Cuando los que ejercen la profesión política, dejan de servir generosamente al bien común, caen en la corrupción y se constituyen en casta; es cuestión de tiempo que corrompan las instituciones estatales para ponerlas a su exclusivo servicio convirtiendo al propio Estado en un fin en sí mismo. Ante esta situación, cuando ya no se puede confiar en los políticos ni en las instituciones limitadoras del poder, donde existe un riesgo cierto, posible y probable de perder toda libertad; aun cabe una esperanza para los ciudadanos que consiste en qué la “Sociedad Civil” se oponga y actúe.
En ciencia política se entiende por “Sociedad Civil” la diversidad de personas que actúan generalmente de manera colectiva para tomar decisiones en el ámbito público que conciernen a todo ciudadano fuera de las estructuras gubernamentales, así la “Sociedad Civil” está integrada por diversas agrupaciones o asociaciones que actúan con independencia de toda institución pública y al margen de todo poder político instituido quedando fuera de tal “Sociedad Civil” todos aquellos colectivos que actúan bajo cualquier tipo de vinculación con los poderes del estado ya sea por haber sido creados directamente por éstos o por disfrutar de algún tipo de subvención o ayuda estatal.
En la reconstrucción de las Democracias Occidentales, tras la derrota de los fascismos en la II Guerra Mundial, se asumieron y se adoptaron no pocas de las técnicas y de los principios filosóficos de los totalitarismos derrotados para el mejor control político de todo movimiento social. Para ello no se dudó en crear y subvencionar distintas asociaciones u organizaciones sociales de todo tipo que, por dimanar o ser clientes del propio Estado, serían sumisas al poder establecido convirtiéndose en prolongaciones del largo brazo del Estado. De este modo se desarticuló la posibilidad de que existiera una sana “Sociedad Civil” que, en un momento concreto, reclamará ser vía de representación y participación política de los ciudadanos y, en última instancia, sustituyera al Estado corrompido.
Actualmente no existe en toda Europa Occidental una “Sociedad Civil” organizada pues todos los colectivos, grupos, asociaciones, corporaciones profesionales, etc... nacen directamente del Estado o están, total o parcialmente, subvencionadas por el mismo no constituyendo en ningún caso foco de oposición a los modos y prácticas políticas instituidas. Aunque crece el número de individuos libres de toda dependencia que piensan, reflexionan y muestran cierta contestación a lo existente no se puede decir que constituyan siquiera un embrión de “Sociedad Civil” porque su actividad individual les lleva a una total falta de coordinación y ésta a una ausencia de eficacia, no obstante el novedoso medio de internet puede hacer cambiar esto al favorecer que individuos que ni se conocen ni viven en un lugar común intercambien rápidamente ideas e información permitiéndoles organizarse a través y en el propio ciberespacio, es decir: Internet puede ser un útil medio para reorganizar la necesaria “Sociedad Civil”.
Para este fin, para reorganizar la “Sociedad Civil”, es imprescindible abandonar todo personalismo y estar dispuesto a entenderse con otros, aunque no piensen exactamente lo mismo que nosotros, sin más límite que el respeto a los Derechos Fundamentales que asisten a todo ser humano porque es de indicar que la “Sociedad Civil” solo podrá ser tal si tiene un carácter transversal y abarca un amplio espectro de ideas.
En los difíciles momentos de tribulación que padecemos la reorganización de una sana “Sociedad Civil” es imprescindible pues, solo si ésta existe, se podrá poner freno y limites a todo desafuero y a toda política, social o económica, contraria a los intereses de la mayoría de los ciudadanos haciendo uso, si ello fuera necesario, de las dos armas más poderosas que posee toda “Sociedad Civil” articulada: La Desobediencia Civil y la Resistencia Pasiva.
2 comentarios:
Completamente de acuerdo con la necesidad de reorganizar la sociedad civil. Personalmente creo que a pesar del pasotismo, dejadez o incluso cobardía actual, la sociedad se está despertando poco a poco, ya somos más los que no, nos dejamos engañar.
Enhorabuena por tu blog. He disfrutado muchísimo con tus posts.
No dudo que tenga razón de que el número de las personas que no se dejan engañar va creciendo, la cuestión es que hace falta organizar el descontento y además es necesario no tener prejuicios en esa organización. Todos somos necesarios para defender los logros sociales conseguidos con tantos sacrificios en los últimos ciento cincuenta años de lucha por los derechos de los trabajadores.
Salud y Amistad
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