La
semana pasada publicábamos un artículo en el que se ponía de manifiesto algunos
de los olvidos y errores que habían existido en el solemne acto que conmemoraba
los cuarenta años del actual régimen político y que, transcurridas casi dos
semanas de su realización, no ha dejado de suscitar noticias y polémicas.
Otra de las polémicas suscitadas por
el "histórico acto" viene alimentada por el líder de la emergente
formación PODEMOS, cuyo afán de protagonismo es más propio del mundo del
espectáculo que del servicio público hasta el extremo de que si la historia ha
dado líderes que por su actividad política han terminado sufriendo la muerte,
la prisión o el exilio, Pablo Iglesias puede ser el único al que el ejercicio
de la política le puede llevar a caer al foso de la orquesta(1). Y es que ese
irrefrenable deseo de ser el niño en el bautizo, la novia en la boda y el
muerto en el funeral le lleva a hablar de todo, a pronunciarse sobre todo y a
saber de todo.
Don pablo Iglesias no ha podido por
menos que puntualizar quisquillosamente la cita que Su Excelencia el Jefe del
Estado hizo de don Antonio Machado en su institucional discurso del pasado 28
de Junio de 2017 afirmando textualmente en su cuenta de una conocida red social
que "Quizá Felipe VI debiera leer
mejor a Machado. El poema decía "una de las dos Españas ha de helarte el
corazón. Una, no las dos, Don Felipe". Ahora bien, veamos si es
correcta y exacta tal puntualización.
Efectivamente Su Excelencia dice textualmente
en su discurso mencionando al insigne poeta andaluz, don Antonio Machado:
"el pueblo español decidió... el gran propósito
nacional de unir a las dos Españas que helaban el corazón de Antonio
Machado". Ahora bien el texto no constituye una cita sino más
bien una desafortunada paráfrasis (frase que, imitando en su
estructura otra conocida, se formula con palabras diferentes) y decimos
desafortunada con justicia porque atendiendo exactamente al texto del poema de
Antonio Machado, al autor del mismo no le helaba el corazón ninguna España sino que se lo "helaba" a un
hipotético españolito que venía al mundo. El famoso poema de Machado, tan
utilizado por los políticos en estos últimos cuarenta años en lo que no ha sido
nada más que una demostración de la retorcida utilización que nuestra casta
política es capaz de hacer de la Cultura, se ha convertido en un icono al que
se le ha dado una significación política que difícilmente le corresponde tal y
como vamos a explicar a continuación.
El poema de Don Antonio Machado
titulado "Españolito" es una
muy famosa composición que forma parte de "Proverbios y Cantares",
obra incluida en el libro recopilatorio "Campos de Castilla", cuya
edición definitiva data de 1917, y dice exactamente así:
"Ya hay un español que quiere
vivir y a
vivir empieza,
entre una
España que muere
y otra
España que bosteza.
Españolito
que vienes
al mundo te
guarde Dios.
Una de las
dos Españas
ha de
helarte el corazón".
Por otra parte ¿Qué es lo que realmente dice el poema?
¿Qué es lo que expresa?. Don Antonio Machado habla de un hipotético españolito
que acaba de nacer y que lucha por vivir en un tiempo en el que la mortalidad
infantil era muy elevada existiendo un elevado porcentaje de partos malogrados y
que viene a la vida entre "Una España que Muere" y "otra España
que Bosteza", lo que hace pensar que se refiere al hecho de un
alumbramiento a altas horas de la madrugada, horas en la que las leyendas
populares señalan que se incrementa la mortalidad (la España que muere) y horas,
evidentemente, en las que la gente suele disponerse a dormir o a ser poseída por el sueño (La España que
duerme), por lo que la referencia a "las dos Españas" no tendría
originariamente ninguna intencionalidad política. Si se tuviera que atender al
punto vista puramente político, esas dos Españas de las que habla el poema son
concretamente una que "muere" y otra "que bosteza", es
decir una que deja de ser y de existir porque se extingue biológicamente y otra
que se echa a dormir alegre y despreocupadamente, por lo que política y
sociológicamente ninguna de esas dos Españas es digna de admiración y las dos merecen
el mayor de los desprecios hasta el punto que tener que afirmar que el
españolito que viene al mundo en cualquiera de esas dos Españas no sería nada
más que un ser digno de lástima.
Finalmente, si el lenguaje en manos de un político
puede ser confuso y engañoso no ocurre así con un literato que por amor a su
arte y al buen hacer utiliza el lenguaje de la forma más precisa y exacta y cuando
don Antonio Machado en su poema utiliza la expresión "helarte el
corazón" debe entenderse, a tenor del significado que da el Diccionario de
la Real Academia de la Lengua, dejar frío, indiferente, desalentado, pasmado...
en ningún caso debe entenderse la expresión "helarte el corazón" en
el sentido de tomar apasionado partido tal y como parece que han malinterpretado
interesadamente nuestros políticos desde hace más de medio siglo en lo que ya
es una prueba plena de su supina ignorancia o de la más grosera de sus
manipulaciones.
(1) Hace no mucho tiempo era
una práctica habitual de no pocos actores y actrices teatrales no respetar su
posición en el escenario y con tal de ser mejor escuchado, ganar mayor
protagonismo y sobresalir entre sus compañeros de reparto irse poco a poco acercándose al público hasta
que las tablas del escenario se acababan terminando más de uno cayéndose al foso
destinado a la orquesta y que separaba el escenario de la platea del teatro.
3 comentarios:
Lo de las dos Españas de Machado nunca se me había ocurrido interpretarlo así.Pero es verdad que cuando lo escribió,no podía saber que iba a venir la guerra civil.
He leído su publicación y creo que lo explica de una manera nítida e inmejorable. Se toma el poema de Antonio Machado por lo que no es, quizá porque en la memoria de todos está grabado el último mal pasaje del pobre poeta. Un afectuoso saludo.
Juli Gan: Gracias por su comentario, pero que se tome este concreto poema de Antonio Machado por lo que no es, no debería tener nada que ver con la personalidad y militancia política de su autor.
De hecho, para resaltar el posicionamiento político de Antonio Machado durante la Guerra Civil bastaría con recordar no tanto su trágico final como su poema dedicado a Enrique Lister en el que termina diciéndo "Ójala mi pluma valiera lo que tu pistola de capitán".
Salud y amistad
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