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jueves, 30 de mayo de 2013

CARTA DEL SOCIALISTA FRANCÉS JEAN JAURÉS A SU HIJO RESPECTO A LA ASIGNATURA DE RELIGIÓN



La semana pasada hacíamos una reseña del clásico libro de George Sorel “Reflexiones sobre laViolencia” en la que mencionábamos las críticas que en dicha obra se vertían contra Jean Jaurés, dirigente del Partido Socialista Frances, fundador y director del diario “L´Humanité”, que con el tiempo se convertiría en el órgano de expresión del Partido Comunista Francés.

            Jean Jaurés, cuyo nombre completo era Auguste Marie Joseph Jean Léon Jaurès (Castres, Francia, 3 de septiembre de 1859 – París, 31 de julio de 1914), además de ser un honesto socialista de los muy pocos que en 1914 se opusieron en sus respectivos parlamentos nacionales a votar a favor de las declaraciones de guerra y de los empréstitos extraordinarios que las mismas exigían fue también un convencido defensor de los valores republicanos y del laicismo, lo cual no le impidió defender la permanencia de la asignatura de Religión Católica en los planes de estudios franceses si bien con carácter voluntario y dando la alternativa, a aquellos estudiantes que no deseaban recibirla, de otra asignatura equivalente o sustitutoria.

            Curiosamente, cuando su hijo solicitó la autorización paterna para quedar exento de la clase de religión Jean Jaurés se la negó razonándole en una carta los motivos de tal negativa. Esta carta, abierta de nuevo en nuestro país la conveniencia o no de la permanencia en los planes de estudios de la asignatura de religión por quienes no alcanzan a comprender que su beligerancia, lejos de proporcionar libertad de pensamiento, lo que pretende es sustituir un supuesto adoctrinamiento por otro posiblemente menos provechoso; adquiere actual interés y por ello la damos a conocer a continuación a fin de que nuestros lectores la conozcan y puedan razonar al respecto.

            La citada carta dice así:

              “Querido hijo:

            Me pides un justificante que te exima de cursar religión, un poco por tener la gloria de proceder de distinta manera que la mayor parte de los condiscípulos y temo que también un poco para parecer digno hijo de un hombre que no tiene convicciones religiosas. Este justificante, querido hijo, no te lo envío ni te lo enviaré jamás.

            No es porque desee que seas clerical, a pesar de que no hay en esto ningún peligro, ni lo hay tampoco en que profeses las creencias que te expondrá el profesor.


            Cuando tengas la edad suficiente para juzgar, serás completamente libre pero, tengo empeño decidido en que tu instrucción y tu educación sean completas, y no lo serían sin un estudio serio de la religión.

            Te parecerá extraño este lenguaje después de haber oído tan bellas declaraciones sobre esta cuestión; son, hijo mío, declaraciones buenas para arrastrar a algunos pero que están en pugna con el más elemental buen sentido. ¿Cómo sería completa tu instrucción sin un conocimiento suficiente de las cuestiones religiosas sobre las cuales todo el mundo discute? ¿Quisieras tú, por tu ignorancia voluntaria, no poder decir una palabra sobre estos asuntos sin exponerte a soltar un disparate?

            Dejemos a un lado la política y las discusiones y veamos lo que se refiere a los conocimientos indispensables que debe tener un hombre de cierta posición. Estudias mitología para comprender historia y la civilización de los griegos y de los romanos y ¿qué comprenderías de la historia de Europa y del mundo entero después de Jesucristo, sin conocer la religión, que cambió la faz del mundo y produjo una nueva civilización?

            En el arte ¿qué serán para ti las obras maestras de la Edad Media y de los tiempos modernos, si no conoces el motivo que las ha inspirado y las ideas religiosas que ellas contienen?

            En las letras ¿puedes dejar de conocer no sólo a Bossuet, Fenelon, Lacordaire, De Maistre, Veuillot y tantos otros que se ocuparon exclusivamente de cuestiones religiosas, sino también a Corneille, Racine, Hugo, en una palabra a todos estos grandes maestros que debieron al cristianismo sus más bellas inspiraciones? Si se trata de derecho, de filosofía o de moral ¿puedes ignorar la expresión más clara del Derecho Natural, la filosofía más extendida, la moral más sabia y más universal? –éste es el pensamiento de Juan Jacobo Rousseau.

            Hasta en las ciencias naturales y matemáticas encontrarás la religión: Pascal y Newton eran cristianos fervientes; Ampere era piadoso; Pasteur probaba la existencia de Dios y decía haber recobrado por la ciencia la fe de un bretón; Flammarion se entrega a fantasías teológicas.

            ¿Querrás tú condenarte a saltar páginas en todas tus lecturas y en todos tus estudios? Hay que confesarlo: la religión está íntimamente unida a todas las manifestaciones de la inteligencia humana; es la base de la civilización y es ponerse fuera del mundo intelectual y condenarse a una manifiesta inferioridad el no querer conocer una ciencia que han estudiado y que poseen en nuestros días tantas inteligencia preclaras.

            Ya que hablo de educación: ¿para ser un joven bien educado es preciso conocer y practicar las leyes de la Iglesia? Sólo te diré lo siguiente: nada hay que reprochar a los que las practican fielmente, y con mucha frecuencia hay que llorar por los que no las toman en cuenta. No fijándome sino en la cortesía en el simple ‘savoir vivre”, hay que convenir en la necesidad de conocer las convicciones y los sentimientos de las personas religiosas. Si no estamos obligados a imitarlas, debemos por lo menos comprenderlas para poder guardarles el respeto, las consideraciones y la tolerancia que les son debidas.

            Nadie será jamás delicado, fino, ni siquiera presentable sin nociones religiosas.

            Querido hijo: convéncete de lo que digo: muchos tienen interés en que los demás desconozcan la religión, pero todo el mundo desea conocerla. En cuanto a la libertad de conciencia y otras cosas análogas, eso es vana palabrería que rechazan de ordinario los hechos y el sentido común.

            Muchos anti-católicos conocen por lo menos medianamente la religión; otros han recibido educación religiosa; su conducta prueba que han conservado toda su libertad.

            Además, no es preciso ser un genio para comprender que sólo son verdaderamente libres de no ser cristianos los que tienen la facultad de serlo, pues, en caso contrario, la ignorancia les obliga a la irreligión. La cosa es muy clara: la libertad exige la facultad de poder obrar en sentido contrario. Te sorprenderá esta carta, pero precisa hijo mío, que un padre diga siempre la verdad a su hijo. Ningún compromiso podría excusarme de esa obligación

            Recibe, querido hijo, el abrazo de tu padre.”  

miércoles, 22 de mayo de 2013

“REFLEXIONES SOBRE LA VIOLENCIA” de GEORGE SOREL



            Bajo el titulo general de “Reflexiones sobre la Violencia”, su autor, George Sorel (1847-1922), reunió en un libro publicado en 1908 una serie de artículos publicados a lo largo del año 1906 en el periódico “Syndicalisme Revolutionnaire” en los que ponía de manifiesto ciertas realidades sociales y políticas cuya falta de comprensión constituían y constituyen un obstáculo para el triunfo definitivo del socialismo.

            En “Reflexiones sobre la Violencia”, cuya lectura adquiere en los momentos presentes sumo interés para explicar las posibles causas del fracaso de la Socialdemocracia y de todo el movimiento contestatario de inspiración pacifista o gandhista, George Sorel descubre ciertas verdades intangibles de la acción política y de la sociología que son consustanciales a todo movimiento revolucionario y que, al ser ignoradas por los líderes socialistas, llevará al socialismo francés al fracaso más estrepitoso y a concertar la tregua con la burguesía conocida como la “Union Sacree” en 1914 (1).

            De los descubrimientos sociológicos y políticos que expone Sorel en sus “Reflexiones sobre la Violencia” cuatro son los más relevantes:

            1º. La distinción entre “Mito Social” y “Utopía”. Mientras que el primero es fruto de la experiencia, es decir, de la acción y de las masas trabajadoras lo que hace que el “Mito” siempre tenga una base de realidad o de realización aunque sea muy parcial, la “Utopía” no es más que una exposición ideal, jamás materializada ni total ni parcialmente, creada por una minoría intelectual con escaso o ningún contacto con los hechos del momento.

            2º. La creación y definición de la “Huelga General” como el único medio capaz que poseen los trabajadores para imponerse por sí solos y derrocar un régimen burgués. En este sentido Sorel admite y considera legítima la aparición de la violencia proletaria durante una “Huelga General” la cual siempre tendrá una finalidad política que es el derrocamiento del régimen burgués imperante por lo que nunca se podrá identificar “Huelga General” con los paros totales de duración predeterminada pues la “Huelga General”, en la concepción de Sorel, es una acción de guerra que solo puede concluir con la victoria, esto es, con caída del régimen político existente.

            3º. Diferenciación entre Fuerza y Violencia. Mientras la Fuerza son todos aquellos medios coactivos que posee un estado constituido para controlar y someter a la sociedad a la legalidad burguesa, la Violencia es el medio que los trabajadores pueden emplear para contrarrestar y enfrentarse a esa fuerza de los estados burgueses y derrotarla. El fin de la “Violencia” proletaria es obtener la victoria sobre la “Fuerza” del estado con lo que esa “Violencia” pasaría a constituirse en “Fuerza” y a quedar legitimada por el nuevo derecho que de esa “Fuerza” surgiría. Aún en el caso de no manifestarse la “Violencia” proletaria o de hacerlo de una forma mínima, Sorel afirma que la misma sirve de medio coactivo ya que las grandes concesiones realizadas por el capitalismo a la clase trabajadora siempre han sido logradas a causa del miedo de la burguesía a los actos de “Violencia” proletaria.

            4º. Crítica del parlamentarismo al cual considera como un medio de “domesticar” a los socialistas, los cuales al entrar en el parlamento quedan presos de intereses particulares y de compromisos con otras fuerzas que les hace perder todo carácter revolucionario y acercar sus pretensiones a las pretensiones de los burgueses que desean obtener la “paz social” a cambio de minúsculas concesiones. En la demostración de esta teoría, Sorel no deja de atacar a lo largo del libro al líder socialista y director de L´Humanité, Jean Jaurés (2), al cual acusa de haber llevado al Partido Socialista Francés a ser un simple medio de defensa de los intereses financieros y publicitarios de la redacción de L´Humanité.

            Dentro de la crítica al parlamentarismo, George Sorel critica el elitismo que engendra la institución parlamentaria al observar que los parlamentos siempre terminan copados por jerarquías previamente organizadas convirtiéndose en una especie de “clubs de caballeros” para personas que desean revestirse de cierta fama intelectual “hablando, teorizando y escribiendo largos artículos periodísticos”.

            Cien años después de publicarse “Reflexiones sobre la Violencia” puede afirmarse que las teorías de George Sorel resultaron en muchos casos proféticas al poder comprobarse, entre otras cosas, como durante la llamada “Guerra Fría” occidente desarrolló y mantuvo a cualquier precio “el estado del bienestar” mientras existió el miedo a la expansión del comunismo soviético y al ver, hoy en día, el estado de postración y liquidación al que la socialdemocracia, es decir, el socialismo parlamentario, ha reducido los logros de más de un siglo de lucha del movimiento obrero.









(1) La “Unión Sacree” fue la tregua política a la que llegó la izquierda francesa con el gobierno y los partidos de derechas durante la I Guerra Mundial que consistió en votar a favor del presupuesto de guerra, no oponerse al gobierno y no convocar huelgas mientras durase la guerra contra el Imperio Alemán. A esta “Unión Sacree” no se unieron ni los sindicalistas revolucionarios ni algunos líderes socialistas como Jaurés, tan criticado por Sorel en “Reflexiones sobre la Violencia”.

(2) Jean Jaurés (1859-1914), fue un eminente político socialista francés fundador del periódico L´Humanité. Conocido por su ateismo militante siempre fue opuesto a que la formación religiosa dejase de ser impartida en las escuelas francesas pues, no con mal criterio, afirmaba que “solo se puede estar en contra de aquello que se conoce”. Aunque fue muy atacado por George Sorel a causa de la financiación de L´Humanité por entidades financieras burguesas y por sus compromisos parlamentarios, fue uno de los pocos socialistas franceses y europeos que se opuso a la declaración de guerra de 1914, no aceptó la “Union Sacree”, y fue asesinado el 31 de Julio de 1914 en el Café de Croissant sito en la calle Montmartre de Paris mientras ultimaba un llamamiento a la internacional socialista para convocar una “Huelga General” europea contra la movilización y la guerra. Su asesino, Raoul Villain, tras cincuenta y seis meses de prisión preventiva fue juzgado y absuelto el 29 de Marzo de 1919 mientras que a la viuda de Jaurés se le condenaba a pagar las costas del proceso.

Raoul Villain tras su puesta en libertad se refugió en Menorca donde, como si de un caso de justicia poética se tratase, moriría asesinado por fuerzas políticas afectas al gobierno de la República en los primeros días de Julio de 1936.    

jueves, 16 de mayo de 2013

DONACIONES Y FINANCIACIÓN DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS

            Los apuntes contables hechos públicos hace unos meses por la prensa y que presuntamente reflejan ciertas donaciones realizadas por importantes empresarios de este país al Partido Popular y contabilizadas por el contable de éste, Luís Barcenas, han desbancado por completo a los viejos escándalos de Filesa, Malesa y Time Export que saltaron a la luz pública a mediados de los años noventa del pasado siglo y que pusieron sobre la mesa el tema de la financiación legal e ilegal de los partidos políticos.

            Los Partidos Políticos en España tienen, al igual que en su momento tuvo el llamado “Movimiento Nacional”, la consideración jurídica de “entidades privadas de derecho público” y requieren para el sostenimiento de sus estructuras y para el desarrollo de su actuación política de ciertos recursos económicos regulares y periódicos que es lo que se denomina financiación.

            La financiación de los partidos políticos españoles se regula por la Ley Orgánica 8/1987 de 4 de Julio que establece que las fuentes de ingresos de los partidos políticos pueden ser públicas (subvenciones) o privadas (cuotas de los afiliados, rendimientos propios, donaciones, etc…). No obstante queda claramente establecido en dicha ley dos cosas sumamente importantes que son que las entidades de crédito no podrán condonar, esto es perdonar, deudas a los partidos políticos superiores a cien mil Euros al año (Euros 100.000.- anuales) y que las donaciones siempre tendrán que ser nominativas (se ha de conocer el nombre del donante) y nunca podrán obedecer a la obtención de un fin, aunque la ley no indica ni argumenta el por qué extraña razón un banco puede condonar una deuda a un partido político cuando no lo suelen hacer nunca con ninguna otra persona física o jurídica o por qué razón se deja de presumir, en el exclusivo caso de los partidos políticos, aquello tan básico en la sabiduría popular de que “nadie da nada por nada”.

            En realidad, la Ley de Financiación de los Partidos Políticos tiene por exclusivo objeto reforzar a dichas instituciones garantizándolas la percepción de subvenciones públicas y permitiéndoles, con carácter secundario, aceptar cierta financiación privada que a la postre se ha descubierto como una de las causas de la corrupción política en España porque aquel empresario que dona ciertas cantidades o aquel banco que perdona ciertas deudas,  aunque estén dentro del máximo legal permitido, siempre será por algún motivo o a cambio de algún favor.

            Así pues, se impone una reforma definitiva de la Ley de Financiación de los Partidos Políticos que imponga a estos como exclusivas fuentes de financiación las cuotas de sus afiliados, las obligaciones crediticias contraídas y que, en ningún caso, podrán ser objeto de condonación y, tal vez, las donaciones “Mortis Causa”, que son las únicas en las cuales se puede garantizar que el donante no busca ninguna contrapartida.

            Se puede argumentar contra esta propuesta, como seguro que lo harán los dirigentes de todos los partidos mayoritarios, que únicamente con estas fuentes de financiación los partidos no podrán actuar como hasta ahora, pero lo cierto es que si los grandes partidos han de “apretarse el cinturón”, recurrir al trabajo voluntario de sus afiliados y dirigentes, disminuir el gasto en propaganda y en campañas electorales y reducir sus macroestructuras permanentes no harán otra cosa que lo que esos mismos partidos exigen a la población cuando alcanzan el poder y forman gobierno.

            Por tanto ya es hora que los Partidos Políticos se vayan financiando exclusivamente con sus propios recursos dejando de recibir subvenciones públicas en aras de la reducción del gasto y del déficit público y dejando de percibir donaciones privadas y condonaciones de deudas por entidades financieras en aras de la transparencia porque en cualquier caso un partido político es, no lo olvidemos nunca, un medio de actuación en la política no un fin en sí mismo y mucho menos un fin económico, laboral o empresarial.

jueves, 9 de mayo de 2013

DESEMPLEO: ENCUESTAS MAQUILLADAS Y SOLUCIONES PROBLEMÁTICAS



            La semana pasada se hacían públicos los datos del paro del mes de Abril que arrojaban, según el Instituto Nacional de Empleo (INEM), la cifra de cuarenta y seis mil cincuenta parados menos situándose la cifra total de parados en nuestro país por debajo de los cinco millones. En cambio, hace varias semanas, el Instituto Nacional de Estadística (INE) por medio de la Encuesta sobre Población Activa (EPA) del primer trimestre del año 2013 arrojaba la terrible cifra de un total seis millones doscientos dos mil desempleados a fecha 31 de Marzo del 2013.

            El desfase existente entre las cifras aportadas por el INEM y la EPA y que es de más de un millón de personas se debe a muchos factores como son que existen parados que no se computan en el INEM por no estar inscritos en él, por no haber renovado la demanda de empleo o porque el INEM no computa como desempleados a aquellos que se encuentren haciendo algún cursillo, pero la única verdad irrefutable que se desprende de estas encuestas es precisamente lo prescindibles que son todas ellas cuando existe un país real que nada tiene que ver con el país reflejado en las estadísticas.

            Aun siendo más fiable la estadística de desempleo proporcionada por la EPA esta no deja de falsear la cruda realidad al no recoger ni valorar datos importantísimos sobre la población que harían incrementar el número real de desempleados en España. Así, sería necesario saber cuantas personas han abandonado el país por motivos laborales y económicos desde que empezaron a dispararse las cifras del paro en el año 2009 porque a efectos reales estas personas pasarían (o deberían pasar) a engrosar el número de parados, ya que desempleado es todo aquel que estando en edad laboral y deseando trabajar no puede conseguir un trabajo en su país. De esta forma y en virtud del anterior razonamiento solo podemos deducir que el número de parados en España es superior, al menos en un cinco por ciento, a los datos arrojados por la EPA del último trimestre con lo cual su número superaría ligeramente los seis millones y medio.

            Frente a este drama del desempleo, el gobierno no acierta a aportar ninguna solución más allá de los consejos que, no pocos miembros de la casta política, dan a la juventud española de que emigre a otros países con la excusa de “ver mundo, completar la formación académica y adquirir experiencia” demostrando que, desde luego, no se puede negar a la casta política española tener salida y justificación para todo. Si a principios de los años ochenta del siglo pasado los padres aconsejaban encarecidamente a sus hijos que estudiaran una carrera universitaria para “ser alguien en la vida”, diez años más tarde, para ser ese mismo alguien ya era preciso estudiar una carrera universitaria y hacer un Master en alguna materia y veinte años después ya era preciso estudiar varias carreras y hacer varios Master para ser ese alguien que ya tenía nombre propio: el Mileurista.  Hoy, y por consejo de los señores políticos, para llegar a ese mismo punto es preciso cursar varias carreras, hacer varios Masters y, además, dar la vuelta al mundo en ochenta “mini Jobs”, más que nada porque mientras se da la vuelta al mundo no se computa como parado en España.

            Por otra parte, se va abriendo paso, incluso entre sectores de la izquierda, la idea de “repartir el trabajo que hay” reduciendo la jornada laboral y no sería ésta mala idea si no fuera porque cualquier reducción de la jornada laboral conllevaría una proporcional reducción salarial que provocaría un mayor empobrecimiento y pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores y de sus familias. Incluso sería posible que la reducción de la jornada laboral tuviera el efecto contrario y se llegase a incrementar la jornada efectiva superándose la actual de ocho horas y ello porque en caso de acceder un trabajador a un trabajo de cuatro horas diarias y cuatrocientos euros de sueldo al mes es posible que el trabajador procurase encontrar otro trabajo, tal vez de cinco horas al día y quinientos euros mensuales de sueldo con lo cual se encontraría con una jornada laboral real de nueve horas y un salario mensual real de novecientos euros, es decir, se encontraría en la situación propuesta por ese gran empresario español, hoy recluso, que fue Díaz Ferran: “trabajando más y cobrando menos”.

            Lo peor y lo más grave de la situación del desempleo en las Españas es que cada vez amenaza más con dejar de ser EL PROBLEMA (así con mayúsculas) para convertirse en un problema más que generara un nuevo y ENORME PROBLEMA (así con mayúsculas) que será el empobrecimiento progresivo e irreversible de la población española hasta niveles similares a los existentes en el Tercer Mundo. 
           

LA MONTAÑA MÁGICA



No, no se equivoque el lector pues, a pesar del título del presente artículo, no voy a reseñar en él la famosa novela de Thomas Mann sino que voy a referirme a la historia de cierto monte que hay en el norte de nuestro país.

            Resulta probado que, repartidos por toda la geografía mundial, existen diversas montañas envueltas por la magia o la leyenda como, por ejemplo, el volcán Snaefell a través de cuya chimenea descendieron al interior de la Tierra los personajes de la novela de Julio Verne “Viaje al Centro de la Tierra” o la Colina de Tara donde se cree enterrada la famosa Mesa Redonda del mítico Rey Arturo siendo común a la inmensa mayoría de todos estos montes el que su historia se remonte muchos siglos atrás hasta hundirse incluso en los tiempos oscuros y míticos de falsas divinidades de extinguido culto.

            No obstante en España, concretamente en la localidad navarra de Ayegui, muy cerca de Estella; existe un monte cuya leyenda más bien es pura historia, que de haber ocurrido en los generosos tiempos clásicos tal vez hubiera inspirado una epopeya al mismísimo Homero y que es tan solo de siglo y medio de antigüedad. Este monte no es otro que el Jurramendi o el Montejurra.

            Montejurra es un monte de hermosa estampa de poco más de mil metros de altura (1.045 m) que debe su originaria fama a la victoria que obtuvieron los carlistas sobre los liberales en la batalla homónima que tuvo lugar durante los días 7, 8 y 9 de Noviembre de 1873 en plena Tercera Guerra Carlista, pero lo que hace entrar a Montejurra en la leyenda no es esa histórica batalla sino el haberse convertido en la segunda mitad del siglo XX en un lugar de peregrinación en el que se mostraba el malestar primero, la reivindicación después y finalmente, la clara y rotunda exigencia de libertad cuando la libertad en España no existía.

            La historia legendaria del Jurramendi comienza a principios de los años cuarenta del siglo pasado, cuando tras terminar la guerra civil y en plena persecución iniciada contra los carlistas por parte del régimen del General Franco, éstos intentan reorganizarse políticamente utilizando para ello el asociacionismo religioso y creando en Navarra la “Hermandad de los Caballeros de la Cruz”, verdadera tapadera del Partido Carlista que había visto como la Falange se había incautado de sus locales y como la Guardia Civil irrumpía en las viviendas de los antiguos Requetés para hacer registros e intentar meterles el miedo en el cuerpo. Pero ese miedo que Espoz y Mina, el incendiario de Navarra, a pesar de su ferocidad criminal no logró arraigar en los nobles hijos del Reino de Navarra que constituían el Pueblo Carlista no lo iban a imponer los serviles del residente del Pardo ni los dignos herederos de ahumados duques. Así, como muestra de indignación contestataria frente a los atropellos del franquismo nace el “Vía crucis de Montejurra” con sus catorce estaciones que jalonan un duro y empinado camino hasta la cumbre del monte coronada por una gruta en cuyo interior se encuentra el “Cristo negro de Montejurra” y que, desde entonces, se ha venido celebrando anualmente el primer Domingo de Mayo, coincidiendo con la “Cruz de Mayo”.

            En su origen las cruces eran de madera pero debido al clima las mismas se deterioraban con facilidad por lo que fueron sustituidas, a comienzos de los años cincuenta, por cruces de piedra pudiéndose leer en la primera estación del Vía crucis la siguiente inscripción que recuerda al epigrama que Simónides de Ceos compuso para coronar el montículo funerario de los trescientos en las Termópilas: “Caminante: Reza este Vía crucis en memoria de los carlistas que murieron por el ideal en los siglos diecinueve y veinte” (1).

            Lo que comenzó como un acto religioso de contestación, pronto se convirtió también en un acto político de protesta que se celebraba tras el Vía crucis en la campa que existía, y aún existe aunque mutilada por la moderna autovía, en la falda del monte. Paulatinamente el número de participantes tanto al Vía crucis como al acto político posterior fue incrementándose como también se incrementaron las medidas de seguridad y control del estado franquista que termino desplazando numerosos efectivos policiales a fin de controlar todo lo que en la “Campa de Ayegui” se decía y hacía.

            Ya bien entrados los años sesenta del Siglo XX, Montejurra y las localidades de alrededor, principalmente Estella, se convirtieron, con toda certeza, en el único lugar de las Españas donde los asistentes, que llegaron a ser cien mil en 1968, abiertamente mostraban su oposición al régimen de Franco llegándose incluso a quemar los retratos oficiales del general y de su sucesor ante el asombro de los oficiales y números de la Guardia Civil que puntualmente procedían a informar al Gobernador Civil de lo que sucedía tanto en el Vía crucis, como en la Campa y en las localidades adyacentes.

            Siendo como era una numerosa reunión que mostraba la fuerza de un carlismo rebelde y opuesto al régimen de Franco y, una vez muerto éste, a su sucesor, no podían las autoridades consentir tal cosa por lo que, en 1976, apoyaron, financiaron y encubrieron la llamada “Operación Reconquista” donde grupos de extrema derecha entre los que se encontraban numerosos extranjeros que luego se verían implicados en diversos crímenes del GAL, apostaron una ametralladora con trípode en la cima del Montejurra con la intención de impedir el normal desarrollo del tradicional Vía crucis, resultando de aquello dos muertos y cinco heridos entre el pueblo carlista (2) y ningún condenado por la justicia de entre los agresores aunque sí se procedió a la detención de varias personas, más para lavar la cara a las fuerzas de seguridad que para otra cosa.

            Hoy, Montejurra se continúa celebrando anualmente (el último celebrado ha sido el Domingo pasado día 5 de Mayo del 2013), los carlistas continúan, continuamos, subiendo a la cima del monte recordando el camino de Jesucristo hacia el Calvario y continúan, continuamos, realizando el acto político en la Campa de Ayegui en la que se muestra, como siempre se ha hecho, la repulsa y la indignación frente a un régimen que no sirve a los intereses de los pueblos que integran las Españas y el monte sigue allí, irradiando su belleza mágica y su leyenda a todos los que de buena voluntad se acercan a él.












(1) El epigrama compuesto por Simónides de Ceos grabado en la piedra que coronaba el montículo funerario de Leonidas y sus trescientos espartanos dice así: “Caminante, ve e informa a Esparta, que sus hijos yacen aquí en obediencia a sus leyes”.

(2) Los asesinados en el Montejurra de 1976 fueron Ricardo García Pellejero y Aniano Jiménez Santos, un monolito recuerda el crimen por el que nadie cumplió condena.          

miércoles, 1 de mayo de 2013

“FOR GREATER GLORY”: SIN PENA NI GLORIA

           
Hace dos semanas, transcurridos casi dos años desde la finalización de su rodaje y más de un año desde su estreno en México y Estados Unidos, se estrenó en España con su título original en inglés la superproducción mexicana “For Greater Glory” (“Para Mayor Gloria”) también titulada, y así exhibida en los cines hispanoamericanos, como “Cristiada”.

            Hoy, dos semanas después de su estreno en nuestro país, esta película prácticamente ha dejado de exhibirse en las salas cinematográficas por lo que se puede decir que ha pasado injustamente, y a pesar de la traducción de su título, “sin pena ni gloria” por nuestros cines. Y bien decimos injustamente porque “For Greater Glory” o “Cristiada” es una película histórica excelentemente producida, dirigida y protagonizada que recrea, con sorprendente fidelidad a los hechos históricos, la sublevación de los católicos mexicanos contra la política laicista y claramente beligerante, iniciada en 1926 por el entonces presidente de la República de México, Plutarco Elías Calles (1); contra la Iglesia Católica.

            “For Greater Glory” trata un tema muy controvertido en México sobre el que todas las partes implicadas (Estado e Iglesia Católica) siempre han pretendido ignorar y “correr un tupido velo” como es la llamada “Guerra Cristera” de la que los españoles tenemos noticias sobre todo por la monumental obra en tres tomos del historiador francés Jean Meyer titulada “Cristiada”. Aunque muchos han pretendido ver interesadamente en esta película una apología del fanatismo y del integrismo católico favorecida por la jerarquía eclesiástica, lo cierto es que la película resulta de una objetividad sorprendente ya que en la cinta se recoge el hecho del incendio de un tren con los pasajeros en su interior ordenado por el general cristero, y también sacerdote, José Reyes Vega y deja entrever la traición de la jerarquía eclesiástica mexicana a los combatientes cristeros al aceptar un acuerdo (los llamados “arreglos”) con el gobierno de Calles sin tener en cuenta la posterior suerte de los combatientes sublevados (2).

            Por otra parte se hecha en falta, aunque es lógico que una película de poco más de dos horas no pueda recoger exhaustivamente todos los acontecimientos, cualquier alusión al bombardeo y voladura del monumento al Sagrado Corazón de Jesús en el Cerro Cubilete ordenado en 1926 por el presidente Elías Calles, al atentado cometido por varios estudiantes cristeros contra el general Obregón, a las vicisitudes que pasó la imagen de la Virgen de Guadalupe venerada en la Basílica de Guadalupe en Ciudad de México y una mención final a la “Segunda Cristiada”.

            “For Greater Glory” ha tenido un extraño periplo en nuestro país. En un principio no había ningún interés alguno en estrenarla en salas de cine como demuestra que se haya estrenado mas de un año después de su estreno en México para terminar estrenándola bajo su título original en inglés seguramente para ocultar su título en castellano, más histórico y más directo, que es el de “Cristiada” y todo ello aderezado con una muy deficiente promoción limitada a unos cuantos carteles en marquesinas de autobús y a unos muy pocos trailers de la película emitidos por televisión.

            No obstante “For Greater Glory” es una película que no solo hace que el espectador conozca unos hechos históricos poco conocidos sino que además resulta amena y nada pesada de ver por la agilidad de su acción, lo que la aleja de otras películas históricas como la polaca “Kattyn” y la oscarizada “Lincoln” ambas muy lentas y aburridas. Además, “For Greater Glory” es la producción cinematográfica más cara hasta el momento de la historia del cine mexicano y ha contado entre sus protagonistas con actores de renombre mundial como Andy García, Eva Longoria o Peter O´Toole, que con esta película se despedía del mundo del cine y del teatro.

            Por todo ello “For Greater Glory” debería haber tenido más repercusión entre el público español que el que ha tenido y que la ha hecho pasar inmerecida y lamentablemente “como si no quisiera molestar” por nuestras salas cinematográficas aunque aquellos curiosos y amantes del cine histórico que deseen disfrutar de ella muy pronto podrán hacerlo mediante en formato DVD.








(1) Plutarco Elías Calles es un personaje extremadamente curioso, fundador del Partido Nacional Revolucionario (PNR) antecesor del actual Partido Revolucionario Institucional (PRI) no dejaba de ser un político nacionalista en extremo que no dudó en posar en varias fotos brazo en alto y que, en 1936, cuando varios soldados entraron en su hacienda de Santa Bárbara con la orden del Presidente de la República Mexicana, Lázaro Cárdenas, de expulsarlo del país, le encontraron en la cama leyendo el libro de Hitler, “Mein Kampf”.

(2) Los llamados “arreglos” firmados en 1929 poco antes de la muerte en una emboscada del general cristero Enrique Gorostieta, que en aquel momento tenia prácticamente bajo asedio a la capital mexicana y era partidario de sostener la guerra hasta la victoria absoluta, dejaron en el desamparo absoluto a los combatientes cristeros que se vieron obligados a entregar las armas y regresar a sus casas donde, muchos de ellos fueron asesinados por agentes del gobierno, obligándoles a tomar de nuevo las armas cinco años después en la llamada “Segunda Cristiada” que tuvo menor intensidad que la primera y que no pocos historiadores consideran que fue un conflicto provocado por la propia necesidad de sobrevivir y de defenderse de las persecuciones que sufrían los antiguos cristeros más que por motivos religiosos, jurídicos o políticos.