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martes, 23 de enero de 2018

TABARNIA Y LOS MEROVINGIOS




A mediados de los años treinta del siglo pasado, tras el fracaso en París de la manifestación del 6 de Febrero de 1934 de las "Ligas Nacionalistas", un joven estudiante de la Sorbona, con la intención de unir a todos los grupos y ligas de una extrema derecha francesa divida por innumerables lealtades personales y dinásticas, lanzó la idea de la Restauración de la Dinastía Merovingia en Francia y Jerusalén porque, según él, dicha Dinastía procedía directamente del linaje de Jesucristo al ser descendientes biológicos del supuesto matrimonio contraído entre Jesús de Nazareth y María Madgalena (1). Desde el punto de vista político, tan peregrina idea no era tan peregrina ya que permitía desarrollar, a partir de ella, un determinado ideario político sociológicamente aceptable y sostenible en la Francia de aquel momento al unir religión y política, mito e historia, elitismo esotérico y activismo político.

            Hecha pública, esta idea no contó, en sus orígenes, con una gran corte de seguidores y acólitos, llegándose a afirmar que la misma se hundiría en el más profundo de los olvidos si no estallaba una guerra. La guerra estalló en 1939, Francia fue ocupada por los alemanes en 1940  y entre las innumerables hojas y periódicos que pululaban en aquel país sometido se hizo con un espacio propio un boletín esotérico-político de nombre "Vaincre" que difundía la idea de la "Restauración Merovingia" (2) .  Luego, finalizada la contienda, vendría la documentación de la idea en unos supuestos "Dossiers Secretés" depositados en la Biblioteca Nacional de Paris y vinculados al misterio de Rennes- Le-Chateau y de su párroco, Bérenger Sauniere; así como la legalización de una asociación denominada "Priorato de Sion". Todo esto, que empezó casi como una broma por parte de una minoría, constituye una fuente inconmensurable de ingresos para muchas editoriales y se ha afianzado en la psique colectiva de buena parte de la derecha francesa subyaciendo como idea pseudo-política hasta el extremo de que hoy, en el país vecino, hay más gente proclive a creer en unos supuestos derechos de un "oculto sucesor Merovingio" que en el  romántico "Misterio del Temple" y en los sucesores de Luis XVII.

            Toda la disertación anterior, no es más que un pequeño prólogo para tratar un tema que ha surgido como curiosa novedad en nuestro país y que es la cuestión de "Tabarnia", la cual es innegable que guarda ciertas similitudes con la cuestión Merovingia, todo ello sin entrar a considerar que una de las pretensiones políticas del llamado "Priorato de Sion", verdadero Partido Merovingio, es el reestablecimiento de Occitania (3). Si la cuestión Merovingia fue la creativa respuesta al enquistamiento de la inactividad e ineficacia en el seno de la derecha francesa de los años treinta y un guiño al amenazante germanismo, "Tabarnia" no es más que la respuesta imaginativa a una situación prolongada en el tiempo que ha llevado a toda Cataluña y a buena parte del resto de España a la parálisis política, social y económica (4).

            Hace tres o cuatro años, un reducidísimo grupo de personas tuvieron la idea de que un territorio integrado por parte de las actuales provincias de Tarragona y Barcelona  y que se denominaría "Tabarnia"  podría pedir su segregación de la actual Comunidad Autónoma de Catalunya y su constitución en Comunidad Autónoma propia dentro de España si los políticos catalanes continuaban con su deriva secesionista. La idea, al igual que ocurrió con la del "Retorno de los Merovingios", no tuvo al principio la mayor transcendencia y de hecho no ha saltado a los medios de comunicación, nacionales e internacionales, hasta hace poco más de dos meses debiendo su "éxito" a la implementación de la política secesionista y al resultado de las últimas elecciones autonómicas en Cataluña tal y como la Cuestión Merovingia debió su despegue a la Segunda Guerra Mundial y a la ocupación alemana de Francia.

            La idea de "Tabarnia", a diferencia de la cuestión Merovingia, se ha construido sobre una fórmula mucho menos elaborada y retorcida por lo que no ha requerido la manipulación de unos documentos ni la falsificación de otros. Carente de base histórica, religiosa o esotérica, "Tabarnia" se fundamenta precisamente en el mismo argumento del "derecho a decidir" que esgrime el nacionalismo secesionista catalán al que se opone y se basa en la realidad económica y sociológica de que el territorio que formaría "Tabarnia" es el que más aporta a la economía catalana siendo su población notablemente la menos secesionista del histórico Principado de Cataluña. Es precisamente esta base real y material de "Tabarnia" la que hace posible su realización futura.

            "Tabarnia", que ya se ha convertido en un filón de ingresos para las empresas textiles fabricantes de banderas, se ha encontrado con la burla brutal y soez de sus enemigos y la sonrisa falsa y condescendiente de los que se dicen sus amigos, pero unos y otros desconocen el hecho de que, siendo una idea absurda fruto legítimo de la política absurda y de lo absurdo que se viene desarrollando en este nuestro pobre país desde hace muchas décadas, es muy posible que se convierta en un nuevo Frankenstein que, desarrollándose con plena independencia de sus creadores y propulsores, termine calando en parte de la sociedad catalana al igual que, en su momento, caló la cuestión Merovingia en una parte de la sociedad francesa.









(1) Semejante idea no dejaba de tener un componente político muy claro dada la situación política francesa e internacional del periodo de entreguerras pues la Merovingia, fue una Dinastía Germánica que reinó hasta el siglo VIII, en el que fue sustituida, tras su extinción, por la Dinastía Carolingia de origen Franco, lo cual suponía cierto "guiño" al entonces enemigo alemán. Por otra parte al vincular a los Merovingios directa y biológicamente al linaje de Jesús de Nazareth hacía que cualquier otra pretensión dinástica fuera de segunda clase uniendo claramente política y religión cristiana. En todo caso una construcción política muy compleja y fantástica de la que llama la atención su supervivencia durante más de setenta años.

(2) "Vaincre" fue un boletín periódico que comenzó a publicarse durante la ocupación alemana. Aunque no se puede clasificar de Resistente como pretendió hacer creer su fundador, Pierre Plantard, tampoco era claramente Colaboracionista aunque todo en él permite pensar que no era ajena a la influencia (y financiación) de cierto sector del nazismo esotérico.

(3) Por rizar el rizo y para incrementar más aún lo absurdo en que se está convirtiendo la política española en general y la catalana en particular y para mayor carcajada de Europa y del Mundo, los promotores de "Tabarnia" podrían legitimarse históricamente también en la Dinastía Merovingia al ser el lugar donde, supuestamente, se custodia el Santo Grial que fue escondido y depositado en Montserrat por unos hipotéticos Cátaros que huyeron de Montségur con los faldones ardiendo. Quién sabe... tal vez inspire a Dan Brown una nueva novela protagonizada por Robert Langdon

(4) No nos engañemos ni nos dejemos envolver por tupidas nieblas que solo ciegan a los tontos. "Tabarnia" es la forma amable y simpática de proponer una dura solución política para Cataluña, que pasaría por su "partición" en caso de secesión.


4 comentarios:

  1. Igual que el estatismo catalán hunde sus raíces en el carlismo, más cercano y en la concentración de industria en los puertos que hizo un dictador, Primo de Rivera y siguió otro Franco. La Vanguardia aplaudía con las orejas a Franco y la burguesía industrial catalana también. Que los obreros se sumen al estatismo catalán en la actualidad es un enigma para mi, pues las organizaciones obreras C.N.T. y U.G.T. de los años 30 estaban enfrente de los esquerristas burgueses y sus pistoleros asesina obreros.

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  2. Esimado amigo:

    El actual independentismo catalan no hunde sus raices en ningún lado... intenta usurpar la historia del carlismo a fin de justificarse y legitimarse históricamente... y todo ello ante la pasividad de las autoridades académicas que todo lo dan por bueno.

    Y luego, tenemos a las autoridades políticas que con tal de desacreditar al Carlismo, refuerzan los argumentos del independentismo.

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  3. Bien por lo de usurpar, está mejor dicho que hunde sus raíces, aunque quise decir lo mismo. De lo demás de mi comentario no tiene nada que argumentar? Lo da por bueno? Un saludo.

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  4. Estimado amigo:

    El independentismo catalan al igual que otros muchos buscan su legitimización histórica en el Carlismo aunque nada tienen que ver con él.

    Y respecto a lo demás... lamentablemente tengo que darle la razón ¿Desde cuando es el nacionalismo un valor de la izquierda? ¿Desde cuando es compatible el levantar fronteras con el internacionalismo?.

    En fin, vivir para ver

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