Evidentemente la sociedad española en general y la madrileña en particular se encuentra extremada y peligrosamente bipolarizada y no hay recurso más fácil, simple y sociológicamente eficaz para una propaganda política carente de argumentos y propuestas realistas que apelar a los sentimientos y el miedo es, ante todo, un estado sentimental.
Cuando empiece la campaña electoral, y ya lo estamos viendo en la precampaña, veremos a los líderes políticos apelar a lemas ya empleados en otras épocas e ideados por otras personas que, además de poner de manifiesto su falta de originalidad y su recurso al burdo plagio, lo único que conseguirán será generar más tensiones en la política española y enfrentar a la sociedad española.
Así, la candidata del Partido Popular a la Presidencia de la Comunidad Autónoma, nada más conocer la concurrencia a las elecciones del líder de PODEMOS, Pablo Iglesias, manifestó que tal vez cambiaría su lema electoral por el de "Comunismo o Libertad", slogan inventado en los años cincuenta en los Estados Unidos del Mcarthismo y ampliamente difundido por "Radio Europa Libre", emisora creada por la C.I.A. para difundir propaganda entre los países del bloque soviético y que tuvo la indecencia de anunciar ayudas y apoyos occidentales a la revolución húngara de 1956 mientras que los húngaros morían en la esperanza de recibir una ayuda que no llegaría jamás.
Por su parte, Pablo Iglesias, el líder nacional de PODEMOS que ha abandonado la Vicepresidencia Tercera del Gobierno para presentarse a las elecciones madrileñas, ha repetido el viejo lema del Madrid de 1936, "Madrid será la tumba del fascismo", que a su vez fue tomado de un viejo dicho popular de la época de la Batalla de Somosierra de 1808 que rezaba "Madrid será la tumba del francés", para intentar movilizar a los votantes de izquierda contra la, según él, amenaza de triunfo fascista que supondría un gobierno del Partido Popular con o sin el apoyo de VOX.
Así pues, el debate parece centrado, absurdamente centrado, en un enfrentamiento Comunismo/Fascismo en el que aquel que no forme parte del considerado "bloque comunista", será un fascista y viceversa, aquel que no forme parte del "bloque fascista" será un comunista. Pero lo grave de todo esto no es ya que los políticos se encarguen de echar gasolina al fuego, tensando una cuerda que cada vez es más probable que termine rompiéndose e intenten explotar el miedo al otro para arañar votos. Lo más grave de todo esto es que si lo único peligroso que existe en Madrid y en todo el país son los comunistas y los fascistas la pandemia que ha segado la vida a más de cien mil españoles no es peligrosa, salvo que algún lumbreras de la casta política, y no sería de extrañar que surgiera, conceda al virus del COVID19 algún tipo de carnet político y, por supuesto ante el peligro, todo pierde importancia y, por tanto, el desempleo, la falta de vivienda social, la pobreza creciente y los demás problemas que afectan a los madrileños no son importantes.
El miedo en política no es una opción ni debe considerarse una propuesta, porque el miedo no construye, todo lo más sirve para movilizar a una parte de la población contra la otra por lo que el miedo es la semilla de la que, con el tiempo, termina germinando el odio. Tal vez por eso, por carecer de ideas constructivas y por no tener nada que decir, en este pobre y maltratado país, se recurre constantemente por parte de la casta política y de sus respectivos palmeros mediáticos al tema de la guerra civil porque hasta para crear miedos los miembros de la casta política muestran una total falta de ideas teniendo que recurrir a los terrores de sus abuelos y bisabuelos.
Vicepresidencia Segunda...por lo demás, muy de acuerdo..
ResponderEliminarUn error por mi parte.
ResponderEliminarSalud y Fraternidad