Menudo papelón que ha hecho la casta política (y en la foto faltan más) |
Ya
se marchó Rajoy, ya dejó el gobierno el Partido Popular con gran alegría de
algunos que así se lo demostraron a la Vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáez
de Santamaría, con chabacanos modales de macho alfa, pero en realidad ¿Alguien puede explicar qué es lo que ha
pasado?.
Lo que ha pasado es que las caretas
se han caído, la desvergüenza ha aflorado dentro y fuera del hemiciclo y que el
Partido de la Gürtel ha sido sustituido por el partido de los ERES, con la
colaboración del partido del tres por ciento y de aquellas otras formaciones
que juraban y perjuraban que venían a cambiar las cosas.
En este país, no se piden cuentas
por nada, se vive de hidalgas ilusiones barrocas (1) y los mejores mueren de pena. Por eso, pase
lo que pase, nunca pasa nada, porque lo españoles pasan por todo y además...
¡¡lo justifican!!
Y lo que ha pasado es injustificable,
más aún resulta repugnante, y muestra una desvergüenza total de una casta
política ampliada.
PODEMOS, consiguió setenta y un diputados
hablando de la casta, de que eran los de abajo y venían a por los de arriba,
que no había tanto pan para tanto chorizo y que querían romper con el
bipartidismo PP-PSOE para "empoderar" a la gente y ahora... no solo
han apoyado la moción de censura del Partido de los EREs sino que además están
solicitando, pidiendo e incluso, me atrevería a decir, suplicando, entrar a
formar parte del gobierno de Pedro Sánchez, del gobierno que va a formar el
Partido Socialista Obrero Español, el partido que congelo las pensiones de
jubilación e impuso una reforma constitucional para limitar el gasto público y
ello sin entrar a valorar que, desde la muerte del dictador Francisco Franco,
Pedro Sánchez es el tercer presidente del gobierno que llega a serlo sin haber
sido elegido en unas elecciones generales (los otros dos anteriores fueron
Arias Navarro y Adolfo Suárez de 1976 a 1977) con lo que eso de "no nos
representan", de "empoderar a la gente" y de criticar la
democracia representativa ¿Dónde queda?
Curiosamente Pedro Sánchez se ha
hecho con la Presidencia del Gobierno con el apoyo de ochenta y tres diputados
socialistas que en agosto de 2016 le dieron la espalda y no apoyaron su
"No es No" obligándole a dejar la dirección del PSOE. También ha
contado con el apoyo de los diputados
del partido del tres por ciento y de aquel al que hasta hace poco tiempo el
propio Pedro tachaba de "racista" y "supremacista" y si
todo esto fuera poco significativo, el partido de los GAL, grupo criminal sobre
el que Pedro Sánchez se quejaba en un
programa televisivo emitido en 1997 de la excesiva repercusión mediática que
habían adquirido diciendo que "Lo
que está claro es que a la sociedad le interesan muchísimos casos más que
el caso GAL, que les afectan muchísimo más y que los jueces que los llevan no
tienen ni nombres ni apellidos", ha contado hasta con el apoyo de la
propia Bildu. Y mientras esto ocurría en el hemiciclo del Congreso de los
Diputados, el todavía presidente de Gobierno, Mariano Rajoy Brey, en vez de
dimitir o dar la cara estando presente durante el debate vespertino de la
moción de censura se escondía en una taberna. En definitiva todo un show al que
solo se puede clasificar de repugnante y del que solo se pueden sacar las más
negras y pésimas conclusiones.
Esto es flema británica: Le censuran, su partido se hunde y él....¡¡en el bar!! |
A
lo largo de la historia, al Congreso de
los Diputados se le ha calificado de
muchas maneras por distintas fuerzas políticas, se ha dicho de él que era una
cámara burguesa o que si era una cueva de ladrones, pero lo que ha demostrado
ser esta institución con la elección como presidente del gobierno de un señor
que no ha sido elegido en unas elecciones es que es, sin ningún género de
dudas, una Cámara Aristocrática; una asamblea de notables dispuesta a pasarse
la voluntad popular expresada por medio del Sufragio Universal por el Arco del
Triunfo de la Moncloa, precisamente por ese y no por el de Trajano. Y lo más
penoso es que eso se ha hecho con el apoyo de los que decían desear una
democracia más directa y participativa.
Los amigos de ayer se convierten en
los enemigos de hoy, y viceversa, todo dependiendo de la dirección del viento
que sople. No importan los principios ni las ideas, probablemente porque la
política española es una política sin ideas ni principios, lo único
verdaderamente importante es el poder, alcanzarlo y mantenerse en él pero lo
más grave es que se desea el poder para aprovecharse de él no para cambiar
substancialmente las cosas mejorándolas.
Era necesario que Rajoy se fuera,
era imprescindible que el Partido Popular abandonara el poder, pero la forma en la que se ha ido ha puesto
de manifiesto que la política en nuestro país es el negociete de una minoría
desvergonzada que, aspirando al buen vivir y al mejor yantar y ayuntar, ha
descubierto en la actividad política el mejor de los medios para ello, no
teniendo escrúpulo alguno a la hora de utilizar las esperanzas, ilusiones y
pasiones de los pueblos, a las que luego no dudarán en traicionar, para sus
egoístas y crematísticos fines.
En una sociedad sana, el Partido
Popular y el Partido Socialista Obrero Español no habrían obtenido tal
abrumadora mayoría de votos en las elecciones de junio de 2016, ahora una
sociedad sana debería dar la espalda a todos los partidos con actual
representación parlamentaria sin excepción alguna porque todos ellos, igualmente
sin excepción, han traicionado y decepcionado.
En la vida política hay una máxima
que hay que tener siempre muy presente a fin de no verse sorprendido por
futuras traiciones ya que constituye una prevención hacia las mismas, tal
máxima es la simple: "Tu varías, Tu
mientes". Aquellos que ayer apoyaron de una u otra forma al Partido
Popular no pueden ahora erigirse en reparadores del mal que dicho partido haya
podido producir porque son cómplices de ese mal, no es creíble que aquellos que
ayer apoyaron determinadas políticas del partido popular ahora se desdigan
honestamente de las mismas y por supuesto tampoco es creíble que aquellos que
ayer se oponían al Partido Socialista, hoy le presten su apoyo, le pidan
reuniones e incluso le soliciten formar parte de su gobierno. Todo eso, se
quiera reconocer o no, solo obedece a inconfesables intereses particulares que
no benefician, sino más bien perjudican, al interés general.
En definitiva, todo esto en puridad
humana, lógica y ético-moral, trasciende el ámbito de la desvergüenza para
adentrarse profundamente en el ámbito estricto de lo clara y manifiestamente repugnante.
(1)
Por hidalgo barroco, me refiero al segundo señor al que sirve Lázaro en la
novela "El Lazarillo de Tormes", quién pavoneándose y dándoselas de gran señor
oculta la realidad de miseria y ruina económica en la que vive realmente de
puertas hacia dentro de su casa.
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