lo que el relevo de Cristina Cifuentes por parte de Mariano Rajoy supondría una intervención directa de éste que rompería el equilibrio de la lucha por el poder en el seno del propio partido favoreciendo la crisis que el Partido Popular padece desde las elecciones de 2015.

            En la vertiente académica, el asunto Cifuentes ha puesto en el ojo de huracán a la Universidad Española que lleva décadas sufriendo reiteradas reformas que han ido degradando los planes de estudios con la creación de titulaciones nuevas de muy dudosa utilidad  real e imponiendo a los alumnos unos costosos cursos de postgrado que, lejos de ser cursos de especialización, son meros cursos de complementación de unas titulaciones oficiales (Diplomado, Licenciado o Doctor) que ya no garantizan a los alumnos encontrarse en posesión de unas técnicas y conocimientos que hace unos años sí que se les garantizaban. Además, ya empieza a hablarse, aunque no a cuestionarse aún, el tema del "Clan Universitario", es decir, el  cómo se accede a ciertos cursos de postgrado, qué criterios de calificación existen en los mismos, como se otorgan los "Doctorados Honoris Causa", como se llega a ser profesor universitario, etc... apuntando todo ello a la existencia de ciertas redes de amiguismo y clientelismo político en el seno de la Universidad Española que son totalmente ajenas a cualquier  consideración puramente académica o pedagógica y que parecen regir los Claustros Universitarios. Un tema del que es posible que a ningún miembro de la casta política española, de antigua o reciente incorporación, le interesa que se hable.








(1) "Affaire" es una palabra francesa que significa textualmente "Caso". Fue muy popular y prácticamente se internacionalizó introduciéndose en todas las lenguas del mundo durante la III República Francesa donde casi todos años surgía un caso de corrupción o "Affaire": el "Affaire" Dreyfus, el "Affaire de Panamá", el "Affaire Stavinsky", etc...
          


1 comentario:

  1. ¿Pero a que en quince diás más nos hemos olvidado de ello?... Así le va a España. Ya no encuentro el menor atisbo para el optimismo. Transitamos por una senda con final triste.

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