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miércoles, 28 de octubre de 2015

A VUELTAS CON LA PROSTITUCIÓN



Mientras que la crisis económica campea a sus anchas por toda la piel de toro excluyendo y marginando socialmente cada vez a más familias, nuestros políticos se dedican a abrir debates falsos a fin de entretener al personal y distraerlo de la percepción de la vacuidad de los programas electorales con los que los partidos aseguran poder redimirnos a todos. En este sentido, el Partido Socialista Obrero Español (P.S.O.E.) ha incluido en su programa una propuesta, realmente muy difícil de calificar, consistente en estorbar o entorpecer el ejercicio de la prostitución  sancionando la demanda y el alquiler de locales con el objeto de lucrarse de la industria del sexo y bien decimos que es una propuesta muy difícil de calificar porque en el eterno debate sobre la regulación o prohibición de la prostitución, el Partido Socialista ha abierto una tercera vía que es ni prohibición ni regulación, sino  todo lo contrario.

            En el debate sobre la regularización o prohibición de la prostitución los partidarios de lo primero han de saber que en España, y hasta mediados de los años cincuenta del siglo pasado, el ejercicio de la prostitución estuvo regulado y fue legal en lugares cerrados sometidos a rigurosos controles sanitarios y policiales hasta que el Régimen Franquista, en búsqueda de su homologación con los estados de su entorno occidental, suscribió en 1956 el Convenio de la Organización de las Naciones Unidas (O.N.U.) para la "Represión de la Trata de Personas y de la Explotación de la Prostitución" de 1950, a partir de ese momento el ejercicio de la prostitución paso a ser "alegal" si bien el Código Penal perseguía tres conductas relacionadas con la misma y que el vigente Código Penal despenalizó en 1995: el Celestinaje o la puesta a disposición de un lugar donde se ejerciera la prostitución, el Rufianismo o el vivir en todo o en parte de la prostitución ajena y el Proxenetismo o la recluta de personas para la prostitución. Así pues, la situación de "alegalidad" de la prostitución en España se debe a un Tratado Internacional y aquellos que pretenden su regulación, en realidad deberían empezar por pedir la denuncia del Convenio Internacional para "Represión de la Trata de Personas y de la Explotación de la Prostitución" de 1950, al igual que otros piden la denuncia del Concordato de 1979 con la Santa Sede.

            Se podrá alegar, y con toda la razón, que países de nuestro entorno europeo como Alemania, Austria u Holanda han "regulado" la prostitución pero lo que en realidad se ha hecho en esos países es legalizar el rufianismo. Desde el punto de vista jurídico, la relación que une a la persona que ejerce la prostitución con su cliente constituye un contrato de prestación de servicios  personalísimo ya que el cliente elige a la persona concreta que quiere que le preste el servicio no pudiendo ser otra diferente por lo que nos encontramos claramente ante una actividad profesional que ha de generar los pertinentes beneficios económicos a quien la ejerce, pero no a otros; por tanto, que la prostitución genere el más mínimo ingreso económico a cualquier persona física o jurídica que no sea la/el propia/o prostituta/o es una forma de rufianismo y negar tal cosa es negar la luz del Sol.

            Desdeñando las posiciones "prohibicionistas" por ser de una ingenuidad beatífica imposibles de valorar desde una perspectiva práctica ya que la prostitución es una de las tres profesiones más antiguas del mundo (las otras dos son la de sacerdote y la de guerrero) y, a pesar de que en ocasiones se le ha perseguido con dureza y saña, jamás ha dejado de ejercerse; el tema debe ser centrado rechazando la hipocresía y el oportunismo con el que los políticos siempre lo han tratado.

            Lo que realmente mueve a los distintos miembros de nuestra casta política a plantearse ahora el tema de la prostitución es el aspecto puramente económico ya que ven, en los enormes beneficios que genera dicho sector, una posibilidad de incrementar los ingresos del estado vía impuestos ignorando el hecho de que si la prostitución genera tantos beneficios es debido en gran medida precisamente al hecho de que no se pagan impuestos por ejercerla. Esta voracidad recaudatoria, no nos engañemos, es lo que está detrás de la legalización de la prostitución en los estados de nuestro entorno lo cual convierte a esos estados en unos claros rufianes indirectos al mismo tiempo que permite a los rufianes directos meter el dinero que obtienen en el circuito económico sin necesidad de tener que acudir a métodos de blanqueamiento.  Como ningún autodenominado "hombre de estado" se atreve a reconocer que ese es su único interés en el tema, lo enmascaran aludiendo a la dignidad de la mujer (curiosamente casi siempre hablan de la mujer obviando que también existe la prostitución masculina) y a la persecución de "mafias" que se enriquecen con el tráfico de personas.

Esta afirmación, de que la persecución de las "mafias" y la dignidad de la mujer (repetimos, que nunca o casi nunca, se refieren a la prostitución masculina) es una mera justificación recurrente de los políticos que oculta sus verdaderas intenciones queda demostrada con los siguientes hechos paradójicos y objetivos: durante las últimas décadas los ayuntamientos de todos los colores políticos han dado licencias de apertura a "locales" donde solo un pobre imbécil no sabría, incluso de antemano, que se trataba de verdaderas casas de lenocinio y durante décadas se han visto anuncios en todos los periódicos donde se anunciaban servicios de "sauna y masajes" en los que solo otro pobre imbécil no identificaría como claros servicios de prostitución realizados en pisos privados; pues bien, en todo este tiempo jamás se le ha ocurrido a nadie, en aras de la dignidad de la mujer y de la lucha contra las "mafias", ni siquiera poner a un policía de los de "segunda actividad" a localizar telefónicamente los lugares anunciados en la prensa y pasarse por los mismos para inspeccionarlos. A esto último se podrá objetar el sofisma de que "no existía legislación mínima que permitiera tal actuación", lo cual es radicalmente falso porque existen numerosas ordenanzas y reglamentos municipales que regulan el funcionamiento de los locales abiertos al público imponiéndoles normas y siendo cualquier piso donde se ejerza la prostitución, evidentemente,  un local abierto al público el mismo queda sujeto a las ordenanzas de higiene y de consumo de bebidas alcohólicas ignorándose por puro desinterés y deserción de la autoridad competente si en los mismos entran o no menores, si se les proporciona o no bebidas alcohólicas, si presentan las adecuadas condiciones higiénicas e incluso si en ellos se cumple o no la legislación antitabaco impuesta a los lugares públicos y centros de trabajo (1). El tema de la dignidad de los trabajadores, de todos los trabajadores, y de la lucha contra la delincuencia es una cuestión muy seria para que unos señores con la pretensión de arañar votos nos vengan a hablar de dignidad y de sanciones cuando sus respectivos partidos han tenido y tienen aún en el ámbito municipal la posibilidad de haber hecho algo al respecto y, simplemente, no lo han hecho.

            La cuestión de la prostitución se ha de afrontar desde la honradez intelectual y para ello hay que reconocer, en primer lugar, que los individuos venden lo que tienen y lo que creen que puede darles más beneficios (solo los políticos venden lo que no tienen) por lo que pueden existir personas que prefieran ganar cinco mil euros a la semana ejerciendo la prostitución en vez de seiscientos al mes trabajando de cajera o reponedor. ¿Eso afecta a la dignidad de quien ejerce la prostitución?, Si tal actividad se ejerce libremente y sin coacción alguna la única falta de dignidad y de vergüenza se encuentra en los sujetos que permiten la existencia de salarios de seiscientos euros mensuales y que generalmente ponen beatíficos reparos de santurrón ante el hecho de que alguien pueda alquilar su propio cuerpo mientras que ellos mismos no son más que conciencias de alquiler. No obstante, la prostitución exige, más bien que requiere, una regulación legal para evitar las actividades delictivas e infracciones administrativas que se suelen mover en torno a ella sin contrariar lo dispuesto en los tratados internacionales sobre la trata de seres humanos y explotación de la prostitución ajena y para ello lo mejor sería considerarla una actividad profesional personalísima que, no siendo deseable que existiera, se ejerciera exclusivamente en locales cerrados de titularidad municipal que contasen con un trabajador social y otro sanitario y que por ello la prostituta/o solo pagase una tasa anual a fin de que la prestación de los servicios socio-sanitarios por parte del ayuntamiento no perjudicara a las arcas municipales. También se podría considerar el ejercicio libre de la profesión declarándose a la autoridad municipal el horario y el lugar, que siempre deberá ser un lugar cerrado, en el que se va a ejercer a fin de que el ayuntamiento tome las pertinentes medidas socio-sanitarias y garantizándose en todo caso que solo el profesional es el que obtiene el beneficio de su trabajo mediando el correspondiente pago de la tasa anual (2).

           

           



(1) Es curioso, más aún insultante, para la inteligencia de cualquier ciudadano medio que en este país hace unos años se cerrase un restaurante en Marbella por negarse su propietario a acatar la "ley antitabaco" cuando es casi seguro que en esos pisos que se anuncian en los periódicos y donde se ejerce la prostitución se vulnera dicha ley sin que ninguna autoridad les conmine a su cumplimiento o cierre el establecimiento.

(2) La diferencia entre una tasa y un impuesto radica en que mientras el impuesto grava una actividad o bien generando un beneficio para la entidad recaudadora, la tasa simplemente corresponde a la cuantía que una entidad pública desembolsa para prestar un servicio por lo que la tasa no supone beneficio alguno para la entidad recaudadora al igual que el servicio prestado por el que se abona esa tasa no le supone ningún desembolso real a la misma.

jueves, 22 de octubre de 2015

TRANSFUGUISMO O EVOLUCIÓN



El reciente fichaje por parte del Partido Socialista Obrero Español (P.S.O.E) de la todavía diputada por el partido Unión Progreso y Democracia, doña Irene Lozano, ha reabierto el debate sobre el transfuguismo y ha procurado enormes críticas al aún primer partido de la oposición aunque tales críticas sean oportunistas y electoralistas y el debate sobre el transfuguismo sea, junto con otros debates como el de la corrupción política, un puro reduccionismo optimista ya que el verdadero debate no es si tal o cual político cambia de partido sino la calaña moral de los integrantes de la casta política.

            Para empezar, transfuguismo es otro término lingüístico más tendente a crear y fomentar el uso de un lenguaje políticamente correcto en el que no se debe ni se puede llamar al pan, pan y al vino, vino. "Transfuguismo" es el eufemismo de "traición" y "tránsfuga" es el eufemismo de "traidor" al igual que "vigilante de fincas urbanas" es el eufemismo de "conserje" y "placa emblema" es el eufemismo de "la chapa" policial de toda la vida.

            La filosofía nos dice, y la ciencia nos demuestra, que "todo fluye y nada permanece" (Heráclito) y ese fluir implica inexorablemente cambios evolutivos. Una persona puede tener unas ideas a los veinte años que puede no tener a los cuarenta y tal evolución además de ser muy legítima no constituye traición alguna pero, eso sí, es siempre el resultado de un proceso mental que, aunque puede verse influido por algunos elementos exógenos, es fundamentalmente interno, largo, complejo y que implica pasar por un periodo más o menos largo, pero siempre prolongado, de duda y de "crisis de fe" durante el cual unas ideas se desechan o se matizan y otras nuevas las sustituyen o complementan. Por todo ello, si excluimos la intervención divina como en el conocido caso de San Pablo, ninguna evolución ideológica se produce de la noche a la mañana o es producto de un único mes de reflexiones salvo que se halle de por medio una zarza ardiente; y si algunos miembros de la casta política española que se han acostado republicanos y se han levantado monárquicos o se han ido a la cama con ideas conservadoras y a la mañana siguiente, durante el desayuno, expresaban un pensamiento progresista porque una zarza flamígera les habló en sueños bueno sería que lo expresaran abiertamente para que los electores se hicieran una justa idea de la salud mental de quienes les representan en las instituciones políticas del régimen de 1978.

            La evolución  ideológica es comprensible, aceptable y respetable, pero la traición siempre resulta un acto execrable e injustificable y por ello el traidor intenta ocultar su traición tras cierto aire de respetabilidad con la máscara de una supuesta evolución ideológica. No obstante, las actitudes y modos empleados ponen de manifiesto a simple vista y para cualquier mero observador que quiera comprender lo que ve cuando uno ha evolucionado ideológicamente o cuando uno ha traicionado o está traicionando.

            Como hemos dicho anteriormente, la evolución ideológica es siempre un proceso lento que puede durar uno o más años además de ser multidireccional, es decir, la evolución ideológica puede conducir tanto de la nada política a la cumbre del poder o viceversa, de la cumbre del poder a la nada política. En cambio la traición siempre se consuma en un muy breve periodo de tiempo, suele ir precedida de intentos frustrados de mantenerse en una estructura de poder liderando intentos de "regeneración", "reforma", "mejoras", etc... y, lo que la hace más evidente, la traición siempre es mono direccional porque siempre parte de situaciones o estructuras que están en la nada política o padecen la amenaza de estarlo hacia estructuras o situaciones que están consolidadas en el poder o tienen buenos pronósticos para estarlo.

            La numerosa proliferación entre la actual casta política española de estos seres que dicen hoy lo que negaban ayer, que pasan a engrosar las filas de grupos políticos que anteayer denostaban, que contradicen sus palabras con sus actos y que descubren la perversión de los partidos donde militan casualmente cinco minutos antes de que les hagan abandonar las poltronas que ocupan y de las que viven refleja claramente el jaez moral de la totalidad de la casta política que padecemos y debería alejar de los ciudadanos cualquier esperanza de que esta clase gentes puedan hacer algo positivo por el conjunto del país.

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martes, 13 de octubre de 2015

EL PAN DE LA MISERIA



           
Hace algunos meses comentábamos en uno de los muchos foros que existen por internet que el paro fue el problema de hace unos años no siéndolo en la actualidad ya que el problema del presente y del futuro quedaría planteado no por un elevado porcentaje de desempleo sino por una sociedad donde la situación de una alta tasa de ocupación de la población, o incluso de pleno empleo, no garantizase la subsistencia de los trabajadores. Por ello recibimos numerosas críticas, muchas de ellas de personas que, simplemente, no habían entendido nuestro razonamiento.

            No obstante, la semana pasada el informe de "CÁRITAS" parece ser que, lamentablemente, nos daba la razón al afirmar que más de la mitad de las personas que reciben ayuda de esta ONG católica tiene trabajo pero que el mismo solo les genera ingresos para hacer frente a las obligaciones económicas perentorias contraídas con diversos proveedores (alquiler, suministros diversos, etc...) pero no para permitirse gastos en cultura o entretenimiento ni para comprar comida, la cual les es suministrada en los distintos puntos que la ONG tiene distribuidos por toda la geografía española.

            El verdadero problema que se afronta y que como una bola de nieve irá creciendo con los años radica en que las condiciones laborales que hoy en día han de aceptar los trabajadores son cada vez peores en cuando a estabilidad y salario.

            A diferencia de lo que ocurría en España hace tan solo cincuenta años las posibilidades de que un trabajador comience y termine su vida laboral en la misma empresa son prácticamente nulas. En la actualidad cualquier trabajador, por motivos siempre ajenos a su voluntad, pasará por diversas empresas a lo largo de su vida activa y alternará periodos de ocupación con periodos de desempleo lo que no solo constituye una inestabilidad laboral sino sobre todo una inestabilidad vital que le impedirá hacer de manera racional planes de futuro a medio o largo plazo ya que difícilmente alguien puede contraer obligaciones económicas de tracto sucesivo y prolongadas en el tiempo, como puede ser una hipoteca, cuando no tiene garantizado el empleo más de cinco años consecutivos como mucho.

            Por otra parte, las condiciones salariales que hoy sufren los trabajadores son claramente leoninas y a la baja no sirviendo de nada establecer un Salario Mínimo Interprofesional cuando se permiten contratos de unas pocas horas a la semana que se traducen en salarios de trescientos, cuatrocientos o quinientos Euros al mes con los que un ser humano tan solo puede evitar a duras penas, y siempre haciendo malabarismos a fin de mes, que le corten los suministros o le desahucien de la vivienda.

            Esta realidad impuesta al mundo laboral unida al hecho de que los jóvenes cada vez se incorporan a él más tarde, aún siendo pésima, no es lo peor que puede pasar ya que lo peor está por venir al encontrarnos ante una verdadera bomba de relojería que explotará inexorablemente dentro de veinte o treinta años cuando los trabajadores que hoy se encuentran trabajando en estas condiciones accedan a la jubilación y tengan que vivir con las pensiones generadas por las bases de cotización de tan bajos salarios y de semejantes contratos.

            Hoy, tal y como afirma el informe de "CARITAS" publicado la semana pasada, el acceso al mundo laboral no garantiza ni la dignidad ni la inserción social, sirviendo en un número creciente de casos tan solo para proporcionar a los trabajadores el pan de la miseria y justificar supuestos éxitos económicos del gobierno que solo son éxitos estadísticos sin una auténtica transcendencia real.

            Enfrentando esta tragedia real lo primero que hay que hacer es plantearse qué tipo o modelo de sociedad queremos y cuál es la que, las medias políticas y económicas adoptadas hasta ahora por los distintos gobiernos, está creando porque evidentemente estamos en un momento no deseado ni deseable de transición de una sociedad de clases hacia una sociedad estamental donde los estamentos superiores estarán integrados por aquellos que tengan un trabajo asegurado de por vida. Ya ni vale ni sirve que gurús de la economía y de la política hagan vagas propuestas económicas o promesas electorales; son necesarias medidas concretas para que el trabajo sea accesible a todos aquellos que quieran y necesiten trabajar y que vuelva a ser un medio de dignificar y socializar a la persona y para ello tal vez haya que ir pensando en volver a proteger el trabajo estable e imponer una ley de hierro a los beneficios empresariales que no pueden seguir manteniéndose en un trescientos o cuatrocientos por cien a costa de los salarios que perciben los trabajadores y de los precios que pagan los consumidores.   

miércoles, 7 de octubre de 2015

UN PRONÓSTICO POLÍTICO



Las próximas elecciones generales convocadas finalmente para el día 20 de Diciembre del 2015 son las primeras desde hace muchos años que presentan importantes novedades y un especial interés tanto por factores objetivos como subjetivos.

Por factores objetivos nos referimos, evidentemente, a las especiales circunstancias políticas y económicas que padece nuestro país y que han obligado al actual gobierno del Partido Popular a agotar hasta su límite máximo, y contra todo pronóstico, la presente legislatura siendo la primera vez que tal cosa sucede desde las primeras elecciones democráticas de 1977. Estas especiales circunstancias consisten en la confluencia  de una crisis económica que continúa llevando a la población a un claro, visible y pleno proceso de empobrecimiento y de retroceso en materia de derechos sociales y de libertades junto con una crisis política que amenaza con desintegrar al mismo estado español, es decir, parece ser como si ahora la inmediata historia política pasase la factura de todos los errores, omisiones y malos hechos cometidos por la casta política en los últimos cuarenta años.

Por otra parte estas elecciones van a suponer, con toda seguridad, un parlamento más fragmentado donde es muy posible que el número de formaciones políticas con representación parlamentaria superen, por primera vez en la historia del actual régimen político español, el número de trece.

No obstante, no nos engañemos, una mayor fragmentación del parlamento no va a implicar de ningún modo una mayor representatividad de las fuerzas sociales sino que simplemente va a indicar, no la descomposición de los partidos tradicionales, sino simplemente la metamorfosis de los mismos hacia otros envoltorios que de alguna manera permitan perseverar en un estado de cosas que ha defraudado a muchos y que manifiestamente no funciona.

Es de prever que los dos partidos mayoritarios alrededor de los cuales ha girado la vida política española de estos últimos cuarenta años, Partido Popular y Partido Socialista Obrero Español, sigan conservando una representación superior al centenar de diputados cada uno, lo cual indica claramente que están muy lejos de descomponerse. Por su parte los partidos nacionalistas periféricos conservarán su representación parlamentaria con muy pequeñas variaciones al alza mientras que los partidos emergentes, Ciudadanos y PODEMOS, irrumpirán con relativa fuerza en el Congreso de los Diputados a costa, sin duda, del Partido Popular el primero y de Izquierda Unida y el Partido Socialista, el segundo.

Es precisamente la irrupción de estas nuevas formaciones políticas tras las elecciones autonómicas y municipales de Mayo pasado lo que ha llevado al gobierno a agotar hasta el último minuto la legislatura pues la estrategia del líder popular, don Mariano Rajoy, pasa y ha pasado en todo momento por la existencia de algún tipo de repunte de la situación económica, aunque este sea mínimo y macroeconómico, que le permita presentarse como el político que ha hecho que los españoles superemos la crisis económica y, sobre todo, por el hecho de que el tiempo transcurrido desde la formación de los nuevos gobiernos municipales y autonómicos hasta la celebración de las elecciones suponga algún desgaste importante para las nuevas formaciones políticas emergentes, cosa que en el caso de PODEMOS parece ser que se está produciendo aunque no así en el caso de Ciudadanos que se nutre del voto de extrema derecha que el Partido Popular ha empezado a perder masivamente y que se ve atraído hacia la formación de Albert Rivera por su españolismo y su apariencia recentralizadora.

Si los resultados electorales verifican el anterior análisis se dará la siguiente situación:

1º. El Partido Popular y el Partido Socialista serán los partidos más votados y los que cuenten con mayor representación parlamentaria aunque será notoriamente insuficiente para formar gobierno al estar cada uno de estos partidos muy lejos de la mayoría absoluta.

2º. La fuerte irrupción de PODEMOS en el parlamento, si no va a acompañada de una total absorción de Izquierda Unida y de otras fuerzas menores como "Compromís",  supondrá tal fragmentación en la representación parlamentaria de la izquierda que hará muy difícil que puedan oponerse a la formación de un nuevo gobierno del Partido Popular dando su apoyo a un posible gobierno del Partido Socialista Obrero Español.

3º. Finalmente, la no menos poderosa irrupción de Ciudadanos perjudicará al Partido Popular pues le alejará sin remedio de cualquier remota posibilidad de obtener la mayoría absoluta pero le permitirá ser el partido decisivo a la hora de dar su apoyo al PP o al PSOE para formar gobierno aunque es muy dudoso que sus votantes aceptasen de buen grado que se apoyara al Partido Socialista para formar gobierno.

4º. El gobierno que surja de las elecciones de Diciembre del 2015 será un gobierno débil que estará más ocupado en conservar su estabilidad que en solucionar los problemas reales del país.

5º. Los partidos emergentes quedarán muy apartados de la posibilidad de ser alternativa real de gobierno y quedarán relegados a ser meras muletas de los grandes partidos haciéndose irremediablemente responsables de toda la mala gestión llevada a cabo por los mismos en los últimos cuarenta años.

6º. Las minorías nacionalistas independentistas tendrán un panorama político estatal inmejorable para llevar a cabo sus aspiraciones de independencia si es que de verdad desean tal independencia y no, simplemente, mantener una eterna despedida.