Aproximadamente, durante los
meses de noviembre y diciembre del pasado año se ha emitido por televisión un
anuncio institucional, ignoramos si también se ha emitido por otros medios de
comunicación, que no puede por menos que suscitar cierta sorpresa y generar una
ligera sonrisa, no tanto por su intención y contenido, que es bueno, si no por
quién lo promociona que no es otro que "el Gobierno de España", como
corresponde lógicamente a toda propaganda institucional, verdadera financiadora
económica de los medios de comunicación.
El anuncio en cuestión no es otro que el que se ha
elaborado contra la trata y la explotación sexual, es decir, contra la
prostitución en el que se viene a comparar lo que ésta significa para el cliente
con lo significa para la mujer prostituida ("Para
ti es diversión, para ella es esclavitud", así reza una parte del anuncio). Hasta aquí
todo bien y correcto, aunque este anuncio no deja de ser un poco extraño y raro,
como se explicará a continuación, considerando que su promotor es el gobierno
socialista de Pedro Sánchez.
Hace seis meses, en el mes de Julio de 2018, el actual
gobierno socialista presidido por Pedro Sánchez instó a la Real Academia de la
Lengua Española (R.A.E.) a través de la Vicepresidenta del Gobierno de España,
Carmen Calvo, a "la
adecuación" de la Constitución española a
un lenguaje "inclusivo, correcto y
verdadero a la realidad de una democracia que
transita entre hombres y mujeres" porque,
según el gobierno de Sánchez, la
redacción de la Constitución en masculino "se corresponde" con una
sociedad de "hace 40 años" donde, al parecer, se "hablaba en
masculino". Pues bien, del mero y simple visionado del anuncio en cuestión
resulta que el mismo está sorprendentemente proyectado en exclusiva a la
prostitución femenina ignorando imperdonablemente la existencia de la
prostitución masculina y que tan objeto de trata y de explotación sexual puede
ser la mujer como el hombre. Este hecho objetivo podría ser de una importancia
relativa si este gobierno no se hubiera mostrado tan vitalmente preocupado por
el uso de un nuevo lenguaje "inclusivo,
correcto y verdadero a la realidad" en un texto legal redactado hace
cuarenta años y que debe haber confundido con "el libro gordo de
Pedrete".
Por otro
lado, llama poderosamente la atención que el anuncio en cuestión sea obra de un
gobierno que cuenta entre sus miembros con una ministra que en una conversación
privada (de esas que se tienen con personas de confianza y en las que se
expresa lo que realmente se piensa porque se cree que jamás va a trascender lo
que se diga) con un conocido comisario de policía, hoy en prisión, ante la jactancia
de éste de haber instalado un prostíbulo de los de "alto standing" para
obtener información de la selecta clientela, prostíbulo que teniendo tal fin seguro
que se llamaría algo así como "Salón
Kitty 2", no solo no expresó ningún reparo moral u objeción legal sino
que le jaleo la gracia expresando alegremente un "éxito asegurado".
Técnicamente
el anuncio tiene su impacto, supone un buen trabajo de los publicistas y seguro
que ha sido un éxito, en cuanto a ingresos y prestigio, para la empresa
publicitaria que lo ha diseñado; pero, como todo buen publicista sabe, un
producto resulta imposible de vender si la empresa que lo fabrica no cree en él
y en este caso concreto hay indicios más que suficientes con las importantes
contradicciones señaladas anteriormente para pensar razonada y lógicamente que
el Gobierno de España que ha encargado la elaboración y difusión del anuncio,
no cree en el mensaje que se pretende
transmitir por lo que no sabemos si estamos ante un acto de hipocresía o de
simple desvergüenza porque, siendo generosos, no creemos que estemos ante un
simple, pero extremo, caso de estupidez.
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