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martes, 8 de enero de 2019

HIPOCRESÍA O DESVERGÜENZA


Aproximadamente, durante los meses de noviembre y diciembre del pasado año se ha emitido por televisión un anuncio institucional, ignoramos si también se ha emitido por otros medios de comunicación, que no puede por menos que suscitar cierta sorpresa y generar una ligera sonrisa, no tanto por su intención y contenido, que es bueno, si no por quién lo promociona que no es otro que "el Gobierno de España", como corresponde lógicamente a toda propaganda institucional, verdadera financiadora económica de los medios de comunicación.

            El anuncio en cuestión no es otro que el que se ha elaborado contra la trata y la explotación sexual, es decir, contra la prostitución en el que se viene a comparar lo que ésta significa para el cliente con lo significa para la mujer prostituida ("Para ti es diversión, para ella es esclavitud",  así reza una parte del anuncio). Hasta aquí todo bien y correcto, aunque este anuncio no deja de ser un poco extraño y raro, como se explicará a continuación, considerando que su promotor es el gobierno socialista de Pedro Sánchez.

            Hace seis meses, en el mes de Julio de 2018, el actual gobierno socialista presidido por Pedro Sánchez instó a la Real Academia de la Lengua Española (R.A.E.) a través de la Vicepresidenta del Gobierno de España, Carmen Calvo, a "la adecuación" de la Constitución española a un lenguaje "inclusivo, correcto y verdadero a la realidad de una democracia que transita entre hombres y mujeres" porque, según el gobierno de Sánchez, la redacción de la Constitución en masculino "se corresponde" con una sociedad de "hace 40 años" donde, al parecer, se "hablaba en masculino". Pues bien, del mero y simple visionado del anuncio en cuestión resulta que el mismo está sorprendentemente proyectado en exclusiva a la prostitución femenina ignorando imperdonablemente la existencia de la prostitución masculina y que tan objeto de trata y de explotación sexual puede ser la mujer como el hombre. Este hecho objetivo podría ser de una importancia relativa si este gobierno no se hubiera mostrado tan vitalmente preocupado por el uso de un nuevo lenguaje "inclusivo, correcto y verdadero a la realidad" en un texto legal redactado hace cuarenta años y que debe haber confundido con "el libro gordo de Pedrete".

            Por otro lado, llama poderosamente la atención que el anuncio en cuestión sea obra de un gobierno que cuenta entre sus miembros con una ministra que en una conversación privada (de esas que se tienen con personas de confianza y en las que se expresa lo que realmente se piensa porque se cree que jamás va a trascender lo que se diga) con un conocido comisario de policía, hoy en prisión, ante la jactancia de éste de haber instalado un prostíbulo de los de "alto standing" para obtener información de la selecta clientela, prostíbulo que teniendo tal fin seguro que se llamaría algo así como "Salón Kitty 2", no solo no expresó ningún reparo moral u objeción legal sino que le jaleo la gracia expresando alegremente un "éxito asegurado".

            Técnicamente el anuncio tiene su impacto, supone un buen trabajo de los publicistas y seguro que ha sido un éxito, en cuanto a ingresos y prestigio, para la empresa publicitaria que lo ha diseñado; pero, como todo buen publicista sabe, un producto resulta imposible de vender si la empresa que lo fabrica no cree en él y en este caso concreto hay indicios más que suficientes con las importantes contradicciones señaladas anteriormente para pensar razonada y lógicamente que el Gobierno de España que ha encargado la elaboración y difusión del anuncio, no cree en el mensaje que  se pretende transmitir por lo que no sabemos si estamos ante un acto de hipocresía o de simple desvergüenza porque, siendo generosos, no creemos que estemos ante un simple, pero extremo, caso de estupidez.


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