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martes, 4 de diciembre de 2018

LAS ENSEÑANZAS DE ANDALUCÍA



 Planteadas como el primer test político que iban a pasar el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), el Partido Popular (PP) e incluso el país entero, tras la moción de censura del mes de mayo pasado, han tenido lugar las elecciones autonómicas andaluzas el domingo 2 de diciembre de 2018 con los resultados de todos ya conocidos.

            Evidentemente, y así se ocupan los medios de comunicación de difundirlo, junto con la pérdida de cuatrocientos mil votos por parte del PSOE y trescientos mil por parte de PODEMOS, lo más llamativo de los resultados es el ascenso del partido que lidera Santiago Abascal, VOX, que ha pasado de tener unos cien mil votos en toda España en las elecciones europeas de 2015 a llegar a casi cuatrocientos mil tan solo en Andalucía con los que iguala los obtenidos en todas las circunscripciones por la coalición de extrema derecha Unión Nacional en las elecciones generales de 1979 y que llevaron al Parlamento a su líder Blas Piñar.

            La sorpresa dada por VOX no es diferente a la que dio PODEMOS en las Elecciones Europeas de 2014 por lo siguiente: en el primer caso se trata de un partido extraparlamentario que desde su fundación con ocasión de las Elecciones Europeas de 2014 ha sido extraparlamentario y no había hecho nada más que perder votos en todos los comicios convocados hasta ahora mientras que PODEMOS era un grupo de profesores universitarios erigidos en verdadera "intelligetsia" de la izquierda parlamentaria que un día montaron una candidatura para presentarse a las Elecciones Europeas de 2014. En ambos casos la atención mediática prestada a estas formaciones antes de constituirse en fuerzas con representación parlamentaria (a PODEMOS durante los años 2013 y 2014 y a VOX en el último año), no parece justificada máxime cuando en nuestro país existen decenas de fuerzas políticas extraparlamentarias que no reciben tal atención. Algunos intentarán explicar dicha repercusión mediática en que determinadas encuestas arrojaban el hecho de que estas fuerzas se convertirían en parlamentarias, pero lo cierto es que en los últimos años estas mismas encuestas vienen hablando de la posible entrada en el parlamento del partido animalista PACMA  y dicha fuerza política no ha tenido jamás la atención de los medios de comunicación que estos dispensaron a PODEMOS en su momento y a VOX en los últimos meses.

            Por otro lado, PODEMOS y VOX, VOX y PODEMOS, aunque no se quiera reconocer, no son más que la distinta cara de una misma moneda. Sus respectivos líderes son personas que ostentaron cargos de responsabilidad  media y alta en las estructuras de los partidos con representación institucional, en Izquierda Unida en el caso de PODEMOS y en el Partido Popular en el caso de  VOX, que al verse o sentirse marginados o que se les cerraba la puerta a ascensos en el seno de la estructura de la que formaban parte rompieron con la misma justificando dicha ruptura en que, más o menos, tras muchos años de militancia y servicio habían descubierto (¡Oh, cielos!, ¡Qué escándalo!) que unos "traicionaban a la clase obrera" y otros "traicionaban a la patria", aunque curiosamente tal descubrimiento siempre tuvo lugar después de que sus respectivas promociones internas en las estructuras políticas de las que formaban parte se vieran frustradas.  

          Habrá quien diga que tanto VOX como PODEMOS, responden a una radicalización de la sociedad, pero en realidad dicha radicalización es artificial y viene promovida desde arriba, desde el poder, por una serie de políticos irresponsables. Mientras que en Europa la radicalización surge en la base social y va creciendo hasta que adquiere la necesidad de organizarse en una fuerza política que actúe políticamente en las instituciones; en España surge primero el embrión de la organización, luego el discurso político y, finalmente, el poder político y los medios de comunicación ya se encargarán de llenarles de votos y de afiliados. Así, resulta muy curioso que VOX haya obtenido tantos votos apelando, entre otras cosas, al rechazo a la inmigración cuando hace tan solo un año no había en la sociedad española una preocupación grande por el hecho migratorio y cuando hace unos pocos días hemos asistido a masivas movilizaciones en favor del buque pesquero que había recogido a doce inmigrantes que naufragaron en el Mediterráneo.

 El daño que PODEMOS y VOX puedan hacer a los partidos neodinásticos de "La Restauración" de 1975, PSOE Y PP, ya ha sido descontado y asumido por éstos quienes estiman, posiblemente con mucha razón, que los apoyos electorales que ahora y durante los próximos años puedan perder a favor de estos partidos terminarán retornando en gran medida a ellos.  A este respecto es de señalar dos cosas:

            En primer lugar, PODEMOS que entró  en la política española muy fuerte en 2014 diciendo aquello, que muchos recordarán, de que "eran los de abajo que venían a por los de arriba", que "eran lo nuevo contra lo viejo" y  posicionándose "contra la casta"; después de su éxito electoral en las Elecciones Europeas de 2014 y en las generales de 2015 y 2016, sus dirigentes se han integrado en la "casta" con la que, no nos engañemos, se encuentran perfectamente identificados y políticamente se han convertido, como poco, en la muleta del PSOE, partido que fue calificado por el líder de PODEMOS, Pablo Iglesias, como el  "partido de la cal"; con lo que no hace falta ser muy inteligente para ver, o al menos sospechar, que lo que han vendido a su electorado es puro humo, lo que justificaría la pérdida de casi trescientos mil votos en las elecciones autonómicas andaluzas en el desencanto de sus votantes.

            Por otro lado, VOX  ha entrado igualmente con fuerza en el panorama político español con doce diputados en el Parlamento Autonómico Andaluz, afirmando que es un partido que está contra la "derechita cobarde", que no debe ser  otra  que aquella que representa el Partido Popular, ignorando el hecho de que muchos de sus dirigentes formaron parte de esa "derechita cobarde" hasta que perdieron la oportunidad de escalar puestos en la jerarquía estructural de la misma y que están a favor de la supresión de las autonomías ocultando igualmente el hecho de que llevar a cabo tal supresión es imposible porque jamás lograrán tener los apoyos parlamentarios necesarios para reformar la Constitución en tal sentido.

            En definitiva, como saben y son conscientes los partidos neodinásticos, PP y PSOE, y tal vez alguna institución secreta del propio estado;  VOX y PODEMOS están condenados a contrarrestarse recíprocamente, a defraudar y desilusionar a sus respectivos votantes quienes terminarán volviendo a poner sus esperanzas en los partidos mayoritarios (PSOE o PP) o yéndose en silencio a la intimidad de sus hogares desmovilizados políticamente por varias décadas y, sobre todo, a impedir cualquier debate serio sobre una reforma constitucional o proceso constituyente porque cuando uno pretendiera atacar el Título II de la Constitución referente a la Corona y otro el Título VIII referente a las autonomías el debate sobre la reforma constitucional sería, simple y llanamente, inviable y un proceso constituyente fuertemente desaconsejable.

            PODEMOS y VOX, VOX Y PODEMOS, han venido, consciente o inconscientemente, a salvar el régimen del 78 al suponer el "peligroso radicalismo" imprescindible para que los ciudadanos de a pié vean en los corruptos y partidos tradicionales la moderación y la concordia.

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