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martes, 23 de abril de 2019

¿QUÉ HACER EL 28 DE ABRIL?



 Nuevamente los españoles hemos sido convocados, el próximo domingo 28 de abril, a unos comicios electorales para elegir representantes al Congreso de los Diputados y al Senado que a su vez elegirán al gobierno que dirigirá el país los próximos cuatro años.

            Seguramente estemos ante la campaña electoral más sucia de los últimos cuarenta años y que es resultado de la radicalización que los políticos están transmitiendo irresponsablemente a la sociedad.

            Han pasado casi tres años desde las últimas elecciones generales celebradas en junio de 2016 y los problemas que afronta el país, lejos de verse reducidos o solucionados, han aumentado. En materia socio-laboral no hay más trabajo ni más riqueza pues el empleo creado es de tan pésima calidad que el trabajar ya empieza a no garantizar el no terminar en la exclusión social, en matera puramente económica se notan indicios de desaceleración que hacen que numeroso analistas económicos hablen de una próxima crisis para el año 2020 y en materia política el país está poco menos que descuajaringado debiéndonos formular la pregunta de ¿Qué es lo que realmente nos une a los españoles y nos convierte en una comunidad política?.

            Estos últimos tres años se han pasado en blanco y ninguno de los partidos políticos que han desempeñado funciones de gobierno, Partido Popular y Partido Socialista, así como todos aquellos partidos con representación parlamentaria que los han apoyado no pueden presentar ningún balance de resultados positivo.

            Algunos objetarán que el Partido Popular ha sido el partido de los recortes, cosa que es cierta y que el Partido Socialista, olvidándose de que fue el partido que congeló las pensiones en 2011, es el partido que en los últimos nueve meses ha subido las pensiones y el salario de los funcionarios, pero ¿Por qué motivo y a qué precio?. Pues el motivo es evidente: puro electoralismo y el precio es el incremento del gasto público que hará que tales subidas muy posiblemente no se puedan mantener en el tiempo. De hecho es de saberse que instaurar un derecho es muy fácil, lo difícil es mantenerlo indefinidamente en el tiempo (qué es, por cierto, lo que le confiere el carácter de derecho y no el de simple concesión) y que estas medidas cosméticas y electoralistas del gobierno de Pedro Sánchez bien podían haberse completado con el establecimiento de una paga extra adicional para todos los trabajadores a falta de la prometida derogación de las reformas laborales y bien digo reformas, en plural, porque la puerta a la degradación del mercado laboral la abrió el propio Partido Socialista cuando aquella primera reforma laboral de 1988 a la que luego se sumo una nueva, también socialista, en 2010 y concluyó, hasta el momento, con la reforma laboral del Partido Popular de 2012.

            Los políticos que dicen hoy lo que ayer negaban, los políticos que afirman tener soluciones para los problemas que ellos mismos han creado, los políticos que con una mano nos quitan lo que nos dan con la otra y que al llegar a tocar poder incumplen sus promesas haciendo todo aquello que decían que no iban a hacer, no son dignos de confianza. Y en esa falta de confianza incurren TODOS, absolutamente todos, los partidos y políticos que concurren a estas elecciones con posibilidades de hacerse con la victoria en los comicios.

            Desde el punto de vista de quien esto escribe, la situación se reduce a lo siguiente: Unos señores  que nos van a engañar porque así ha quedado probado repetidas y numerosas veces, que van a vivir opíparamente a nuestra costa y que nos van a llevar a donde seguramente no queramos ir, nos piden el voto, esto es nuestro consentimiento, para todo ello. Pues bien, evidentemente ante tal cosa, solo cabe una salida digna la cual es no prestar dicho consentimiento, es decir abstenerse y no votar, porque si no votas todo lo que hagan será contra tu voluntad y, al menos, salvarás tu dignidad demostrando que no te has dejado tomar el pelo.

            Así pues, el próximo 28 de abril, para salvar tu dignidad:

NO VOTES, ¡ABSTENTE!

Y... SI LO HACES

HAZLO AL MAS DECENTE

... Si es que lo encuentras.

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