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viernes, 17 de diciembre de 2021

EL MUNDO MULTIPOLAR ¿UN VIEJO NUEVO ESCENARIO INERNACIONAL?

En política, el mundo se ha convertido en un tablero de ajedrez

Cuando en 1989 cayó el muro de Berlín y tres años más tarde la bandera roja dejó de ondear en el Kremlin siendo sustituida por la que había sido la bandera del antiguo Imperio Ruso, se ponía fin a casi cincuenta años de guerra fría y de una política internacional basada en la existencia de dos polos antagónicos que, por mucho que pareciera, jamás habrían llegado a enfrentarse en un conflicto abierto porque, hoy ya se puede concluir, que los dos tratados que dieron lugar al mundo de postguerra, el Tratado de Yalta y el Tratado de Potsdam, han sido los tratados internacionales más respetados de toda la historia de las relaciones diplomáticas y las dos potencias enfrentadas actuaban, en no pocas ocasiones, como fuerzas de contención de las aspiraciones y peligrosos deseos de sus aliados dando una gran estabilidad a la política mundial.

            Tras el derrumbe de la URSS.  prácticamente todos los analistas coincidían, de una u otra forma, en que el Nuevo Orden Mundial, nombre que se dio a la nueva situación  surgida de la desaparición del bloque soviético, pivotaría sobre una única potencia hegemónica, Estados Unidos, que facilitaría el libre comercio y la expansión del capitalismo por todo un planeta que ya solo podría entenderse y considerarse de forma global y, efectivamente, así ocurrió durante aproximadamente una década tras la cual, Estados Unidos ha ido perdiendo hegemonía debido a sus numerosos errores y falta de previsión, apareciendo en el panorama internacional nuevos y poderosos actores que aspiran a ser tenidos en cuenta y que no se conforman con ser personajes secundarios. Estos nuevos actores, evidentemente, son Australia, Alemania, China, Francia, India, Pakistán y Rusia, lista ésta que posiblemente se amplíe en los próximos años.

            Las características de estos nuevos actores de la política internacional, que ya a finales del Siglo XX era previsible que surgieran, es que tienen intereses propios claramente contrapuestos a los de Estados Unidos y, si bien algunos de esos intereses son coincidentes entre ellos mismos, otros muchos son también de ellos mismos divergentes por lo que vamos a asistir en los próximos años, de hecho estamos asistiendo ya, al nacimiento de una nueva diplomacia tendente a crear nuevas alianzas que solo podrán ser relativas y frágiles y en ningún caso absolutas como en su momento lo fueron el Pacto de Varsovia o la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).  A esa nueva diplomacia responde la salida del Reino Unido de la Unión Europea, la sustitución de la prioridad europea por la del Pacífico en la estrategia norteamericana y la creación de la alianza AUKUS entre el Reino Unido, Estados Unidos y Australia en septiembre de 2021 y que seguramente se ampliara en el próximo lustro con la incorporación de Japón, Nueva Zelanda y, muy posiblemente, Korea del Sur, aunque no creemos que sea capaz de incluir en ningún caso a Taiwan pues podría ser visto por China como un acto hostil y tener consecuencias imprevisibles.

Que cada vez se asemeja más al tablero del mundo de ayer
 
La política internacional siempre ha sido un juego de ajedrez en el que los jugadores han buscado ventajas geopolíticas intentando ocupar y mantener el centro del tablero siendo ahora varios los jugadores que buscan sus propias ventajas surgiendo, no realmente una situación nueva, sino reproduciéndose la política de hegemonías y alianzas inestables que comenzó en 1870 y culminó en 1914 con el estallido de la Primera Guerra Mundial (1).

            En el mundo multipolar que se está consolidando, al igual que ocurrió en el mundo inmediatamente anterior a la I Guerra Mundial, las alianzas serán cambiantes según las concretas circunstancias de cada momento pudiéndose llegar a contemplar como surgen sorprendentes alianzas y no menos sorprendentes desafecciones entre aliados, en las que el amigo de hoy se convierta en el enemigo de mañana y viceversa. No obstante, lo más relevante de todo ello es que entre las potencias surgirán, están surgiendo ya,  multitud de puntos de fricción por todo el planeta en los que puede surgir la chispa que lo incendie sin que exista la posibilidad de una vigilancia constante que lo evite pues, cuanto más actores desean ocupar el centro del tablero y más compromisos adquieren éstos, la libertad de acción y el control que poseen es cada vez menor y no siempre el aliado más poderoso puede imponer sentido común a un aliado menor pudiendo verse arrastrado por éste a la tragedia con tal de no perder credibilidad frente a otros aliados. A este respecto resulta imprescindible aclarar dos verdades no escritas, pero en las que se fundamenta toda la política internacional:  

            1º.- Las relaciones políticas no son relaciones de amistad sincera sino que siempre responden a un juego de intereses en los que existen contrapartidas de algún tipo.

            2º.- En política internacional, nada es eterno, ni siquiera las desafecciones pues aunque se pueda traicionar alguna vez o eximirse del cumplimiento de algún compromiso adquirido, no se puede adoptar eternamente esa actitud pues terminaría por minar totalmente la credibilidad de la potencia en cuestión.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

(1) Todo el mundo sabe ya quienes fueron los contendientes durante la I Guerra Mundial, lo que muchos ignoran es que tales contendientes pudieron ser otros debido a los puntos de fricción, intereses y alianzas existentes. Así la Guerra podría haber enfrentado a Inglaterra, Austria, Alemania y Japón contra Francia y Rusia, o incluso, Inglaterra podría haber permanecido neutral si Bélgica no hubiera sido invadida por Alemania en 1914 o se hubieran llevado a efecto  los acuerdo secretos anglo-germanos que preveían el reparto del Congo Belga entre ambas potencias, y los árabes podían haberse sumado al bando de los Imperios Centrales pues sus contactos tuvieron con los germanos. Incluso Turquía podría no haber intervenido en la guerra si los Británicos hubieran hecho honor a los compromisos comerciales contraídos con la Sublime Puerta; Igualmente Italia podía haberse unido a los Imperios Centrales en la lucha o permanecer neutral.

            En 1914, podía haber ocurrido cualquier cosa en cualquier momento y con cualquier tipo de consecuencias... surgió en Sarajevo el 28 de junio con las consecuencias por todos conocidas.

 

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